Tercera temporada. Capítulo 4: El Infierno en peligro
Martes 15 de enero de 2036. El escondite, Infierno.
Lilith los había llevado a todos hacia el lugar seguro del cual hablaba Lucifer. Era un cuarto al fondo del jardín que guardaba un sótano inmenso que superaba con creces las dimensiones del castillo. Ella se encargó de hacer que todos entraran y se refugiaran ahí. YooBin ya en brazos de YoonGi, como GaHyeon de Seok Jin y TaeHyun en brazos de su hermana Samantha.
-Lilith-Kasdave se acercó a ella y la tomó de los hombros-el libro fue abierto ¿verdad?
Ella no les había dicho lo que había pasado para ahorrar tiempo. Nadie dijo nada, solamente ordenaron que debían seguir a Lilith y nadie nunca quería desobedecerla así que fueron tras ella. Pero ahora que estaban ahí debían preguntar. Y lo único por lo cual Lucifer o ella ordenarían estar ahí, sería por algo grave. Y lo más grave que podía pasar, era justamente eso.
GaHyeon, quien veía la seriedad del asunto en brazos de su papá, comenzó a llorar escondida en su hombro. Jin la abrazó con fuerza mientras intentaba calmarla.
-Ya, bebé, ya. Vamos a estar bien-susurró pero GaHyeon no dejaba de llorar.
-Es mi culpa…yo abrí el libro…y de ahí salieron esos hombres malos-decía entre sollozos la niña escondida en el hombro de su papá-Ahora van a lastimar al abuelo…y a mis tíos…y a la abuela…y a ustedes…
-Shh, ya-dijo JungKook acercándose a ella para cargarla en sus brazos-Ya, bebé, nadie es culpable. Fue un accidente.
-¿El Libro Satánico prohibido fue abierto?-preguntó Belial sorprendido tras escuchar a la niña-¿Y ella lo abrió? Pensé que Lucifer mantenía el libro guardado para que Luzbel no lo tocara. Supuestamente él era el anticristo.
-Nadie lo es-dijo Lilith mirándolo enojada-Es solo que el libro la eligió a ella. Nadie lo sabía.
Samantha, por su parte, consolaba a TaeHyun quien era el que ahora lloraba desconsolado en su hombro. Lilith al escucharlo fue por él intentando consolarlo pero él seguía llorando.
-¿Qué pasa, peque?-preguntó Taehyung a su hermanito.
-Es mi culpa…yo llevé el libro-dijo el niño cuando Lilith lo tomó en brazos.
-No, amor, en todo caso culpemos a tu padre que trajo el libro-dijo ella limpiando sus lágrimas.
-Si vamos a hacer eso entonces culpemos a Dios por crearlo y asunto solucionado, nadie en desacuerdo.-dijo Mefistófeles mirándolos, nadie dijo nada en contra-Bien, punto aclarado, ahora en vez de buscar culpables, busquemos soluciones. Nos va a servir más que apuntar al otro y decir que es su culpa. Ahora, Lilith, tú que sabes más que nosotros sobre el libro, ¿qué tan grave es todo?
-Los Siete Serafines Legendarios salieron de él. Los siete con el mismo poder que Lucifer, solo que dos quedaron aquí y los demás se fueron. Ningún mundo está a salvo-informó ella consolando a su pequeño.
-Mierda, estamos muertos-dijo Exael sin pensar y los dos pequeños que lloraban lloraron peor.
Sus hermanos, todos, lo golpearon por idiota.
-Todo estará bien-dijo Lilith apretando los dientes-Lucifer es fuerte.
-Pero hay siete allá como él-dijo Semyazza-Y nosotros no tenemos muchos con su poder para hacerle frente a la situación. Luzbel, JungKook y GaHyeon pueden igualarlo, pero ella aun es niña y con ellos apenas serían tres personas las que los igualan en poder. Seguimos estando en desventaja.
-Tenemos que lograr tenerla-dijo firme Seok Jin-No somos tan fuertes, pero somos muchos más que ellos.
-Ajá ¿Y? Igual nos violarán duramente con sus súper penes demoniacos-dijo Exael frunciendo el ceño-Seremos todos follados como locas.
- ¡Exael!-lo golpeó Gadreel-Hay niños presentes.
-Pero a pesar de eso si trabajamos en equipo podríamos hacer algo. Las veces que lo hicimos no pudieron con nosotros-dijo Seok Jin mirando a su tío.
-Esas veces nos enfrentamos a angelitos maricones y a humanos armados, nada más-refutó Exael.
