42. Te necesito, pequeña egocéntrica
Elena
Estoy en casa de mi hermana mientras le explico lo que hice básicamente porque la quiero lejos de mi vida, la de mi hija y la de mi esposo, de paso lejos de mi plan.
—Ya me encargue de Brooke, no me fue difícil hacer que se tomara la fórmula, la verdad que se me hizo más difícil hacer que su secretaria le entregara el café.
—Aún no entiendo como hiciste algo así—masculla mi hermana, mirando el pequeño frasco con la fórmula química.
—Fácil—me limitó a responder y ella niega.
—¿Que pasa si se dan cuenta de que le diste veneno?—pregunta mirándome.
—Me encargue de auto-diseñar algo que no lo detecte ningún aparato de un hospital común—me encojo de hombros—,y no es mortal solo durará una semana aproximadamente en su sistema—concluyó.
—¿Y cuál es el punto de ésto?—pregunta.
—Verla retorcida de dolor, la fórmula dejará de hacer efecto unas horas lo más seguro es que vaya a la empresa y cuando haga efecto nuevamente—hago una pausa y trato de encontrar la palabra correcta—, le causara un mareo suficientemente fuerte para que... no se, termine en el hospital—deduzco.
Algo interesante es que estudie toxicología hace unos años y solo por diversión cree una fórmula tóxica con la capacidad de hacer que una persona no importa su edad o la resistencia de su sistema inmunológico falle y se retuersa de puro dolor, causa náuseas, dolores fuertes de cabeza, quita las ganas de comer y las regresa con fuerza como si fuesen ataques de hambre incluso luego de ese tipo de ataque empiecen unas náuseas horribles.
—Es una dosis letal, pero no es mortal.
—¿DLNM?—pregunta y asiento—¿Por qué no usaste toda la dosis y listo? No era más fácil matarla y ya.
—No me interesa ser una asesina, solo es una prueba del veneno en sí—aseguro.
—Ajá ¿y después de esto que?
—Me voy a "disculpar" por hacerle el drama en la oficina hace unos días y para eso necesito que me ayudes a conseguir un micrófono oculto para poder espiarla sin problemas a que se entere, quiero destruirla. Pero no puedo hacerlo sola, con tu ayuda o la de tu novio lo que pase primero, me ayudarán a conectar el micrófono con mi ordenador—le explico y ella asiente.
—Bien, conectarme con tu ordenador no será difícil, haré que también este conectado al mío y podemos modificar las grabaciones del micrófono antes de o venderla a la prensa o mostrasela a Aaron así podemos manipular una grabación en la que "confiese" que Dylan no es hijo de tu esposo.
—Perfecto, mejor aún ¿como la haré admitir eso?
—No necesariamente lo tiene que decir, solo le regalas la figura, cuadro o lo que sea y déjame lo demás a mí.
—Buen plan, necesito que se oiga lo mejor posible, así que hazlo lo mejor que puedas, luego de eso me encargaré de mostrárselo a Aaron y luego lo vendo o no se a la prensa y algún que otro canal de chismes.
—Entonces vete a verla y "disculparte"—dice entre carcajadas.
—Lo haré en el fin de semana, por lo menos hasta que se "calmen las aguas"
***
Brooke
Joder, podría catalogar esta semana como la peor de mi vida, las náuseas no cesan, los dolores de cabeza tampoco y para colmo el jueves me sentía bien y pues... fui a trabajar con lo poco que contaba era con que tendría un desmayó en la sala de juntas en medio de una reunión con unos inversionistas importantes; termine en el hospital y el doctor dijo que por mi salud evite hacer movimientos bruscos, por lo que tengo prácticamente la semana completa sin salir de mi habitación, solo al baño y ya. Pero a eso se le añade que tengo días en los que tengo mucha hambre y pues otros que simplemente no.
—¿Como sigues, enana? —pregunta mi hermana como por sexta vez hoy.
—Te he dicho que no te preocupes por mi, estoy mejorando—miento.
—No me mientas, nos vemos mañana—sentencia.
