Cuarta temporada. Capítulo 11: Nuevas localizaciones
Martes 15 de febrero de 2056. El Vaticano.
Acorralados en uno de los anchos pasillos, muy cerca de su libertad, Kumiko se preparó para disparar y darles tiempo a su familia de salir corriendo. Pero teniendo en cuenta que estaban siendo rodeados, la cantidad que debería matar sería mucho más de lo que tenía planeado y, además, no estaba segura de lograrlo sin una distracción en el medio. Estando todos preparados para lo que sea en ese momento, difícilmente ella podría hacer algo al respecto. Solo esperar el momento oportuno para ayudar a su familia a huir.
—Esperábamos que más de ustedes vinieran—dijo una voz femenina haciéndose un espacio entre los cazadores que les apuntaban—. Solo era cuestión de tiempo. Él tenía razón después de todo, cuando se meten con la familia de un demonio la familia va en su ayuda.
—¿No se supone que es lo normal? Sé que es una práctica también del mundo humano—dijo Kumiko apuntándole a la nueva.
Una mujer alta y con el cabello recogido en una coleta alta. Rubia y de intensos ojos azules. No recordaba haberla visto nunca, pero por su apariencia debió haber pertenecido a la antigua sociedad de cazadores que asesinaron.
Y Kumiko reconocía que luego de treinta y dos años, la mujer se mantenía muy bien. Era de esas personas a las que no sabía si tenerle envidia o ganas.
—Monstruos como ustedes hablando de familia, es hasta gracioso—dijo ella, sonriendo con falsa simpatía.
—Opino lo mismo de ustedes—dijo Kumiko sin dejar de apuntarle.
—Hasta donde recuerdo fueron ustedes los monstruos que mataron a mi familia y me obligaron a vivir en el anonimato, temiendo salir y ser encontrada por ustedes—sus azules ojos brillaron con odio.
—No fuimos nosotros quiénes comenzamos ese problema. Hasta donde recuerdo fueron ustedes los que atacaron a mi familia primero.
—¿Nosotros? ¿Quiénes fueron los que llevaban siglos, milenios, atormentándonos? ¡Dios nos creó a su imagen y semejanza para honrarlo! ¡Sin embargo ustedes mancillan esa bella imagen!
—Chica, si supieras la verdad detrás de Dios te darías cuenta del enorme cuento que es la Biblia—Kumiko rodó los ojos—. Es por eso que Dyker los eligió, son tan idiotas que creen que cualquier historia que les digan.
—Dyker fue solo una pobre alma que, al igual que yo, lo perdió todo por culpa de ustedes—acusó la rubia.
—Dyker no perdió todo por nuestra culpa, fue por culpa de su nieta, la hija de Dios—dijo Kumiko resoplando molesta—. O bueno, por culpa de su obsesión la verdad no sé, en la familia Divina nadie estaba bien mentalmente. Si los conocieras definitivamente estarías de nuestro lado más que el suyo. Él solo los usa porque necesita partidarios y tú, como una tarada, caíste en sus lindas palabras.
—Los demonios nunca hablan con la verdad. Solo los seres del Cielo son puros. Mis compañeros no entendían eso. Nunca estuve de acuerdo con cazar seres del Cielo, pero sí estaba dispuesta a matar a cualquier demonio que tuviera en frente. Cualquier ser que vaya contra la esencia de Dios no debe seguir con vida—la rubia sacó un arma y apuntó a Kumiko—. Dios está con nosotros y nosotros vamos a proteger su legado. ¡Dyker lo trajo de nuevo a nuestro mundo, lo salvó de la agonía eterna y nos pidió su ayuda para reconstruir su reino! ¡Y lo haré! ¡En nombre de mis hermanos caídos que creían en la palabra de Dios, en todos ellos, yo reconstruiré Su reino!
—¡Loca de mierda!—gritó Kumiko preparada para dispararle.
Pero antes de que todos comenzaran una guerra de disparos, el piso retumbó. Sacudiéndose violentamente muchos cazadores cayeron de rodillas al suelo. La rubia se sostuvo de la pared mientras miraba a sus compañeros esperando una explicación del repentino movimiento. No se suponía que debieran estar experimentando eso de todas formas.
—Señora—dijo uno de los cazadores—, estamos siendo atacados.
Kumiko podía darse una idea obra de quién era eso.
Ángel&Demonio
Mammón sabía que iban a necesitar un ataque sorpresa en caso de que algo fallara. Como el plan no había podido ser detallado por falta de tiempo, tuvieron que buscar maneras de salir del apuro a último momento, movilizando tantos demonios y seres celestiales como fuera posible. Pero Mammón en las únicas personas en las que podía pensar para ayudar a Kumiko en ese momento, fueron sus hermanos.
Leviatán y Aamón no tuvieron problemas en sumarse, usando sus apariencias demoniacas para aparecer en el mundo humano y lanzar ataques a diestra y siniestra al Vaticano. Ya querrían ver qué dirían los medios ante eso o qué pensaría la gente al ver a dos seres grandes y monstruosos atacar un lugar tan sagrado como lo era el Vaticano. Serían famosos, de eso no tenían dudas.
Los ataques habían destruido gran parte del Vaticano y asesinado a varios humanos. El desastre era de tal magnitud que era casi imposible no causar un caos de ese tipo. Además los ataques eran tan fuertes que harían temblar hasta la parte más profunda del Vaticano. Mammón sabía que si quería causar el pánico y el caos para distraer a los cazadores, Leviatán y Aamón eran los indicados. Ambos eran dos brutos idiotas.
Ya fuera del radar se giró hacia los demás.
—Vuelvan ahora, yo iré por mis hermanos.
