22. Estoy harto de esto
Llegamos al hospital y todos mis sentidos están clavados en que Brooke la acaban de llevar al quirófano, mi traje está manchado con su sangre al igual que mis manos. Estoy demasiado preocupado, Ethan está discutiendo con la pelirroja y el tal Adam, mamá y mis hermanos entran en la sala de espera y yo estoy absorto de mis pensamientos.
Me fijo en los ojos de Nils y de Alisson están ligeramente enrojecidos, los movimientos de las manos de mi hermana me dice que está demasiado preocupada por Brooke. Me muevo hasta una silla y paso las manos por mi rostro preocupado. Ya no puedo más necesito saber que está pasando, han pasado unos minutos y me pongo de pie mientras camino hasta Ethan.
—¡¿Qué mierdas está pasando Ethan?! —inquiero al cabo de un rato, él suspira pesadamente.
—Te explico afuera, vamos—dice y lo sigo, hasta llegar a la cafetería del hospital, nos sentamos en una de las mesas vacías.
—Bien, mi hermano junto a la pelirroja son agentes de la CIA, en la gala beneficia asistieron varias personas que son importantes para un caso que servirá para condenar a un mafioso peligroso de Italia, mi hermano junto con otros agentes estaban cuidando de esas personas yo me enteré hoy en la madrugada, tenía que avisarle a Brooke por eso estoy aquí, cuando ella le grito a mi hermano idiota era porque si uno de nosotros le hubiese avisado ella ni tu familia estuviesen en esta situación—me explica y no entiendo lo último que me acaba de decir.
—¿A qué te refieres con que si Brooke hubiera sabido de su misión, esto no estuviese pasado?—le preguntó directamente.
—De alguna manera ella se habría encargado de que ni tú ni tu familia llegara al hotel, no hasta que pasara lo de la misión—dice con simpleza y entrecierro los ojos.
—Si quieres saber más, pregúntale a ella —dice, haciendo referencia a Brooke, asiento y él se marcha, al cabo de unos minutos me pongo de pie. Camino hacia donde están mis hermanos. Han pasado unas horas y la jodida preocupación no desaparece, al contrario aumenta. El doctor aparece y me levanto inmediatamente los nervios me tienen con el corazón acelerado
—¿Familiares de Brooke Evans?—
—Aquí—decimos Adam y yo a unísono.
—Ella está bien, de hecho pensamos que toda la sangre que perdió le afectaría, pero no es así, la podrán ver dentro de unas horas—explica el doctor.
Suelto el aire acumulado en mis pulmones y me siento mucho más tranquilo. Pasan unas horas y nos permiten entrar a verla, me acerco a ella y mi pecho se comprime al verla pálida y con los labios agrietados.
***
19 horas y nada de despertar, mi mamá y mis hermanos se fueron a Los Angeles hace unas horas y sus padres junto a su hermana han venido a visitarla, fui al hotel y me cambié de ropa mientras su familia estaba con ella, comí algo.
Si comiste, pero hace más de 13 horas...
Mi mirada está clavada en un punto de la habitación y me pierdo en mis pensamientos, estamos solos en la habitación, ya que, sus padres tuvieron que ir a no sé donde, por lo que pasó en el centro de eventos del hotel.
Mi mirada se mueve hacia ella y abre los ojos, me pongo de pie rápidamente, ella me mira y una sonrisa sin ánimos sale de sus labios.
Joder si está bien
Me muevo hacia ella y la envuelvo en mis brazos con mucho cuidado, ella tarda unos segundos en reaccionar a mi abrazo antes de rodearme con sus brazos.
—Me tenías jodidamente preocupado —susurró en su oído, ella pasa las manos por mi cabello.
—Estoy bien—murmura y la aparto con cuidado.
—Dame un minuto, para llamar a tu doctora—le aviso y ella asiente.
La doctora entra junto con dos enfermeras y las dejo solas para avisarle a su madre que despertó.
***
Brooke
Abro los ojos lentamente y me encuentro con su mirada clavada en mí, le sonrió sin ganas y él camina hacia mí.
Me envuelve en sus brazos con cuidado, y me abraza como si tuviese miedo de romperme, tardo unos segundos y lo abrazo. La paz y la tranquilidad que me brindan sus brazos son increíbles.
—Me tenías jodidamente preocupado —susurra en mi oído.
Mi corazón late fuerte y pasó las manos por su cabello.
—Estoy bien—murmuró y él me aparta con cuidado.
—Dame un minuto, para llamar a tu doctora—me dice y asiento.
La doctora entra junto a dos enfermeras y él me deja sola con ellas.
—Qué suerte tienes—dice una de las enfermeras y arrugó el ceño.
—Lo dice por tu novio—dice la otra chica.
—Este... No...—trato de decir pero...
