Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Precuela. Capítulo 1: Pureza perdida parte I

Lucifer jamás se había jactado de ser el Querubín más hermoso y sabio de todos, no. Eso era algo que decían los demás, él siempre evitó esos pensamientos, buscó reprimirlos. Era malo creerse mejor que los demás (también estúpido), no había nadie mejor que nadie, todos eran iguales. Eso era algo que Dios siempre repetía.

Pues bien, que Dios se vaya a la mierda. Lucifer no iba a ser ciego toda la vida y luego de mirarse al espejo tras pasar horas en el lado prohibido de la biblioteca, se permitió aquellos malos pensamientos. ¡Pero joder que era hermoso! Tenías las facciones perfectas, de mandíbula fuerte y cuadrada, nariz recta, labios finos y rosados, ojos de color azul profundo como el fondo del mar y cabello espeso de color negro. Tenía los músculos marcados, con fuertes piernas, gruesos brazos y un pecho tan tonificado que hasta se le formaba una “V” en su cadera, algo de lo que estaba orgulloso. Era una puta obra maestra, no había por qué negarlo. Era increíblemente hermoso. Y además era muy inteligente, eso era algo que nadie podía negar. Muchos planes fueron ideados por él y todos fueron exitosos. Era muy estúpido decir que él no tenía cerebro. Lo tenía y sabía usarlo, claro que sí señores.

-Lucifer-llamó Caín entrando a su habitación.

Los de la primera jerarquía tenían habitaciones individuales, lo cual era genial ya que tenía privacidad. Salvo con los idiotas como Caín a los cuales les gustaba ingresar sin ser invitados.

-Dime, Caín-pidió girándose a verlo.

-Dios necesita nuestra ayuda, dice que alguien ha estado leyendo libros de la sección prohibida.-se acercó a él y tomó su mano.

Como Tronos, Caín era muy poderoso, el más poderoso de todos los Tronos, e incluso muy inteligente. También era muy bonito, con rasgados ojos oscuros, cabello negro y aspecto dulce de conejo a pesar de que los dientes grandes los había heredado Abel. 

-Es imposible, nadie nunca ha ido a esa zona-dijo Lucifer fingiendo sorpresa.

Ah, era muy bueno actuando, eso siempre fue algo de lo cual estuvo orgulloso en secreto, incluso en aquellos días en los que pensaba que estaba mal mentir.

-Parece que alguien no está obedeciendo a Dios. Vamos, hay que hablar con él.

Lucifer asintió y juntos se fueron a ver al Todopoderoso mentiroso. Oh, le había salido un versito. Ya lo usaría en otra ocasión. 

Al llegar Dios estaba ahí, hablando con otros Querubines de los cuales solo reconocía a uno de ellos, a Semyazza. Era alguien con quien se llevaba muy bien y con quien le gustaba pasar el rato hablando. Era divertido.

-Dios, dijo que nos buscaba-habló para llamar su atención y efectivamente lo hizo.

El barbudo despidió a los demás y se acercó a ellos. Lo miró casi suplicante, tenían una relación de confianza muy buena aunque Lucifer fingía que seguía siendo buena. Las cosas que les ocultó fueron desagradables.

-Sí, así es. Necesito que mantengan esto en secreto. Hay alguien que ha entrado a la sección prohibida y necesito que ustedes averigüen quien puede ser. 

-Pero ¿cómo? ¿Entraremos a la sección prohibida? Eso…me resulta raro y hasta siento como si hiciera algo malo.

Oh, necesitaba un premio por mentir, definitivamente era muy bueno. Dios se lo había creído fácilmente, lo sabía por la mirada que le dedicó.

-Lucifer, no tienes que preocuparte por eso, no harán nada prohibido, solamente investigarán quién está metiéndose sin permiso. Sé que puedo confiar en ustedes para hacer este trabajo, son los únicos incapaces de leer un solo libro de ese lugar.

Ja, sí, claro. Que el barbudo siguiera soñando.

-Comprendo. Pero tengo una duda, ¿cómo supo que alguien entró?-tenía que buscar forma de tapar sus huellas antes de ser descubierto.

Todavía quedaban muchos libros de los cuales disfrutar.

-Uno de los libros no estaba en su lugar, apareció cambiado-oh mierda, que idiota-Tendrán que comenzar esta noche, cuando ya no hay más nadie.

-¿Y no sospecha del bibliotecario?-preguntó Caín.

-No, él no lo haría, tiene un pacto de sangre conmigo. Si lo incumpliera, moriría.

Nota mental: no hacer pactos de sangre con Dios.

-De acuerdo, esta noche estaremos ahí en cuanto nadie quede. Te aseguraremos que hallaremos al culpable y lo traeremos ante ti, Señor-dijo Lucifer tan solemne que cualquiera dudaría de que fuera un traidor.

-Sé que puedo confiar en ti, Lucifer.

Lucifer tendría que haberse sentido mal por mentir. Bueno, no lo hizo.

Ángel&Demonio

Como había sido el acuerdo, Caín y Lucifer estuvieron a primera hora de la noche, cuando ya no había nadie, en la biblioteca. Entraron a la zona prohibida, que a pesar de estar prohibida no estaba asegurada (seguro porque nadie sospecharía de que alguien desafiaría a Dios) y comenzaron a caminar por los pasillos para asegurar que el traidor fuera atrapado. La ironía casi hizo reír a Lucifer. Casi.

-¿Quieres ir por la derecha y yo por la izquierda?-preguntó Caín en un susurro.