No esperaron más, simplemente se teletransportaron directo al Infierno. Mammón dio media vuelta y salió del Vaticano para pedirle a sus hermanos que era hora de irse.
Con esa distracción, Kumiko debió haber logrado sacar a su familia.
Ángel&Demonio
Los cazadores que habían perdido el equilibro habían perdido la vida también. Apenas pudieron, como una familia unida, asesinaron a todos los que estaban prohibiéndoles continuar su paso. Kumiko había resultado herida en una pierna, pero no había sido nada de gravedad. Solo un corte que podría curar llegando a su casa.
Unos metros más lejos, apenas salieron del radar, pidió que todos se tocaran de alguna manera. De esa forma, tomando la mano de JungKook, pudo teletransportarlos a todos juntos hacia el Infierno. El primer lugar en su mente en el que pudo pensar fue la sala, la enorme sala donde la mitad de su familia e invitados estaban.
Lilith no tardó en ir por sus hijos, para revisar si estaban bien. Pero su atención se desvió rápidamente cuando notó a su nieto entre medio de todos ellos. Kumiko sabía que era inevitable, Luzbel parecía sacado de la película Carrie de tanta sangre que tenía encima. Lo raro sería que nadie lo notara.
—¿Luzbel?—preguntó Lilith viendo a su nieto.
—No es nada abuela, estoy bien—dijo él intentando limpiar la sangre de su rostro—. Aunque necesitaré un buen baño.
—Siempre hay un baño preparado en esta casa—dijo Lucifer acercándose a Luzbel—. Aunque bastante bien te fue a pesar de que tenías solo dos cuchillas. Mi pequeño nieto ha estado practicando mucho ¿verdad?
—De algo tenía que vivir—rio Luzbel.
Kumiko se acercó a JiHoon.
—Ven, te llevaré a uno de los cuartos del castillo con baño. Lo vas a necesitar.
—Gracias—dijo JiHoon mientras la seguía, casi al mismo tiempo en que los demás volvían.
—¡Jano, ven aquí, estamos heridos!—gritó en el camino Kumiko mientras lo guiaba por uno de los pasillos.
Al menos habían regresado todos. Lo único que quedaba era seguir investigando.
Ángel&Demonio
Martes 15 de febrero de 2056. El Castillo del Infierno.
—En verdad fuiste un idiota—dijo Caín terminando de vendar la pierna de Bjorn.
El demonio sonrió, palmeando su muslo herido. El corte había traspasado el muslo de lado a lado, tuvo que ser cosido y vendado para que se le curara. Aunque tardaría unos pocos días en conseguirlo pero la cicatriz seguía fresca como para que hiciera eso.
—No es nada, he tenido heridas peores. Jano una vez me apuñaló la mejilla con un lápiz, esa mierda dolió más que esta. Además, mi bebé hizo un buen trabajo cosiendo y vendando mi pierna. Te enseñé bien.
Caín rodó los ojos. Luego de regresar se llevó a su pareja a la habitación que les habían asignado para curar su pierna. Sabía que Bjorn podría estar con esa herida un buen tiempo porque de tantas mierdas médicas que tenía en el cuerpo no sentía demasiado dolor, pero eso no quería decir que le gustaba verlo así. Y encima el idiota bromeaba al respecto.
—Tienes tantos hermanos que vienen a pedir tu ayuda a diario que sería un idiota si no aprendiera tus técnicas—resopló guardando lo que había utilizado en el botiquín de primeros auxilios que solían tener en el cuarto.
—Sí, en esta familia aprendes más por práctica que por teoría—bromeó Bjorn levantándose y caminando hacia la cama.
—¿No se supone que hagas reposo hasta mañana al menos?
—Eso es para débiles.
—Bjorn—advirtió Caín cruzándose de brazos.
—Caín—lo imitó Bjorn.
—No estoy jugando.
Bjorn rio y se sentó en la cama. Se quitó las zapatillas y subió ambas piernas al colchón.
—¿No me harás compañía?
—Hay cosas por hacer. Hay un loco que quiere hacer que nos matemos, no puedo quedarme a cuidarte como si tuvieras cinco años.
—Allá afuera hay un ejército entero del Averno listo para luchar, están mis hermanos y primos que forman un ejército nacional aparte y están los seres celestiales de Marsyl. No creo que te necesiten mucho en este momento. Pero yo sí, necesito a mi bebé para mimarlo—Bjorn estiró sus brazos como si fuera un niño—. Ven aquí, mi dulce belleza.
Caín suspiró. Bjorn era un amante apasionado que lo satisfacía mejor que cualquier otro amante que hubiera tenido. Pero esa faceta solo se reservaba en la cama. En la intimidad era más un niño grande que jugaba al médico, usando palabras rimbombantes para parecer inteligente. Cuando la verdad era que apenas y sabía de lo que estaba hablando.
Jano, por otro lado, sí era el gemelo inteligente que sabía de lo que hablaba. Muchas veces Bjorn solo repetía lo que su hermano le había dicho.
¿Por qué no se quedó con el gemelo inteligente?
—¿No se supone que yo debería mimarte? Yo no estoy lastimado—preguntó acercándose a la cama.
—¿Y? ¿Tienes que estar herido para que te mime?—preguntó divertido Bjorn—. Ven, deja que te mime un rato. Has hecho un gran trabajo matando cazadores allá, sin ti a mí y a Jano nos hubieran matado hace tiempo.
—Eso es porque eres un idiota. Tienes que practicar tus técnicas de combate—dijo Caín subiéndose a la cama y apoyándose en el pecho de Bjorn.
—Sí, ¿quieres ayudarme en eso?
—Soy muy costoso.
