Quisiera vivir en una cueva, donde mi corazón pueda gritar sin ser ametrallado, donde mi  espíritu pueda adorar sin ser detenido, donde me pueda refugiar de las bestias, humanas.

Quisiera dormirme y no despertar nunca  jamás; soñar con un mundo muy diferente, sin un despertar, donde la fantasía es una realidad y la realidad, una mera pesadilla en verdad.

Quisiera subirme en una nube y no volver jamás; poder ser un dragón, sentir el poder,  que  yo soy grande, que no tengo por qué temer, ni sentir miedo, ni dar respeto sin este haberlo ganado. 

Y quisiera montarme en una nube, y no volver nunca jamás a vivir la misma pesadilla, a ver las bestias humanas.

Quisiera, quisiera alma mía, que la vida sea tan bella como ver un cielo celeste, o un atardecer naranja, que sea tan bello ver hacia arriba, igual que apreciar nuestro presente.

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