Oh, eso era genial, si iba por su lado podría leer algunos libros sin ser descubierto. Okey, que así sea. 

-Por supuesto, aunque…prefiero la izquierda-dijo Lucifer sonriendo y yendo por el camino indicado.

Caín asintió y se marchó por la derecha. Lucifer no quería perder tiempo por lo que se internó por los pasillos de la biblioteca para tomar uno de los  libros que le habían llamado la atención y leerlo. Se acomodó en el suelo del pasillo y se enfrascó en la lectura. Artes prohibidas, magia peligrosa que Dios denominaba “oscura”. De oscura no tenía nada, si el tuviera que darle nombre lo llamaría magia “interesante”, después de todo eso era. También había muchas cosas denominadas oscuras, como la energía, el alma o la piel. Bueno, eso último no era relevante, en realidad fue algo que él mismo agregó. Como sea, lo importante era nutrirse de verdadero conocimiento y no quedarse con lo que el barbudo decía. Esperaba que no le diera ese ejemplo a los humanos de limitar su conocimiento y la humanidad estaría perdida.

Leyó y leyó tantos capítulos como pudo, recolectando más información de la que nunca antes había tenido. Se sentía poderoso.

-Lucifer… ¿qué haces?-preguntó Caín impresionado al verlo.

Súbitamente se levantó del suelo, dejó el libro en su lugar y le tapó la boca a Caín tras sostenerlo de un brazo.

-Shhh no digas nada, ni grites, o me vas a obligar hacer algo muy malo, Caín.-al sacarle la mano de la boca lentamente se dio cuenta de que no gritaría.

-¿Eras tú el que lee aquí a espaldas de Dios?

-Sí… ¿acaso sabes lo genial que son estos libros? ¿Lo que el barbudo esconde de nosotros?-preguntó mirándolo y señalando con sus manos todos los libros de los estantes-Es información valiosa que nos mezquina, Caín.

-Dios sabe por qué lo hace.

-Otro más que forma parte del ganado-suspiró Lucifer-Él nos escondió muchas cosas. Nos prohíbe placeres que tenemos derecho a experimentar. Nos encierra en una burbuja de perfección inexistente porque está claro que nadie aquí es realmente feliz porque nadie es libre.

-Lo somos-Caín no sonaba tan seguro como deseaba, las dudas lo habían invadido con las palabras de Lucifer.

-No, no lo somos y tú lo sabes…hasta me animo a decir que lo has pensado-sonriendo Lucifer se le acercó y acarició su mejilla suavemente-Lo puedo ver en tus ojos, la culpa por tus propios pensamientos. Has pensado en que lo que él dice no está bien pero lo callaste, igual que muchos de aquí. Pero conmigo no tienes que ocultar nada, eres libre de opinar, cariño. Aquí no hay respuestas malas o buenas, solo respuestas.

Caín bajó la mirada, estremeciéndose por el contacto cada vez más cercano con Lucifer. El Querubín podía verlo, podía sentirlo, los pensamientos culposos por ir en contra del Todopoderoso, sentimientos reprimidos, deseos ocultos. Pudo verlo todo, pudo ver que el Tronos fingía casi creyendo su propia mentira para evitar un castigo. 

-Lucifer-susurró cuando lo sintió cerca de sus labios, tan cerca que podía sentir su aliento contra sus labios.

-¿Acaso no te das cuenta que no estamos hecho para el sexo que solo busca la procreación? Nuestro cuerpo nos pide esto, nos pide placer, saciar el hambre de caricias y besos…y no está mal, ¿sabes por qué? Porque no hacemos daño a nadie, solo estamos saciando una necesidad tan fuerte como el hambre. 

-Pero esto…esto es pecado, Lucifer-dijo Caín con la respiración comenzando a alterársele y sus ojos fijos en su boca.

-Y es lo mejor de la vida, Caín. Pecar es lo mejor que podrás experimentar-sin pensarlo más lo besó, aprovechando la vulnerabilidad de su compañero.

No había besado nunca antes a nadie, pero sentía que no era difícil y que había nacido para eso. Pudo probar la boca de su compañero, chupar su labio y meter su lengua en su boca. Las piernas de Caín se debilitaron por la intensidad del beso y tuvo que sostenerlo de la cintura para que no cayera. Era como un bebé. Uno tierno y caliente.

Mordió su labio inferior y lo chupó antes de separarse de él. Miró sus ojos, brillantes de placer y satisfacción. Lucifer podía ver un tentador placer querer crecer en ellos tanto como el sonrojo en las mejillas de Caín. 

-Pecar no es malo ¿o sí, Caín?-preguntó aventurándose a besar la mandíbula y el cuello de su compañero.

Dócilmente Caín se dejó hacer, cerrando los ojos mientras sus manos se sostenían de los hombros de Lucifer.

-Esto…se siente bien… ¿por qué es malo?-preguntó mientras los labios de Lucifer seguían en su cuello.

-Porque él tiene miedo de que sepamos lo maravilloso que es sentirnos piel con piel. Tiene miedo de perder el control sobre nosotros, cariño-susurró cerca de su oído para luego morder el lóbulo de la oreja-Pero no está mal. Nada de esto está mal, cariño.

-L-Lucifer…-un pequeño gemido escapó de los labios de Caín-Enséñame más de esto.

Lucifer sonrió.

Y aquí el primer capítulo. Espero que les haya gustado!
Si en unas horas sigo despiertaes traigo el segundo XD

Besos

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro