Capítulo 15: Adelantar el plan.
Lunes 2 de abril de 2018. El Castillo del Infierno.
En cuanto Seok Jin supo del estado de TaeHyung fue por él. Su madre llegó poco después junto con su hijo, a quien JiHoon entretuvo para que no vea el estado de su tío. Las heridas eran graves y Jano junto a su gemelo Bjorn y las trillizas Susan, Poppy y Paige intentaban sanarlas. HoSeok se quedaba fuera del cuarto, donde su padre Kasdave lo abrazaba.
Tuvieron que esperar dos horas para ver a las trillizas salir del cuarto. Para ese momento Lucifer, JiMin, JiSoo y Mefistófeles ya estaban con ellos esperando noticias. Lizy, en compañía de unos de sus cuantos hermanos, llegó poco antes de que ellas salieran. Todos preocupados por la salud de TaeHyung. Las heridas habían sido hechas en lugares mortales, en especial en el muslo, lugar del que había perdido más sangre.
Lilith fue retenida por Lucifer para que no se abalanzara en sus hijas para saber sobre Tae. Jin hizo lo mismo con JiSoo y Lizy. Mefistófeles los ayudó con sus hermanas menores de quince años, las diablesas Sana y Momo, las últimas hijas de Lucifer y Lilith.
-Hablen, digan cómo está TaeHyung-pidió Lucifer sosteniendo a su esposa.
-Está estable-empezó Poppy.
-Pero perdió mucha sangre-siguió Paige.
-Así que no despertara en unos días hasta que recupere vitalidad-terminó Susan.
Todos suspiraron aliviados y HoSeok se acercó a ellas en su forma demoniaca.
-¿Puedo verlo?
-No, por el momento no.-empezó Paige.
-Al menos hasta que salgan Jano y Bjorn-siguió Susan.
-Sólo ahí puedes ingresar a verlo-terminó Poppy.
-Aunque lo mejor será que descanses-Paige se acercó, pasando su mano por los brazos de HoSeok.
-Esto no es sencillo y debes estar agotado-agregó Poppy pero Jin se alejó antes de escuchar lo que sus hermanas seguían diciendo.
Se alejó de todos, caminando con prisa por el pasillo hasta llegar a un lugar solitario donde se descargó golpeando la pared con fuerza. Caín había estado a punto de asesinar a su hermano, a TaeHyung. Si seguía retrasando sus planes más de sus hermanos saldrían gravemente heridos y él no quería eso.
Su familia corría peligro si seguía jugando con JungKook. Necesitaba traerlo aquí y secuestrarlo antes de que las cosas empeoraran, de que asesinaran a uno de sus hermanos. No, JungKook no era lo suficientemente importante como para retrasar los planes sólo para tener unos encuentros amorosos con él. No lo era.
JungKook no era más importante que su familia.
Ángel&Demonio
Jueves 23 de agosto de 1984. Moscú, Rusia.
-¡Seok Jin!-gritó JungKook, acercándose a él volando hasta aterrizar sobre el demonio quien cayó en la helada nieve.
El Serafín rio como un niño pequeño ante su travesura. Jin le tiró nieve a la cara que hizo que él se quitara de encima para sacar la nieve. Hizo un puchero, digno de un niño, inflando las mejillas y frunciendo el ceño. Terminó cruzándose de brazos, mirando severamente al demonio.
-Te lo ganaste por niño malo-dijo Jin riendo, levantándose y tomándolo de la cintura para levantarlo.
Pero como un crio, JungKook no puso de su parte para levantarse, se quedó en brazos de Jin para que lo cargara. El demonio rodó los ojos y terminó por cargarlo en su cadera, haciendo reír al Serafín quien se acomodó en su cuello.
-Jinnie, quiero chocolate caliente, llévame a un lugar donde lo pueda tomar.
-Niño caprichoso y mimado-JungKook volvió a reír.
-Tú me volviste mimado, así que no me culpes-saliendo de su escondite le dio un beso en los labios-vamos, de verdad quiero chocolate caliente.