Esta vez fue JungKook quien lo golpeó.
-Deja de ser negativo que uno de esos angelitos maricones era el amor de tu vida-lo último lo dijo con burla y a Exael no le gustó nada- Así que cierra el pico y colabora.
-¿Colaborar? No es tan fácil sabiendo que allá afuera está mi hermano luchando por nosotros y mientras nosotros hablando como idiotas. ¿Quieren trabajar en equipo? Genial, háganlo, pero que sea rápido antes de que él pague por sus tardanzas.
Todos enmudecieron ante lo dicho por Exael. Y era porque tenía razón, si no pensaban en algo rápido Lucifer podría estar en graves problemas.
Ángel&Demonio
Lucifer esquivó el ataque de Asmodeo y posteriormente el de Leviatán. Ambos atacaban en simultáneo por lo que Lucifer tenía pocas oportunidades de atacar ya que debía preocuparse más por defenderse. Ambos lo igualaban en fuerza y rapidez así que tenía que usar su inteligencia para esquivarlos y evitar que sus garras cortaran su piel. Sería un problema bastante grande si eso pasaba porque entonces estaría en desventaja y ellos lo iban a usar a su favor.
Logró darle con el puño envuelto en llamas negras a Asmodeo pero eso le costó un golpe en las costillas por parte de Leviatán. No tuvo demasiado tiempo de quejarse por la costilla quebrada ya que tuvo que esquivar a quien se la había partido y luego a su hermano. Ambos atacaban como si jamás se cansaran. Lucifer pensaba en hacer el mayor tiempo posible para que todos estuvieran a salvo porque a este paso no se veía vivo. Sin embargo daría todo de sí para que su familia estuviera a salvo. Su esposa no merecía pasar por nada malo. Él se encargaría de que ella y todos estuvieran bien.
Otro golpe le fue dado en la cabeza, cerca del oído, haciendo que cayera al suelo aturdido. Asmodeo aprovechó para colocarse encima de él y darle dos puñetazos que le rompieron el labio. Leviatán amenazó con romperle una pierna, pero Lucifer logró usar su fuego negro para sacarlo de encima antes de rodar a un lado. Escupió la sangre que tenía en la boca y frenó un puñetazo de Leviatán antes de patearlo lejos. Pero Asmodeo apareció y le dio una patada en la cara. La fuerza lo lanzó unos metros lejos y cayó al suelo. La nariz comenzó a sangrarle, se la había roto el desgraciado. Iba a arrancarle un brazo por eso.
O hacer el intento. Porque apenas ellos se levantaron la batalla por sobrevivir continuó mucho más difícil que antes. Ellos estaban casi intactos y Lucifer intentando sobrevivir a sus golpes, esquivando la mayoría y desistiendo de atacar. No tenía un pequeño tiempo libre para siquiera dar un golpe.
Ellos consiguieron un segundo de ventaja que usaron para atraparlo mientras otro lo golpeaba. Luego del quinto logró liberarse pero se sentía magullado. Ellos golpeaban con tanto odio que asustaba.
Asmodeo se lanzó a él pero al esquivarlo se condenó con Leviatán quien se lanzó a él y lo tomó del cuello. Cuando sintió la presión dolorosa intensificarse incrustó sus garras en la muñeca desgarrándola, pero el desgraciado seguía apretando. Tuvo que casi dejarlo sin mano para que lo soltara, pero en el medio Asmodeo lo tomó del cabello y le azotó la cara contra la tierra.
-Reconozco que eres fuerte…pero no más que nosotros-dijo Asmodeo tan aterradoramente que Lucifer ya temía lo que le iba a hacer-Es una lástima que no pudieras despedirte de tu familia.
Las frías garras de Asmodeo pasaron por su nuca, adelantándole lo que seguiría. Su final a manos de él.
Pero antes de que pasara, Asmodeo lo soltó y gritó. Leviatán gritó su nombre. Lucifer aprovechó, al sentirlo, de darle una patada en la rodilla para derribarlo y salir de la tierra. Limpió de una pasada su rostro y observó lo que había hecho a Asmodeo para atrás. Lilith se había prendido de su cabeza y había clavado sus garras en sus ojos. Podía ver la sangre caer como una cascada roja de lágrimas.
-¡Deja a mi esposo, hijo de puta!-rugió ella en su forma demoniaca.