—Creo que puedo pagarte.
Caín sonrió escuchando el latido del corazón de Bjorn. Su mano acariciando el pecho por sobre la tela de la playera.
—Siempre me pregunté si la idiotez se heredaba. Creo que hoy descubrí que sí.
—Claro que se hereda—rio Bjorn—. Igual que tu lado malo. Mira a JungKook y a Luzbel, claramente eso fue heredado de ti.
—También heredó mi belleza, eso cuenta como algo bueno.
—Bueno, no se puede negar. Pero solo heredó una parte, tú te quedaste con todo—Bjorn acarició su cabello—. ¿Crees que nuestros hijos salgan igual de bonitos?
—Si se parecen a mí, obviamente sí—Caín rio cuando sintió a Bjorn pellizcarle la espalda—. Soy sincero, cariño.
—Lo sé, me gusta eso. La sinceridad es importante en las parejas. Por eso hay algo que debo confesarte y espero no te enojes.
Caín levantó la cabeza para mirarlo, la expresión de Bjorn era inusualmente seria. ¿Qué pasó? ¿Acaso había hecho algo?
...
¡Que no sea que Bjorn metió la polla donde no debía porque ya mismo se la cortaba en trozos!
—Qué hiciste—exigió serio.
Bjorn desvió la mirada, Caín quiso levantarse para encararlo mejor pero Bjorn sostuvo su mano para que no se alejara.
—Caín, amor, cálmate—pidió como el demonio idiota y culpable que era.
¡Quien sea la puta con la que se acostó Bjorn, iba a matarla!
—Habla ya mismo—pidió.
Bjorn apretó su mano pero se negó a hablar.
¡Ahora sí mataría a alguien! ¡Y para su mala suerte, Bjorn estaba muy cerca!
Quiso irse pero Bjorn lo jaló hacia él y lo abrazó para que no se fuera. Caín intentó luchar, exigiendo nombres y direcciones cuando el muy cretino ¡comenzó a reír!
—Eres tan lindo cuando te dejo con la duda—rio el muy hijo de puta.
Caín se enojó más por eso e intentó soltarse.
—Ahora sí me hiciste enojar, déjame ir Bjorn. No quiero hablarte más, déjame.
—Vamos, tú solo te enojaste por sacar conclusiones apresuradas.
—¡No me importa, déjame ir!
Bjorn rio y lo soltó.
—Ya, lo siento, no te enojes con tu futuro esposo.
—¿Quién dijo que serás mi futuro esposo?—reclamó Caín molesto.
—¿Y ese anillo en tu mano qué es?
Caín enarcó una ceja y miró su mano. Un sencillo anillo plateado con un cristal azul brillaba en su mano izquierda, justo en el dedo anular. El anillo era de lo más simple, pero en su simpleza estaba su brillante belleza.
Sorprendido miró a Bjorn.
—Una vez dijiste que no hacía falta hacer la pregunta así que no la haré. Lo único que espero es saber si conservarás el anillo y empezamos a organizar la fiesta o tirarás el anillo lejos y nos quedaremos como venimos estando ya.
—¿Y si no quiero estar más contigo?—Bjorn sonrió y se acercó a él.
—Si ese fuera el caso, tú y yo ya no estaríamos juntos.
—Sabes que conmigo es para siempre, ¿no? Si piensas dejarme a la mitad, te mataré, tan simple como eso.
Bjorn rio, sus labios dejando un beso en la mandíbula de Caín.
—Bebé, sabes que haré lo mismo contigo si piensas dejarme. ¿Por qué crees que en mis opciones no estaba la de tirar el anillo y dejarme solo? O estás conmigo como mi esposo o estás conmigo como mi novio. Pero jamás un no estarás conmigo—Bjorn lo miró, sus ojos brillando con su brillo demoniaco—. Conmigo también es un para siempre.
Ah, Caín ya recordaba por qué se había quedado con Bjorn.
Bjorn y él eran ciertamente parecidos. Jano y él no hubieran congeniado nunca, principalmente porque Jano era libertino y nunca se ataba a nadie. Era un alma libre para ir y venir a su antojo, sin responsabilidades.
Bjorn era todo lo contrario. Si se ponía en pareja con alguien, entonces se dedicaría de lleno a esa persona. Se lo había dicho antes de formalizar, le fue directo y sincero. Bjorn le confesó que era profundamente posesivo, su pareja solamente era suya y de nadie más. Algo pasajero podía dejarlo pasar, pero como ellos iban a formalizar simplemente no podía dejarlo.
Para Bjorn, en el momento que Caín aceptó ser formalmente su novio, pasó a ser de su propiedad. Era solamente suyo y no aceptaba compartirlo. Las infidelidades eran completamente intolerantes para él. Si Caín le era infiel mejor que nunca se enterara nadie porque Bjorn iba a matarlo, tan simple como eso.
Ya había ocurrido una vez, con su primera relación formal. Al igual que con él, Bjorn fue sincero y habló de su enferma posesión. La diablesa estuvo de acuerdo y aceptó el trato, pero pareció tomarlo con pinzas porque tres años después Bjorn la encontró en la cama con dos demonios más.
Cuando le contó la historia, Caín tuvo sus ligeras dudas, pero Jano le confirmó que lo único que quedaron de los tres fueron trozos esparcidos por todo el cuarto. Bjorn, en su arranque de furia, los había cortado en tantas partes que era imposible reconocer una mínima parte de cada uno. Ni siquiera se podía saber quién fue su novia y quiénes sus amantes. Y por eso, por supuesto, hubo problemas. El padre de la chica reclamó por el asesinato de su niña, pero Lucifer dijo que ella sabía en lo que se metía al aceptar a Bjorn y no podía hacer nada al respecto. Si quería reclamarle a alguien, tendría que ser al verdugo no al padre del verdugo.
