Temporada 2. Capítulo 16: A un paso de la guerra.
Martes 17 de diciembre de 2024. Ubicación desconocida.
No era seguro aún, ellos lo tenían en claro. A pesar de las pruebas y las verificaciones de profesionales sabían que no podían fiarse. Habían logrado llegar con éxito una sola vez al Infierno, pero los cazadores enviados habían muerto todos. Bien, no habían recuperado sus cuerpos, pero ellos sabían que era así. No había que ser muy listos para saber que sus retrasos se debía al hecho de que los demonios habían podido contra ellos. Se confiaron al enviar un grupo pequeño con un solo experimento. Pero si todo iba bien, pronto podrían hacer una invasión más grande y llevarían cuatro experimentos mejores. Nadie los detendría, esta vez harían las cosas bien.
-¿Creen que este portal resista tantas personas?-preguntó uno de los cazadores al grupo de científicos.
Ellos volvieron a verificar los números y pruebas anotadas en una carpeta antes de dar una respuesta.
-Aún necesitamos que el doctor Maxim Nikolayevich verifique el portal. Solo él podrá asegurarnos si ya está listo o no-dijo una de ellos, despegando su vista del montón de números anotados.
-Lo único malo es que aún no hemos encontrado la forma de poder ingresar al Cielo. El doctor Maxim Nikolayevich afirma que nos faltan energías puras de ángeles y que en los experimentos eso se perdió. Necesitamos conseguir más de ellos para poder llegar al Cielo.-dijo otro, un científico alto de tez clara que observó a una de sus compañeras-Ve por el doctor.
La chica asintió y salió de la habitación. El cazador que había hecho la pregunta miró al científico alto.
-¿Cuántos de ellos necesitas para abrir un portal?
-No lo sabemos con exactitud, necesitaríamos mínimo unos cinco para poder extraer su energía pura y probar de abrir el portal.
-Pero con los demonios no necesitaron más de dos para abrir el portal-observó otro cazador, uno castaño que parecía construido como un tanque.
-Sí, es cierto, pero fue un portal débil. Además su energía es más fácil de extraer, está podrida, por decirlo de una manera sencilla. No necesitamos cuidarlos para mantenerlos puros porque no lo son.
-Entonces ¿cuántos demonios necesitan para que un ejército entero pase?
-Calculamos que entre quince y treinta demonios. Ahora hemos usado veinte, pero no estamos seguros de que sean los suficientes para permitir que el ejército entero pase.
Antes de que los cazadores volvieran a hacer preguntas respecto al portal que los llevaría al infierno, la científica que salió ingresó con el doctor Maxim Nikolayevich el cual se acercó al grupo de científicos, ignorando a los cazadores.
-¿Ya está listo?-preguntó Set, actuando perfectamente como su título y nombre lo requerían.
-Doctor Maxim Nikolayevich, aún no estamos seguros de eso. Nuestros cálculos no son del todo seguro, por eso estamos esperando a saber su opinión.-dijo la chica que había ido por él.
Set se acercó a los cálculos y miró el portal creado. Nadie se animaba a tocarlo, lo sabía, nadie arriesgaría un brazo o una pierna para saber qué tan confiable era eso. Era bueno, porque de haberlo probado se hubieran dado cuenta de que el portal era perfecto y cientos de ellos podrían entrar sin problema alguno. Demasiados inteligentes pero muy cobardes. A veces los números y la lógica no ayudaban en asuntos como esos, donde la valentía y el coraje eran más importantes.
Fingió analizarlo todo y observar los cálculos con los cuales se entretuvo unos minutos. Era bueno con las matemáticas, con sus tantos años había aprendido demasiadas cosas, entre ellas a usar la lógica y los números. Los cálculos eran perfectos y describían sin errores el portal que habían abierto. Era la prueba escrita de un portal único y sin fallas. Pero claro, ellos no debían saberlo.
Luego de un rato en silencio alzó la mirada para dar su respuesta.
-No es seguro-dijo firmemente, una mentira tan bien dicha que nadie podría afirmar que lo estaba haciendo-El portal parece bueno, pero tiene algunas fallas. Si alguno de ellos pasa ahora, corre el peligro de quedarse solo en el Infierno y ser asesinado.
-Entonces ¿qué es lo que falta?-preguntó el científico alto.
-No mucho, eso lo puedo asegurar. El portal no es seguro, pero no falta mucho para que lo sea-los presentes sonrieron ligeramente, aliviados de que las cosas no fueran tan mal como creían.
