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Capitulo 6: ¡¡Días de luna a la mierda con..?!!

⚠Narración Normal = Pv Milo ⚠

[...]

Fuí a la cafetería en busca de una limonada. Necesitaba salir urgentemente de la oficina o me volvería loca.

—Vaya que tengo buena suerte, mira que encontrarte aquí— sonrió Camus sacando una soda de la máquina expendedora.

—Trabajo aquí "Señor" — dije con sarcasmo — ¿No es obvio que me vea a diario? —

Noté como me miró de arriba a abajo —Pantalones rotos, chaqueta de cuero y...—murmuró con la mirada aún en mis burros.

¡COMO ME MOLESTÓ!

Lo miré de la misma manera en que él lo había hecho — Si para trabajar aquí las mujeres deben venir en falda y saco todos los días, mejor me quedo teniendo hijos y como ama de casa no creés? — dije con todas las intenciones de que sintiera el machismo emanado por él.— y si es así mejor dígame ¿no?, así analizo si renovar mi clóset o redactar mi carta de renuncia — lo rodee dirigiendome al pasillo que conectaba secciones y oficinas, dejándolo pasmado y con una cara de ¿WHAT THE FUCK? Debido a la forma en que le respondí.

— Hey relájate un poco — pidió tomándome del brazo — Espera Milo ¿qué pasa contigo hoy? —

—¡CAM! — un voz chillona irrumpió en el lugar. Dejando tanto a Camus como a mí extrañados al escucharla.

— ¿S-sonia? — dijo nervioso mientras me soltaba.

— Genial— brame — mi día no podía estar peor — añadí con mala cara en tanto me acercaba a la puerta.

— ¿Milo? — dijo Sonia —¿Tú qué haces aquí?.

— Trabajo — indiqué de forma estúpida y desganada— ¿te importa? Tengo que ganarme la vida a diferencia de otras, inútiles y mantenidas — la enjache y entre en mi oficina .

Desde adentro pude ver como ellos hablaban, aúnque mi jefe no tenía buena cara en realidad, pero quién la tendría al ver a Sonia , nadie.
En fín de seguro ella viene a hablar de negocios o algo así, yo que sé.

[.. Pv Camus...]

— Vamos a mi oficina — indiqué jalandola del brazo — ¿Qué quieres ahora? .

— ¿Así  tratas a una Dama? — chilló — pensé que me extrañabas — agregó con pucheros.

— Tú y yo hace mucho tiempo la cortamos — indiqué con fastidio — no entiendo para que me buscas.

Ella movió su cabello y caminó hacía mí con ese típico contoneo exagerado que usan las mujeres en seducción.

— Quiero intentarlo de nuevo contigo — aclaró con cara de inocente — estoy arrepentida, por favor, vuelve conmigo Cami — pidió de la manera más friki posible.

— Estás loca —

— ¿Por qué no? — preguntó con insistencia—  acaso te gusta alguien más.

La miré directo a los ojos. Al escuchar eso, sin querer vino a mi mente el rostro intrépido y la sonrisa dulce de Milo. Esa magia en su mirada me recordaba que estaba ahí, entre lo que debía dejar y lo que deseaba tener.

— Estás rayada de la cabeza si creés que volveré contigo — reaccioné abriendo la puerta — pierdes tu tiempo al venir a buscarme.

— Camus acaso no me escuchaste, te dije que lo sentía —

— Lo único que sentías era fastidio al estar conmigo, y sabes qué, genial que lo hiciste , porque ambos sabemos que lo nuestro no era lo más deseado del mundo —Sonia tensó el rostro — Mejor vete de aquí antes de que diga cosas que podrían ofender— me miró ofendida para luego desaparecer de mi vista, dejándome la tranquilidad necesaria para pensar en lo que me estaba pasando con Milo.

[..Narración normal ..]

Ya el mal sabor de ver a Sonia me estába pasando o al menos eso creía. Porque aún sentía esa molestia de querer matar a todos los que me hablaran sin aporte importante para mí ser, pero era probable que haya sido por haberme despertado como de Luna, aúnque la burla de Camus y la presencia de "mi hermanita" terminaron de rematarla.

Estába sentada idealizando junto a Shaina y Shura el nuevo diseño de construcción, cuando Aioria apareció.

—¿Ya viste quien acaba de salir?— me preguntó entrando al lugar .