Tenías que decir que si
No tengo por qué mentir.
—Déjenla tranquila, chicas—me interrumpe la doctora. Empiezan a curar mis heridas y aprieto los labios, un poco al cabo de un rato ella acaba de curarme.
—Bien todo listo, trata de descansar un poco tu comida, la traerán en unos minutos—dice la doctora y asiento, ella se marcha y se queda una de las enfermeras conmigo.
—Ese chico es increíble, tienes unas 30 horas aquí y desde que el doctor dijo que podías tener visitas él no se ha movido de esta habitación, hace unas horas se fue y volvió desde entonces no lo he visto moverse—esta chica tiene una personalidad muy imperativa—creo que deberías decirle que coma algo, es algo peligroso durar muchas horas sin comer nada, pero lo bueno es que están en un hospital así que... —no termina de hablar, ya que, la doctora se asoma a la habitación.
—¡Eda! Te dije que la dejaras tranquila—la reprocha la doctora cruzándose de brazos. La chica aparta la mirada y sale de la habitación, marchándose junto a la doctora.
Aaron entra a la habitación y viene con una bandeja con la comida, la coloca en una parte de la habitación y se acerca a mí dejando un pequeño beso en mi frente.
—¿Cuándo comiste por última vez?—le preguntó cuando aparta sus labios de mi frente y él se encoge de hombros.
Toma mi cintura y me levanta con cuidado dejándome sentada sobre la camilla.
—Responde—le pido y él suspira.
—Hace unas horas—dice, tratando de apartarse y jaló su mano haciendo que me mire.
—Hace más de 12 horas—masculla y lo reprochó con la mirada.
—No te preocupes por mí, estoy bien—asegura y se acerca a mí besándome.
—Tienes que comer algo—murmura contra mis labios.
—Eso ni de broma la comida de los hospitales sabe horrible, puaj—digo y él niega sonriendo.
—Vas a comer, quieras o no cariño—reprocha mi ¿hermana? Muevo la cabeza hasta la puerta y mi hermana está entrando a la habitación junto con mis padres y Sofi.
Se acercan a mí, Sofi y mi hermana me rodean con cuidado envolviéndonos a las tres en un abrazo, ellas se apartan y mis padres se acercan a mí con rapidez abrazándome con fuerza.
***
—
Hola Bonis—él toma a la conejita en sus manos y sonrió un poco.
La deja en el suelo y se acerca a mí sellando nuestros labios en un beso intenso, el cual profundiza enterrando sus manos en mi nuca.
Nos alejamos por aire y él me sonríe, nuestras respiraciones están muy agitadas, sus labios están rosáceos y por como me mira supongo que los míos por igual.
—¿Cómo sigues? —me pregunta, sacando sus tenis y se mete a mi cama.
—Un poco mejor—respondo encogiéndome de hombros. Ha estado viniendo toda la semana desde que volvimos de España.
—¿Quieres hacer algo? —le pregunto y él deja su cabeza en mi regazo.
—Quedarnos así toda la noche—murmura mientras juega con el borde de mi hoodie
Yo quiero hacer algo más toda la noche y aún mejor si es con papi Aaron...
—Me parece bien—digo y él tira de mi cuerpo dejándome debajo de el.
***
Y a eso me refería...
Me levanto con cuidado yendo a la ducha y salgo envuelta en una toalla, él sale de mi cama en bóxer y se acerca a mí dejando un beso en mi mejilla, entro a mi armario sacando unos shorts y una camiseta, él está completamente vestido y me sonríe al verme.
—Te veo en la universidad—dice acercándose a mí.
—¿No te quedas a desayunar?—le pregunto y él niega, jala mi cintura uniendo nuestros labios.
—Я люблю вас—susurra en ruso y muerdo mi labio inferior.
Uyyyy
Ahora me gusta más
—Yo también te quiero—le digo y él me mira divertido.
—¿Sabes hablar ruso?—me pregunta y asiento.
—Si gracias a eso me ahorraré las groserías—dice dejando un beso en mi cabeza, él se marcha y yo me quedo embobada unos largos segundos.
Bajo las escaleras y Sofi está en la cocina pegada al teléfono con una sonrisa tonta.
Tres opciones, o está hablando con Liam, o está viendo memes, o está leyendo.
—Hola bonita—la saludo y ella levanta la vista de su celular.
—Hola nenis, oye adivina, quien se va para el caribe en el fin de semana—dice emocionada, mientras yo tomo café, la miro y sonrió.
—Usa protección pendeja—le digo en tono divertido y ella se cruza de brazos.
—Estúpida—me dice y le sacó la lengua.
—Sabe hablar ruso—le digo y ella me lanza una sonrisa coqueta.
—No me digas que te dijo Ved'ma porque me muero—dice dramáticamente y me río.
—No—respondo y ella entrecierra los ojos.
