— Aioria — me miró con dureza —cuándo tú te anímes a abrirte con migo y contarme tus cosas.. Yo haré lo mismo.
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[..Pv Marín..]

Guardé el traje en mi bolso, tomé mis deportivas y salí corriendo del vestidor de las piscinas.

— Marín aquí no se corre —gruñó mi entrenadora— ¿quieres caer y fracturarte? —

— Lo siento — fue lo único que le dije antes de salir del recinto.

Dí brinquitos sobre una pierna en la avenida de adoquines hasta llegar al otro lado de la calle, en donde se encontraba un chico a brazos cruzados y sonriendo al ver la escena.

— Hola — dije con cierto apuro mientras terminaba de poner mi zapato derecho.

— Si hubieras salido hace veinte minutos como habíamos quedado no estarías corriendo por ahí descalza — se acercó a su auto y metió la mano por la ventana.

— Lo siento, se me fue el tiempo en el .... a-agua—  tartamudee. 

Acomodé la tira de mi bolso intentando ocultar los nervios al ver que se acercaba lentamente — Debes secarlo bien — de un momento a otro Aioria estaba con una toalla secando mi loco y mojado cabello— de lo contrario podrías resfriarte  y nadie quiere eso ¿verdad?— y ese pequeño contacto, ese tonto y sencillo acercamiento me dio la oportunidad de sentir su aroma ese que en verdad podría tenerme en hipnosis por tiempo indefinido. Mirarlo como sonreía levemente, ver como su rostro se fruncia al curvar su boca y ver como jugaba con ese pequeño piercing .... era... era... —¿Marín? Aterriza —

— ¿Ahh? — pregunté como idiota. Sonreí nerviosa al ver que él me miraba con atención y en silencio — ¿QUÉ?  — brame. 

Volvió a sonreír burlón — Vamos, tengo que llegar a la empresa — abrió la puerta del coche.

—¿Empresa?— pregunté confusa a la vez que tomaba asiento — ¿en serio me llamas para salir a despejarnos y me llevas a la constructora?—

— Peor es nada niña — indicó socarrón mientras me ponía el cinturón — además tengo cosas que hacer y hoy es viernes a estas horas no hay nadie allí —

— No lo acepto — me crucé de brazos. 

— Está bien, está bien — sonreí con grandeza. 

[..Pv Aioria ..]

— Me encanta esto — corrió hasta la orilla de la playa en tanto quitaba sus tenis y las tiraba en cualquier parte.

— Espérame — me quité mi saco y corrí tras ella, arremangando mi camisa azul — deja de correr mujer. Yo no estoy tan cómodo como tú — tomé asiento sobre la arena, dejando que la brisa oceánica chocara con mi rostro y alborotara mis hebras.

— Me recuerda mucho a casa — brincó en la espuma que formaban las olas — a esto me refería con hacer algo bueno por la vida Aioria — gritaba y sonreía ampliamente.

Y por cosa de la inercia me tenían ahí, riendo al aire. Observando el bailoteo de esa que podría ser mi hermana menor , pero no lo era, mas lograba deleitarme con su manera de ver la vida, y su manera de disfrutar el poco tiempo que tenemos en este mundo.

— ¿Por qué no estás en tu casa? — pregunté recostado a un tronco seco.

Ella dejó de jugar con el agua y se tiró a mi lado — ¿Estás listo para hablar? — sostuvo el cabello que se le venía al rostro.

— Yo pregunté primero —

— Bueno — perdió los dedos de sus pies en la arena — vine por el club de natación, y bueno luego apareció la pediatría en la universidad.