Yo asentí con la cabeza mientras mis ojos aún se posaban en el diseño.

— Hay que revisar bien los detalles —habló Shura y yo lo mire mordiendo el lápiz — tenemos que hacer cambios con los cuáles no contábamos —

— ¿Se atrevió a decirte algo? — preguntó solo para que yo lo escuchara simultáneamente que revisaba lo que hacía, pero estába muy ocupada como para hablar de ello — ¿Milo?

— Aioria no es momento sí — volví al papel que tenía en frente — Cambios ehh . ¿Qué cambios exactamente? —

— Tanques de gas —arrugue la cara — era un edifício muy antiguo Milo — suavizó el de cabellos negros.

— Estamos en hora de café — chilló irritado— déja de trabajar tanto.

— Bueno hay que encargarse de eso rápi.. —

— Sería muy costoso. Es.. ... El costo es elevado, habría que destrozar el interior, paredes. TODO— puntuó Shaina, al mismo tiempo que Aioria seguía "Milo, Milo". —

— Retirenlos, quieren un edifício y eso les estamos dando — ordenó Aioria — Es la única manera de hacerlo, o aceptan el costo o no y ya — todos asintieron al igual que yo al mismo tiempo que trazaba una escala con la regla — ¿Qué hacía aquí? — preguntó muy cerca de mi oido, lo que hizo que mi cuerpo brincara.

— ¿Qué quieres? — Explote tirando el objeto en la mesa — vas a gastar mi jodido nombre.

Oscureció el rostro y luego le pidió a los demás que salieran. Shura me dió una última mirada inquisitiva antes de salir, pero de inmediato le ignoré apartando mis ojos de él.

— ¿Por qué me estás hablando así? —

— ¿Así cómo?. Te hablo igual que siempre — dije un tanto odiosa.

— Lo volviste a hacer — lloriqueo — ¿estás en tus días?

Suspiré — solo he tenido un mal día, ¿no puedes entender eso? — faltaba poco para que le gritara.

— Milo quiero que la tengas adentro y te relajes — advirtió con dureza —¿Qué? Un día te despertarás de malas y ahorcaras — había pasado a tener un tono dolido — y no me hagas caras porque yo no desquito mis problemas contigo, así que tú no lo hagas conmigo —

— ¡AY! Ya está bien — me acerqué a él rodeando su abdomen con mis brazos — se me olvidaba que tenía una amiga muy sensible.— 

Revolvió mi cabello —  déja de jugar con mi hombría tonta ciempiés.

Reí.

— Ya que volviste a ser mi pequeño relleno de dulce jalea — hizo un gesto de exquisitez con su boca—  ¿Dime que hacía aquí?

— Trabajo igual que nosotros ¿no?— me senté en la silla — Yo que sé.

— Juegas verdad. Ambos sabemos que ella no trabaja — tenía un rostro peculiar, era como si me quisiera sacar algo que ya sabía —

— Quizá ahora sí — agregué hurgando en los papeles del lugar. Pero el me golpeó el escritorio pidiendo atención — ¡¡Ay!! Si no es así no lo sé oye.

— ¿Otra vez? Milo dále luz verde ¿no?— arrugó sus nariz cruzándose de brazos — ¿Qué mierda con tu cara Milo? ¿ Por qué estás tan estresada?

Yo suspiré y quité el cabello que se venía a mi rostro — Estoy demasiado atrasada con algunos trabajos.

—  A mí no me engañas. No será que te corroe saber que Sonia se encerró con esa lagartija andante en la oficina — río malévolo — sabiendo como es ella y que está buena — hizo cara de pervertido — y bueno no olvidemos como es ese idiota.—  hice un ruido con mis dientes -

— Me vas a negar que ese pollito de mamá te está calentando la oreja.

— Estás loco, déja de comer hongos —

— Ja, como si no supiera — se acercó a mí — Milo yo haría lo mismo si conociera a una mujer con tus atributos — me punzo las costillas, sacándome una sonrisa y una buena retorcida — soy hombre lo recuerdas, y vamos no es como si jamás hubiese pensado así. —

Le pegué en la cabeza — calmate necio — dije entre risas — olvida el tema ¿si? Que no tiene ni pies ni cabeza — se encogió de hombros y prosiguió a echar como que todo lo del escritorio en mi bolso — Aioria que no. Te dije que tengo que entregar este chunche a Shura , más el presupuesto y aún me falta graficar los diseños de la jodida mansión esa — moví mi mano en el aire y suspiré de nuevo pero ahora más profundo .