—¿Qué te dijo entonces?—me pregunta.
—Я люблю вас—repito las palabras que me dijo hace un rato.
—Awwwww que lindooo—dice y siento como me sonrojo.
—¡ACABAS DE SONROJARTE AAAHHHHHHH! —chilla y aparto la mirada apenada.
—¡¡¡TE GUSTA PENDEJA!!!—dice abrazándome mientas se emociona.
—¡SABÍA QUE SÍ TE GUSTABA! —exclama.
—Tengo que ir a la universidad—digo y ella me sonríe.
—Tenemos una conversación pendiente enana—me dice y asiento saliendo de la casa.
Llego a la universidad y mis primeras materias son de Biología y Ciencias Sociales, salgo del salón y camino hacia el campus ya estoy en hora de almuerzo, cuando Alex se me acerca.
—Hola—me saluda con una sonrisa.
—Hola —le devuelvo la sonrisa.
—¿Cómo estás?—me pregunta mientras caminamos uno al lado del otro.
—Bien y tú—le digo.
—Bien y me alegro de que estés bien—me dice.
—Gracias e igual—le digo y una chica grita su nombre.
—¡Alex!—exclama la pelirroja de ojos verdes, él se sonroja cuando la chica deja un beso en su mejilla.
—Ah hola, soy Mia—se presenta la chica y sonrió.
—Brooke, oye Alex, hablamos después—me despido y él me sonríe para luego asentir.
Camino hacia las gradas y choco con Winifer él me regala una sonrisa.
—Hola Brookie—me saluda y sonrió.
—Hola—le respondo el saludo.
—¿Qué harás hoy en la tarde? —me pregunta y antes de que responda él jala mi cintura, besándome.
—Estar conmigo—dice Aaron y muerdo el interior de mi mejilla.
—No es lo que parece, la quería llevar a la biblioteca, me comentó que es lectora y yo estoy empezando a leer y me gustaría que ellas me recomendará libros—dice Winifer apenado y sonrió, trato de hablar, pero Aaron no me deja.
—Me da igual, de todas formas estará conmigo esta tarde—dice, miro mal a mi novio.
—No tienes que hablar por mí Aaron, Winifer gracias por la invitación, pero estaré ocupada hoy y si puedes lo dejamos para pasado mañana—le pregunto, él sonríe y asiente para luego marcharse.
***
Estamos en su casa, mientras yo le termino de colocar la mascarilla.
—No sé cómo llegamos a esto—dice cruzándose de brazos.
—Me dijiste que si—me digo con una sonrisa. Nos quedamos en silencio un rato mientras él pone la película.
—Mierda, ya no aguantó esto, tengo que hablar contigo—dice rompiendo el silencio y me mira a los ojos.
—¿Sobre qué?—preguntó.
—Sobre... Mmm—murmura nervioso.
—¿Estás nervioso?—le preguntó sonriendo.
—Joder, necesito hablar sobre nosotros—suelta y nuestras miradas se conectan.
—Joder porque se me dificulta decirte esto… —masculla y aprieto su mano.
—Estoy harto de esto—dice y de alguna manera siento como si mi sangre se congela.
Auch
—Ah, eso… si eso es lo que quieres… está bien —digo apartando la mirada y soltando sus manos, trato de levantarme de la cama, pero sus manos me detienen.
—Lo estoy jodiendo—murmura, pasa las manos por su pelo y luego toma mis manos
—No me refiero a esto, me refiero a que me está matando cada que te veo con otro chico, me jode de algún modo, no te quiero lejos joder —dice y respira hondo antes de volver a decir algo.
—Te… —aprieta sus labios.
—Joder, no sé qué me pasa, solamente sé que no puedo más, no puedo seguir mirándote a los ojos sin decirte todo lo que siento por ti es tan jodidamente inefable—dice mirándome a los ojos y mi corazón quiere salirse de mi pecho.
—Aquel día que te dispararon y caíste en mis brazos, hubo un momento en que cerraste los ojos y tu mano dejó de apretar la mía, entonces mi mundo se detuvo junto contigo, en ese instante vi una jodida vida a tu lado—siento mi corazón latir mil veces más que antes—y sé que esto es lo más ridículo que he hecho desde hace mucho, pero ¿Quieres... —no termina la frase, ya que toma aire y luego suspira.
—¿Puedo ser tu novio? —me pregunta.
Si este pendejo nos lastima, nos joderá
—Si—le confirmo su pregunta y él jala mi cintura para besarme
—Quiero momentos infinitos a tu lado—murmura contra mi pelo.
***
HOLAAAA BEBES
Hasta aquí este capítulo, espero que el capítulo les haya gustado, no olviden votar y comentar.
¡AAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH YA SON NOVIOS!
¡Los quiero besos!
Kris
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