Recordé la conversación que tuvo aquél día por teléfono y no dudé en preguntar — ¿Por qué has faltado a clases? —  ella me miró raro _ vamos, no es que quiera hacer el papel de mamá, es solo que me intriga — entrecerré los ojos y miré el oleaje pensado — después de aquel día, no hablamos más por un tiempo , y tú dijste que tenías problemas, que por eso no habías ido a las tutorías —

— Eres algo metiche — golpeó suavemente mi hombro con una sonrisa, una igual que la mía al recibirlo — pero no es nada, sólo que no tengo trabajo y debo pagar el siguiente módulo, igual, es a distancia pero cuándo debo hacer laboratorio son presenciales y voy un poco atrasada — indicó con un rostro más calmo pero opaco —  falta un trimestre para la graduación. Hace unos días fuí a hablar en rectoría y me dijeron que tenía dos semanas para matricular o debería esperarme al siguiente grupo — metió las manos en las bolsas de su sweater, pues era tarde ya, y el aire empezaba a tornarse frío — dejando de lado que en poco tiempo tengo la última competencia de estación seca—

— ¿Y el bar? —

— Solo le hacía el favor a Mu.  Creo que tú conoces a su tío,  Shion. 

— Oh sí,  ya veo . Y ¿Qué piensas hacer?—

— No lo sé — me miró con sonrisa ladina mientras tiraba un palo al agua — Pero ahora tú dime , ¿qué sucede contigo? — se giró hacía mí con unos ojos llenos de curiosidad y simpatía.

— Es sólo que.. — la miré de nuevo y ella me indicó que prosiguiera — sólo que.. Pasé a la lista de solteros de la ciudad— ella alzó sus cejas algo burlona — ¡ohh vamos! —

— ¿Qué? — se burló — no es malo que llores por eso como un bebito.

— No estaba llorando  — gruñi ofendido — además solo los verdaderos hombres expresan sus emociones — dije orgulloso , pero segundos después ambos nos soltamos a reír.

— Dime ¿Qué es lo malo de todo eso? — preguntó una vez que paró de reír

— No lo sé Marín, sólo es un poco difícil, quizás no por sentimientos si no por lo demás — ella movió los ojos, era obvio que no entendía — no es que no la haya querido, pero esque ahora todo se tornó mal y no era el momento más adecuado para dejarnos, supongo. No lo sé — repetí.

— Te debo una disculpa por haberte tratado así la otra noche.  Pero creo que al fínal funcionó ¿no?. Terminaste hablando conmigo — Sonreí encogiendo mis hombros . Ella se puso de pie y me extendió su mano — Respecto a lo otro, estás joven y obviamente guapo así que déjate de maricadas y vamos por un helado.

Y así fué el momento, caminamos hasta el auto jugando y riendo . La verdad en la notoria ausencia de Milo ella brillaba sin cesar.

Crucé el parque a paso seguro mientras observaba cada cosa; los árboles , las personas, los autos. Sentía como las gotas empezaban a caer sobre mí y el viento azotarme con fuerza, eran esas brisas que anunciaban la llegada de la siguiente estación y con ella se cerraba un ciclo. Un año más de vida, uno más sin poder encontrar lo que quizá solo quizá, realmente buscaba, y después de tanto aunque jamás lo demostrara, deseaba tener, mas en estos tiempos costaba encontrar.....

Corrí al auto debido a que el tiempo había empeorado , pero en ese trayecto mi celular sonó — ¿Bueno? — dije alto debido al aguacero.

— Soy Shura, necesito que me mandes las escalas de base para terminar de preparar lo de mañana—

Le alcancé la bolsa que traía a Marín — Dame un minuto — puse el celular el altavoz y prosegui a sacar lo que necesitaba del porta planos que se encontraba en los asientos traseros ± H-mmm son de 0,25 por 0,50 — dije doblando de nuevo el papel.

— Bien— guardó milésimas de segundos en tanto yo miraba como Marín sacaba el helado , la gaseosa y la sostenía entre sus piernas —necesito que tomes nota de algo —

— De verdad que tú si molestas — gruñi sacando el lapicero del bolsillo de mi chaqueta, mientras la peli naranja ojeaba el plano — Cuidado con esa gaseosa — dije por lo bajito y ella sólo rodó los ojos.

Escribí en la palma de mi mano lo que Shura me indicaba, claro luego de decirme que esto era mi culpa por no haber vuelto a la oficina y vaya que tenía razón.