Los ojos (mitad amarillo y mitad púrpura) brillaron intensamente de furia. El cabello gris plomo y largo ondeaba por los movimientos de Asmodeo intentando liberarse, la piel gris y el cuerpo casi esquelético de su esposa parecían resistentes a los jaleos.
Pero cuando Lilith logró arrancarle ambos ojos a Asmodeo, Leviatán la tomó del cabello y la arrojó al suelo. Lucifer escuchó, como si fuera lo único en el mundo, los huesos de la columna de Lilith al quebrarse. Eso retumbó en su mente, dejando de lado los gritos de sus hijos que iban a auxiliar a su madre y los lamentos de Asmodeo por sus ojos perdidos.
-¡Maldita puta!-gritó Leviatán presionándola contra el suelo-¡Vas a lamentar lo que le hiciste a mi hermano!
-¡Mamá!
-¡No…s-se acerquen!-pidió ella apretando los dientes e incrustando las garras en el suelo por el dolor-¡S-se quedan ahí!-ordenó.
-No te preocupes, que pronto ellos…-y la frase de Leviatán quedó a la mitad.
Lilith apenas lograba mover la cabeza para poder ver lo que estaba pasando. Ella jamás pensó ver en los ojos de Lucifer tanto odio como podía ver en ese par de pozos negros. Pero no solo se veía, también se podía sentir en su aura descontrolada y en los gruñidos furiosos que daba.
Se veía casi como un animal que atacaba sin considerar el daño que producía. Sus puños parecían haber vuelto gelatina el rostro de Leviatán, haciendo que salpicara sangre y bañara sus puños. Pero no pudo seguir contemplándolo porque Bjorn y Jano se acercaron a ella para auxiliarla. Podía escuchar a los hermanos de Lucifer conteniendo a Asmodeo y aprovechando el momento para ponerle las pulseras doradas que suprimirían su poder. No sabía qué tanto podría servir, pero decidieron intentarlo.
Con suerte, todo saldría bien.
Lucifer perdió el control de sí mismo y lo único que tenía en mente era la cara deformada por sus golpes de Leviatán, quien intentaba detenerlo sin éxito. Cuando los forcejeos disminuyeron con fuerza lo tomó del cuello.
-Cometiste un grave error al hacerlo eso a mi esposa, maldita puta-insultó con odio alzándolo del suelo, los pies de Leviatán se movieron ansiosos-Creo que a tus hermanos les gustará ver tu inmunda cabeza en una estaca-Lucifer sonrió divertido al verlo luchar por su vida-¿No te gusta la idea?
-¡Papá!-gritó Seok Jin acercándose a él-Las pulseras funcionan en ellos…solo déjalo…no lo mates.
Lucifer se giró a mirar a Seok Jin, más atrás estaba Asmodeo fuera de su forma demoniaca y siendo retenido por sus hijos que comenzaron a arrastrarlo hacia el castillo.
-¿Qué tan seguro estás de eso?-preguntó Lucifer.
-Lo suficiente…pero deberemos cambiárselas en un par de días. Su poder es tanto que prácticamente absorbe el poder de las pulseras.-informó Seok Jin.
Lucifer volvió a ver a Leviatán, a su rostro magullado por los golpes y entonces extendió su otra mano a su hijo.
-Dame las pulseras, yo me encargo de él-dijo Lucifer recibiendo las pulseras para luego mirar a Leviatán-Tienes suerte, no te voy a matar-lo soltó dejando que cayera al suelo.
Justo donde lo quería. Cuando estuvo ahí lo dejó de espalda a él y entonces le piso la columna tan fuerte que los huesos resonaron en todo el Infierno. Fue justo cuando gritaba que Lucifer le colocó las pulseras haciendo que abandonara su forma demoniaca. Él lo hizo también y sin importar que Leviatán gritaba de dolor, lo arrastró del cabello por el suelo para llevarlo al castillo.
Ya luego le rompería otro hueso.
Ángel&Demonio
Los únicos que regresaron al castillo habían sido algunos de los hermanos de Lucifer que se turnaban para cuidar de Asmodeo y Leviatán. Los otros se habían ido a los reinos a poner en lugar seguro a su población mientras que los demás se fueron al lugar seguro, donde las trillizas y los gemelos se encargaban de curar a Lilith. Lucifer seguía viéndose igual de mal que antes, furioso y queriendo arrancarle la cabeza a Leviatán.
-Si lo haces será peor, ellos nos destruirán. Mientras estén con vida creo que tendremos una ventaja-dijo Seok Jin mirando a su padre.
JiHoon, en compañía de algunos hijos de Lucifer, se quedaron cuidando de los tres más pequeños de la familia.