—No es necesario, Lu me cuida—le aseguro.
—Me vale mierda, nos vemos mañana y punto.
Y antes de que pueda decir algo me cuelga, pongo los ojos en blanco.
—Aquí está la sopa—dice Lu adentrándose a la habitación.
—No quiero—murmuró mientras ella me lanza una mirada de desaprobación.
—No me importa, tienes que comer—sentencia y yo me niego.
—Mami—la voz de mi hijo se escucha en la habitación, ha estado preocupado por mí y cada vez que Lu trae comida viene a mi habitación verificando que coma algo.
—¿No quieres comer?—dice colocando sus manos a lados de su cadera.
—No—habla Lu por mi, y le susurro la palabra "traicionera" ella se ríe, se acerca a mi para luego dejar la bandeja frente a mí, Dy se sube a la cama quedando en la parte vacía de esta.
—Pareces una vampira drogadicta y de paso alcohólica en proceso—Lu rompe a carcajadas, le doy una mirada de pocos amigos y ella levanta las manos en forma de rendición. —Te lo digo en serio, debes comer no te hace bien dejar de alimentarte—añade dedicándome una mirada de preocupación.
—Gracias por preocuparte Lu, tratare—me limitó a responder ella asiente y sale de la habitación dejándome a solas con mi hijo.
—Necesito que te pongas bien, mami—dice mirándome, joder quiero poner de mi parte pero no puedo algo me frena— quiero ir al parque contigo, pasear y que pasemos horas jugando—completa, sonrió, aparto la bandeja con la sopa y extiendo mis brazos para envolverlo en un cálido abrazo. Con bastante fuerza de voluntad logró comer la mitad de la sopa sin vomitarla luego de comerla, algo que de cierto modo me hace sentir mejor.
***
Acabo de despertar de hecho me siento un poco mejor, salgo de la ducha envuelta en una toalla, Dy esta en el colegio mantengo mis ojos clavados en mi teléfono mientras reviso las novedades de la empresa, Lu entra en mi habitación, con el teléfono en su mano.
—Es de la recepción—susurra antes de entregarme el teléfono.
—Señorita, están preguntando por usted—me informa Daniel.
—¿Quién?
—La señorita se niega a decirme su nombre—responde.
—No tengo ánimos para que me estén con anonimatos Daniel, que te diga su nombre o mándala a chingar a su madre—concluyó, se mantiene en silencio unos segundos.
—Sino me diré su nombre no podrá subir—aclara a sea quien sea la persona que está en el lobby—dice llamarse Elena de White.
—Mandela a la mierda—sentencio, se queda en silencio nuevamente hasta que vuelve a hablar.
—Que se vaya a la mierda—escucho como repite mis palabras—, dice que es importante lo que tiene que decirle.
—Mi agenda esta ocupada, que valla a un volcán activo y pida una cita antes de lanzarse—sentencio.
—Que se lance de un volcán y si sale viva que tendrá tiempo para hablar con usted—escucho como ironiza—, la señorita dice que por favor la escuche.
—No.
—No puede hace eso señorita devuelva el telé...
—Por favor Brooke solo será un momento—súplica a través de la línea.
—Al primer segundo que me harte de ti, te largas.
—Si no te... —es interrumpida y la voz de Daniel cabreado es lo último que se escucha "deme eso carajo"
—¿Señorita que hago con la desquiciada?
—Hazla subir, omite que no vea ningún dígito de la contraseña del ascensor.
—Como ordene señorita.
Le pido a Lu que le abra a la desquiciada cuando llegue entre risas sale de mi habitación y salgo de mi cama a regañadientes, me coloco mis pantuflas camino por mi habitación dirigiéndome hacia la sala.
—Brooke yo lo siento, no debí gritarte—se disculpa supuestamente arrepentida.
—¿Recuerdas lo que te dije hace unos minutos?—pregunto y ella asiente—pues lárgate ya me canse de ti—señaló la puerta.
—Te juro que estoy arrepentida, como muestra que vine en paz te traje un regalo—me extiende una caja, entrecierro los ojos.