— ¡Ahhh! —chilló Marín y ví en cámara lenta cuando las gotas de soda caían sobre ella y... mi.trabajo. — ¡Oh Zeus! —

— ¡¿Qué hiciste?! —

— ¿Todo está bien? — preguntó Shura a lo que jadee en asentimiento — Bien, trae el proyecto para que Dégel lo mire. 

Sentí como todo mi cuerpo me abandonaba. Mis manos se helaron y mis ojos no se alejaban de la mancha — D-déjalo así. Estoy algo ocupado como para manejar hasta allá. Yo me encargo — y sin esperar contestación corté la llamada.

— Aioria lo siento deberas — objetó en su defensa— yo solo iba a echarle la gaseosa al helado y el viento sopló y.. —

— Debo entregarlo mañana Marín. ¿ Qué mierdas voy a hacer ahora? mañana es la inauguración del — respiré algo irritado — ... Del... ¡AHH! — grité estresado.

— Lo... L-lamento — sus ojos comenzaron a aguarse al instante de haber gritado.
Por unos momentos solo la ignoré pero después algo en mí, no sé si mí cuerpo o mi conciencia se acalambraba.

Suspiré cerrando mis ojos, presionandolos con mis dedos —¿Quieres que te perdone? — ella asintió rápidamente— bien.

[...]

Me tomé un momento para estirar mi cuello y mirar la hora, 7:46 Pm. No era muy tarde, pero trabajar todo el día sentado frente a un escritorio, dibujando líneas con una regla y continuar en la noche, en verdad era agotador.

De un momento a otro me descubrí poniéndole atención a la chica que se miraba pasar de un lado a otro por la pequeña vista que daba la puerta de la cocina.
Yo me encontraba en el segundo piso, en el espacio que hice para mi estudio. Más bien era como una sala de descanso antes de entrar al pasillo de las recámaras, pero por la claridad y la amplia vista del lugar la convertí en mi área de trabajo.

En fín, sacudí mí cabeza y prosegui a trabajar hasta que...

— ¡¡AHH!! ¡¡RAYOS ZEUS!!! —se escuchó desde la cocina, junto con un estruendo increíble.

Bajé rápido las escaleras, cruzando la sala y llegando a la cocina.

— ¿Marín estás.... ¿bien? — me quedé de pie en la puerta, con el brazo apoyado en la pared y con el corazón en la boca del susto— ¿Qué rayos? — intenté no burlarme.

— Hoy no es mi día — balbuceó quitando algo que parecía vómito de su cara — intentaba hacerte un batido en esa cosa enorme — señaló con ambas manos la licuadora — pero explotó como si estuviese en un petaco de pólvora — gruñó mirando su cabello "vomitado" .

Sonreí al verla de esa forma, tiré mi cabeza hacia atrás y dejé que todo fluyera de mí .

— ¡No te burles!

Levanté las manos en señal de paz — Deberías quitarte esa sweater, está toda bañada de Soda y ahora.. de ese susodicho batido _ frunció los labios para proseguir a quitarse la prenda. Y así fue como mi mirada no pudo alejarse de ella. Dejó a la vista una pequeña camisa gris que llegaba a unos cuántos dedos arriba de su ombligo .
En ese momento me puse a pensar que jamás le había prestado tanta atención como para decir que era una chica bastante atractiva.
Tenía un cuerpo  delgado, pero no desnutrido, si no uno bastante tonificacido, cintura estilizada y caderas anchas. Su ondulado cabello color naranja encendido, y esas amplias ventanas de color marrón hacían un contraste increíble. 

— ¿Por qué me miras así? —

Su voz me llevó de regreso — Ah si, lo siento.  Ve a darte un baño, mientras limpio esto ¿sí?.

Miró todo y vi una pequeña sonrisa en su rostro.

— Sube a mi habitación, a la izquierda, y puedes tomar alguna camisa de mi armario. 

Creo que al final esa chica en verdad tenía lo suyo.
Luego de unos largos minutos, ya medio había limpiado el desmadre de la cocina y volví a sentarme sobre mi mesa de dibujo.

