Tercera temporada. Capítulo 25: La paz luego de la tormenta
Domingo 3 de febrero de 2036. El Castillo del Infierno.
Se sentía perdido cuando despertó y también débil. Los músculos del cuerpo parecía que le pesaran una tonelada y no podía moverlos demasiado. Apenas la cabeza de un lado a otro para detectar que estaba en su cuarto del Castillo de su padre. Eso quería decir que había terminado todo y que ahora estaban a salvo. De lo contrario seguiría en el escondite.
-Papá, hasta que despiertas-vio a Hyeonie acercarse a él y tomar su mano-Papi fue por unas galletas y gomitas para nosotros.
-Te sacará caries-dijo débil pero sonriéndole.
-Nop, mis dientes están bien sanitos-sonrió Hyeonie abrazándolo suavemente-Te extrañé.
Jin sonrió y haciendo algo de fuerza llevó su mano a la espalda de su hija para devolver el abrazo también.
-Hyeonie, en la alacena encontré chocolatinas y...-cuando JungKook lo vio simplemente arrojó las golosinas al suelo y se acercó a él-Jinnie-lo abrazó también mientras Hyeonie corría a recoger las golosinas botadas.
-¡Papi!-se quejó tomando todo y dejándolo sobre uno de los muebles de la habitación.
Pero a JungKook no le importaban los dulces que arrojó al piso ni ninguna otra cosa que Jin quien había despertado después de días.
-Idiota, llevas más de una semana sin despertar. Tus hermanos dijeron unos pocos días no tantos-murmuró JungKook sin soltarlo.
-Exagerado-sonrió Jin acariciando su cabello, Hyeonie salió llevándose los dulces con ella-¿Qué ha pasado en mi ausencia?
JungKook se separó y se sentó a su lado sosteniendo su mano. Entonces le contó todo.
Seok Jin seguía sin poder creer sobre la muerte de su tío Exael y que la disputa se solucionó tal y como Kumiko dijo que podría ser. Esto último le costó creerlo más.
Según JungKook el ambiente afuera era algo deprimente todavía. Los Grigoris se habían quedado en el castillo a esperar a que Gadreel despertara. Junto con ellos se quedaron Belcebú y Asmodeo. Los otros solo venían de visita para ver a sus hermanos.
Lucifer, Marsyl y Satanás estaban restaurando el Cielo. Aunque Lucifer ayudaba solo para asegurarse de que Marsyl no volviera a decir algo que enojara a Satanás.
Sus hermanos estaban bien. JiSoo al fin había aclarado su mente y había decidido tener una relación con Jennie sin acostarse con su hijo. Alexander incluso había decidido formalizar su relación con NamJoon y comprometerse con él. YoonGi y JiMin habían vuelto a Japón donde los destrozos no llegaron, su única misión era informar sobre lo ocurrido en la Tierra para saber qué podían hacer. HoSeok y TaeHyung seguían en la espera de su bebé, la herida de su mejor amigo continuaba igual y dudaban de que pudiera curarse.
Ah y su madre era amiga cercana de su suegro.
-También creo que mi papá anda revolcándose con Bjorn-soltó JungKook frunciendo el ceño-Mi cuñado podría ser mi padrastro.
-Piensa en esto: el suegro de Caín será su ex y el padre de su hijo-dijo Seok Jin divertido.
JungKook frunció más el ceño.
-Qué desastre.
Jin rio suave, más que nada porque todavía le dolía el vientre. Fue en ese momento que lo recordó.
-¿Y Luzbel?
JungKook hizo una mueca de desagrado.
-Ronda por el castillo y apenas habla.
-¿Qué le hiciste?
-Nada.
-JungKook-Jin no era idiota.
Dudaba que JungKook no hubiera reaccionado mal luego de lo que Luzbel le hizo.
-Eso es entre Luzbel y yo-Jin suspiró sabiendo que no diría más-Tienen que hablar. Él lo está esperando.
-Lo sé...¿y JiHoon?
-En cuanto todo se solucionó se fue a la Tierra. No dijo lugar exacto.-dijo JungKook y se cruzó de brazos mirando hacia otro lado-Como es un estúpido le dije que si tenía algún problema podía llamarnos.
Seok Jin sonrió.
-Imagino que por la bondad de tu corazón.
