Lucifer descubrió pronto, en una ayuda desinteresada dada a los Ángeles (vamos, solo lo hacía para seguir sembrando la semilla de su mal en ellos), que el sexo no era el único método de hacerlos ir de su lado. Había notado que ellos estaban desconformes con tus tareas, considerando que sus superiores a veces abusaban de ellos y les daban trabajo pesado solamente para no hacer nada. Como si fueran esclavos solo por ser los más débiles de la pirámide. 

Fue por ahí donde atacó.

Como quien no quiere la cosa, los incentivó a mentirles a sus superiores, a estafarlos de manera astuta para que ellos hicieran sus tareas sin darse cuenta, a fingir malestares inexistentes solo para no trabajar y a considerar que estaba bien pensar en matarlos siempre y cuando no lo hiciera. Aunque Lucifer sabía que tarde o temprano iban a querer hacerlo si sus superiores los llevaban al límite. 

Y así fue como en unas pocas semanas, los ángeles estuvieron de su lado manteniendo el secreto. Lucifer se sentía orgulloso de eso. Aunque a pesar de que su ejército crecía, de que los Grigori ya estaban de su lado compartiendo más de uno la cama con Semyazza, él seguía sintiendo que algo faltaba. 

Se descubrió a sí mismo envidiando la relación de Mefistófeles con Kasdave, deseando que alguien lo mirara con el amor que Kasdave miraba  a su amigo. Pensó en que podría sentir eso con Caín, Abel o Set, pero pronto se dio cuenta que por más que follara con ellos, no llenaban el vacío en su pecho. ¿Por qué? ¿Cómo lo conseguía? 

-Señor-dijo un Ángel, uno de los que estaba a su favor, acercándose a él-, hablé con Dios luego de debatir esto con mis hermanos y pensamos que…tal vez le gustaría ir a la Tierra con nosotros. Enseñarles a la creación de Dios algo de lo que nos enseñó a nosotros.

Lucifer lo pensó por un instante, pensando en rechazar la oferta, pero pronto recordó a la mujer que mantenían fuera del límite y consideró que un paseo por la Tierra no sería malo.

-Creo que ustedes saben lo suficiente para enseñarle a ellos-sonrió-Podrían empezar por la mentira y luego el engaño. Sé que más de uno y una los han encontrado atractivos y desearían tener sexo con ellos.

El Ángel bajó la mirada. Lucifer sabía que él se sentía atraído por Eva. Con unas cuantas mentiras justas, él podría tenerla con las piernas abiertas y dispuesta a entregársele. 

-Entonces, significa que ¿no irá?

-Claro que sí, me viene bien un paseo-dijo guiñándole un ojo al Ángel. 

Este sonrió feliz y lo guio con los demás para viajar juntos a la Tierra. Lucifer permitió que ellos fueran a hacer lo suyo mientras Dios no miraba (lo cual les daba una ventaja) mientras que él se iba a los límites a buscar a la primera esposa de Adán. Según una buena fuente, Dios no creía bueno asesinarla ya que formaba parte de su creación, pero tampoco los quería con ellos para que Adán no fuera tentado por la lujuria y engañara a Eva. 

Pasó por unos cuantos árboles antes de llegar a una cueva. Una mujer menuda y de ojos rasgados y oscuros lo miró. Tenía el cabello larga y ondulado, tan oscuro como la noche. La piel estaba tostada por el sol y apenas vestía algo de ropa que se veía mugrienta. 

-¿Qué quieres aquí? No he molestado a nadie-dijo a la defensiva levantándose de su lugar.

Aunque el suelo duro de ahí no parecía ser muy cómodo.

-Lo sé, y aunque lo hicieras no me importaría. Solo vine aquí a hablar contigo-a pesar de que el lugar era frío, se sentó en el suelo para comprobar que de verdad era incómodo.

-Eres uno de ellos, no creo en tus palabras-soltó ella frunciendo el ceño-Vete a hacer lo tuyo, vete a darles refugio y comida a quienes les importa a Él.

Lucifer no acotó sus órdenes, en su lugar tomó las ramas abandonadas en el suelo y armó una fogata con rapidez. Ella lo observó y aunque parecía renuente a acercarse a él, lo hizo de todas formas. Parecía tener frío.

-¿Por qué rechazaste acostarte con Adán?-preguntó cuando ella estuvo sentada cerca del fuego.

-No iba a acostarme con él, apenas lo conocía y lo poco que conocía de él no me gustaba.

-No te culpo, Dios lo hizo con cara de imbécil. No tomó el mejor molde que tenía, creo que lo hizo apresurado.

Aunque no podía decir lo mismo de Lilith. Ella parecía haber sido creada con un molde especial de edición limitada. Era hermosa

Ella sonrió al escucharlo. Además de ser una broma, Lucifer había sido sincero. Adán tenía cara de imbécil, no entendía cómo había Ángeles interesados en él. 

-No eres como ellos. Ellos jamás hablarían así de la creación de su Señor.

-Te lo dije, no soy como ellos. Solo estoy interesado en la razón por la cual…actuaste diferente a Eva. Ella parece encantada de servirle a Adán.

-Yo no creo que deba darle herederos a alguien a quien no aprecio. Menos si no me cae bien. Adán es un idiota, no iba a formar una familia con él aunque el Todopoderoso así lo pidiera. Yo no creo en someterme a nadie por obligación. Si me someto a alguien, prefiero que sea por amor.

