Y mira ahí otra estrella hermosa a la que se le acaba su brillo, su preciosa luz mengua poco a poco, la estrellita sucumbe ante la oscuridad y el mundo. La estrella se ve solita aún delante de tantos a su alrededor, aún oyendo que no existe el silencio fuera de su habitación que si gritará no la podrían oír que aunque se levante hay montañas que la alcanzarán, así que por más rápido que corra su reflejo se podrá apreciar en el agua del mar.

Y mira esa estrella, era tan brillante, ahora esa estrella está tan sola aunque sus hermanos están por ahí ella parece ser invisible para su familia, pasa inexistente aún estando entre todos ellos la estrella solita está y no importa que tan alto grite no sucede nada, su voz acallan a riñas, no importa que abra su boca que diga papá y mamá ninguno de ellos notan su intranquilidad ¡Parece que nadie nota que una estrella muere en el mundo!

Y mira ahí otra estrella se vuelve fugaz llamando así la atención de muchos por solo un momento porque al final murió entonces todos vuelven su atención a sus vidas y se dejan de hacer a la idea de que una pobre estrella solita por el abandono del mundo sucumbió.

Y mira esa estrella, era tan brillante, tan bonita, tan radiante quién se imaginaría lo que estuvo callando, lo que estuvo guardando porque nadie le miraba, lo que estaba soportando; eran tormentas, tormentas en el espacio y no tenía ni un paragua, recibía en su cuerpo las dolorosas gotas.  

Ya no era la misma, su luz se apagaba hasta el fin de extinguirse. Su brillo no era el mismo, no pudo más con la inconsciencia de la familia, no pudo soportar el tal grado de ignorancia del mundo, ni pedía mucho, ni exigía tanto solo quería cariño, amabilidad uno con los otros, después de todo coexistían en el mismo ecosistema.

Y mira, ahí otra estrella que muere en el espacio.

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