—Reflexión - Análisis

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

Por qué de todo, por qué pasa toda esas cosas en la vida; por qué el dolor, por qué  la mentira, por qué la pérdida, por qué el fallar, por qué hacer daño, por qué el sufrir sin un aparente motivo.

Cosas que ya, ya pasaron, pero que ahora aún no comprendes por qué pasaron, por qué a ti, por qué esa persona, ¿por qué? ¿¡Por qué si fuiste tan bueno con él!?

... Mucho diste sin pensar en que lo dabas, mucho bien le trataste, bien le supiste ver: lo bueno que decía, que hacía, que daba, cómo lo daba, lo tan bonito que hablaba, las incontables bellas promesas que daba y siempre estaba, ¡parecía un Ángel! ¡Pero un Ángel no daña!

Él rompió, pisoteo todo lo bueno que fuiste: fuiste mucho bien para tan mal persona. Tú le acurrucaste en un abrazo de amor y por su culpa hoy lloras..., pero también por su culpa sonrisas formaste... pero por él cada parte de tu corazón se encuentra destrozado y lágrimas se forman en tus ojos. Aún recuerdas todo lo bueno que pasaron un día como un "fue" aún esperas un mensaje de él, saludandote, esperas que las conversaciones largas en las noches vuelvan otra vez.

Parece, que todo el amor que creó en ti, ya lo olvido, tu nombre, tu persona... ¿¡Pero cómo puede ser así!? Ay, ahora ese amor se ahoga en un mar de lágrimas, tu corazón se desangra de dolor, el corazón duele mucho gracias a esa persona que en unos días —pasado— lo hicieron latir de felicidad; ahora esa misma persona lo mata de una agonica traición.

Cuánto duele creerse la mentira de una aparente feliz amistad, duele creer en el "Mejor Amigo" que una Best Friend o un Crush pegue tan duro desde atrás, duele reconocer el dolor de perder a quién prometió por siempre estar, duele recordar a quién las risas sacaba y ahora es a quien se llora su partida, duele el llorar... sin saber qué fue lo que pasó.

Parecía que las cosas iban perfecto que nada podría salir mal, parecía que todo salía muy bien que ese era el amigo de los sueños, pero la ilusión de que él igual pensaba lo mismo es lo que hacía al corazón en el pecho saltar. Se le dio mucho, mucho bien del corazón, diste tanto, tanto que sin casi nada en el abandono te quedaste.

¿Y por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué?

De alguna forma buscas ver si fue que tú algo mal hiciste, si fuiste tú que te equivocaste, que no, no fue él el que hizo mal aquí que fuiste tú. Te atreves a pensar que puede haber una oportunidad más buscas mil formas de olvidar el dolor y una vez más empezar... ¡Ay no! Pero ¡¿Cómo empezar?! ¿Cómo? Si todo fue una actuación, todo fue actuación, y ya se fue la funsión se termino, se fue como si nunca hubiera estado, como si 'nunca' hubiese estado, sabes que sí estuvo por los daños que deja un uracan al hacerse presente sin permiso o previo aviso, como ladrón que pasa y roba, pero él, él robo tu amor, tu paz, tu bienestar porque muy bien tu estabas antes de que llegará y metiera su mano, al hacerlo todo se derrumba, todo lo desordena pero, es que en tan poco tiempo todo lo arruina y debastado te quedas.

Él lo cambio todo con tan solo llegar, su presencia nada más, todo lo movió, tu paz se esfumó, las lágrimas tomaron el lugar de la bella alegría, cambio tu vida de bien a mal... y ahora tienes dudas de que todo fuese así.

—¿Por qué? ¿Es que acaso algo de lo que de su boca salió fue cierto?

—Sí.

—¿El qué?

... Las mil palabras que susurro el viento: su ida significó que nunca estuvo, el dolor: su amor nunca fue sgenuino, las lágrimas que bañan tu rostro: que las sonrisas también fueron mentira, que su presencia fue vacío por dentro: porque nunca estuvo presente, lo que hacia: que nunca sintió nada, tu nombre nunca se lo aprendió: por eso te decía de otras maneras... A pesar de todo eso, siempre estuvo una gran verdad persectible; era todo una ilusión.

¿Cómo decirte que te perdones ya? Que no importa ya él/ella no este, que las promesas que hubo solo fueron eso; unas palabras vacías. Que ella nunca importó porque el valioso eres tú como siempre lo debiste de ver. Sabes, movió todo, ahora muévelo tú que sea esa movida de papel como un cambio, un incio de presente nuevo, un nuevo comienzo en tu vida en el que no halla más tristeza en tus días, en la que ya no más se lloré por causas que pudieron ser pero no fueron, que sea la recuperación de la vida que siempre te perteneció: aquella en la que se perdió, que se lloró, pero se lloró porque se perdonó, ahora se empieza porque con su ida se llevó lo que nunca fue.

... Ya no pidas más respuesta de por qué se vivió lo que pasó, pues ya pasó, importa el ahora, lo que sí tiene razón... un nuevo empezar.

Que estás palabras alcancen para ti, para que nazca un nuevo sentir, un nuevo día, un nuevo dulce corazón para vivir la vida junto a quiénes sí valen, los que aún están.

Que sea más que poco lo escrito aquí para ver, para ver la vida de una nueva manera, para que ames, para sentir las palabras de amor reales otra vez, para que los abrazos cobren su sentido otra vez ante tus ojos, otra vez valgan las amistades, que importe la vida otra vez... porque importas, aunque no lo hayan visto algunos, hay alguien en el mundo que espera a por una persona como tú en su vida.

Perdonate ya. Tienes que aceptar que vale, no lo que te pasó, sino el hecho de que ya pasó y tú debes seguir. No puedes dejar de soñar ni mucho menos cambiar tu esencia por alguien o algo. Las circunstancias enseñan nuevas cosas, muestra la piedra con la que te tropezaste: la maldad que existe, no para que cambies y dejes de ser un bueno sino para que tengas cuidado, para que no te sorprendas al hallar un mal sino que seas un valiente y afrontes la vida con los ojos abiertos, con los pies en tierra y el corazón en el cielo. Que no exista quién pueda arrancar las alas que te hacen surcar el cielo con tus metas y deseos de lograr lo que otro no pudo. Aquella actitud buena es lo que te hacen ser bello como un ángel, pues lo es todo aquel que aprende que no existe motivo para dañar a quien bien da como tú: sé como quieres sean contigo, no como fueron contigo.

—Yuki

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