Eres pequeño delante de esa abundancia, abundancia de arboleda, abundancia de espaciosidad de cielo; eres pequeño, delante de tu alrededor.

Pequeño eres, ante el problema, ante los problemas que no se acaban que no se van y tú tampoco puedes.

En el camino buscas un escape, un camino más corto por el cual andar, pero en tu interior no se haya un camino para escapar del sobre pensar.

Te sientes como una pulga que salta y que salta intentando poder ser más alto de lo que no es, pero por más que saltes y que saltes, no consigues poder escapar de tu insuficiencia.

Te sientes pequeño ante tu opresión, pequeño sientes que eres ante lo que no puedes manejar, porque dicen: si no puedes contra eso, déjaselo a los que saben; a los grandes, porque son grande y saben, tú no.

Caminas cabizbajo, con las manos entrelazadas, ves a los lados con temor y mueves los pies con inseguridad. Sientes que todo es un peligro y no sientes que seas un guerrero contra ello, te sientes muy pequeño con la inmensidad del mundo.

Buscas a los que saben, pero no hacen nada, son grande y pueden, pero no hacen nada. Gritas, saltas, le pegas al aire y te pegas a ti, porque la impotencia te quiere volver loco.

¡Lo que saben no hacen nada! Y dicen ser grande, pero tú que quieres no puedes hacer nada ¡Eres un pequeño! Tan pequeño como un insecto, que puede ser pisoteado, que puede ser aplastado... eso te hace sentir un inútil. No puedes hacer nada sin importar las ganas de querer, estas incapacitado, paralizado por la falta de fuerzas y de saber, por la falta de conocimiento ¡Desearías tener poderes!... pero eso es fantasía, no tiene poder en la realidad.

Ay pequeño, dentro tienes un grande, uno que nadie puede vencer. Eres el héroe de tu historia, el grandote, el que nadie puede detener, solo que a fuera te quieren aplastar para que no lo dejes salir.

¡Los sueños no se debieran parar! No debieran de enseñarle a los pequeños no soñar ¡Eso debe ser un delito!

Por más que lo intenten, no dejes que te desilusionen sobre ti mismo, por más que lo intenten, no permitas que te aplasten antes de crecer.

Los pequeños son los grandes por venir, no se les tiene que apequenar por siempre.

Salva a los que puedas, aunque contigo no lo hayan hecho, sé el salvavidas que no tuviste.

Corre por la arboleda: sé quién quieras, vuela por la inmensidad del cielo: sueña como los que no sueñan; eres más grande que el mundo, porque tú haces tu mundo.

Pequeño, crece y sé muy grande.

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