—¿Que ahí dentro?—inquiero con falta de confianza hacia ella.
—Es un globo de cristal con nieve y una pequeña torre eiffel, se que tienes buen gusto y pues supuse que te gustaría—responde sin mirarme a los ojos.
No confío en ella, hablaré con Adam para que me envíe cierto artefacto inmediatamente que se largue.
—Bien, gracias ahora lárgate—sentenció.
—Si la puedes poner en un lugar céntrico así resalta mejor—propone y enarco una ceja.
—La pondré donde se me de la gana, es mi casa—respondo fríamente.
—Si es solo que...
—Si eso es todo ya lárgate—demandó interrumpiendola, asiente y se marcha.
Me acerco a la pequeña caja y me encuentro con lo que me había descrito antes, no me convence mucho así que llamo a Lu.
—Ve a fuera con esto y espera unos minutos—le pido en lenguaje de señas, no me apetece que sea un especie de micrófono o algo así, suficiente tengo con la prensa encima mío como para que esta loca empiece con sus cosas.
—Bien—responde de igual manera.
Me devuelvo a mi habitación, tomo mi teléfono e inmediatamente llamo a Adam contesta al primer tono.
—Hola guapa, ¿Que tal?
—Hola Adam, estoy bien ¿y tu?
—Bien, me alegro por ti.
—Gracias igual, oye recuerdas cuando diseñamos aquel aparato con la capacidad de detectar dispositivos, de rastreo, micrófonos, cámaras ect sin importar que tan oculto o pequeño sea.
—Claro, tengo varios prototipos de echo hace unos meses hice unas modificaciones de hackeo.
—Perfecto, necesito que me lo envíes, es urgente.
—Claro, en unas horas te llegará.
—Gracias enserio, eres el mejor.
—Siempre, luego me cuentas que sucede.
—Bien.
Finalizó la llamada y me acerco a la sala nuevamente, la puerta principal está abierta y Lu esta recostada contra la pared, hago una seña con la cabeza indicándole que entre nuevamente a la casa, dejo el "regalo" de Elena sobre la mesa.
***
El dispositivo que Adam y yo diseñamos llego hace una hora, pero no lo he probado aún de hecho lo he arreglado un poco y con eso quiero decir que le instalado un programa de hackeo con la capacidad de hackear y acceder a los ordenadores a los que este conectado el micrófono si es que se atreviera a poner un micrófono, abro la puerta saliendo directamente al pasillo, coloco el dispositivo en uno de los laterales de la puerta, lo enciendo, empieza a cargar cuando por fin enciende muestra un pequeño dispositivo no registrado en mi ordenador.
Hija de puta.
Respiro hondo, si quiere jugar con fuego pues juguemos, luego que no se queje por las quemaduras causadas.
Ideó un plan, para asegurarme de una vez por todas que mierdas se cree para tratar de espiarme. Me infiltró en los ordenadores conectados al micrófono, sin problema alguno, quiere espiarme pues el juego será mutuo, con un virus de hackeo me encargo de copiar todo tipo de información en los ordenadores, mandado copias de seguridad a varios ordenadores fantasmas para evitar riesgos entre esos un ordenador de Adam para que revise todo tipo de información adjunta, me adentro nuevamente a la casa, me acerco a Lu.
—Sígueme el juego Lu— le pido entre señas y Lu asiente.
—Oye Lu ¿Crees que Ian pueda venir otra vez hoy? Lo extraño mucho en realidad—pongo los ojos en blanco mientras me dejo caer en el sofá.
—Lo más seguro—dice Lu siguiéndome el juego.
—Mejor lo llamaré—digo, tomo mi teléfono, le envío un mensaje a Ian avisándole que me siga el juego marcó su nuevo contesta inmediatamente.
—Hola cariño.
—Hola guapa.
—Oye podrías venir hoy, otra vez—pregunto de manera seductora, lo escucho romper a carcajadas y aprieto mis labios ligeramente.
