Viernes 23 de marzo de 2018. Al Bayda, Yemen.

YoonGi se mordió el labio aguantando el dolor, tenía que hacerlo, tenía que resistir hasta que lo salvaran. Caín pasaba una cuchilla por su muslo, abriendo la carne y haciéndolo sangrar. El desgraciado sonreía y se burlaba de él, incrustando uno de sus dedos, escarbando en el muslo como si no sintiera nada. Las piernas le temblaron pero mantuvo su mirada fija en la azul contraria.

-Qué aburrido eres, mejor dejo que mis compañeros se diviertan contigo-dejando la cuchilla a un lado miró al grupo que sonreía con armas en mano, cinco en total-es una lástima YoonGi, podrías haber estado con nosotros y nada de esto hubiera pasado.

-Vete a la mierda tú y tu estúpido líder.-Caín rio.

-A él le hubiera gustado tenerte, un Querubín siempre es útil. Como sea, nos vemos.-en un chasquido el cretino desapareció, dejándolo a él en compañía de esos idiotas.

Uno de ellos, no supo reconocer quién o qué era, se acercó y pasó el filo de la cuchilla en su ojo derecho. Apretó los dientes, no gritaría, no les daría el gusto de escucharlo, aunque admitía que estaba sufriendo. Las heridas seguían abiertas y sangrando, moriría si nadie llegaba por él y dudaba que esos cretinos fueran a dejarlo con vida. A pesar de ser seres celestiales no se veían piadosos.

Otro se acercó, corriendo a su compañero para acercar una pinza a su boca, sabía lo que buscaba hacer, así que cerró la boca, algo inútil pero era un intento. El idiota le dio una bofetada, movió sus alas involuntariamente, una punzada de dolor en su espalda.

Sintió la pinza tomar su diente finalmente, la sonrisa macabra de ese hombre. Su ojo, el único que podía mantener abierto, lo fulminó por completo. El Ángel, o lo que fuera, estaba por mover su brazo para arrancarle un diente cuando unas garras sobresalieron de sus ojos manchadas en sangre. El cuerpo cayó con pinza en mano y YoonGi pudo ver a un demonio con la cabeza del que le cortó el ojo atravesada por sus otras garras.

El demonio se giró al resto, gruñéndoles molesto antes de arrojarse a ellos con furia. Sintió los clavos de sus alas salir y liberarlo, logró ver a HoSeok ayudándolo.

-Lo sentimos, fue mi culpa que tardáramos-dijo sacando cada clavo, los gritos de esos seres celestiales de fondo.

Cuando YoonGi fue liberado todos habían sido asesinados sin piedad. Cayó al suelo completamente herido, sangrando y sintiendo unos brazos tomarlo. Brazos que no eran de HoSeok.

-¿JiMin?-murmuró sintiendo la pequeña mano acariciar superficialmente la herida en su ojo.

Así que ese pequeño demonio letal había sido él, la verdadera forma de demonio la cual nunca quiso mostrarle por vergüenza.

-Ese imbécil de Caín me las va a pagar, lo juro, Yoonie.-a pesar del dolor que comenzaba a desmayarlo, sonrió.

Hacía tiempo que no escuchaba ese bonito apodo por parte de su amado demonio.

-JiMinnie...-fue lo último que dijo antes de perder la consciencia.

Ángel&Demonio

Sábado 24 de marzo de 2018. El Castillo del Infierno.

Seok Jin encontró a JiHoon en el jardín, en compañía de Luzbel y Jano, quienes jugaban con las flores mientras el Ángel miraba de lejos, cruzado de brazos y con ropa más decente que Lilith le había brindado.

Se acercó a él, tomándolo del hombro suavemente. Él le dedicó una pequeña sonrisa.

-Te enteraste lo de YoonGi ¿verdad?-JiHoon asintió.

-Han llegado lejos, esto no es lo que hacemos, no es nuestro trabajo...creo que me hace mal estar con ustedes.-bromeó viendo a Luzbel-Tienen un gran poder de persuasión.