El demonio suspiró, comenzando a correr con el Serafín en brazos para llegar a la zona poblada donde podrían tomar algo juntos. Llegaron sin contratiempos, ingresando a una cafetería donde pidieron lo que tomarían, viendo que eran pocas las personas que estaban ahí. El frío era lo suficientemente fuerte como para mantener a la mayoría en sus hogares.
JungKook miraba todo emocionado, sonriéndole adorablemente y jugando con las servilletas, pasándolas en su rostro para molestarlo.
-¿Traje aquí a mi novio o a un niño?
-Las dos cosas-contestó Kook siguiendo con las servilletas en su rostro, Jin sonrió arrebatándoselas para ver el pequeño puchero que formaba-devuélvemelo.
-¿Qué me das a cambio?
-Mi fiel e inquebrantable amor-Seok Jin hizo gesto pensativo, como si evaluara la propuesta.
-Mmm...no me sirve, quiero algo más serio...una promesa-sonriendo vio a JungKook hacer otro puchero antes de sonreírle.
-Entonces...te prometo que estaremos juntos siempre, no importa quienes se opongan a lo nuestro, Jinnie.-el demonio le devolvió la sonrisa, dándole las servilletas que le había arrebatado.
-Si no cumples con tu promesa, vendrá el coco humano a jalarte los pies-el Serafín rio divertido.
-Entonces cumpliré mi promesa, demonio tonto-de nuevo la servilleta pasó por su rostro.
Seok Jin rodó los ojos y terminó por enfrascarse en una lucha con su novio hasta que la mesera llegó con sus pedidos.
Ángel&Demonio
Lunes 2 de abril de 2018. Seúl, Corea del Sur.
No le extrañó que la casa tuviera muebles destruidos, fue algo que consideró cuando pensó en no ir a ver a JungKook. Pero ya no importaba.
La noche estaba presente en Seúl y el reloj pronto daría las doce de la noche. No estaba seguro si el Serafín seguiría ahí, pero ese era el primer lugar al que debía buscar para saber sobre JungKook. Caminó por cada habitación hasta llegar a la que compartieron hace un par de días. Ahí estaba él, sentado en la cama esperándolo. Alzó la mirada hacia la puerta cuando lo vio allí, levantándose para acercarse a él, tomándolo de la camisa roja que llevaba puesta y estampándolo contra la pared cercana.
-¿Dónde estabas?-preguntó, su voz enojada y sus ojos mostrando mucho más que furia contenida.
-¿Importa?-JungKook amenazó con golpearlo, pero en su lugar lo soltó y golpeó la pared.
-Sí, importa. ¿Con quién estabas?-la manera en que Kook apretaba sus puños hacía que sus nudillos se tornaran blancos.
Seok Jin no respondió, en su lugar lo estampó contra la pared para besarlo furiosamente, mordiendo sus labios y sintiendo al Serafín morder los suyos. Él intentó alejarlo, pero el demonio lo sostenía con fuerza, obligándolo a recibir el beso hambriento que le daba.
Fue una lucha larga, esta vez JungKook de verdad quería respuestas, pero terminó por rendirse cuando lo cargó contra la pared, apretándole el trasero y friccionando ambas caderas. Apretó la cadera, sintiendo los largos dedos de Kook apretar sus hombros, ambos desesperados por sentir sus bocas. O bueno, el Serafín, porque Jin estaba usando eso como una distracción para llevárselo al Infierno. Sabía que con un golpe certero en un lugar preciso lo desmayaría y lograría llevarlo donde quería. JiHoon estaría haciéndose cargo de Luzbel y su padre ya lo sabía, lo único que restaba era llevarse a JungKook.
-Te amo, Jin, te amo tanto-murmuró él dejándose llevar por completo.
Seok Jin supo que era el momento.
-Yo también te amo-respondió y dio el golpe en la cabeza de Kook quien se desmayó en sus brazos.
Lo cargó usando su fuerza y se teletransportó al Infierno, al sótano del Castillo donde Lucifer lo esperaba.