—Claro amorcito—dice entre risas.
—Nos vemos en un rato amor—cualquier persona que mantenga un tipo de vínculo conmigo debe saber que hace años que no soy así de empalagosa.
Cuelgo la llamada y me quedo sentada en el sofá. Varios minutos escucho el timbre de la puerta, me levanto del sofa miro por la mirilla y observo a Ian, abro la puerta con la intención de que se escuche.
—Hola preciosa—estampa sus labios en mi mejilla dejando un beso sonoro en ella.
—¿Te vas a quedar a dormir conmigo, amor?—pregunto fingiendo una voz empalagosa, nos sentamos en el sofá mantenimiento una cierta distancia.
—Claro que sí, mi pequeña—me sigue el juego, apretando sus labios.
—¿Que quieres hacer esta noche?—dice en voz juguetona.
—Lo que tu quieras, amor—pongo los ojos en blanco nuevamente.
—Vamos a tu habitación—dice en un susurro audible.
—Vamos—nos levantamos y camino con el hacia la puerta, deja un beso en mi frente.
—Nos vamos después, si necesitas algo más me avisas—susurra antes de irse, asiento y le sonrió, cierro la puerta evitando cualquier ruido camino hacia mi habitación, me dejo caer en mi cama, me centro en mi teléfono mientras las horas pasan me levanto a cenar junto a mi hijo, en realidad los mareos y dolores de cabeza han cesado así que no me ha vuelto ningún dolor ni nada, algo que realmente me alegro. Vuelvo a mi cama y al cabo de un rato me quedo dormida.
***
Aaron
Mentiría si digo que no me dolió realmente leer el correo que deja claramente que Emma no es mi hija, se me armo un nudo en el pecho inmediatamente después de leerlo, no tuve fuerzas para ir a su fiesta, tome tanto alcohol que perdí la noción del tiempo, cuando me di cuenta Aída y Alisson estaban furiosas frente a mí.
No me interesó cuando fueron a ver a Brooke y pare de tomar, solo porque no quería ver a Emma así. Un día después de su cumpleaños fui por ella a la casa ignorando por completo a Elena, pase todo el día junto a mis hijos. A Em le mentí y dije que me había quedado hasta tarde con unos inversionistas, cosa que no le tomó mucha importancia y solo dijo que me perdonaría si iba a un parque de diversiones con ella y Dy, termine aceptando sin saber que Brooke se desmayaria en una junta importante. El hecho de que eso volviese a mi cabeza solo hizo que luego de dejar a mi hija con Elena y a mi hijo con su madre, volví a tomar; en eso llevo prácticamente tres días.
Fui a mi departamento, me duche y no se como he terminado aquí se suponía que debía mantenerme alejado pero claro Aída no me puede ver tranquilo y me hizo estar aquí nuevamente, me tambaleo mientras trato de no irme de bruces al piso, el portero me examina y niega mi entrada al lobby, pongo los ojos en blanco.
—Vine a ver a mi hijo, ahora apartece.
—No puede pasar, retires y dudo que cualquier niño esté despierto a las tres de la mañana—dice en un tono de voz fría.
—Me parece que... no me importa ahora o me dejas pasar o compro el edificio solo para despedirte—amenazo.
—Suerte con tratar de pasar del lobby—sisea irritado, dejándome adentrarme en el edificio donde vive Brooke.
—No puede estar aquí.
—¿Brooke Evans está en su casa?—preguntó ignorando lo que dijo.
—No puedo darle esa información.
—No le estoy pidiendo eso, le exijo que responda a la pregunta—sentencio y el chico me da una mirada cansada.
—No es de su incumbencia—vuelve a repetir y marcó directamente el número de Brooke, al segundo tono contesta.
—¿Que mierdas quieres son las tres de la mañana?—pregunta con cierta pereza.
—Dile al recepcionista que me deje subir—me detengo un segundo antes de decirle algo por culpa del alcohol o eso quiero pensar—, te necesito, pequeña egocéntrica—susurro, la escucho bufar.
