Parte 9 ♡
Eran las seis y media cuando Jungkook bajó del cuarto por las curvas escaleras, había otra como éstas al otro extremo de la sala de la casa de campo de Taehyung.
—Señorito, está muy elegante.
—¿Usted cree Kein-Ho?
—No lo creo, lo es.
—Muchas gracias. ¿Tae llegó?
—Si, está en la ducha, bajará dentro de poco.
«¿Ducha? Él se baña con ducha y yo lo hice en una bañera. ¡Uy! Tiene una habilidad increíble para hacerme enojar».
Pensaba Jungkook mientras recorría con la mirada las escaleras por la cual no bajó, donde vio otro pasillo como en el que se encontraba su cuarto, de repente ve a Taehyung pasar, comprendió que él tenía su propia habitación y bien apartada de la suya, no como el sueño que había tenido. Miró al frente y divisó otro pasillo, solo que más amplio y al final de él, una inmensa puerta.
—¿A dónde conduce? —preguntó señalándola.
—Al jardín señorito.
—¿Puedo?
—Claro que sí, acompáñeme —Kein-Ho lo llevó hasta la puerta y la abrió para él.
—Gracias.
Jungkook salió de la casa y caminó por el trillo que había hasta el jardín, era deslumbrante: rosas, jazmines, lirios, gardenias y begonias lo componían. Seguió su andar admirando la belleza del sitio, hasta detenerse en el parque y se sentó en el columpio, se balanceó unos segundos, luego continuó hacia el lago y quedó mirándolo por cierto tiempo, pensando en que mañana tal vez podría bañarme en él, solo o acompañada. Tal vez estaba imaginando más cosas que la debida pero deseaba que sus pensamientos se hiciesen realidad.
De pronto sintió unos pasos, alguien se acercaba, se volteo, era él, era Taehyung que se le quedó observando, paseando su mirada desde los zapatos negros que llevaba puestos hasta el peinado galante.
—Estás...
—¿Hermoso? Ya me lo han dicho.
—Divino, espléndido, sorprendente.
—Gracias.
—¿Te gustó el traje? Lo compré para ti.
—Es lindo. Te lo agradezco.
—No tienes que agradecerme nada, al contrario, soy yo el que debo agradecerte.
—¿Por qué?
—Porque no te rendiste, yo me distancié de ti y tú viniste para hacerme sentir que hice mal...
—Tae —le interrumpió—. ¿En verdad te fuiste porque yo era una carga para ti, una molestia?
—Yo... —Taehyung no supo qué decirle, así que le dio la espalda para huir nuevamente, pero la palabras de Jungkook lo detuvieron.
—Disculpa si fui tan hostigante —comenzó a decir Jungkook—, tan mal amigo, siempre vivía molestándote con mis problemas y nunca pregunté por los tuyos, te fallé.
Haber escuchado esas palabras para Taehyung fueron suficientes, se dio la vuelta y abrazó a Jungkook.
—Me alegra que te hayas dado cuenta. De lo errores se aprende Jungkook y no quiero tenerte más lejos de mi, eres mi amigo, me haces tanta falta. Siempre estuve aquí solo, pensando en ti, en qué estarías haciendo, miraba tu foto todos los días y a cada segundo.
—Tae —Jungkook se apartó para mirarle a los ojos—. ¿Qué me estás queriendo decir? ¿Tú me quieres, me quieres, más que un amigo?
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