-Vamos a trabajar, no podemos quedarnos así sabiendo que no falta mucho para lograr volver al Infierno. Tenemos que llevarnos al nieto de Lucifer-dijo una científica del grupo.
-Yo volveré con los experimentos, tenemos que lograr perfeccionarlos antes de que pasen por el portal-ninguno replico nada y el falso doctor se fue triunfante de ahí.
No iban a permitir que esos humanos asesinos les ganaran.
Ángel&Demonio
Martes 17 de diciembre de 2024. El Castillo del Infierno.
Lucifer observaba a los hermanos Grigori, salvo Exael y Kasdave que estaban en su misión en la Tierra, prepararse para la cercana guerra. Llevaban días así, afilando armas tras armas, asegurándose de que estuvieran en buen estado para evitar desgracias en medio de la batalla. Gadreel era el principal encargado en asegurar que las armas estuvieran en buen estado para su uso, sus hermanos se encargaban de seguir sus indicaciones. Aunque en esos momentos, Exael hubiera sido el indicado para procurar que las armas de guerras fueran óptimas.
-Señor-Lucifer se giró y se encontró a un joven demonio vestido de cazador, era un mensajero designado por él para que fuera hasta el Infierno con noticias que Set autorizara.
-Dinos para lo que Set te envió-dijo Lucifer viendo al chico quitarse la gorra molesta que usaban los cazadores.
-Han logrado crear un nuevo portal para entrar. Set dijo que es lo suficientemente fuerte como para traer un ejército entero pero ellos no lo saben, así que usara eso a su favor para darles un poco más de tiempo pero no está seguro de cuánto podrá darles.-dijo el chico mirándolos preocupado-No vendrán solos, tienen cuatro experimentos más como la señorita JiSoo que usarán para luchar también.
-Comprendo. Vuelve ahora, antes de que te descubran-dijo Lucifer, el chico volvió a colocarse la gorra y se fue de ahí.
-Eso no es bueno, si un ejército planea entrar aquí no será tan fácil ganar-dijo Kokabel con una espada en mano que había estado afilando.
-Será peor con los experimentos-dijo Penemue, el esposo de Belial, mirando con furia contenida el arma entre sus manos-Parecemos sus ratas de laboratorio.
-Si todo sale bien, desearía tener a alguno de ellos aquí para experimentar también-dijo Agniel.
-Exael estaría muy feliz de tener a algunos para crear una nueva arma de guerra, como los sabuesos.-comentó Araquiel quien le sacaba filo a un hacha con molestia, haciendo saltar algunas chispas.
-Contrólense, que ustedes no participarán en la batalla-dijo Lucifer llamando la atención de todos.
-¿Qué? ¿Acaso planeas hacer que tu familia los combata solos? ¿Sin nosotros?-preguntó desconcertado Gadreel.
-Los necesito en sus castillos cuando ellos lleguen, a todos, incluso Belial, Semyazza y Mefistófeles. Si todos caemos, entonces no habrá esperanza de que logremos ganar la guerra. Con ustedes vivos, podremos seguir dando batalla. No necesitamos que todos los castillos caigan, con uno será suficiente.
-¿Sacrificarás todo?-preguntó incrédulo Agniel observando a su hermano.
-Son riesgos a correr. Así es la guerra-dijo seriamente Lucifer observándolos, sus ojos fríos y vacíos.
-Pero Lilith...-comenzó Kokabel pero Lucifer lo interrumpió.
-Ya intenté convencerla, no funcionó. Ella luchará al lado de su familia aunque realmente no lo deseo.
Lilith era terca, eso fue algo que sabían desde hacía millones de años, así que a ninguno le sorprendió que ella no diera el brazo a torcer en una discusión con Lucifer. Él podría ser poderoso, manipulador, hábil y condenadamente atractivo, pero ninguna de esas fuertes características eran rivales contra su esposa. A veces pensaban que el verdadero soberano del Infierno era Lilith y no Lucifer.
-Siempre puedes obligarla a refugiarse en algunos de nuestros castillos-dijo Gadreel mirándolo, sabía por su mirada que a su hermano no le hacía gracia el hecho de que su esposa participara en la guerra.
-Claro, como si fuera posible obligarla a hacer algo que no quiere-ironizó Lucifer rodando los ojos-Como sea, terminan con eso y se van, tienen castillos que proteger.
Dando media vuelta se marchó de ahí, la guerra estaba cerca y debía prepararse.
Falta poco para la guerra...están preparados? 7u7
Nos vemos! besos :D
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