Al final todo quedó en la nada y esa familia de demonios no volvió a meterse con ellos. Después de esa experiencia, Bjorn no volvió a tener parejas formales porque su reputación había viajado a tal velocidad que ya nadie lo aceptaba.
Caín nunca comprendió por qué. Bjorn era enfermamente posesivo con su pareja, la consideraba de su propiedad, pero a su vez se entregaba por completo a ella. Era fiel y devoto a niveles insospechados, incapaz de mirar a nadie más que no fuera su pareja. Odiaba la infidelidad y por eso, además de no perdonarla, jamás la cometería. Su aversión era tal que no podía llegar a pensar en fallarle de esa manera a quien tenía su corazón.
En ese aspecto eran demasiado parecidos y por eso habían congeniado tan bien. Aunque a veces sus enfermizos celos no le permitían recordar esto de su pareja. Era fácil dejarse llevar por eso.
Sonriendo besó a su futuro esposo, un beso sucio y desordenado pero que de igual manera sabía a amor.
—Bien—dijo luego del beso—, entonces empecemos a organizar la fiesta. Aunque tendrá que esperar a que todo esto pase.
—Podemos esperar—sonrió Bjorn tomándolo de la cintura para acercarlo a su cuerpo—. Mientras tanto podríamos jugar un rato, ¿no te gustaría?
—Estás herido—recordó Caín pero se dejó llevar, repartiendo besos por el cuello de su futuro esposo
—Mm, sí. Pero todavía puedes montarme, sé que eso te gusta mucho.
Caín rio, sentándose sobre la cadera de Bjorn.
—Bien, practiquemos para la noche de bodas.
Ángel&Demonio
Kalrax vio a un hombre pelirrojo revisando algo en lo que parecía ser una computadora. Estaba concentrado leyendo y tecleando. Según lo que escuchó estaba investigando lo ocurrido. Tantos cazadores de manera repentina fue algo que llamó la atención de todos los demonios en el castillo de Lucifer.
—Disculpa, Exael—dijo Kalrax acercándose a Exael—. Lucifer me habló sobre los cazadores y los problemas que tuvieron con ellos, pero según lo que contaron, la cantidad que él dijo difiere mucho con la historia de ustedes. ¿Cómo fue que no detectaron este aumento en su gente?
—Es posible que haya sido algo de hace muy poco tiempo, unos meses, tres como mucho—dijo Exael mientras seguía buscando en su computadora—. Tiene sentido. Por lo que hablé con mis hermanos, en estos meses no estuvieron muy concentrados en lo que pasaba en el mundo humano. Lucifer tuvo problemas con dos pueblos al sur, Belial con un pueblo de su reino al norte y tres de mis hermanos tuvieron una guerra civil en medio de sus reinos. Tuvieron que encargarse de eso y no se concentraron mucho en seguir las investigaciones en el mundo humano.
—¿Pero no tienen más demonios a su disposición?
—Los guerreros estaban siendo usados para apaciguar las cosas aquí. Y ninguno de ellos recurriría a su familia. Cada uno tiene sus propias vidas y si bien ayudarían, no es lo mismo enviar a unos pocos cientos que unos buenos miles a la tierra—Kalrax asintió, entendiendo la situación—. De igual manera, los cazadores no son en sí el problema más importante. La X de la cuestión es el tipo que está detrás de todo esto.
—Dyker.
—Creo que puede haber alguien más—dijo una de las hijas de Lucifer, la chica con la que Purnix se había ido a ayudar.
—¿Qué quieres decir?
—Una fanática religiosa parecía ser la líder de ellos—comenzó a contar la diablesa, sentándose al lado de Exael—. Habló sobre que Dyker trajo a ellos a Dios y que ahora lo ayudarán a reconstruir su reino. Si no es de manera figurativa y es literal, y teniendo en cuenta las habilidades de Dyker que seguro se parecían a las de su nieta, ¿no es correcto pensar que trajo a su hijo de nuevo a la vida para vengarse y lo está usando para manipular a ese montón de cazadores?
—¿Y no pensaste que tal vez ella estaba loca?—preguntó Exael mirándola.
—De estar loca lo está pero eso no quita que haya dicho una verdad. Es una posibilidad como también es una posibilidad que alguien más se esté haciendo pasar por Dios. Como sea, solo creí que era necesario dar esa información. Me iré a seguir investigando—al levantarse de donde estaba sentada, no se alejó, solo se giró a mirarlos—. Por cierto, JiHoon me contó que fueron hasta el Vaticano porque Luzbel recibió información de alguien que le decía que se había encontrado actividad rara ahí. ¿Saben quién fue esa persona?
—¿Alguien le comunicó a Luzbel de qué?—preguntó Kalrax sintiéndose un poco perdido.
—Luzbel tiene contactos en el mundo humano luego de pasar veinte años viviendo ahí. Esos contactos nos dijeron sobre actividad extraña ocurriendo en algunas zonas. Una de ellas el Vaticano. Por eso terminamos ahí. Creímos que la actividad extraña podría estar relacionado con eso.
—¿Y quién es esa o son esas personas?
—No lo sabemos, según Luzbel son de confianza—respondió Exael antes de gritar—. ¡Luzbel! ¡Mueve tu culo hasta acá!
Luzbel, quien estaba hablando con una mujer en uno de los rincones alejados de la habitación, se giró y se acercó a ellos. Al mismo tiempo, un chico de cabello negro y blanco se acercó hacia la chica que les había dicho sobre Dios. Sabía que era una hija de Lucifer y sabía también que la había secuestrado pero no recordaba su nombre. Uno usualmente no recordaba los nombres de todas las personas que secuestraba, más si se trataba de más de una persona.