Pronto, las pulseras que alguna vez tuvo JiHoon, estuvieron en las muñecas de JungKook. Su poder fue suprimido y el Serafín fue sujetado por grilletes en esa fuerte celda. Jin salió de ahí, dejándolo solo. Lucifer lo miró.
-Puedes quedarte con él si quieres.-el demonio negó.
-Vendré en unas horas, encárgate de informarle de esto a Caín. Tiene que enterarse, tenemos que atraparlo.
Sin más salió, quería ir con JiHoon. Necesitaba hablar con él.
Ángel&Demonio
Martes 3 de abril de 2018. Chicago, Estados Unidos.
YoonGi ayudó a Alexander a prepararse. Tenían que irse de ahí.
NamJoon se había ido de nuevo al Cielo tras ser llamado por Dios. Debía seguir con su misión, pero esta vez la de encontrar a Caín. Al parecer se habían enterado que él conocía al líder (gracias a Lucifer seguramente) y ahora habían solicitado a todos los seres celestiales a buscarlo para entregarlo. Aún se preguntaba Alexander cómo fue que Dios aceptó que mantuvieran a JungKook en el Infierno, pero así fue.
Había pros y contras en esta arriesgada decisión. Los pros era que casi la mitad del Cielo buscaba a Caín, los contras era que los que buscaban matar a Luzbel ahora irían contra ellos, buscando un punto débil contra Lucifer y su familia.
-¿Dónde se supone que iremos?-preguntó YoonGi terminando de guardar unos papeles.
-Illinois, tengo una casa ahí con un sótano secreto. Es el mejor lugar en el que podemos estar. Al menos hasta que esto pase.-aseguró Alexander.
-¿Cómo se supone que iremos ahí sin ser vistos?
-Tengo unos pasadizos secretos que conecta ambas casas. Será útil y ellos no saben de su existencia. Así que apresúrate y vamos, ya tengo todo.-Alex suspiró mirando a un costado-Emily, por favor, cuídate.
-No me puede pasar algo peor, tonto-dijo ella con una sonrisa divertida-váyanse ahora, no tardarán en llegar.
Alexander asintió y guio a YoonGi hacia un lugar secreto debajo de su cama que se confundía con la alfombra y la cual Emily acomodaría para que no se notara nada fuera de lugar. Era un pasillo angosto con varios caminos. El humano se encargó de explicarle que sólo un camino llevaría a la casa de Illinois, las otras servían para confundir y no llevaban a ningún lado. Sin contar que muchos de los lugares por los que pasaban tenían puertas camufladas que al cerrarse cambiaban el real camino por el que pasaban. Nadie los encontraría sin perderse lo suficiente, en especial porque el camino era largo.
-Dime ¿estás seguro que ellos no saben de tu casa en Illinois?
-Claro que lo saben, pero ellos creerán que estaremos en la mansión cuando estaremos debajo de una casa modesta enfrente de la mansión. La casa está habitada por una familia normal y debajo de su sótano es donde estaremos nosotros. Fue una sugerencia de JiSoo.
-Tu madre con derechos. Ustedes sí que llevan el amor fraternal a otro nivel.-Alexander rio-por cierto, necesito preguntarte algo.
-Adelante.
-¿Cómo es el proceso para convertirse en demonio?-Alex lo pensó unos segundos antes de responder.
-No es algo sumamente complicado, pero sí peligroso. En el caso de los humanos es preferible que se vuelvan inmortales, como yo. Eso es algo que todos los demonios pueden hacer, pero convertir en demonio a alguien es complicado. Eso es algo que solamente mi abuelo puede hacer. Es peligroso porque las células demoniacas matan todas esas células que te hacen Ángel caído o humano. Es un proceso doloroso y lento, aunque tengo entendido que varía entre tres y cinco días. La mayoría de los humanos muere a mitad del proceso, incluso algunos Ángeles caídos.
-¿Y si el proceso se hace en un ser celestial?-Alexander negó.
-Nunca se intentó, no sabría darte una respuesta concreta a eso.
