Capitulo 9 : ¡Es bueno verte___!
[..Pv Aioria..]
Me removi en mi taburete a la vez que reía con las estupideces que Shura relataba.
Ambos bebíamos algo suave mientras la tonta e impuntual de Milo llegaba con Bonnet.
No es como si ahora fueramos el grupo de fantásticos, es sólo que han pasado unos cuántos días desde su salida y parece que él no la deja ni a sol ni a sombra, aprovecha cada oportunidad para estár con ella algo que realmente debo admitir que me alerta un poco debido a la situación que toda la empresa Bonnet sabe.
Pero por otro lado, con tal de fastidiarle ella hace lo mismo con él, así que de los dos no se hace uno.
— Oye tú no te imaginas como son esas chicas — rió Shura bebiendo de un solo su trago.
— Mejor ni me lo digas — reí con los ojos en la copa. Estaba realmente harto de esperar, por lo que saqué el celular y marqué .
— Aló — contestó Milo. No esperé nada más y dije.
— Milo si no entras por esa puerta en cinco minutos juro que me voy de este lugar. —
— Sabes que no tengo el auto, ya deja de llorar y madura — gruñó
— No me importa si lo tienes en el mecánico cómo siempre, ponle nitro al de ese ldiota o teletransporte aquí. AHORA. —terminé arrogantemente la llamada sin esperar una de sus tantas escusas.
— Aioria amigo que bueno verte — expresó Shion entrando en escena — Este bar no es el mismo sin tí y sin Milo claro.
— Shion lo mismo digo — apreté la mano que me ofrecía. — Él es Shura. Shura, él es Shion, el dueño del lugar. — ambos se saludaron.
— Marín al fín llegas— escuché salir de la boca de Shion y de inmediato levanté la mirada, encontrandome con la peli naranja de pie en la puerta, mirándome con atención. — En un momento pasas a la oficina.
— Ahora voy — respondió volviendo la mirada a él para irse a la barra.
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Flashback.
Últimamente Milo me dejaba abandonado la mayoría del tiempo, siempre tenía que hacer algo -supongo que con Bonnet- y no podía salir conmigo. Algo que debía entender ya que a pesar de que somos muy cercanos, ella debe tener su espacio ¿no?.
Me dispuse a correr por la playa hasta que se hizo de noche, la verdad eso me ayudaba a despejarme lo suficiente, ya que necesitaba pensar en muchas cosas. Recientemente en verdad tenía demasiados problemas.
Me detuve y comencé a caminar pacientemente hasta llegar a el pequeño bar de playa de Shion, en donde entré para darle cierre con broche de oro.
Caminé hasta acercarme a la pequeña barra de bamboo en donde pedí unos cuántos tragos, los cuales aumentaron trás pasar el tiempo.
—¿Tú bebiendo solo? — una de las meseras se apoyó a la barra.
Quité la mirada del celular y la miré —A veces se necesita tiempo a solas ¿no? —me encogi de hombros
—Eres el que viene a éste lugar con la pelirroja —
— Supongo que sí — reí un poco a la vez que ella se sacaba el delantal — ¿Trabajas aquí? .
Ocultó una risa al mismo tiempo que me se ponía su chamarra —No. Servir bebidas es uno de mis hobbies — volví a reír ante la idiotez que acababa de decir — Toma — me acercó una cerveza — va por cuenta mía — añadió echando algo en su bolsillo — Nos vemos — me quedé algo confundido pero de inmediato reaccioné.
— Pero si no son ni las nueve, es temprano para irse — dije sarcástico.
— Terminó mi turno por hoy — caminó hasta la puerta.
— Vienes me das una cerveza y me dejas solo — enarque una ceja simultáneamente que me acercaba a ella.
— Ya estabas solo desde antes que yo llegara — tenía la burla plasmada en el rostro. — además no sabías de mi existencia hasta un minuto.
Ladee la cabeza jugando con mi piercing —Vamos acompáñame — caminé hasta la orilla de la playa con la cerveza que ella me había dado.— creo que es mucho mejor hablar con extraños.
—¿Cómo te llamas? — preguntó corriendo para alcanzarme.
— Aioria — respondí
— Marín — giré para mirarla.
— Es un gusto Marín.
[...]
