Apenas pasado el alboroto en el salón, todo volvió a ser normal. Las clases siguieron su curso y todo andaba de maravilla. Sólo que había un detalle: los murmullos acerca de lo ocurrido respecto al profesor volaron por los aires, y pronto se convirtieron en rumores. Obviamente, a Luis no le hacía gracia, sobre todo porque malinterpretaron una situación un tanto vergonzosa.

Pero Kevin, Amanda y Gerardo no estaban enterados hasta que los demás volvieron y, al terminar la clase, estaban realmente extrañados. En primer lugar, sabían que Luis era alguien que no se dejaba llevar mucho por las emociones, al menos en horas de trabajo; entonces ¿por qué decían que así había sucedido? Y aunque ese tema les atraía la atención, había otra preocupación en sus mentes: el lugar de trabajo para iniciar el manga.

Kevin:(tomando una lata de Sidral Mundet) En primer lugar, el espacio de trabajo debe ser muy agradable y bastante grande.

Amanda: Y además necesitaremos de unos muebles.

Gerardo:(extrañado) ¿Por qué?

Kevin: Para facilitar el trabajo. Con tantos papeles en una mesa, es normal que se haga un desorden. Además (tirando su lata en un bote de basura), será un buen sitio donde guardar los proyectos que continuemos.

Gerardo: Ya entiendo (sacando unas gafas). Eso es algo primordial.

Amanda: Así es, y...(viendo al tigre con unas gafas) ¿De dónde las sacaste?

Gerardo: Eso no importa, lo que importa es crear un manga.

Kevin:(deteniéndose ante un anuncio) Y será mejor que empecemos de poco a poco.

A esas alturas, ya tenían un objetivo en claro: presentar su primera obra en un concurso de dibujo por parte de la editorial Panini en España, a fin de proseguir con él en caso de ser el ganador. Cosa que no era nada fácil teniendo en cuenta la cantidad de participantes que entraban, de los cuales la gran mayoría no ganaba ni obtenía un mérito. Los tres lo sabían muy bien, pero no era momento de pensar mucho en ello; primero el lugar de trabajo.

Amanda: ¿Un concurso?

Kevin: Es perfecto para dar el primer paso.

Gerardo:(acomodando sus gafas) Ahora que lo recuerdo, el manga de tu madre fue el ganador en una encuesta, ¿me equivoco?

Kevin: Para nada (sonriendo). Será ahí donde daremos a conocer nuestro primer trabajo como equipo.

Amanda: Hmm...

Gerardo: ¿Qué sucede, Amanda?

Amanda: Si no mal recuerdo, son pocos los que ganan en este tipo de competencias. La mayoría es relegada y los ganadores sacan sus números en físicos, pero por un corto periodo de tiempo; después son cancelados sin razón aparente.

Kevin: Se dedican a las traducciones. No es de extrañar que sea así.

Unos minutos después, ya se hallaban frente a la casa del lobo. Gerardo nunca la había visto, de modo que se sorprendió de sobremanera.

Gerardo:(asombrado) ¡¡¡Woah!!! ¡¡¡Es muy grande!!!

Kevin:(extrañado) ¿Por qué te sorprende?

Gerardo: ¡En mi mente no se hizo dicha posibilidad!

Amanda: Entremos.

Su padre se encontraba leyendo el periódico tranquilamente, con una copa de vino en la mano y pasando las hojas pasivamente; cuando oyó algunas pisadas cruzando el pasillo que daba a las escaleras, dedujo lo evidente.

Padre:(viendo el periódico) Conque él es el tal Gerardo, ¿no?

Gerardo:(nervioso) S-Sí señor, perdone si no avisé.

Padre:(relajado) Descuida, te debo una.

Kevin: Papá, te tengo una pregunta.

 Padre: ¿Sí?

Kevin: ¿De casualidad tendrás un local para que podamos trabajar?

A eso de las 8:00 p.m, un pastor alemán esperaba sentado a alguien, posiblemente una nueva novia. Para su desgracia, el teléfono vibró y pudo leer lo siguiente:

"Lo siento, hoy no puedo ir. Cancela nuestra cita."

Luis:(decepcionado) Lo que faltaba.

???: ¿Queréis algo de compañía?

Cuando levantó la vista, Jimena lucía muy elegante como para ser una simple coincidencia. Él no presentó ninguna forma de enojo, y con una seña le indicó que podía sentarse con él. No hace falta decir que estaba un poco sorprendida.

Jimena:(sorprendida) Vaya, no me esperaba esto de vos.

Luis: Bueno, veo que estabais anhelando este momento.

Jimena: En realidad, esperaba a alguien.

Luis:(extrañado) ¿Cómo?

Jimena: No sois el único que puede tener citas.

El perro se asombró bastante. ¿Cómo es que Jimena tenía una cita? Por lo que sabía, ella le había dado muestras de volverse su pareja, pero ahora ya no pensaba muy claro. Llegó a un punto donde creyó que tendría un ataque de celos; no obstante, la loba no veía esto muy claramente.

Jimena:(viendo su reloj) Parece que ahora me tendré que ir de aquí.

Luis:(volviendo en sí) Alto, ¿por qué?

Jimena: Por un lado, veo que os lo incomodo.

Luis:(extrañado) ¿Y sabéis por qué?

Jimena: Porque siempre es lo mismo, y por el otro, veo que no llegará nunca.

Luis: ¿Ah?

Jimena:(decepcionada) Es realmente cruel que te dejen plantado. Vos sois el maestro de la inasistencia.