—¿Ahora qué hice?
—Necesitamos saber quién es tu contacto en la tierra que te pasó el dato del Vaticano—dijo Kalrax al ver al chico ahí.
—Son personas que conocí durante estos veinte años.
—¿Qué tipo de personas?—preguntó Exael— Sé más específico.
—Las personas que conocí son de mucho dinero. Usualmente me contrataban para protegerlos. Eso era lo que hacía. En ese tipo de trabajos conocí todo tipo de personas con dinero con negocios diversos. Desde narcos hasta personas con trabajos completamente legales. Ellos suelen tener noticias cuándo algo raro sucede, además de que tienen contactos que yo no y a los que les pueden preguntar.
—Personas para nada de confianza—suspiró Exael—. Lo sabes, ¿verdad?
—Sí pero en sí era lo único que teníamos. No podíamos hacer más que depender de ellos—su celular comenzó a sonar y Luzbel lo sacó—. Tengo dos ubicaciones más, ¿les interesa?
—Si no molesta, creo justo enviar a algunos de mis hombres también—dijo Kalrax.
Estaban buscando a su familia, mínimamente podía ofrecer a sus hombres para ayudar.
—Deberían ir con alguien de nuestra familia—opinó la chica.
—Es cierto, ellos no están familiarizados con los cazadores—agregó su amigo de cabello bicolor.
—Ustedes tampoco lo estuvieron—dijo Exael.
—No, pero estuvimos metidos por más tiempo en esta familia que ellos. Sabemos qué esperar.
—¿Dónde son las ubicaciones, Luzbel?—preguntó la chica.
—Les parecerá gracioso pero son cerca del Vaticano.
—Entonces, armemos los grupos—dijo Exael dejando la computadora a un lado para ir con los demás.
Ángel&Demonio
Cuando la situación lo ameritaba, la familia de Lucifer se organizaba rápida y efectivamente. Eso era algo que YoonGi había notado luego de años en esa caótica y extraña familia. Cuando había que hacer algo importante, parecía ser que cada uno conocía su posición y se ponía en ella inmediatamente. Cuando sucedía algo poco importante, como organizar el cumpleaños de Lucifer o Semyazza o el baby shower de Lilith, uno tenía que correr detrás de cada demonio que encontrara para que lo ayudara. Y encima, uno debía imponer el papel que cumpliría cada uno.
Pero ahora, mientras decían quién iría a los grupos para investigar las ubicaciones del Vaticano, nadie parecía perdido o sin ganas de participar. Con tal de quitarse ese problema de encima, eran capaces de cualquier cosa.
YoonGi iría y con él iría JiMin. HoSeok y TaeHyung irían al segundo equipo. Los cuatros estaban encargados de comunicar al otro lo que sea que hallaran en esa zona.
—Sé que vamos con la esperanza de hallar algo, pero me huele a que solo veremos cazadores ahí—dijo JiMin mientras jugaba con los botones de su abrigo negro.
—No me sorprendería tampoco.
—Es una trampa. Tú y yo lo sabemos—dijo JiMin frunciendo el ceño.
—¿Entonces por qué vas a ir?
—Porque vas tú. Y eres lo suficientemente idiota como para no saber protegerte a ti mismo. Si no voy posiblemente mueras y no te lo permito—JiMin hizo un adorable puchero.
YoonGi sonrió y lo abrazó de la cintura mientras se apoyaba en su hombro.
—¿No tengo permiso de morir cuando quiera?
—No, solo morirás cuando yo te lo diga—JiMin correspondió al abrazo, apoyándose suavemente en el hombro de YoonGi.
—Nadie morirá hoy, lo sabes.
JiMin no respondió pero como respuesta le besó el hombro.
Él lo sabía.
Ángel&Demonio
Seok Jin todavía tenía ciertas dudas que Luzbel no respondería y, para eso, tenía que ir con la fuente confiable: JiHoon.
El chico se había duchado y estaba descansando en el cuarto que le fue asignado. Jin sabía dónde estaba porque Mammón se lo había dicho. Su cuñado no oficial era muy útil cuando no estaba intentando asesinar a su familia. Se preguntaba cuándo Kumiko le daría el sí.
También se preguntaba cómo fue que Kumiko comenzó a llamarle la atención. Por lo que recordaba ella le había dado la paliza de su vida la primera vez que se conocieron y lo había torturado con porno gay hasta que Mammón rogó piedad. Posiblemente fuera masoquista.
Tres toques en la puerta bastaron para escuchar la voz de JiHoon avisándole que ya iría. Esperó apoyado contra la pared hasta que el chico le abrió. Seok Jin le sonrió y JiHoon suspiró.
—Pasa y has tus preguntas sobre Luzbel de una vez.
—¿Cómo lo sabías?—preguntó Jin ingresando al cuarto.
—Viste que estaba bien y, en todo caso, te enteraste por tu hermana o su pseudo-novio. No hay motivos para que vengas a mí a menos que quieras saber algo de Luzbel. Sé que de alguna manera te intriga saber cómo fue nuestro encuentro—dijo JiHoon cerrando la puerta y dirigiéndose a la cama para sentarse.
—Me conoces bien—bromeó Jin tomando una de las sillas del cuarto para sentarse—. Entonces... ¿qué pasó?
JiHoon negó.
—Sigue siendo el mismo pendejo de antes, solo que ahora en lugar de ser violento físicamente lo es verbalmente—negando con la cabeza, JiHoon suspiró—. No va a cambiar. Al menos no en el corto tiempo. Y no creo que lo quieras tener alejado un milenio.