-No...solo porque es divertido pelear con él. Si muere ya no tendré con quién pelear-dijo JungKook escogiéndose de hombros.
-Tan dulce-bromeó Jin-Tengo hambre y estoy malito. Sé un buen sirviente y trae algo de comida.
Quejándose al respecto, JungKook se levantó y fue a buscar comida.
Ángel&Demonio
Set había pasado varios días encerrado en su cuarto del castillo antes de tomar el valor suficiente para ir al castillo de Exael. Sabía que no hallaría nada más que un lugar vacío. Pero él necesitaba ir. Necesitaba sentirse conectado con Exael de alguna forma.
Caminó los kilómetros de distancia que había entre un castillo y otro. El reino de los Grigori estaba lejos pero él necesitaba despejar su mente por lo que no le preocupó caminar hasta ahí.
Como había esperado, la puerta no tenía llave. Dentro todo estaba en silencio. Nadie había ido ahí desde que Exael murió. Ni siquiera sus hermanos.
El castillo era inmenso y hermoso. Exael había tenido muy buen gusto para la decoración. Los colores le daban un aire de elegancia pero también te hacían sentir en un cálido hogar familiar. Set sintió que era perfecto. Le recordaba a la casa que alguna vez compartió con sus padres.
Siguió avanzando, subió una ancha escalera y paseó por los pasillos. No se animó a abrir ninguna puerta. Solo caminó por el pasillo, preguntándose cuál de todos los cuartos había sido el de Exael.
-Lo siento, ¿puedo saber quién es usted?
Set se detuvo al escuchar la voz grave a sus espaldas. Al girarse vio a un hombre que aparentaba unos cincuenta años. Anormal en un mundo donde todos se veían jóvenes eternamente.
Cuando el hombre lo vio sonrió suavemente e hizo una reverencia.
-Usted debe ser el señor Set-dijo acercándose-No pensé verlo. A nadie en realidad. Todo ha estado muy solitario desde entonces.
-Lo siento...yo...tal vez deba irme.
El hombre lo detuvo delicadamente.
-Por favor, acompáñeme a tomar una taza de té, creo que la necesita.
Set, sin saber cómo negarse, terminó aceptando y siguió al extraño hacia la cocina. Una cocina amplia y moderna que parecía haber sido creada para una familia grande.
El hombre se puso a preparar el té mientras Set se sentaba a esperar.
Cuando tuvo la taza frente a él presentó su duda.
-No me dijiste quién eres.
-Usted no lo preguntó-Set se sintió estúpido-Me llamo Michel. Soy el mayordomo de este castillo.
-Ya veo...¿eres demonio?
Un demonio que pareciera viejo...no era algo usual.
-No, soy un humano inmortal. Exael se negó a transformarme por miedo a que muriera-explicó mirando su taza de té.
-Tú...sabías quién era yo...¿cómo?
Michel sonrió.
-Exael hablaba mucho sobre usted. Luego de años es fácil identificarlo.
Set se sonrojó un poco al saber que Exael hablaba de él con su mayordomo. Tomó unos sorbos de té hasta que el bochorno pasó y pudo seguir haciendo las preguntas que tenía en mente.
-No sabía que los demonios tuvieran mayordomo.
-Solo Exael y porque así lo quise-Michel tomó un sorbo de té antes de continuar su historia-Trabajaba para una importante familia inglesa por allá en el siglo diecinueve. Era eficaz y leal pero un sirviente me hizo quedar como un traidor. Para ese momento, Exael había llegado como un joven conde a solicitar una reunión con mi amo, según supe más tarde solo fue porque estaba aburrido aquí. Él vio todo y supo de la falsa traición. Mi amo iba a matarme cuando él me salvó y me trajo aquí. En agradecimiento decidí trabajar para él. Claro que después de que se me pasara la sorpresa de los demonios y todo eso. Exael siempre me trató bien y me dio la libertad de irme cuando quisiera si eso deseaba. Pero yo realmente estoy cómodo aquí...-Michel miró a la nada con nostalgia mientras sostenía su taza-Todo será tan silencioso ahora...nadie querrá venir...
-Puedes trabajar para alguno de sus hermanos-propuso Set sin saber que decir.