— Mira esto, no tienes uno más pequeño— salió del pasillo alborotando su cabello con los dedos y con una camisa negra que utilizó como vestido— es enorme.

Reí al verla ahogándose en una camisota — Solo piensa que es moda hip-hop y déjalo ser — ella me miró incrédula, simultáneamente que abría sus brazos para que notara todo el espacio que le quedaba.

Después de ésto se perdió en algún lugar de la casa, pues no sabía dónde,como tenía la vista en mis cosas no miré su destino, hasta que unos treinta minutos después llegó donde yo estaba.

— Vamos a comer — dijo con un rostro simpático .

— Aún no termino —

— Vamos, tú me trajiste aquí para "atenderte" ¿no? . Pues es parte de mi trabajo darte de comer y no dejar que mueras sentado en ese lugar. Te enfermaras por estrés.

— Eres muy exagerada sabías — Jaló mi brazo con fuerza y me empujó delicadamente para que bajara a la sala y me sentara.
Y así lo hice. Me quedé allí sentado como idiota hasta que la vi salir de la cocina con una enorme bandeja de comida. Acercó un plato a mí y se sentó en el suelo , utilizando como mesa la pequeña tabla del salón.

—Esto ha de ser tóxico — acuse con socarroneria

— Que haya hecho explotar tú maquinita avanzada no significa que no sepa hacer una buena cena — puso en mi plato un poco de ensalada — soy deportista, sé de estas cosas — comentó con suficiencia— por cierto, tú casa es genial, parece un palacio comparada con la mía
Aquí si dan ganas de cocinar, mirar televisión , hasta de bañarse —

Reí ampliamente al igual que ella — es grande pero solitaria. Oye por cierto, hemos salido como cuatro veces y hasta ahora sé que haces natación — probé la comida, la cuál estaba deliciosamente deliciosa —

— Al menos lo sabes ¿no?— asentí encogiendo los hombros — ¿por qué tienes una habitación con cosas de mujer? —

— Es de Milo — respondí intentando no atragantarme con los alimentos que tenía en la boca — viene a dormir aquí cuándo se le antoja o cuándo tiene mucha pereza manejar.  Ah mira puedes tomar algo de su armario—

— Naa, su estilo debe ser muy distinto al mio — cortó un trozo de carne. 

— No te creas, ella es muy versátil — reí — nadie mejor que yo para decir que se viste de la mierda cuándo no está trabajando o en una salida. 

— Mejor me dejo tu camisa — hubo un pequeño silencio — Tienen una relación increíble —

Volví a encoger los hombros — Es como mi hermana. Estámos cuando nos necesitamos o eso creo, y bueno ahora que lo pienso creo que eso arruina mis relaciones — dije mirándola comer y ella ladeo su cabeza en señal de que me entendía —

— Si te conocen bien no tienen porqué alocarse por su tipo de relación — habló tapando su boca— Espérame ya vengo — se levantó, fue y volvió de la cocina velozmente.

— Oye cómo que tienes mucha hambre ¿no? — me burle al mirar como se sentaba y ponía un pequeño jarrón con una cosa verde.

— Lo siento, ya no alcancé a almorzar por las clases — señaló cortando otro trozo de carne de su plato y pasándolo por esa cosa — Pruébalo — acercó el tenedor a mi boca de forma afable. Dudé un segundo si hacer caso a su petición — vamos hazlo—.

Acerqué mis labios y engulli el contenido del pequeño objeto de plata — Oh-mmm — jadee cerrando los ojos — ¿Qué es eso?.Está buenísimo—

Ella me dio una expresión de grandeza con una sonrisa —  Es mi secreto, no te lo diré, solo te deleitare con él — acercó a mi boca otro bocado mientras yo la miraba fijamente a sus ojos , esos achinados debido al fruncimiento de sus pómulos al sonreír. Y es entonces cuándo termino de comprender que la razón de esa amplia y sincera sonrisa no es solo por divertirse en un día agobiador , si no que que también es por estar aquí y que yo también lo esté.