—Los genes malos de Caín son realmente fuertes—reflexionó Jin—. Lo he visto más tranquilo pero creo que eso es porque ha canalizado su ira de otra manera. Ninguna buena, por supuesto.
—Si Luzbel no estuviera obsesionado conmigo, posiblemente no hubiera pasado nada malo—dijo pensativo JiHoon mirando el techo—. Un demonio o una diablesa, creo que cualquiera hubiera sido mejor para él que un Ángel Caído. No tengo la fuerza ni los medios para defenderme de sus ataques, diferente a ti con JungKook. Es...un problema. Y uno bastante grave para mí.
—Imagino que sí. Seguiste tu vida tranquilamente estos años y que vuelva mi hijo, que se parece mucho a su padre en cuanto actitud, no debe ser bueno para ti—dijo Jin antes de tomar su mano—. Sé lo que siente mi hijo por ti pero ¿qué sientes tú por él? ¿Todavía lo amas?
JiHoon se sintió incómodo con esa pregunta. Sabía que Seok Jin estaba en su derecho de hacerla, además de ser el padre de Luzbel era también un amigo. El demonio había sido un buen amante pero mejor aún era como amigo y JiHoon valoraba mucho esa amistad.
—No lo sé, estoy confundido. Por un lado lo extraño, extraño pasar tiempo con él. A pesar de las cosas malas que hizo, pasamos también muy buenos momentos juntos. Luzbel era muy dulce y cariñoso, muy adorable—suspiró, la sonrisa que había formado desvaneciéndose—. Pero es entonces donde me pregunto qué es realmente lo que extraño de él. ¿Lo extraño a él o extraño los lindos momentos a su lado? Extrañar los momentos felices que pasaste con alguien no necesariamente significa que lo extrañe a él. Yo...realmente mi mente es un desastre.
Seok Jin apretó su mano en consuelo. JiHoon le devolvió el apretón, sintiendo que había alguien ahí que lo entendía y no lo juzgaba.
—Sé que estás saliendo con alguien, escuché algo en el camino. ¿Quieres contarme de él?
JiHoon sonrió al recordar a Edward. Su tonto y dulce chico de Canadá.
—Ed es un gran chico. Todo...flores y corazones. Es un hombre de veintipocos que casi tiene el tamaño de una puerta. Es alto y es ancho, pero su sonrisa es la más dulce que vi en mi vida.
—¿Cómo lo conociste?
—Fue hace dos años. Estaba recién llegado en Canadá y estaba buscando un lugar donde vivir. Me vio en un café y se acercó a hablarme mientras marcaba departamentos donde quedarme. Hablamos por horas e intercambiamos números. Nos seguimos viendo después de eso. No fue un encuentro especial.
—Debió serlo—sonrió Jin.
—Para él. Sé que él me ama pero yo...yo no estoy seguro de poder amarlo alguna vez. Yo todavía tengo mis sentimientos confusos por Luzbel, no puedo prometerle algo que luego no vaya a tener.
—Tal vez para ti, pero yo creo que ya lo haces.
—¿Por qué crees eso?
—Porque no has dejado de sonreír desde que empezaste a hablar de él—JiHoon desvió la mirada, sintiéndose repentinamente nervioso—. Yo creo que lo amas. La forma en que te expresas de él, el brillo en tus ojos al recordarlo, lo dicen todo. Lo que ocurre con Luzbel posiblemente te confunda por toda la historia que tienen, pero piensa en esto: si realmente amaras a Luzbel, no estarías dudando hoy. Yo amaba a JungKook e incluso cuando nos separamos por lo de Luzbel, yo sabía muy bien que lo seguía amando. No hubo dudas, no hubo confusión. Lo amaba y esa era la verdad más innegable de mi vida. Pero tú ¿estuviste con mi hijo desde un inicio porque te enamoraste de él o simplemente querías cumplirle lo que consideraste un capricho? Te encariñaste con él, lo cuidaste desde que tenía seis años, hiciste todo lo que siempre estuvo a tu alcance para protegerlo y hacerlo feliz. Y creo que aceptar ser su pareja no fue más que tú aceptando darle un capricho, porque lo querías y te sentías culpable de haber querido matar a un niño de seis años que no era lo que te dijeron—Jin acarició su mejilla, tan suave y reconfortante—. No digo que no lo hayas amado, o que no lo hagas, pero creo que el tipo de amor que sientes por él es muy diferente del que él siente por ti. Y por más que te ame, creo que debes elegir con quien seas feliz.
—Ed es humano, no podré ser feliz mucho tiempo con él.
Y era eso lo que, de cierta manera, lo tenía mal cada vez que pensaba en Edward. Sabía que envejecería y moriría. Quedarse a su lado significaba tener que decirle la verdad para que decida si quiere seguir a su lado hasta la muerte, viendo al amor de su vida ser siempre joven y seguir adelante llegado el momento.
—Todavía está la opción de hacerlo inmortal como Alex.
—Ni siquiera sabe lo que soy, no sabe nada de esto. Decírselo...Ed se merece tener una familia, alguien que se quede aquí el mismo tiempo que él.
—Tú no puedes elegir eso por él—dijo Seok Jin haciendo que lo mirara—. Él debe hacerlo. Si él te elige, si él elige la inmortalidad, entonces solo debes ser feliz. El amor que sienta él por ti entonces no debe ser un chiste.
JiHoon suspiró. La idea de que Edward sea inmortal no le agradaba porque tenía miedo. Miedo a decirle la verdad, miedo a que Edward eligiera la inmortalidad por las ventajas de ya no enfermarse y morir, no por él.