-No, un mayordomo es fiel a su amo y su hogar incluso después de su muerte.-dijo Michel-Viviré aquí y cuidaré del castillo...Lo único bueno de todo es que Exael ahora es feliz. Su depresión ya no será un problema.
-Depresión...-repitió Set mirándolo, Michel asintió.
-Sufría de depresión desde mucho antes de que yo llegara. Al principio pensé que él se la pasaba de cama en cama con cualquiera que estuviera dispuesto solo porque era promiscuo. Después entendí que fue porque de esa manera no pasaba horas enteras en la noche llorando. La mayoría podía verlo como un hombre que solo pensaba en tener sexo, pero era la manera en la cual Exael no lloraba por las noches. Las novias que tuvo lo sabían. Él hablaba con ellas...les advertía que jamás iba a amarlas. Pero ellas sí lo amaban y estaban con él hasta que Exael decidía terminar...Solo Charlie supo que el corazón de Exael te pertenecía.-Set bajó la mirada sin saber cómo sentirse-Antes de ser su novia, Charlie fue una amiga cercana. Ella lo cuidaba aun sabiendo que él jamás la amaría como ella lo amaba a él.
Set se sintió horrible y culpable. No solo con Exael sino también con las mujeres que lo habían amado y no pudieron ser correspondidas. Ellas seguramente le hubieran dado lo que él necesitaba. Ellas lo hubieran amado y lo hubieran hecho feliz.
Set fue su desgracia.
-Lo siento...es mi culpa...
Michel negó con la cabeza.
-Usted no obligó a Exael a amarlo como lo hacía. Él es responsable de sus decisiones, no usted. Eso es algo que Exael siempre tuvo presente-Michel dejó la taza sobre la mesa-Será mejor si pasa la noche aquí. Afuera está oscuro y puede llegar a ser peligroso.
-Michel...puedo teletransportarme.
-Lo siento, mi error.
-Pero...-Set lo consideró y creyó que una noche lejos de todos le haría bien-creo que sería bueno pasar la noche aquí.
-Entendido. Acompáñeme-dijo Michel llevándolo de nuevo escalera arriba.
Set fue llevado hasta un cuarto en mitad del pasillo. Michel le dijo a mitad de camino que era el cuarto de Exael. Set no pudo evitar una mueca al pensar que ahí Charlie y Exael dormían juntos.
-Descuida, imagino lo que piensas y te equivocas. Ellos dormían al final del pasillo. Este era el cuarto de Exael, aquí solo dormía él-dijo Michel frenándose frente a la puerta para abrirla.
-En ese caso no debería estar aquí ¿verdad?
-Este cuarto solo estaba permitido para Exael y usted-dijo Michel con la puerta abierta-Del lado derecho del armario hay batas y pijamas que Exael nunca usó. Son todas suyas. Si necesita algo, marqué uno, dos y tres en el teléfono y atenderé. Exael era malo para recordar muchos números-Michel sonrió con tristeza antes de hacer una reverencia y marcharse.
Set entró y cerró la puerta. El cuarto era grande y bonito. Realmente bonito. Tenía un gran ventanal que daba a un balcón con vista al jardín. Set salió y lo vio. Estaba muy bien cuidado, con flores preciosas y de colores vivos. Había rosales y orquídeas. También jazmines, un camino lleno de ellos que daba a un jardín privado que solo se podía ver desde el balcón. Set amaba eso y había sido un sueño desde su adolescencia.
Limpió una lágrima que cayó y volvió adentro. Se puso un pijama blanco y fue a la cama. Se sintió un intruso pero se convenció que no estaba haciendo nada malo y se acostó.
Miró hacia el otro lado vacío y pasó su mano por la cama.
En su sueño, Exael hacía lo mismo. Solo que en el otro lado estaba Set sonriéndole y recibiendo sus caricias en la mejilla.
-Descansa...Exael-murmuró al aire Set sin recibir respuesta.
-Descansa, Set-murmuró Exael recibiendo un beso como respuesta.
Ángel&Demonio
Luzbel había estado ansioso y nervioso por la charla con Jin luego de lo que había hecho. Tuvo que buscar incluso la forma de distraerse y no enloquecer cuando supo que JiHoon se había ido del castillo sin decir a dónde. Claramente no quería que nadie lo encontrara. Mucho menos él.