[...]

Muy a lo lejos escuchaba un teléfono sonar, pero era extraño, su tono me era desconocido.
Intenté despertarme pero de forma inusual sentía una comodidad y calidez que me hacía desear quedarme allí por siempre.

Me removi un poco, aún con los ojos cerrados, quedando abrazado con lo que suponía una almohada . Y entonces un olor seco y agradable llegó a mí.

Parpadee un par de veces para que mis ojos se acostumbraran a la luz que entraba por los enormes ventanales de la sala... Esperen... ¿La sala?
En el televisor la palabra "DVD" brincaba por todos lados.
Terminé de abrir mis ojos y ahí me dí cuenta de que no era una almohada lo que estaba abrazándo, si no a la pequeña marín.
Estába metida en mi pecho rodeada por mis brazos . Su cabello colocado muy cerca de mí rostro, de ahí ese olor tan agradable. Nuestros cuerpos se amoldaron a la perfección uno contra el otro en la alfombra... ¿alfombra?. 

De un momento a otro sin siquiera darme cuenta estaba empujando a Marín lejos de mí —

— ¿Oye... —

— ¿Por qué te acurrucaste conmigo? —

Se enderezó un poco — ¿De qué hablas? — Ella se quedó en silencio absoluto mientras me miraba aún dormida hasta que— Tú.. Y. —  Con su dedo me señaló y luego a ella— ¿Qué pasó? — sus ojos se alertaron. 

— Dormiste abrazada a mi pechito — ya a éstas alturas era más una burla que cualquier otra cosa—

— Ay no —  se levantó rápidamente y revisó su teléfono — debo irme — buscó su pantalón y lo subió dando brinquitos —

— Oye relájate no pasó nada... Ni siquiera un beso. No sé porqué estás tan acelerada — me levanté estirando mis hombros

— Me encantaría hablar sobre haber dormido abrazados,  pero eso no me importa.  Lo que si me importa es que mi entrenamiento empezó hace siete minutos. Debo irme — corrió hacia la puerta poniéndose el zapato. Creo que ya era pan de cada día hacer eso.

— Yo te llevo espérate — cogí las llaves del auto, me puse las sandalias diarias y salí de casa.

[...]

— Gracias por traerme — indicó peinando un poco su cabello.

— No es nada . De no ser por tí en unos días estaría llorando caldo de pollo — expresé aparcando el auto

— Siempre hay algo peor que lo malo, así que no te quejes. Chao — me dió un beso en la mejilla y salió del vehículo.

Inmediatamente me recordé. Me incliné un poco para poder mirarla desde la ventana de su lado .
— Sal conmigo esta noche.

—  ¿Qué?. Nooo. No saldré de nuevo contigo, podría amanecer en tu "pechito" de nuevo. — ese tono sarcástico me hizo hacer un ruido con mi lengua. 

— Lo siento nena pero soy como un antiácido, una vez que me pruebas lo seguirás haciendo.

Jadeo rejega

— Además aún tienes mi camisa _

— Eres en verdad un caso perdido —ladeo su cabeza derrotada.

— Paso por tí a las cinco — grité al ver que se alejaba rápido — Y vístete bien, no como criminal a como andas ahorita — alzó los pulgares captando las miradas de todos , no sé si por ese camisón que llegaba a sus rodillas o por lo despeinada y frenética que iba.

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NOTA:

Hola hola nenas!! 😋 espero lo disfruten. 
Aquí les dejo un cap nuevo... 

⚠Alerta ⚠

🍅: No se si tenga errores o discordancias en la trama, pero si así es...  Pido disculpas, puesto que no estoy en casa y mi familia me estába fregando por estar de antisocial ☹☹☹😂...pero aún así no les puedo quedar mal 💗...
Como dije antes ,espero lo disfruten...  Y no olviden votar plox,  y comentar con sus opiniones..  Ya saben que todas son importantes y sin ustedes no estaría aquí. 💙..!!
Se les quiere..  Saludos.

~Blackiwoman