Tenía tanto miedo a tantas cosas que huir siempre había resultado ser la mejor salida para él. Pero no lo era, nunca lo había sido y nunca lo sería.
Aprovechando que Jin se había acercado a él, se apoyó en su hombro y suspiró.
A veces solo quería que las cosas fueran mucho más simple.
Ángel&Demonio
Satanás se acercó a ella cuando la vio agazapada en un rincón. Posiblemente no entendía qué hacía ahí pero no era como si alguien pudiera hacerlo. Estaba prácticamente escondida, con la Esfera Espiritual en sus manos mientras pasaba sus dedos por ella. No cualquiera podría saber lo que hacía, no muchos estaban familiarizados con la magia de la Esfera de todas formas.
Su esposo podría saber algunas cosas pero no todas las que ella tuvo que estudiar para poder ser la futura sucesora de Dios.
—¿Hay algo que te preocupe como para que estés excluida aquí?
—Intento buscar señales de mi abuelo. La Esfera puede hacer eso, aunque no esté consiguiendo nada todavía.
—Y no creo que encuentres nada—Satanás puso sus manos sobre las de ella para que dejara de intentarlo—. Tu abuelo es muy poderoso y astuto, Marsyl. ¿Crees que si hubiera dejado un rastro en la Esfera te la hubiera dejado a ti para que Kalrax se apropie de ella? Dyker se la hubiera llevado, así que deja de intentar esto. Sería bueno si descartamos otros lugares o si sabes algo que nosotros no, nos digas.
Marsyl apretó los labios. De haber sabido algo útil lo hubiera compartido con ellos. Pero ella no sabía nada de su abuelo que pudiera ser de ayuda. Quien más lo conocía parecía ser Kalrax pero sus conocimientos no los estaban ayudando en nada.
A este paso jamás hallarían a Yanij y Elkanyja.
Ángel&Demonio
Martes 15 de febrero de 2056. El Cielo.
Abel tenía el trabajo de guiar a Humbak y Loonyja por el Cielo, haciendo de guía turístico para que ellas lo ayudaran a inspeccionar cada rincón. Con suerte hallarían alguna pista que llevara al paradero de Yanij o Elkanyja, algo que les diera una idea porque a pesar de todo nadie tenía idea de dónde estaba padre e hija. Y lo peor del asunto era que seguramente no tenían mucho tiempo antes de que Kalrax se volviera loco y quisiera matarlos por no ser útiles.
Ese señor era poderoso y lo peor era que tenía un reino entero que lo respaldaba. Ellos tenían dos reinos, pero la cantidad de demonios puros e híbridos en el Averno eran mucho mayores que los que ellos tenían.
—¿Han logrado sentir algo de su padre o su hermana?—preguntó cuando se detuvieron en el salón principal del palacio del Cielo.
Ambas chicas negaron con la cabeza.
—Realmente no hay nada de ellos aquí—dijo Humbak, se veía claramente afectada por el secuestro de dos miembros de su familia.
Loonyja, por otra parte, parecía más tranquila. No parecía ser de la clase de mujeres que se dejaban llevar por sus emociones muy fácilmente.
—Sin embargo, la Esfera le decía a papá que se encontraron señales de ellos aquí. O bien estuvieron o todavía están—dijo ella pensativa—. ¿Conoces algún lugar del Cielo que pueda servir para que se escondan? Algún recoveco, algo que pueda ser útil para mantener oculto algo o alguien.
—Conozco algunos lugares pero si el involucrado es Dyker, no creo que pueda ser de ayuda. Se supone que ellos conocen todo el lugar mucho mejor que yo.
Y lo peor era que la idiota de Marsyl había reconstruido todo tal cual lo había tenido en el pasado. Sus traumas en verdad habían sido demasiado fuertes y ella había sido demasiado estúpida. ¿En serio creyeron que ella era la indicada para heredar no solo el poder, sino también el trono de Dios? Que mal estaba la familia Divina y que falta de gente con cerebro tenían.
—Hay que descartar lugares—aseguró Loonyja—. Llévanos.
El lugar más cercano estaba irónicamente lejos. Tendrían que caminar por varios pasillos antes de dar con una puerta que los llevaría al subsuelo y de ahí a ese famoso lugar secreto donde dudaba que estuviera ya sea Elkanyja o Yanij.
—Elki debe estar tan asustada—murmuró Humbak apretando sus manos—. Siempre fue la más sensible de la casa. Encontrarse en esta situación habrá sido todo un cuento de terror para ella.
—¿No es algo que acostumbren? Son parte de la realeza, este tipo de cosas no debería ser extraña para ustedes—dijo Abel mientras las guiaba.
—No, para nada. Nuestro pueblo nos respeta y jamás intentarían algo así. Menos con una niña de ocho años. Algo de esa índole a un niño es sin dudas el peor delito que se puede cometer. Sería castigado con la mutilación de ambos brazos.
Vaya reino extremista. Podía entender ahora por qué los respetaban tanto.
—Por lo que dijiste tu hermana parecía algo mimada—comentó Abel con la esperanza de que ya no se hablaran de los castigos llevados a cabo en el Averno.
—Lo es, es la menor después de todo. Nos pasó en algún momento a nosotros también, cuando crezca dejará de ser la mimada, incluso si sigue siendo la menor—rio Humbak, la única dispuesta a hablar.
—Tus padres deben ser buenos padres.
—Lo son—sonrió la chica, tan bonita y dulce como se veía—. A pesar de las responsabilidades que papá y pa tienen como reyes del Averno, siempre se han hecho un tiempo para arroparnos antes de dormir y hablar con nosotros sobre cualquier cosa que hubiéramos pasado en el día. A papá le gusta inventar historias, una vez inventó una de un bebé loyk perdido en el bosque que crecía grande y fuerte, conocía a un huakn, se casaban y vivían felices por siempre. Era mi historia favorita así que papá solía contarla seguido cuando era más pequeña.