—¿En serio manejas motocicleta? — pregunté sorprendido
— ¿Creés que miento?. Mi hermano mayor me enseñó a hacerlo — respondió abrigandose más — aúnque eso fue hace mucho tiempo, no sé que pasaría sí tomara una en estos momentos — rió revisando su móvil.
— Yo tengo una — indiqué mirándola con detenimiento, logrando notar como se abrían levemente sus ojos miel , los cuales brillaron cuando dije "yo tengo una".
— Es una loca ganga —río mirándome — aúnque es entendible, eres arquitecto — rodó los ojos — cuidado pierdes riquillo —
—No seas exagerada mujer— era increíble como esta chica me hacía reír — sabes, es increíble que estudies y trabajes .. Ha de ser agotador.
— Si que lo és, pero no creo que tú sepas de eso — se abanicó con billetes imaginarios —
— Otra vez exagerando — eleve las manos hacía el cielo — comienzas a exasperarme. — bebí de mi botella
— Lo siento — indicó empinandose la birra que le alcancé — es solo que tienes toda la pinta.
Reí recostandome en la arena — Sabes un secreto — ella negó sin dejar de mirar el mar— no eres una extraña para mí, siempre e sabido que trabajas aquí..
— Se puede decir — dejó salir un poco de aire — tampoco me eres ajeno, aúnque vamos, todos te conocen por tus trabajos. Tu rostro y nombre son parte de la constructora Bonnet — guardó silencio unos segundos — y ni hablar de tu relación con esa chica de sociedad, son como la pareja del año.
Me volví a sentar sacudiendo mis manos — pos eso será solo en las revistas ¿no? Así es esto. — ella asintió quitando el cabello de su rostro — oye, si voy a tu casa y entro a tu cuarto no me llevaría un susto ¿no? , luego me encuentro con fotos mías por todos lados.
Enarco una ceja — No saques demasiados conclusiónes Aioria.
— Podrías ser una enferma acosadora. — me defendí inocente — nunca se sabe.
— Si, bueno ahora lo sabes — ambos nos miramos con incredulidad — eres atractivo pero eso es todo. — mantuvimos las miradas, pero luego reímos al notar que gateabamos porque las olas impulsaban el agua hasta donde estábamos.
— No pues gracias — dije con sarcasmo antes de que una llamada me sorprendiera — Bueno — ella me miraba inquisitiva — Bien, llego dentro de poco. —
— Toma éste es mi número, llama — dijo sacudiendo su enagua de uniforme. La miré con una sonrisa maliciosa en tanto imitaba su acción de sacudir mis piernas — no seas zopenco — enarco una ceja — no es para eso. Solo llama si no quieres volver a beber solo — sus comisuras se curvaron ampliamente.
— Claro—
— ¿No me dirás que te sucede? — su rostro cambió a uno más apacible y cálido — bueno soy una extraña así que no lo divulgare por ahí — sonrió nerviosa.
— Quizás en otro momento — contesté tajante con el tema — y ya no eres una extraña, extraña — besé su mejilla y comencé a correr hasta llegar a casa.
Subí al ascensor y caminé en silencio por el pasillo que conectaba todos los apartamentos.
— ¿Por qué estás ahí? Podrías haberme esperado en tu casa. — dije abriendo la puerta.
— No, no quiero que mamá me sienta el olor a alcohol y cigarrillo — comentó tirando todo al sofá simultáneamente que yo iba a la cocina por algo de agua. — Aioria — me abrazó por detrás, comenzando a acariciar todo mi abdomen
— Espera, estoy muy cansado — indiqué poniendo las llaves y el celular en la barra de desayuno.
— Siempre tienes una escusa — metió su mano en mis bolsillos, acercandola poco a poco hasta mi miembro.
— Lyfia te pedí que lo dejaras — la aparté de mí algo estresado—
— ¿Qué es esto? —tomó el papelito que me había dado Marín con su número — ¿por eso no quieres?— yo suspiré e ignoré su comentario —eres un estúpido Aioria — bramó rompiendo el Papel.
—Lyfia cálmate, en serio — caminé hasta las escaleras pero en ese momento mi móvil sonó con una llamada de... —
— Pequeña Flama — dijo con voz falsa — esa es otra, que solo pasa pegadota como zopilote contigo.
— Dame el teléfono — amenacé pero no me hizo caso — dame ese maldito teléfono.— grité con voz ronca.