-Es una mierda no poder ver nada en ellos. Su poder se asemeja al de Luzbel o GaHyeon-dijo YoonGi pensativo sentado en un sillón.
-¿Alguno tiene una puta idea de qué vamos a hacer?-preguntó TaeHyung molesto-Porque matarlos no es bueno y enfrentarnos a ellos tampoco. Son tan fuertes como papá y no todos poseemos ese poder.
-Sin contar que tuvimos un golpe de suerte al poder someter a Asmodeo. Pero así también lo pagó Lilith-dijo HoSeok que en su forma demoniaca se mantenía cerca de TaeHyung para protegerlo.
Era verdad, si no fuera por la intervención repentina de Lilith (que no fue planeada) ellos no habrían podido con Asmodeo, quien para el momento que lo sometieron estaba distraído y adolorido por los ojos que le arrancaron. Sin embargo, el precio que pagó Lilith había sido su columna rota en varias partes.
-Ella fue una sorpresa, ellos debieron creer que se mantendría escondida. Pero no creo que los otros cinco sean tan idiotas como para confiarse-dijo JungKook-Todavía quedan cinco allá afuera, necesitamos buscar una solución para poder enfrentarnos a ellos sin morir en el proceso.
-Si lo pensamos, de cierta manera tenemos ventaja. Tú, Luzbel, papá y Dios igualan en poder a esos enfermos. Mientras tengamos a Asmodeo y Leviatán con nosotros seguiremos teniendo la ventaja-dijo Seok Jin mirando a su padre.
Lucifer estaba callado, mirando el suelo pensativo. Parecía que no estaba escuchando a nadie.
-Lizy-habló al fin mirando a su hija-ve a comunicarte con Alexander. Tráelo aquí, donde estará seguro. También necesitaremos que nos comunique la situación en la Tierra. Si ellos están allá no creo que sea bueno.
Lizy, sin cuestionárselo, fue a obedecer la orden de su padre. Lucifer volvió a mirar el suelo, pensativo y furioso por la situación de su esposa. Todos se dieron cuenta que por la situación que pasaban se habían olvidado de Alexander, el hijo adoptivo de JiSoo. Si esos demonios habían ido a destruir la creación de Dios, entre ellos el Cielo, Alex corría peligro.
-Necesitamos hacer algo, quedarnos de brazos cruzados no servirá de nada. Ellos pueden entrar aquí tanto como quieran ahora. El Infierno está condenado-dijo TaeHyung.
-Gracias por las esperanzas, hijo-ironizó Lucifer rodando los ojos-No necesitaba sentirme mejor después de ver cómo le rompían la espalda a tu madre.
-De nada por ser sincero. Si querías que te mintiera me hubieras dicho antes-dijo TaeHyung rodando los ojos-Bien, el Infierno está a salvo, todos vamos a vivir y a comer pastel luego como si nada hubiera pasado. ¿Mejor, papá?
-Eres igual a tu madre-suspiró Lucifer-Pero tienes razón. Necesitamos un plan, algo que nos ayude. Iría a hablar con el Barbudo pero el problema es que si están atacando el Cielo corro peligro de que me deformen más de lo que ya estoy. Además, yo creo que si ya los encerró una vez, podrá hacerlo otra vez ¿no? Es Dios, el Todopoderoso, el Don Vergas, el Me Creo Mejor Que Tú, el Creador, el Arruina Hijos-JungKook rodó los ojos cuando lo miró-. Yo creo que podrá con cinco idiotas…y creo que los Serafines que tiene a su cargo también. O al menos eso espero, ya no los entrenan como antes según tengo entendido.
-Si no es así entonces están todos muertos-afirmó JungKook cruzado de brazos-Y si dependemos de entrenamiento, Luzbel no está entrenado. Por lo tanto somos los únicos capaces de hacerle frente a cinco tipos locos que van a querer asesinar a todos.
-Yo podría pelear, sé defenderme-dijo Luzbel mirando a JungKook.
-Sabes pelear pero para esta batalla no basta el conocimiento, Luzbel. Para esta guerra necesitarás experiencia y tú no la tienes. Tú has practicado artes marciales y demás deportes, pero jamás te enfrentaste en una batalla real. No tienes idea de cómo es. Lucifer y yo fuimos entrenados por milenios, sabemos cómo enfrentarnos a estos tipos.
-Pero…
-JungKook tiene razón-intervino Seok Jin mirando a su hijo-No tienes la experiencia que se necesita para pelear. Yo la tengo, pero me falta poder para poder luchar. Esto es una mierda.