-Si amas a alguien, no te sometes a él-dijo Lucifer pensando en la relación de Kasdave y Mefistófeles-Porque no hay necesidad de someterse. El amor no es un castigo, nadie es superior o inferior a nadie. Ambos son iguales. 

-Mm… ¿alguna vez lo has estado?-Lucifer negó- ¿Entonces cómo sabes?

-Porque lo he visto, muy de cerca en realidad. Y yo podría enseñarte si quieres-le guiñó un ojo, Lilith lo miró de arriba abajo.

-Ni que fueras más atractivo que Adán.

Espera… ¿qué? 

¿Ella dijo…lo que él había escuchado?

¿Esa mujer hablaba en serio?

¡Ahora entendía por qué la echaron del Paraíso! ¡Ella estaba loca y ciega! Sí, seguro era eso. Loca y ciega.

-Creo que estar tanto tiempo alejada te hizo mal. Y para que sepas, yo puedo ofrecerte más de lo que ese idiota podría-dijo ofendido, girando para darle la espalda.

-No se trata de ofertas, idiota. No me interesa lo que puedas ofrecerme, no tienes nada de mi interés.

-Tendré un reino, tendré un ejército y me levantaré en contra de Dios. Si te casas conmigo serás la reina-dijo girando a mirarla. 

Lilith rio realmente divertida.

-No puedo creerlo, como si eso me importara. Preferiría vivir toda mi vida aquí antes que estar casada contigo y ser la reina. 

Ahora sí Lucifer se sentía ofendido. Le estaba ofreciendo cosas que nadie le ofrecería nunca y ella lo rechazaba. Bien, podría ofrecérselo a alguien más. Tal vez el mundo que gobernara le interesaría tener un rey u otra reina menos loca y ciega que esta.

-Bueno, allá tú-se encogió de hombros desviando la mirada.

Se sentía pequeño. Ella lo había tratado de feo y pobre. Su orgullo no podía estar más herido.

-¿Hablabas en serio con lo de levantarte en contra de Dios?-preguntó Lilith acercándose interesada a él.

-La oferta de ser la reina expiró-dijo ofendido, ella le jaló dolorosamente la oreja.

-No idiota. Pregunto porque eso me interesa. ¿Por qué lo harán? ¿Acaso su mundo no es perfecto?

-¿Luego de que casi te obliga a tener relaciones con Adán crees que nuestras vidas son perfectas? Pff, no. Tenemos muchas reglas que seguir y él rompe todas. Nos ha mentido y nos mantuvo limitados en nuestros poderes solo porque así podía controlarnos. Yo estoy harto de eso. Estoy harto de él. Quiero un nuevo mundo, donde seamos libres y podamos amar sin miedo. Quiero tener mi propio reino.

Lilith miró el fuego mientras lo escuchaba atentamente, incluso lo seguía mirando cuando habló.

-¿Hay algo en lo que pueda ayudar?

Lucifer sonrió. Teniendo en cuenta la forma en que ella era, esa pregunta había sido casi una suerte. Ella parecía ser una menuda cajita de sorpresa. 

-Sí. Más de un Ángel y Arcángel están de mi lado, así que te dejarán salir a hacer de las tuyas si quieres. Con que tientes a Adán y persuadas a Eva de acostarse con algún ser celestial es suficiente.-ella miró pensativa el fuego ¿acaso había pedido demasiado?

-¿Eso es todo?-Lucifer asintió cuando ella lo miró-Cuenta conmigo entonces.

Lucifer se levantó, Lilith lo siguió. Sonriendo él se le acercó para besarla, hipnotizado por su belleza y para agradecerle el hecho de que participaría en su misión de ir en contra de Dios. Pero no contó con que ella lo abofeteara con fuerza en cuanto estuvo cerca y vio sus intenciones. A pesar de ser humana, golpeaba demasiado fuerte. Lucifer estaba seguro de que le quedaría la mano marcada por unos cuantos minutos.

-¿Por qué?-preguntó como un niño que había sido castigado injustamente.

-Te dije que no quiero saber nada contigo, no iba a dejar que me besaras.

-Pero yo no quería besarte-buscó una mentira creíble-, es un método…de agradecimiento entre seres celestiales. 

-No creo que se agradezcan con la lengua en la garganta del otro-Lilith se cruzó de brazos molesta-O Dios los castigaría.

Ah, así que era astuta. Puta madre.

-Bueno, ya, sí te quería besar ¿qué tiene de malo? Eres hermosa e interesante ¿qué hombre en su sano juicio no querría darte, mínimo, un beso?

-¿Qué tan necesitado estás como para interesarte por alguien a quien apenas conoces?-preguntó Lilith cambiando el peso de su cuerpo de una pierna a la otra.

Lucifer no se perdió ese pequeño movimiento de cadera. 

-Bien, ya, olvídalo. Tengo que irme, hablaré con los míos para que no te digan nada cuando te vean salir o para que mantengan alejados a aquellos que no son de los nuestros-dijo dándose por vencido-En cuanto me rebele ante Dios, vendré por ti también. Tienes derecho a vivir en un mejor lugar que este.

Y al marcharse, fue directo con los suyos para hablar, pensando en que tenía que crear una buena excusa para venir a visitar a Lilith más seguido.

Sus reacciones eran interesantes.

En mi humilde opinión, me gusta la pareja de Lucifer y Lilith, escribir sus escenas no se me complican para mi suerte y me divierte uwu

Nos vemos en el siguiente! Besos ♥