— No lo haré — retó tirándolo al suelo— sabés cómo me carcome la consciencia pensar que en una de esas noches de amigos simplemente puedes abrirle las piernas a esta perra — sentía como mis músculos se tensaban al escuchar y ver que con cada palabra que decía pisaba mi celular— nada me asegura que no te la h.. —
— Dime ¿qué es lo que quieres? — caminé hasta ella arrinconandola contra la pared — ella no es como tú — grité cerca de su rostro, haciendo que cerrara los ojos — ella no le dice amigo al hombre con quién duerme como si estuviera necesitada, y si así fuera — besé sus labios fuerte, de forma tosca — esto es ojo por ojo mi amor.
— Maldito animal — espetó con rabia.
— ¿Dime qué quieres? — le tomé el trasero hasta hacerla jadear — ¿esto?— la cargué en mis caderas y besé su cuello para luego succionar dejando pequeñas marcas — ¿o esto? — bajé a como pude mi jogging , hice espacio entre su falda y braga, para luego.. —
— Ahh — gimió al sentir la primer estocada dentro de ella, haciendo ruidos secos en todo el departamento.
— ¿Esto querías? — la besé ferozmente. Más que deseo era ira, enfado, orgullo. Ella gritó al sentir mi erecto miembro imponiéndose en su interior sin compasión — Grita, grita, gri.ta — puntue — imagina que no soy yo, imaginalo a él— susurré la última palabra para inmediatamente morderle el labio inferior de tal manera que su fineza quedara opacada por una gota de sangre.
— Q-quítate — me dio una cachetada haciendo que retrocediera — Eres un estúpido Aioria, no sé porqué no te mueres.
— No tienes tan buena suerte querida — contesté subiendo una grada de la escalera.
— Debería terminar contigo — chilló con ojos opacados mientras caminaba hasta la puerta.
— ¿Por qué solo no lo haces y te dejas de tanta mierda Lyfia? — se detuvo mirándome con odio — es a tí que te molesta, no a mí.
Abrió la puerta para luego desaparecer tirandola con fuerza.
— MALDITA SEA — grité golpeando el cristal de la escalera , rompiendolo en mil pedazos.
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— Siempre es bueno verte — Se levantó de la mesa y estrechó nuestras manos — Disfruten del lugar. — indicó antes de dejarnos.
Sonrió en asentimiento y miré hacia el lugar en donde estába la chica — Iré por otra ronda — sin esperar respuesta me levanté de la mesa — Dáme otra ronda de tequila — pedí una vez frente a Marín.
— Llévate la botella así no tendrás que levantarte — respondió sin mirarme, al mismo tiempo que llenaba las pequeñas copas .
—¿Podemos hablar? — tomé su brazo.
Frunció el ceño confusa — Eso hacemos — la miré incrédulo .
— Hola Aioria ¿cómo estás? — dije con sarcasmo.
— Me dices eso luego de perderte por años — Sonrió sacando el uniforme de su bolsa y dándoselo a otra chica —
— Vamos nena, tuve problemas. — no iba a decirle que mi novia la loca había roto el papel que me dió.
Suspiró apoyándose en la barra — Relájate, te ves algo tenso— sonrió bebiendo uno de los tragos de mi bandeja — todo está bien, no me voy a molestar porque no me llames. A lo mejor Zeus me está librando de tí —
Reí ante su argumento— Si claro. Yo soy un regalo de Zeus para el mundo —
— Un regalote "Por supuesto".
— Suricanta — ella abrió su boca ofendida y yo reí ladino — Llámame para beber algo, necesito alguién con quien hacerlo, ya que mi hermana está en ligues — apunté a Milo que recién llegaba.
— Aioria discúlpame pero debo atender algo con ella — indicó Shion acercándose — Marín a mi oficina — luego de ésto se fue.
— Enseguida voy — tomó la servilleta en donde anoté mi número y se la echó en el bolsillo de la camisa a cuadros que llevaba. — Chao — movió sus dedos antes de salir trás él.
Sonreí ladino, era increíble, ella era divertida, agradable y sencilla . Era de las personas que te inspiran confianza desde el primer momento. Y debía admitir que era muy guapa.
— Hola Aio — musitó Milo dándome un beso en la mejilla. — ¿Qué haces? —
— Bueno, venía a pasar tiempo con una pelirroja pero terminé bebiendo tequila con un baboso — me quejé y ella rió.
¡Genial, estoy rodeado de buenas mujeres!
Pensé bebiendome una de las copas de un solo trago.
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