He vivido sin saber que lo hago, he creído que vivir es estar contento pues se está contento y se tiene todo lo que socialmente se necesita, pues dicen que si lo tienes todo lo netamente posible estás completo, en cambio si no tienes nada y nada más coexistes porque el corazón aún palpita, y llevas al estómago lo comestible; aunque en sí sin gusto al momento, no, no vives solo sobrevives. El corazón, el alma, pelean por aún seguir vivo, pero no de manera placentera, no.

Cuando se recibe dolor y se sigue pagando el dolor con amor, se hace porque el amor da las fuerzas para enfrentar el dolor, sin embargo; eso no significa que no se siga sintiendo el dolor... Y es que en la vida se llega a sufrir dolor de muchísimas maneras, no solo por un ser amado, querido, y preciado, solo que estos son los que más pueden doler.

He estado viviendo sin notar que lo hago, pues no es tan fácil negarse al respirar o fácil decirle al corazón: deja de palpitar, no, si fuera así los suicidios fuesen menos dolorosos pues fueran más fácil. Solo que todo es una monotonía de ir por los caminos más baratos; ir por los frutos de la vida menos sabrosos, aguantar un lujo por un día festivo que lo justifique, buscar probarlo todo para hallar un nuevo qué que llamé la atención del grupo, hacer siempre algo para pasar los días, pero, todo eso: es de hacerlo para representar un estúpido perfil de pobre que identifica ante el mundo. Y es que, se vive la vida fichado por la sociedad, jugando el papel de un peón del tablero de ajedrez "el mundo" o representando un trébol o picas  "la sociedad"  solo se es una marioneta más.

Se es de tener un corazón salvaje para decidir no seguir la mentalidad de pobre, para moverse en la vida de forma diferente a la de los padres, tener sueños designados de los que no quitar la mirada: poder decidir por sí mismo es el paso más pesado del hombre, que se tenga la voluntad de no retirar su palabra dicha por nada aunque lo llamen orgulloso es respeto así mismo y hablar pensadamente, y no, no todos concordarán pero que al menos que tú decisión tenga peso no liviano como el viento así te ganas el respeto tuyo.

Aprender a descifrar algunas cosas es algo de sabio y filósofos como ley de supervivientes. Si respetándote a ti se irrespeta algunas personas ¿Es más importante tu estado de ánimo que las de ellos? O si logrando tus objetivos haces sentir le regalas tu ausencia a algunas personas que crean rencor en su corazón ¿Es más importante sus pensamientos hacia ti o tus metas...? Tal vez uno no se sienta a pensar lo suficiente como para notar lo tan simple, las razones de actuar o de los decir de algunos.

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