-O somos especiales en mostrar la verdad y no ocultarla.-miró a su pequeño quien sonreía feliz-Mamá siempre decía que los Ángeles son todas las limitaciones y los demonios la libertad, por eso el hombre siempre tiene una lucha constante entre lo que está bien y lo que no.

-Creo que está bien, tiene que haber un equilibrio. Así como está el bien tiene que estar el mal. De lo contrario todo sería tan aburrido-suspirando, JiHoon giró a verlo-Creo que capturar a Set es de cierta forma inútil, no hay con que manipularlo para que hable. No tiene punto débil.-Jin sonrió tomándolo del mentón para que lo vea.

-Todos tienen un punto débil, pequeño-con su pulgar acarició los labios-y si no lo tiene, entonces se lo crearemos.

-Te ves muy confiado, Seok Jin-el demonio se acercó a él para hablarle.

-Puedes decirme Jin, pequeño.

-¿Qué estás buscando con esto?-preguntó pero no se alejó, eso lo hizo sonreír.

-Un poco de diversión y mostrarte que hacer este tipo de cosas, no tiene nada de malo.-mordió el labio inferior-Cuando quieras experimentar, sabes dónde buscarme.

JiHoon bajó la mirada, regresando al Castillo mientras él se acercaba a su hijo que estaba en brazos de Jano intentando tomar los frutos de un árbol grande. Sonrió al verlo saltar feliz al conseguir su objetivo, ofreciéndole un poco a su tío quien aceptó sacando sus puntiagudos dientes para darle un mordisco a la fruta. Luzbel le dio un golpe en la cabeza, alegando que haciendo eso se comería la fruta en dos bocados.

-¡Es cierto, Jano! No le hagas trampa a mi niño-su hermano rio.

-Yo no hice trampa, solamente que Luzbel no aclaró que no debía usar mis dientes demoniacos.

-¡Tío tramposo!-exclamó el pequeño sacándole la lengua para luego comer lo que quedaba de la fruta mirándolo amenazante por si quería robarle un poco más de su fruta.

-Ya, Luzbel, tu tío sabe que no le conviene robarte más ¿cierto, Jano?-su hermano asintió-por cierto, ¿podrías dejarnos un momento a solas, bebé?-Luzbel asintió y se alejó para ir donde había más árboles frutales-¿Cómo está YoonGi?

-Relativamente bien, perdió la vista de un ojo y sus alas están dañadas, dos perdieron movilidad por lo que volar será difícil para él ahora. De haberlo encontrado antes hubiéramos salvado sus alas, pero ahora es imposible. Al menos las heridas de su cuerpo sanarán y desaparecerán.

-¿Qué hay de JiMin?-pudo ver a su hijo trepar un árbol para conseguir su fruta.

-Está furioso, si no fuera por TaeHyung y JiSoo hubiera vuelto a la Tierra a destruir a todo Ángel que se le cruzara. Tenemos suerte que los poderes de JiHoon fueron suprimidos o lo hubiera utilizado-era cierto, los únicos capaces de ir al Cielo eran seres celestiales.

Para que un demonio vaya a ese sitio tenía que ser con ayuda de un ser celestial. Lo mismo pasaba con los demonios, razón por la cual su hijo estaba seguro ahí.

-Asegúrate de que YoonGi se recupere, debe ir con Dios y contarle esto. Por el momento es mejor que no vaya. Y calma a JiMin, no quiero problemas que luego tendremos que solucionar.-su hermano asintió antes de alejarse mientras él se quedaba con Luzbel, quien se acercó en cuanto su tío se fue con un fruto nuevo en sus manos.

-¿El tío YoonGi estará bien?-preguntó y Seok Jin ladeó la cabeza.

-¿Tío?

-Sí, tío HoSeok me dijo que era mi tío... ¿está mal?-el demonio mayor sonrió, tomándolo en brazos y dándole un beso en la mejilla.

-No, cielo, no está mal. Pero vamos, hay más frutos que quizás te gusten-el pequeño asintió dándole un mordisco a la fruta que tenía y haciendo una mueca de asco.