Tuvo que aceptar, muy a regañadientes, que había sido una mierda y que JiHoon tenía derecho a alejarse de él. También se sintió culpable del daño ocasionado y empezó a buscar en la biblioteca de su abuelo algún método que lo ayudara a calmarse y evitar los descontroles.
Reconocía que no era sano que sintiera celos de su padre por una relación que ya había pasado. Pero no podía evitarlo. Luzbel no podía evitar los enfermizos celos que nacían de su interior y lo devoraban por dentro. Era muy difícil mantener a raya su monstruo interior cuando eso pasaba.
-Luzbel-llamó JungKook acercándose a él en el pasillo-Jin quiere verte.
Luzbel asintió y apretando sus manos lo siguió. Los nervios se movían en su interior como serpientes peligrosas que atacaban sus entrañas.
Tal vez tendría que dejar la lectura y la imaginación un poco de lado.
Al llegar JungKook se quedó en un rincón y él se acercó a Jin, aliviado de ya verlo despierto.
-Papá-dijo arrodillándose al lado de la cama-lo siento tanto, en verdad no sabía lo que hacía...-Jin lo detuvo alzando la mano.
-Lo ocurrido creo que en parte es mi culpa también. Te he estado mimando demasiado desde muy pequeño, te has vuelto un malcriado niño que espera siempre salirse con la suya o no sufrir las consecuencias de sus actos. Lo que hiciste no se arregla con un perdón. Si hubiera muerto un perdón no me hubiera devuelto a la vida. La muerte no se soluciona con disculpas, aprende eso-la mirada de Seok Jin era seria y dura, Luzbel notó su decepción-Quieras aceptarlo o no, todavía eres un niño. No estás listo para afrontar un problema, mucho menos para una relación. Solo lastimarás siempre a los demás porque querrás salvarte de las consecuencias de tus actos y jamás querrás afrontarlas...Todavía te falta madurar...Y para eso, debes alejarte de nosotros.
Luzbel había estado tentado de interrumpir a su padre en más de una parte de su monólogo. Se resistió considerando que ya había hecho demasiado, hasta que escuchó eso último.
-¿Qué? ¿De qué hablas?
-A partir de hoy, durante veinte años, no podrás acercarte de nuevo ni a mí, ni a JungKook ni a ningún miembro de esta familia. Durante veinte años te las apañarás solo en la Tierra y cuando sea tres de febrero de dos mil cincuenta y seis, nos volveremos a ver. Solo espero que para ese entonces hayas madurado lo suficiente-dijo Jin mirándolo, Luzbel quiso decir algo pero su padre lo calló-Vas ya mismo a buscar tus cosas y te vuelves a la Tierra.
-Pero...GaHyeon...ella...
-Nosotros le explicaremos. Ahora vete, durante veinte años, desde hoy, dejas de ser parte de esta familia. Y como tal debes salir de este castillo de una vez.
Luzbel quiso replicar, quejarse y quejarse por horas. Pero haciendo eso solo le daría la razón a su padre de que era un niño. Así que actuando como un hombre se teletransportó a su cuarto, juntó sus cosas y decidió volver a la Tierra.
Sería difícil pensar que durante veinte años no podría ver a su familia.
Lo había arruinado todo como un idiota.
Ángel&Demonio
Jueves 16 de octubre de 2036. El Castillo de Gadreel.
No sabía por qué, realmente en ese momento no podía recordarlo, le dolía horrores la cabeza. Sentía como si alguien golpeara dentro con fuerza. Pero a medida que iba recobrando consciencia el dolor disminuía hasta apenas quedar como un suave dolor soportable. Era mejor que el dolor inicial.
Gadreel se removió ligeramente en la suavidad de la cama. Cuando abrió los ojos se dio cuenta que estaba en su cuarto, en su castillo.
¿Acaso todo estaba bien ahora? ¿Cuánto tiempo había llevado inconsciente?
-Gadreel-la suave voz de Belcebú sonó a su costado.
Se giró lentamente y lo vio ahí, muy diferente al prisionero que recordaba. Tenía el cabello trenzado y ropa de seda suave que se asemejaba a los tradicionales trajes que alguna vez vio en Japón.
-¿Belcebú?-preguntó lo más alto que podía.
Belcebú le sonrió y acarició su cabello.