-Ya veo-YoonGi bajó la mirada, siguiéndolo y cerrando las puertas que él le indicaba-necesito que me hagas un favor cuando lleguemos a Illinois.
-¿Cuál?
-Habla con Lucifer, sin que JiMin sepa.-Alexander le dedicó una mirada de reojo.
-Quieres pedirle que te vuelva demonio ¿verdad?-él asintió, Alex suspiró-bien, hablaré con Lucifer, pero él decidirá si quiere volverte demonio. Teniendo en cuenta que JiMin no quiere es probable que se rehúse a convertirte.
-Correré el riesgo. Sólo habla con él.
Ángel&Demonio
Martes 3 de abril de 2018. El Castillo del Infierno.
JungKook despertó haciendo muecas de dolor, su cabeza retumbaba y deseaba seguir inconsciente. De verdad, era insoportable, era como si algo quisiera emerger de su cabeza y romperla para liberarse. Intentó llevar su mano hacia su frente pero se sorprendió cuando quedó a mitad de camino, un sonido metálico siguió junto a su movimiento. Abrió los ojos, la oscuridad del lugar apenas roto por una tenue luz anaranjada que le permitía ver los grilletes en sus muñecas y tobillos que lo mantenían en el suelo.
¿Dónde estaba? No reconocía ese sitio, nunca antes lo había visto. Se parecía un lugar secreto de un castillo antiguo pero no tenía características humanas. Era extraño.
Miró sus muñecas y detectó que, además de los grilletes, tenía unas pulseras doradas metálicas con un dibujo en negro, un signo antiguo. Eran pulseras especiales que suprimían el poder celestial, las podía reconocer. Ahora entendía la razón por la que no podía romper los grilletes usando solamente su fuerza, era casi un humano.
Se acomodó lo mejor que pudo en el suelo, buscando identificar algo pero no había absolutamente nada. ¿Dónde estaba? ¡Un momento! ¡Seok Jin estuvo con él! Estaban besándose hasta que perdió el conocimiento de forma inesperada y de repente despertó ahí. ¿Él estaría bien? ¿Lo tendrían ahí también? ¿Quiénes?
-Despertaste-alzó la mirada, pudo detectar un demonio al cual nunca antes había visto, era extraño y horrible.
-¿Dónde estoy?
El demonio no dijo nada, simplemente se fue sin decirle una sola palabra, volviendo a dejarlo solo y escuchando el retumbar de sus pasos por el pasillo. Maldición ¿de dónde sacaría respuestas ahora? Tenía que esperar a que alguien más fuera, necesitaba que alguien llegara para sacarle respuestas de dónde estaba.
Nuevos pasos se escucharon y miró atento para saber de quién se trataba. Los pasos se hacían cada vez más fuertes y eso aumentaba la ansiedad de JungKook. Movió sus brazos inútilmente hasta que la persona de los pasos apareció frente a él.
-¿Jin?-el demonio abrió la celda e ingresó, acuclillándose frente a él-¿Dónde estoy? ¿Qué pasa?
-Lo siento, pero tenía que traerte aquí, JungKook. Necesitaba tu presencia para atraer a Caín, eres el único que puede traerlo aquí.-Kook no entendía la razón por la cual su presencia atraería a Caín.
-¿Por qué yo?-preguntó, la mano de Seok Jin acarició su rostro.
-No voy a mentirte, pequeño. ¿Has oído de la Ofrenda de Caín?-asintió, aún recordaba ese viejo rumor-Te sorprenderé saber que la Ofrenda de Caín era su propio hijo, de él y Lucifer...tú.
JungKook abrió los ojos sorprendido, las palabras de Seok Jin no parecían ser una mentira. Pero... ¿él hijo de Lucifer? Eso quería decir que era medio hermano de Jin...eran familia y era hijo de Caín, el Tronos con el que tenía poco contacto. Era difícil de creer, pero dudaba que Seok Jin le mintiera con algo así, sin contar que no lo tendría ahí en vano. Lo conocía lo suficiente como para saberlo.