— Milo aquí tu supervisor soy yo, trabajás en mi equipo así que ... — aplaudió un par de veces y lo miré incrédula — si te digo rana tu saltas mujer. Mueve esa grasa — jaló mi brazo — serán las cuatro ya vámonos — pidió con rostro cansino pero aún así me quedé de pie — ¡VÁMONOS!

— Pero debes llevarme por mí coche — exigí dándole un pequeño abrazo para que aceptara mi pedido.

— Se quieren apoderar de mi chica ¡Ugh! —gruñó correspondiendome — Hey y escúchame — me apartó con delicadeza — cuidadito con ese imbécil, lo conozco bien y si no quieres problemas después, mejor alejalo. .

[...]

— Ese ldiota no me cae mal, pero cuándo se trata de tí — gruñó con seriedad — uno nunca sabe que cosas oculta — agregó en un tono raro en verdad.

— JAJAJAA vas a seguir Aio — reí sin pudor atando las agujetas de mis burritos —

— Deja de burlarte — golpeó la parte trasera de mi cabeza — no me fascina que ese idiota hable de tí — musitó mientras nos dirigíamos a pagar la cuenta del auto.

— ¿Qué dijiste? — el muy tonto se dió cuenta que había hablado de más —  ¡HABLA!.

— A ver . ¿Por qué todos dicen que eres de las que se mete en la cama de Camus? —

— ¿De qué hablas? Explícate porque no entiendo— pregunté confundida , pero Aioira no me decía nada — Me vas a decir ahora que mierdas pasa o n.. —

— Al parecer te han visto en la cafetería con él y comentanque te ha ido a dejar a casa — interrumpió mi amenaza — lo que no entiendo es porqué yo no sabía nada de eso. ¿cuándo fue a tu casa? —

— Fue en la cafetería del trabajo Aioria lo juro — expliqué acelerada mientras daba mi tarjeta — además lo de casa fue cuándo llegaste de tu viaje y me dejaste las maletas —

— Pues la verdad yo no sé nada. Pero eso dicen flamita — tocó mi cabello simultáneamente que fruncia sus labios—  por eso te digo que le pongas distancia y tengas cautela guapa.

— Maldita sea — dije caminando hasta su auto con mi apellido arriba — me va a escuchar.

— Estúpido si eres— reprendió para sí mismo — Milo per...—

— No tengo tiempo, encárgate de mí auto ¿bien? luego arreglamos.

— ¿¡Espera Milo qué vas a hacer!? — cuestionó acercándose a la ventana — Él es mi jefe y tú jefe ahora, nos puedes ir y hacerle un escándalo o pleito así nada más.

— Pues solo observa como si puedo — canturre acelerando — ¡Eres un ldiota! ¡Imbécil seas Camus Bonnet! — brame para mí misma.

Tomé el celular en el semáforo y marqué su número.

— Aló — respondió.

— ¿Dónde estás? —

—¿Milo, está todo bien? ¿Qué pasa? —

— ¿Dónde carajos estás? — volví a preguntar con un tono más pesado .

— E-en casa ¿Por qué? — respondió confuso segundos antes de que colgara.

[..PV Camus..]

Estaba en mi habitación sentado en el sofá junto a la perfectamente enmarcada ventana, con el teléfono en mano- pues hace más de una hora había llegado a casa- Me había dejado algo preocupado la llamada de Milo, apenas y me hablaba en la oficina, luego estába de mal humor y ahora me hablaba fuerte y preguntándome que dónde estába.

¡¡De verdad esa mujer era la más atolondrada que conocía, pero la única que podía tenerme cómo quisiera y cuándo quisiera y no solo de forma sexual!!

Cerré mis ojos en el silencio del lugar pero instantes después este desapareció. Desde abajo se escuchaban los altos tonos de la muchacha del oficio y de la que me imagino era la loca de Lincer.

Me puse de pie y salí rápidamente.

— Señorita espere —

— Busco a Camus — decía ella intentando entrar de cualquier manera.

— ¿Quién toca la puerta así? —preguntó mi madre — ¿Cómo es que haces tanto escándalo en mi casa muchachita? —

— La señorita busca a.. —

— Me busca a mí — interrumpí desde la escalera, en donde me tiraba el rollo de como Milo peleaba hasta con la "Gran Seraphine Bonnet" en sus momentos de frenetismo.