—Ponme en altavoz—pide y hago caso.
—Listo.
—Dejalo pasar—demanda.
—Como ordene, señorita—dice el chico y la quito de altavoz.
Cuelgo la llamada mientras el chico se adentra conmigo en el ascensor a, luego de unos minutos llegamos al piso de Brooke, no tengo la necesidad de tocar la puerta, ya que ella esta a regañadientes en el umbral de la puerta de su casa. El chico asiente en forma de saludo y ella hace lo mismo, me permito detallarla, trae una camiseta por debajo de sus muslos de color blanco un tanto transparente.
—Te gusta provocarme—digo mirando a través de la camiseta prácticamente transparente trae unas bragas negras, no dice nada solo se aparta dejándome pasar a su casa.
—Estoy en mi casa, puedo dormir con lo que se me de la gana—aseguara mientras cierra la puerta y camina hacia el pasillo, me limitó a sonreír para luego caminar a su lado.
—Gracias por dejarme quedarme, pequeña egocéntrica—digo en un susurro cuando estamos en su habitación.
—No te acostumbres, don ironía—masculla.
No sin antes armar una barricada de almohadas entre ambos, antes de acostarse en la parte derecha de su cama dejándome un espacio, suelto una pequeña carcajada.
—¿Tanto así quieres evitarme?
—Mejor cállate, no tengo ánimos para discutir.
—¿Estas pidiendo una tregua?
—Piensa lo que quieras, solo cállate y acuéstate—sentencia y río nuevamente, me despojo de mi ropa quedando en ropa interior.
—Eres muy cobarde—digo en un susurro.
—Ajá—ironiza.
—Y don ironía, soy yo—mascullo y la escucho bufar.
—¿Sabes porque eres una cobarde? —pregunto en otro susurro, ella no responde así que continúo—, por que tienes que armar una muralla entre los dos o por lo menos a tu alrededor para evitar volver a sentir y no hago referencia solo a lo de las almohadas.
—No te he preguntado—masculla y quito una almohada.
—Lo tengo claro—susurro quitando otra almohada.
—Tengo sueño, cállate—quito dos almohadas más.
—Ignorame, pero dudo que puedas—susurro y termino de quitar las demás almohadas.
No me acerco a ella simplemente me acomodo para poder mirarla, esta acostada con la mirada clavada en el techo, bufa y se tumba de medio lado al igual que yo, mientras me mira a los ojos.
—¿Porque no me dejas en paz? Tan difícil es alejarte—pregunta en un susurro y tiro de su cuerpo hacia mi la miro a los ojos, pego mi frente a la suya.
—No es que no quiera es que no puedo—susurro cerca de sus labios, no responde solo se queda en silencio mientras acaricio su mejilla.
—Te mantuviste alejado cinco años ¿Que cambió? —vuelve a susurrar.
—Todo lo que creía olvidado se ha vuelto contra mí con más fuerza—susurro y uno nuestros labios en un beso completamente diferente a las últimas veces que nos hemos besado, es suave y lento, ella abre ligeramente sus labios dándole paso a mi lengua la cual se abre paso en su boca, bajo mis manos a su cintura apretándola contra mí, ella manotea mis manos y se separa de mi.
—No pienso follar contigo con nuestro hijo en frente de la habitación y por no añadir a Lu en la otra habitación—me saca una pequeña carcajada y se aparta volviéndose a acostar donde estaba dándome la espalda.
No pongo pero, solo me limito a jalar su cuerpo y pegarlo contra el mío, escondo mi cabeza contra su cabello quedándonos dormidos.
***
Holaa<3
¿Como están?
¿Que opinan de todo esto?
En realidad por mi parte tengo cierta curiosidad de que pasara entre ese par, con referencia a Elena tengo un deseo de matarla JKJKJKJKJKJK.
Esta hermosa historia no le quedan más que unos dos a tres capítulos, no lo se pero, de todas formas espero que estén disfrutando de todo esta locura creada por mí, gracias por todo el apoyo que me han dado, los quiero un montón.
Kris
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