-Pero... ¿Por qué? ¿Por qué quieren a Caín?-movió sus brazos intentando liberarse, pero era estúpido, no podría.
-Para salvar a Luzbel.
-¿Por qué me tienes aquí? ¿Por qué no me dijiste? Te hubiera ayudado, no era necesario esto ¿acaso no confías en mí, Jin?-el silencio que siguió tras sus palabras fue lo que más le dolió a JungKook-Jin...dijiste que me amas.
-Y lo hago, pero no esperes que confíe en ti, pequeño-dejó un beso en su frente, Kook liberó sus lágrimas-Lo siento, pero te necesito, necesito salvar a mi hijo y sé que Luzbel no es precisamente de tu agrado. Así que debo asegurarme de que él esté a salvo de ti. Aunque me gustaría que lo aceptes...es un buen niño, tan parecido a ti-vio en los ojos de Seok Jin un sincero dolor que caló profundo en él.
-Jamás le haría daño, Seok Jin. Sé que es importante para ti, por eso jamás podría hacerlo-el llanto rompió su voz-Podría soportarlo y, con el tiempo, quererlo si tan sólo me das la oportunidad ahora. Si es tan importante para ti, lo haré, amor...solamente dame una oportunidad.
Jin acarició su rostro, limpiando sus lágrimas hasta que nuevos pasos se escucharon y alguien más ingresó.
-Jin, vamos, Luzbel pregunta por ti.-Kook lo pudo ver, el desgraciado al que Seok Jin había salvado ese día.
-JiHoon, estoy ocupado-casi con odio lo vio acercarse a su demonio y posar su mano en el hombro.
-Vamos-demandó alejándolo, Seok Jin iba a reclamarle, levantándose para encararlo y decirle algo.
JungKook hubiera deseado tener sus poderes por completo para arrancarle la cabeza a ese idiota Ángel que besó en la boca a Seok Jin. Lo peor era que el demonio se lo permitió, tomándolo de la cintura y sosteniéndolo contra él cuando, al finalizar el beso, lo abrazó. Quiso tener la fuerza suficiente para liberarse y matar a JiHoon.
-Vamos-volvió a pedir él y Jin, sin mirar atrás, lo dejó solo en esa celda.
Definitivamente, cuando tuviera la oportunidad, mataría a JiHoon.
Ángel&Demonio
Cuando salieron de ese lugar Seok Jin notó muy serio a JiHoon, así que antes de dirigirse con Luzbel lo tomó del brazo. No lo dijo en voz alta, pero le agradeció ese beso repentino en la celda que lo hizo volver a la realidad y recordar la misión que tenía. De no haberlo hecho hubiera caído ante JungKook y lo hubiera liberado.
Sin embargo, JiHoon no parecía estar pensando en eso, sino en otra cosa.
-¿Pasa algo? ¿Estás preocupado por lo que te pueda hacer JungKook? Porque creo que debes saber lo celoso y posesivo que es. Ese beso no será algo que olvidará fácilmente y tendrás que tener cuidado para que no te mate en un descuido.
-Yo creo que no hacía falta un beso frente a él para que tenga una excusa para matarme-la mano del Ángel fue hacia su torso, justo en la cicatriz (que era muy tenue) que obtuvo en la convención.
-¿De qué hablas?
-Él fue el que me apuñaló en la convención.
Bueno, quizás no esté tan activa en Wattpad (con respecto a responder mensajes y demás) ya que no tendré la app en el celular y la abriré de la computadora. Así que iré viendo cada tanto las notificaciones y estaré respondiendo lo más que pueda. Siento que así no estaré distrayendome tanto con el celular, así que espero que entiendan UwU
JungKook se acaba de enterar que es medio hermano de Jin aunque le importara menos de lo que creen.
JiHoon tiene los testiculos bien puestos para hacer lo que hizo XD no cualquiera lo hace, menos frente a Kook. Aunque estaba esposado :v
Espero que les haya gustado el capítulo! nos vemos! besos!💋💋💋
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