Capítulo 7: Más Allá del Hielo
Después de una hora en la pista, Jake se sentía más seguro. Sus movimientos aún eran torpes, pero bajo la guía paciente de Sunghoon, había logrado deslizarse sin tambalearse demasiado. Al salir del hielo, ambos se dejaron caer en las gradas, jadeando y riendo. El frío se había convertido en una brisa refrescante, y el calor del ejercicio les pintaba un leve rubor en las mejillas.
—¿Te divertiste? —preguntó Sunghoon, pasándose una mano por el cabello desordenado.
Jake sonrió, limpiándose las gotas de sudor de la frente.
—Definitivamente. Nunca pensé que patinar fuera tan... interesante.
Sunghoon lo miró, sus ojos profundos y serenos bajo la luz tenue.
—A veces, lo interesante es quién te acompaña.
Jake sintió un leve cosquilleo en el estómago ante las palabras de Sunghoon, y trató de ocultar su nerviosismo con una risa.
—¿Siempre tienes que decir cosas tan dramáticas?
—¿Siempre tienes que evadir lo que sientes? —Sunghoon alzó una ceja, con una sonrisa traviesa en los labios.
Jake se quedó en silencio, sorprendido por la pregunta directa. No sabía si era el cansancio o la cercanía con Sunghoon lo que lo hacía bajar la guardia, pero respondió en un tono más suave de lo habitual.
—No estoy evadiendo nada... solo intento entenderlo.
Sunghoon asintió, como si comprendiera perfectamente las palabras de Jake. Sin más, se inclinó hacia adelante y tocó ligeramente su hombro.
—Tómate el tiempo que necesites. Yo estaré aquí.
La sinceridad en su voz hizo que Jake sintiera una calidez inexplicable. Por un instante, se dio cuenta de que Sunghoon no era solo el chico popular y confiado que todos conocían; también tenía una vulnerabilidad que lo hacía humano, cercano.
Ambos se quedaron en silencio, disfrutando de la compañía mutua sin necesidad de palabras. Jake miró hacia las luces que brillaban sobre la pista vacía y sintió que algo en su interior se desmoronaba, una barrera invisible que había levantado sin darse cuenta. Quizás, solo quizás, Sunghoon era alguien en quien podía confiar.
El silencio entre ellos se volvió cómodo, envolvente, como una manta cálida en medio de la fría pista de hielo. Jake miró a Sunghoon de reojo, observando la tranquilidad en su expresión y la forma en que sus ojos seguían fijos en algún punto distante. Era una faceta de él que nadie más parecía ver; la paciencia, la calma que contrastaba con su imagen de chico popular y atrevido.
Sunghoon, sintiendo la mirada de Jake, sonrió de lado y giró el rostro hacia él.
—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? —bromeó, rompiendo la quietud.
Jake rió y negó con la cabeza, un leve rubor asomando en sus mejillas.
—No, solo... es raro verte tan tranquilo. Casi pareces... normal.
Sunghoon soltó una carcajada.
—¿Y qué pensabas? ¿Que siempre estoy actuando para impresionar?
Jake se encogió de hombros, aunque en el fondo sabía que había algo de verdad en eso.
—Tal vez. Pero ahora... no sé, es como si fueras una persona completamente diferente.
Sunghoon suspiró, bajando la vista por un momento.
—Supongo que solo actúo como todos esperan que actúe. Pero cuando estoy contigo... es diferente. No siento que tenga que ser alguien más.
Las palabras calaron hondo en Jake, quien no pudo evitar sonreír, sintiéndose extrañamente reconfortado. Era como si ambos, sin decirlo abiertamente, hubieran llegado a una tregua tácita, un entendimiento mutuo que rompía cualquier barrera de inseguridad o juicio.
—Entonces... —Jake comenzó a hablar en voz baja—, ¿amigos?
Sunghoon extendió su mano, un destello de complicidad en su mirada.
—Amigos.
Jake estrechó su mano, y la calidez del contacto fue más que un simple gesto; fue una promesa silenciosa, un pacto que ambos sabían que llevaría su conexión a un lugar nuevo.
En el roce de una mano, Jake y Sunghoon sellaron un lazo que desafiaba sus propias expectativas.
Gracias por leer la historia ❤️
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