¡¡JAJAJAJAJAJJA!!

Realmente no me equivocaba al decir que esa chica estaba loca, así como lo estaba yo, por esa belleza que embrujaba a cualquiera.

— Quita esa cara de idiota y llévame a tu habitación ahora—  exigió luego de que la dejaran pasar hasta donde yo estaba.

— ¡VAYA! ¿tan desesperada estás? — pregunté con malicia.

—Si así estuviera créeme que no sería contigo — me dijo entrando a mi recámara, cerré la puerta y me senté en el reposabrazo del pie de cama. enmarcada.

— ¿Y? —

— Porqué tenías que ser un estúpido macho que solo piensa con el pene, ¿Podrías romper la cadena? Pensé eras diferente, pero no. — pronunció tan rápido que lo único que logró de mí fue que abriera la boca y luego la cerrara.

¡No entendí ni madres!

—¿Quiero que por favor me digas en dónde me perdí? — dije cruzando los brazos calmadamente—  Tranquilizate y habla despacio para poder entender y crear una conversación.

— En serio me emputa que te estés haciendo el ldiota con esa cara de pasivo.

— Bien, yo puedo pasar "Toda la noche escuchándote hablar en mi recámara Milo. Por mí cero estrés " — Sonreí con Malicia.

Ella me tiró lo que parecía ser un .. ¿Bombón? El cual me dió en la mandíbula — Hey! — reí de inmediato.

— ¿Por qué le dijiste a todos que dormía contigo? —

— ¿Qué estás diciendo? — pregunté con burla quitándome el dulce de mi cara —

— Claro, claro. ¿Es una ganga dormir con la nueva y más si es una de las hijas buenas de un hombre de primer nivel? —

— Sí. bueno no. bueno si pero no así — respondí contrariado e inocente.

— ¡¡ LES DIJISTE QUE ME ACOSTABA CONTIGO!! —gritó moviendo las manos frenéticamente — Tú casa queda para el otro lado de la ciudad— las mismas se movieron al unísono de derecha a izquierda—  ¿Lo hiciste a propósito?.

— Milo yo no dije que te acostaras conmigo , la gente ve y habla — me defendí tratando de calmarla— Y que eso sea así no es mi culpa. No puedo ponerles un bozal a cada persona que nos vea.

— Sea por lo que haya sido, déjame decirte que a mi me vale un carajo cuál sea tú apellido, yo n... lo de esa noche en casa de Aioria fue ... no se por qué fue, y no me gusta nada que te pases de listo— sus facciones se volvieron duras y sus ojos estaba bastantes ampleados. Y no sé si era el enojo o era el acceso que tenía a ellos, pero en verdad eran magníficos. Ese color vivo de sus pupilas en verdad era la hostia — Yo no me la paso durmiendo con cualquiera , si quiero dormir contigo es por algo más fuerte — se detuvo un segundo al escuchar lo que dijo — q-que sim-simple c-calentura.... —

Yo me puse de pie, me acerqué a ella y comencé a reir.

— ¿Qué te causa tanta gracia? — me preguntó enfadada.

— Es solo que — acaricié su rostro y por un momento sus ojos siguieron mi mano —me gustas — y con eso creí imaginar que ella se estremecía.

[..Narración normal..]

Me dijo que le gustaba sin dejar de mirarme. No sabía que pasaba con migo, hace unos minutos estaba a punto de matarlo, quedo como tonta y en segundos estoy rendida ante él.

Me acaricia pero yo bajo la mirada incapaz de sostenerla e incapaz de hacer algo.

Me toma del mentón y levanta mi rostro.

¡Corre Milo, Corre!

¡¡NOO MALDITA SEA, TUS PIERNAS NO RESPONDEN Y MUCHO MENOS TU RAZÓN!!.

— Jamás he conocido a alguien como tú — susurra en mi oído, y yo presionó mis ojos con fuerza, sin saber que hacer, sin siquiera poder decidir si en verdad me desagradaba su tacto— Jamás — me mira. Antes de robarme el beso con esos finos labios. Ese beso que jodidamente presentía sería mi perdición.

Me tenía acorralada contra la cómoda frente a la cama, con la respiración agitada y el alma nerviosa.

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