-Espera, debo avisarle a tus hermanos que despertaste-dijo antes de separarse y salir del cuarto.
Tardó diez minutos en volver acompañado de sus hermanos. Ellos se abalanzaron sobre él y lo abrazaron tanto como pudieron.
-Ya estábamos por ponerte la Bella Durmiente, Gaga-dijo Penemue sonriendo feliz.
-El niño de la siesta larga...y el pito corto-bromeó Araquiel a lo que Gadreel rio bajito.
Más que nada porque todavía le costaba hablar un poco.
-No me obligues a decir lo que he visto ahí-sus hermanos rieron antes de que Gadreel notara algo-Hey ¿y Exael? ¿Acaso el tonto está ocupado con otro proyecto raro? ¿O planea una sorpresa?
Gadreel sonrió ya que solo bromeaba con lo último. Pero al ver las caras largas de sus hermanos se preocupó.
Sintió a Belcebú tomando su mano y apretándola con suavidad.
-¿Qué pasó? Cierto...¿qué haces aquí? -preguntó mirando a Belcebú-¿Qué ocurrió con la guerra?
Fue Agniel quien le contó sobre la guerra. Le dijo que al final Marsyl solo necesitaba disculparse. Lucifer ayudó a restaurar el Cielo y hacía poco menos de dos días que habían terminado (no solo con el Cielo sino también con la Tierra) pero que Lucifer no regresó ya que estaban corroborando que todo estuviera bien. También le contó que Belcebú y sus hermanos habían sido "actualizados" y que se quedaron unos meses en el Infierno para que Lilith los vigilara. Aamón y Leviatán habían sido un poco complicados pero cuando Lilith los enfrentó ambos se calmaron.
-Okey-Gadreel se sentó, con todo el relato había tenido tiempo de recuperarse lo suficiente como para sentarse-, eso no explica dónde está el cabeza de fósforo dos.
Kasdave, quien Gadreel notó que estaba embarazado, lo miró.
-Murió en la guerra-dijo sin emoción, de manera apagada y seca.
Gadreel rio porque se le hacía difícil creer eso. Exael no estaba muerto, eso era imposible.
-Ya, en serio, no es divertido. Solo deben decirme que está ocupado u ofendido porque tardé en despertar-Gadreel sonrió pero sus hermanos no.
Belcebú entonces sacó de su mesita de noche una hoja de papel y se la pasó en silencio.
Gadreel reconoció la letra de Exael y cuando terminó la carta pudo creer lo que sus hermanos le habían dicho.
-Yo...quiero estar a solas-pidió bajando la mirada.
Todos salieron y lo dejaron solo. Gadreel se apoyó contra las almohadas y miró ausente el techo. En su pecho crecía el dolor y los recuerdos inundaron su mente.
-Bien Exael, di Gadreel-dijo mirándolo sentado en la mesa.
Exael se chupaba la mano y cuando le habló la sacudió contra su cara dejándole rastros de baba. Agniel y Penemue rieron por su cara de asco.
-Le pides algo muy difícil, no sé tal vez si te pone un apodo como Gaga o Adeel-opinaba Penemue mirándolo.
Fue entonces que Exael sonrió mirándolo.
-Gaga-dijo aplaudiendo feliz.
-No, no, Gadreel-insistió él.
-Gaga-dijo Exael.
-Gadreel.
-Gaga.
Gadreel suspiró y sonrió.
-Bien, soy Gaga.
Gadreel empezó a llorar, derramando lágrimas sin sollozar. Se sentía tan vacío por dentro que no podía emitir sonido.
Gadreel despertó en mitad de la noche. Ese día había ido a casa de sus padres y se había quedado a dormir. Pero no pensó que tendría a un intruso de tres años en su cama.
-Exael, vuelve a tu cama- dijo cansado cerrando los ojos de nuevo.
-No, el coco viene por mí-dijo Exael abrazándolo-Tengo miedo, Gaga.
Gadreel sonrió y lo abrazó.
-Ya, duerme aquí si quieres. Yo te cuido del coco.
-¿Me cuidarás siempre del coco, Gaga?
-Sí, siempre.
-Pero no siempre estás aquí.
-El coco igual me tiene miedo.
-Mm...cuando estés lejos y sienta al coco cerca ¿puedo llamarte para que vengas a salvarme?