-Es muy agrio.

Seok Jin rio.

Ángel&Demonio

Sábado 24 de marzo de 2018. Al Bayda, Yemen.

A TaeHyung le importó poco lo que le dijeron, sin ser visto volvió al lugar donde HoSeok le dijo que hallaron a YoonGi. Sabía que podría estar en problemas, pero necesitaba investigar el perímetro para saber si no se habían olvidado de algo importante.

Cuando fue a ese lugar analizó los restos de cuerpos sangrientos decorando el cuarto. Ignorándolos se acercó al de Nazareth, tomando su cuerpo y analizándolo. Por lo que parecía, ella llevaba muerta meses y por la descomposición no podía decir exactamente cuál fue la causa de muerte. No entendía si ella estaba con ellos o los había descubierto y por eso tuvieron que asesinarla. Cualquiera de las dos era probable.

Dejó el cuerpo de Nazareth ahí, levantándose para ver al resto descuartizado. En esa pequeña guarida solamente habían dos habitaciones, esa y una donde había una mesa y una silla. Unos papeles sin importancia que se desparramaban en el suelo, pero el resto se lo habían llevado. Salvo los cuerpos, lo que iba a investigar ya que no le quedaba más.

Revisó trozo por trozo, pero nada. No había nada de importancia en sus ropas, salvo armas y cosas así.

-¿TaeHyung?-se giró, viendo a JungKook ahí mirarlo sorprendido.

-¿JungKook? ¿Qué haces aquí?

-Los rumores entre Ángeles corren rápido, me he enterado de lo ocurrido y de la desaparición de YoonGi ¿Qué pasó con él?-el demonio suspiró, pensando si decirle o no.

-No lo sé-contestó finalmente, no confiaba en él, no en JungKook.

-Ya veo, me preocupa, no sé dónde está y tampoco he sabido de Jin en estos días. ¿Sabes dónde está?

-No, no lo he visto en este tiempo-respondió seriamente dándose la vuelta para salir de ahí dispuesto a irse.

-¿Seguro no sabes?-Kook era un Serafín inteligente, estaba seguro que detectó su mentira pero no le importaba.

-Sí.-y se fue, dejándolo solo e interesándole poco su reacción.

Ángel&Demonio

Sábado 24 de marzo de 2018. El Castillo del Infierno.

Abrió uno de sus ojos con pesadez, sentía que el otro no podía siquiera abrirlo. Su cuerpo se sentía pesado, imposible de mover, sin contar el dolor que empezaba a propagarse rápidamente invadiendo cada nervio. Ah, esos malditos lo dejaron hecho un desastre.

Sus alas dolían, expandiendo ese dolor hasta su espalda. Las ganas de volver a desmayarse eran tentadoras, al menos inconsciente no sentía demasiado.

Un pinchazo en su brazo hizo que mágicamente los dolores desaparecieran gradualmente. Se sintió aliviado.

-Estarás así por un par de días más, pero sanarás-la voz suave de JiMin hizo que volteara con dificultad para verlo, se veía preocupado.

-¿Cuál es mi estado?-los ojos del demonio se volvieron púrpuras.

-Perdiste la vista de un ojo y dos de tus alas han perdido completa movilidad.-su voz sonó apagada.

YoonGi quiso tomar su mano pero apenas podía mover su cabeza para mirarlo. Se sintió frustrado.

-Eres lindo como demonio.-comentó al recordarlo haciendo que JiMin lo mirara como si le hubiera crecido otra cabeza.

-No mientas, mi forma de demonio es horrible. Por eso es irónico que mis transformaciones humanas sean tan hermosas cuando en realidad soy horrendo.-sonrió, ¿Por qué él no podía verlo de esa manera a JiMin?

-No miento, es la verdad. Aunque tal vez sea porque estoy locamente enamorado de ti, es el único sentido que le encuentro.-JiMin sonrió.

-Sí, tal vez sea eso-la mano que quiso tomar, voluntariamente lo sostuvo, sintiéndose inmensamente feliz con eso.