Abel asintió aunque no tenía idea de qué animales hablaba Humbak. En otro momento, cuando pudiera visitar el Averno, le pediría un libro de fauna del Averno y haría que le mostrara esos animales tan raros.
—Mi madre también nos contaba historias de niños—recordó—. Solo que ella las leía. Le gustaba mucho leernos.
—Tu madre habrá sido una gran madre—sonrió Humbak, tan inocente que Abel se preguntó qué hacía ella ayudando a encontrar a un genocida loco secuestrador de niños.
—Lo fue, aunque no tengo casi recuerdos ya de ella. Murió hace muchos años.
Su madre se había jubilado dos o tres siglos después de que ellos se volvieran Tronos. Ella no llegó a ver en lo que sus hijos se convirtieron, tampoco llegó a ver el gran desastre que Lucifer causó. Si lo supiera, su pobre madre volvería a morir.
—Eso es triste. Lo siento.
—Fue hace muchos años, realmente ya ni siquiera duele—le sonrió Abel, Humbak le devolvió la sonrisa—. Además, ella lo eligió.
—¿Lo eligió?
—Sí, llegada a una edad los seres celestiales pueden elegir "jubilarse" que es lo mismo que decir que eligen morir para ya no seguir ocupando un lugar en el Cielo.
—Tu mamá, ¿eligió la muerte? Pero ¿qué pasaba con ustedes?
—¿Nada? Ya éramos demasiado grandes como para depender de ellos.
—Pero de igual manera, un padre jamás muere antes que su niño—dijo Humbak, su mirada parecía perdida en el suelo mientras caminaban—. Que sean adultos no quiere decir que no fueran a necesitarla. Aunque sean adultos de igual manera muchas veces se necesita el abrazo de un padre, sus palabras, su presencia. Que ella eligiera la muerte pensando que no la necesitarían me parece...egoísta.
—Egoísta sería que siga en un mundo en el cual no quería estar.
—¿Por qué no querría estar en el mundo en el que estaban ustedes?—Abel no supo qué responder— Pa es...es muy intenso. Él dice que vivir en un mundo sin nosotros, sería su peor castigo. Mientras uno de nosotros todavía esté con él, él se negará a abandonar este mundo. Somos su ancla a la vida, su familia es su razón para seguir adelante. Teniéndote a ti y ¿a tus hermanos?... ¿No debería ella tener razones suficientes para seguir adelante? ¿O acaso no la querían?
¿No quererla? Abel amaba a su madre y estaba seguro que Caín y Set lo hacían también. Su muerte había sido un dolor que arrastraron por décadas antes de comenzar a sanar la herida. Él pensó también, en un inicio, que su madre había sido egoísta por quitarse la vida y no pensar en que ellos estaban todavía aquí. Marsyl, en ese momento como Dios, lo había convencido de que era el ciclo de la vida y que eso algún día lo harían ellos. Pero cuando se imaginaba en esa situación, simplemente no podía hacerlo. Abandonar a su hijo solo porque consideraba que ya estaba listo para enfrentar el mundo... simplemente no podía hacerlo.
¿Cómo podía pensar en abandonar a su hijo y negarle sus abrazos cada vez que lo requiriera? La vida jamás dejaba de presentar altibajos y su hijo se encontraría en constantes desafíos. Tal vez él no lo ayudaría a superarlos, pero siempre podía estar ahí para abrazarlo si caía.
¿Por qué su madre asumió que ya no los necesitaba?
—La vida a veces es más complicada, Humbak—dijo Loonyja haciéndose escuchar después de estar un buen rato caminando en silencio—. No todo es blanco o negro. Amar no significa atarte a alguien. No todos son como pa.
Humbak pensó en las palabras de su hermana y decidió tomarlas como válida para no decir más.
Abel solo siguió guiándolas sin decir nada más.
Ángel&Demonio
Martes 15 de febrero de 2056. El Vaticano.
La ubicación que Luzbel les había dado realmente no estaban muy lejos de donde se había generado el desastre principal. TaeHyung podía ver la estructura del Vaticano completamente caída y todavía echando humo. Reporteros iban y venían, por lo que vieron en Internet se habían filtrado decenas de videos de lo que había pasado, hablando de demonios reales que atacaban el Vaticano. Algunos se habían preguntado si esa era alguna señal, alguna profecía o castigo divino por los pecados cometidos dentro.
No tenían tiempo para perder en eso. TaeHyung, HoSeok, algunos de sus primos y los hombres de Kalrax, se dirigieron a la ubicación que Luzbel les había pasado.
Era de los pocos lugares donde no se veía una sola persona rondar cerca. HoSeok tomó su mano cuando iba a dar un paso más.
Antes de darse cuenta, su pareja usó su forma demoniaca para protegerlo de los proyectiles.
Otra vez los cazadores los habían emboscados.
Esto no era casualidad.
Me imagino a Dross usando los videos que subían del vaticano para hacer algun video de los suyos. Que loco sería jajajajaj
Como verán, estoy intentando escribir sobre otras cosas de los personajes. Ahondar un poco más en ellos y esas cosas, mostrar otras cosas que, de haber seguido antes el ff, no lo hubiera hecho nunca.
Por cierto, ¿alguien aqui juega King's Choice? Los que juegan, ¿alguno es del servidor 1126? Porque de ser así quizás los conozco jajajaja
Próxima actualización: 22/09
Nos vemos!!!
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