Gadreel suspiró.
-Sí, puedes.
-Uhm...gracias, Gaga, eres el mejor hermano de todos.
Exael se aferró más a él y se quedó dormido contra su pecho.
Gadreel cerró los ojos y la imagen del pequeño bebé que fue Exael se materializó. Era un pequeño pelirrojo que cada vez que lo veía lo seguía cual patito a su madre. Siempre llamándolo Gaga y confiando en que estaría ahí para protegerlo de las criaturas malvadas. Gadreel siempre lo hizo, siempre lo cuidó de todo y todos cuanto pudo. Siempre que estuvo ahí, Exael había estado bien.
Pero él no estuvo y Exael murió.
El sentimiento sofocante de pérdida obstruyó su garganta y entonces gritó.
Gritó y gritó hasta que no sintió más que un vacío en el pecho. En uno de esos pedazos de su corazón que tenía para cada hermano.
Ángel&Demonio
Abel llegó al reino de los Grigori y se dirigió al castillo de Exael donde sabía que estaba Set. En esos meses no había salido de ahí. Caín fue a hablar con él para arreglar sus asuntos pero ni siquiera eso lo hizo salir. Se quedó en ese inmenso castillo.
La última vez que fue a verlo estaba en un jardín privado sentado en la banca y leyendo un libro. Según Michel él se pasaba la mayor parte del día en silencio. Abel creía que tenía que sacarlo de ahí.
En esta visita volvió a encontrarlo en el jardín privado. Pero no leía sino que estaba sentado frente al estanque mirando el agua cristalina.
-Set-se sentó a su lado-Lucifer llegó, acaba de informar que el Cielo ha sido restaurado por completo. Aunque muchos seres celestiales necesitarán ayuda para recuperarse.
-Entiendo-contestó pero siguió mirando el agua.
-Caín ha decidido quedarse aquí pero yo volveré. Marsyl ha cambiado las reglas arriba y es mucho mejor que antes. Pensé que te gustaría venir.
-Yo he pensado en...quedarme-murmuró lo último sin mirarlo.
Abel suspiró y tomó su mano.
-No te hace bien quedarte aquí.
Set se veía triste mientras seguía mirando su reflejo.
-Yo...creo que él podría volver. Él me esperó por años, yo puedo esperarlo por años también.
-Exael te esperaba porque estabas con vida. Exael está muerto, Set-Abel hizo que lo mirara-Tienes que seguir con tu vida. Es seguro lo que él querría para ti.
Set bajó la mirada y se apoyó en Abel para llorar en silencio. Abel lo abrazó y lo consoló hasta que Set no tuvo más lágrimas para derramar.
-Está bien, vamos.
Ángel&Demonio
Kumiko sonrió mientras tenía sus pies sobre la mesa ratona y se limaba las uñas. JiSoo se acercó a ella al verla.
-Eh...¿esperas algo?
-Espero al mamado para ir a la convención-dijo sonriendo-Necesito a mi mula de carga.
Kumiko había aprovechado que Mammón se había sentido culpable de lo que hizo para usarlo de sirviente.
Luego de pasar un mes sin poder hablar, dificilmente se sentía culpable de usarlo. Y además Mammón aceptaba así que no era tan en contra de su voluntad.
-Bien, yo iré a casa. Jennie me espera.
-¿Puedo ir a cenar después?-preguntó Kumiko sonriendo feliz.
-Sí, trae a Mammón también. Es muy cruel no alimentar al esclavo-rio JiSoo.
-Puede conseguir comida en el Cielo, no morirá de hambre-Kumiko se encogió de hombros-Uh, creo que antes pasaré a ver a BeomGyu. Le llevaré algo de la convención, creo que un peluche de algún pokemon.
BeomGyu era el bebé de TaeHyung y HoSeok. Tenía seis meses y era todo mejillas y dulzura.
-Bien, te estaremos esperando-dijo JiSoo y desapareció.
Poco después llegó Mammón.
-Solo espero que sea rápido-dijo cruzado de brazos.
-Sí, súper rápido. Vamos-Kumiko rodó los ojos y pronto ambos se marcharon.
Y aquí el cap, el próximo ya es el último uwu esperenlo mis demangelitas
Nos vemos! Besos 😘
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