No te agobies, no te dejes embriagar de la ansiedad, intenta estar en pie, inténtalo aunque no sepas qué va ser de mañana o después, intenta caminar aunque sea sin retorno ni aire.

Hay que querer para conseguir, hay que desear para moverse a un lado, hay que aspirar para llegar a algún lugar, no se puede estar estático ante la tormenta y la calma, se debe de creer en la paz.

No te puedes dejar guiar por la incertidumbre, no puedes dejar embargar por la ansiedad, no puedes caer ante el estrés, no, no veas hacia abajo o hacia atrás no vaya ser que locura toque a tu puerta. 

Anda, soporta un poco más no te muerdas tan duro la lengua, no rasguñes tu piel, no te pegues tan duro, no, porque la culpa no es tuya, no es tu culpa que las circunstancias sean tan dura. No, no es tuya la culpa.

No eres culpable de la subsistencia de la pobreza, no, no es tu culpa de que este prevalezca en todas partes, que sea tan visible, de que sea tu identificación...

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