Luis: Tal parece que vuestra atención está con otro sujeto (se acerca a su oído). Decidme de quién se trata.

Jimena: ¿Por qué? ¿Estáis celoso?

Al escuchar eso, Luis no tuvo de otra más que sentarse nuevamente, lo que dejó realmente pasmada a la loba. Éste, por su parte, prefirió desviar su atención a otra parte; fue justamente cuando el mesero-un bulldog bastante jovial-llegó que comenzaron las penas.

Mesero:(con una libreta) ¿Qué queréis de comer?

Luis:(viendo el menú) ...

Mesero: Bueno, tomad su tiempo (volteando hacia Jimena). ¿Qué queréis para cenar?

Jimena:(sonriendo) Por fin. Deseo un gazpacho con una humeante paella, por favor.

Mesero:(acabando de anotar) Por supuesto, señorita (volteando hacia Luis). ¿Y usted?

Luis:(refunfuñando) Pan con tomate, señor.

Mesero:(guardando su libreta) Como guste.

Minutos después, los platos ya estaban servidos. Jimena comía de manera muy sutil y cuidadosa de no ensuciarse por nada en el mundo, mientras que Luis comía raramente un trozo del pan  que había pedido; entre masticadas y mordidas hacía notorio su enfado. Lo último que quería evitar era una cita con la directora de la escuela, y eso lo captó de inmediato la loba. Acabada su cena, hizo lo que nunca pensó que haría frente a su amor platónico.

Jimena:(levantándose) Debiste decírmelo.

Luis: ¿Deciros qué?

Jimena: ... (caminando a la puerta) Que me queréi0s lejos de ti. Hagamos de eso una realidad. 

Eso lo dejó frío por completo, no en el sentido de hablar sino en el de que la chica que lo perseguía se mostrase de esa forma. Nunca pensó que hiciese algo así.

Gerardo:(sorprendido) ¡¡¡Woah!!! ¡¡¡Una colección gigantesca de un otaku!!!

Kevin:(asombrado) Esto... no...

Padre: Tu madre amaba su trabajo, pero no significa que fuese alguien reservada.

Amanda:(extrañada) ¿Eh? ¿A qué se refiere?

Padre: Ella disfrutaba leer las obras de otros mangakas, además de poder pasar un buen rato conmigo (sonriendo). Eso fue lo que me enamoró.

Kevin: Vaya que sí era alguien bastante agradable.

Gerardo:(viendo los mangas) Pensándolo bien, ella pudo haber copiado de todo esto. Entonces, ¿por qué no lo hizo?

Kevin: Prefería basarse un poco en la vida real, de esa manera dejó una buena marca en la editorial.

Padre: Veo que tienen mucho que hacer. Los dejaré solos.

Kevin: Claro.

Gerardo:(sonriendo) Agradezco vuestra amabilidad.

Padre: Un placer (cierra al puerta detrás de sí).

Pasaron unos minutos en silencio, Gerardo leía uno que otro manga, Amanda hacía trazados con su lápiz y Kevin miraba un estuche metálico.

Kevin:(suspirando) Todo preparado.

Amanda: Oye, Gerardo...

Gerardo: ¿Sí?

Amanda: ¿Ya tienes algunas ideas?

Gerardo:(apuntando a una hoja) Están ahí.

Kevin de inmediato las tomó y, leyendo cuidadosamente, las dejó sobre la mesa nuevamente.

Gerardo: ¿Eh? ¿No te gustó?

Kevin: ...

Gerardo: L-Lo siento, de verdad quería...

Kevin: Es increíble.

Amanda: Oye, pensé que estabas en... (leyendo las hojas) ¡¿Pero qué?! Son increíbles.

Gerardo: ¿De verdad?

Kevin:(sonriendo) Por supuesto, tus ideas son muy buenas. Ahora lo que falta es hacer un borrador. Amanda...

Amanda: ¿Sí?

Kevin: ¿Cuándo es la fecha límite?

Amanda: Veamos... (viendo el calendario) El 24 de abril.

Gerardo: Entonces, manos a la obra.

Kevin: Claro (alzando una mano), demos lo mejor.

Gerardo y Amanda:(chocando las manos) ¡Claro!

Después de eso, volvieron a lo suyo. Gerardo con sus ideas, Amanda con la portada y los fondos, y Kevin con los dibujos, cada uno dando lo mejor de sí mismos. Y así continuaron por una semana, aprovechando los recreos y juntándose casi diariamente el el cuarto; hasta que el 22 de abril acabaron. Sólo hacía falta presentarlo para el concurso, así que acordaron llevarlo juntos frente al local para que fuese registrado. La tarde del 23 de abril, 1:30 p.m exactamente, ya estaban frente a las puertas. Salieron de ahí bastante pronto, pues fue recibido rápidamente.

Gerardo: Uff, ya lo hicimos.

Amanda: Sí. Aún estoy emocionada.

Kevin: Pase lo que pase, si fallamos debemos aprovechar ese error.

Los dos se habían quedado callados ante ese comentario, pues en ningún momento pensaron el el fracaso, siendo su primer trabajo oficial. 

Gerardo:(suspirando)Por supuesto, lo haremos.

Aún tenían mucho por recorrer, y eso sólo era el primer paso.

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YA SÉ, YA SÉ. MUCHO TIEMPO SIN PUBLICAR NADA AQUÍ-por cierto, aquí sí te decepciono Captainleon, pero es mi primera historia publicada en Wattpad-. DÉNLE LAS GRACIAS A @PatoLoco_03, PUES POR ELLA ME APURÉ EN PUBLICAR. HASTA LUEGO.