-Pero con la experiencia que tenemos podríamos hacer algo. Sí, no llegamos a su poder, pero la fuerza no lo es todo-dijo JiMin mirándolos-Con ingenio podríamos proteger el Infierno. Solo necesitamos pensar en algo, tener la ventaja de alguna manera. Ellos deben tener una debilidad, algo que nos ayude.
-Tal vez el amor sea su debilidad-dijo una de las hijas de Lucifer, una que pertenecía a sus primeros diez hijos.
-Kumiko, esto no es un fanfic-dijo Matt suspirando-Deja de vivir en las nubes, este es un problema real.
-Pero el amor podría cambiarlos-insistió ella, pero fue ignorada por todos.
-Torturar a Asmodeo y Leviatán creo que sería estúpido, ellos no hablarán ni dirán nada que nos ayude.-suspiró Lucifer-Bien, este es el momento donde alguien da una buena idea, lo apoyamos y salimos a hacerla realidad.-los miró a todos, hijos y sobrinos-¿Alguna idea? Vamos, no sean tímidos.-si existieran los grillos en el infierno, ya se estarían escuchando-¿En serio? Tengo mil trescientos treinta y un hijos, unos cuantos y numerosos sobrinos y un nieto acá presente… ¿y a ninguno se le ocurre nada? Los humanos dicen que dos cabezas piensan mejor que una, pero acá tengo como dos mil y ninguna parece pensar.
-La tuya incluida, papá-dijo Jin cruzándose de brazos.
-Para eso están ustedes, ya bastante pensé en este tiempo, es hora de que la nueva generación piense en hacer algo. Lo que sea, no sé, solo digan algo. Cualquier idea…menos la del amor, esa no nos ayudará.
-Creo que lo mejor será pedirle ayuda a Dios. Él los encerró la primera vez, él sabe cuáles son sus debilidades, después de todo ellos lo ayudaron a crear el mundo y cuanta cosa quiso. Si hay alguien que los conoce mejor que nosotros, es Él.-dijo YoonGi mirando a Lucifer.
-El problema será ir por Dios…si no está muerto ya. Y a este paso, teniendo en cuenta que no tiene a una Lilith…dudo mucho que siga con vida-dijo JiMin pensando.
-Papá-llamó uno de sus hijos mayores de nombre Eleazar-¿en tus libros no hay nada? Los que robaste del Cielo. Ahí debe haber algo, alguna debilidad que incluso tú tengas como demonio.
-¿No crees que si tuviéramos una debilidad fácil ya la hubiera utilizado? Nuestra única debilidad es nuestro corazón o nuestra o nuestra nuca, como los titanes de SNK. Y no es como si no hubiera querido arrancárselos desde que empezamos la pelea.
-Bien, estamos muertos entonces-dijo Eleazar ganándose un golpe de Samantha.
-Gracias, hija.-Lucifer suspiró-¿Alguna idea útil?
-Papá-dijo Lizy apareciendo-No puedo comunicarme con Alex.
-No está en Estados Unidos, dijo que estaría cerrando un negocio en Francia.
-Lo sé, papá, pero tampoco puedo encontrarlo allí. Lo mejor será ir pero no sé qué tan arriesgado sea eso-Lizy miró a sus hermanos mayores-Creo que si ellos van será más seguro su regreso.
-Yo puedo encargarme-dijo Eleazar-Sé pasar desapercibido.
-Sabes camuflarte, camaleón-dijo uno de los hijos de Semyazza riendo suavemente.
Eleazar había nacido con la capacidad de camuflarse en el entorno, por lo que prácticamente se volvía invisible ante los demás. Aunque si uno miraba con detenimiento podría darse cuenta de que alguien estaba ahí. Aunque Eleazar había logrado perfeccionar ese don y por eso se movía rápido para que nadie lo notara.
-Ve y si necesitas ayuda, hazlo llegar con esto-dijo Lucifer buscando en uno de los muebles del escondite un sobre de papel-Aplástalo con la palma contra el suelo. Esto vendrá hasta aquí y nos dirá el lugar donde estás para que vayamos a socorrerte-Eleazar tomó el sobre y lo guardó en un bolsillo.
-Empezaré por Francia. Nos vemos-y en cuanto Eleazar se fue, Lucifer suspiró.
Necesitaban un plan pronto.
Tan sereno todo :3
Mi primer cameo en el fic uwu
Nos vemos! Besos💓
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