Había extrañado estar junto a su bello demonio.

Ángel&Demonio

Ya era de noche, Seok Jin había acostado a Luzbel y ahora se dirigía a su cuarto. Mañana iría con JiHoon a esa convención donde buscarían a Set. Si todo salía bien lo llevarían al Infierno donde lo mantendrían hasta hallar a Abel y Caín. Sería complicado, pero tenían que hacerlo.

Se quitó la camisa, dejándola en la cama cuando ingresó. No quería pensar demasiado en lo que sería su misión o terminaría explotando. La idea de que nada saliera bien lo exasperaba, no poder terminar con eso era odioso, así jamás le daría una buena vida a Luzbel. Con esos idiotas rondando la Tierra jamás podría darle una vida normal a su pequeño.

Maldición ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?

-¿Jin?-miró la puerta, donde JiHoon tocaba.

-Pasa-dijo cansado viendo al Ángel entrar, desviando la mirada al verlo sin camisa-¿Qué pasa?

-Quiero saber si tienes un plan para mañana-respondió sentándose en la cama, él lo hizo segundos después- ¿algo que deba tener en cuenta?

-No, nada, simplemente iremos e improvisaremos. Mi cabeza no está de ánimos para pensar demasiado ¿sabías?

-Comprendo, bien entonces improvisaremos-Seok Jin notó que a pesar de que la charla no podía continuar, él permanecía ahí.

-¿Algo más? ¿Acaso vienes por la propuesta de hace unas horas?-el sonrojo del Ángel le causó diversión-oh, ya veo, así que es eso. Quieres saber sobre eso que Dios les suele negar tanto ¿verdad?

-Siento curiosidad, sinceramente. Quiero saber la razón por la cual muchos de nosotros son amonestados por algo así, nunca consideré que fuera tan poderoso, pero si hizo caer hasta a un Serafín, entonces quiere decir que lo es.

-No sé si sea poderoso, pero sí adictivo-su mano acarició el rostro de JiHoon y lo hizo voltear para que lo mirara-si quieres probar debes dejar los nervios y la inseguridad de lado. Seré demonio, pero no haré algo que no quieras. No soy como los hijos de Semyazza.

-Lo sé, no soy tonto. De haber querido ya hubieras hecho lo que quisieras conmigo, estoy en desventaja aquí.

-Angelito inteligente-murmuró, sus labios comenzando a dejar un camino de besos desde el cuello hasta la boca-me gustan los chicos como tú.

JiHoon se sonrojó, incapaz de decir algo cuando la boca del demonio estuvo conectada con la suya, moviéndose suavemente y enseñándole un ritmo lento para que pudiera seguirlo y adaptarse. Aprendió que dejándose llevar por su instinto aprendía fácilmente así que eso hizo, permitiendo que el beso subiera de intensidad y abrazándose a su cuello.

Jin lo tumbó a la cama, colando su mano por debajo de la playera para acariciar el suave torso, pasando los dedos por los pezones y separándose del beso para descender al cuello. JiHoon suspiraba su nombre, él se encargaba de hacerlo sentir el mismo placer que él sentía en ese momento. Corromper a un Ángel era una de las cosas más excitantes para un demonio.

Siguió bajando hasta el pecho, donde subió la playera y lamió, dirigiéndose a los pezones para chuparlos poniéndolos duros y viendo al Ángel retorcerse en sus brazos.

-¿Bueno?-JiHoon asintió-se puede poner mejor.

Bajando su mano hacia el miembro del Ángel lo masajeó con deseo, escuchó el primero gemido de la noche.

El primero de muchos.

Sé que quizas a alguna no le guste esta pareja de Jin y JiHoon...pero lo siento, Jin está soltero y aunque ame a Kook sigue siendo demonio :v tiene derecho a divertirse con quien quiera el pobre :v además a mí me gusta hacer esto uwu demuestra más lo poco santo que es nuestro Jinnie

Nos vemos! besos💋💋💋