Capitulo 10: ¡Quizá actué mal!
Me lavaba las manos en el baño tan sumergida en mis pensamientos que no escuchaba mi teléfono sonar, de no haber sido por la chica que entró, definitivamente jamás lo hubiera tomado.
Ignoré las llamadas pérdidas y me apresuré a leer el mensaje.
De: Jefe acosador.
Para : Milo
¿Cine luego del trabajo? .
¿Voy o no voy? Pensaba interminablemente mientras salía del baño, pero el pecho de Aioria me trajo a este mundo de nuevo.
- ¿Por qué esa cara de estúpida? - me tomó de los hombros inquisitivo y luego intentó mirar mi teléfono.
- Ahh - chille alejándome de él - Déja de ser tan renacuajo - Aioria se hizo el ofendido
- Milo deberías tener vergüenza por ser tan mala amiga y cambiarme - lloriqueo.
- ¿Vergüenza? Apenas y me alcanza para el remordimiento- Sonreí burlona. Me sacó el dedo medio y siguió su andar.
Caminé hasta la oficina y me senté sobre mi escritorio meditando, hasta que dejé de golpear el aparato contra la palma de mi mano y decidí teclear.
De : Milo
Para : Jefe acosador
Está bien, lo espero en el estacionamiento.
Yo lo llevaré "Jefecito".
[..Pv Camus..]
Milo ya me había escrito que me esperaba frente a la constructora. Tomé mis cosas y me dirigí para allá lo más rápido posible.
Salí a la calle y caminé hasta el auto en tanto me quitaba el saco, para tener un aire más fresco y relajado.
- Intenta no matarme gordita -me burle abriendo la puerta y sentándome de copiloto.
- Para ya con ese molesto apodo - ella río trás mirar el retrovisor. Frunci el ceño e imite su acción.
- ¿Qué mierda hace este idiota aquí? -Aioria me miraba con suficiencia mientras Milo reía pisando el acelerador.
- También me pregunto lo mismo - extendió sus brazos, arrecostandose a lo largo de los asientos traseros - Hace poco me decían renacuajo y mírame ahora - ella hacía como si le valiera gorro lo que decíamos. - Y ¿Por qué gordita?.
Claro. Le valía gorro.
- Guarda silencio Aio - se dignó a decir la pelirroja indiferente de hace varios días - verás jefe, ya tenía planes con éste individuo y ni modo que lo plante por tí - Aioria se burló a mi espalda y Milo solo sonreía encogiendo los hombros.
Gruñi acomodandome en mi asiento, con la cabeza apoyada en mi mano derecha, y los dedos de la misma sumergidos en mi cabello.
- ¿Cami estás molesto? - preguntó Dalaras asomando medio cuerpo entre Milo y yo - ¡Ay ya perdóname! - tocó mi brazo izquierdo de la manera más anti-hombria posible.
- Quítate baboso - Jalé mi brazo. Milo frunció el ceño mirándo como yo oscurecía el rostro y Aioria se destapaba de la risa.
Como me irritaba ese imbécil, no. Y como me irritaban esos dos cuándo se ponían de acuerdo para agarrarme de juguete.
_ De verdad que será una noche larga _ pensé mirando la hora de mi celular.
[...]
-Pide las palomitas - dijo acercándose a la fila y entregándome las entradas a la película.
-Déme dos de palomitas saladas - indiqué con sequedad ignorando la mirada inquisitiva de Milo
- Yo quiero unas palomitas dulces - comentó Aioria mientras yo le acercaba la tarjeta al tipo de la caja.
- Pagalas tú - respondí firmando la colilla.
- Milo ves lo tacaño que es, no sé como sales al cine con él, siquiera debería pretenderte..
- Podrías callarte por un segundo - Brame enfadado, al ver como sonreían a mis costillas. - dele lo que pide -
- pequeñas o med.. -
- Pequeñas - indiqué cansino
- GRANDES... -
¡Maldita sea la hora en que le dije "vamos al cine"!.
Entramos a la sala correspondiente y nos sentamos en este orden:
1. MILO
2.AIORIA
3.YO
La verdad es que estába harto de tanta mierda, si lo que ella quería era molestarme lo consiguió.
En medio de la película me levanté de la butaca cogiendo mi saco y saliendo de ahí, sin importarme las quejas de las demás personas.
- Hey- chilló Milo levantándose trás de mí - Camus - siquiera me preocupé en responderle - ¿Hey a dónde vas? Te estoy hablando - casi gritó tomandome de la muñeca.
- A casa - respondí con frialdad.
- ¿Pero no querías venir al cine? - objetó con cara de ilusa.
- La verdad sí. Quería. Tiempo pasado - Puntue y ella arrugó un poco su frente - está bien que tengas esta cercanía con ese ldiota, es tu amigo y todas esas playadas de las mujeres - indiqué bastante altanero - pero sabes qué, ya no quiero estar aquí cerca de tí ni un metro. Si lo que querías era molestarme y ponerme difícil la salida solo por el hecho de que hace unos días te dije que me gustabas y que quería pretenderte. Felicidades. Lo lograste. Ya no quiero salir contigo. - di unos pasos hasta sobrepasarla y llegar a la salida en donde tomé un taxi.
_Mensaje de Milo_
Leí esa notificación y sin pensarlo bloqueé el teléfono, en verdad todo eso había rebasado los límites de mi paciencia.
[...]
Necesitaba liberar estrés y que mejor manera que haciendo ejercicio, así que cambié mi ropa y me dispuse a hacer la rutina acostumbrada, hasta que mi teléfono sonó.
Dejé las pesas en su lugar y caminé hasta la banca en donde estaba el móvil.
_Mensaje de Milo_
Suspiré, para luego presionar el sobre que acumulaba dos mensajes.
De: Milo
Para : Jefe acosador.
Oye no te lo tomes tan a pecho, vuelve a ver la película con nosotros.
5:23 pm ✔✔
Ahora estoy frente a tu casota de principito
7:47 pm ✔✔
Cerré mis ojos cansino a la vez que bebía algo de agua. Pero llegó otra notificación.
¿Vienes o tendré que entrar y sacarte?
7:49 pm ✔✔
Salí del área de gimnasio poniéndome una sudadera, caminé a lo largo del jardín rodeando la casa - El gimnasio quedaba en la parte trasera de la casa, justo en frente de la piscina- hasta llegar a las enormes barras de metal que impedían la entrada.
- ¿Qué quieres? Para que has venido hasta acá - dije a unos pasos de ella.
- Abre la reja - pidió
- No hay necesidad - era inevitable el tono frívolo - ¿Qué quieres?
Milo suspiró caminando hasta su auto y sacando algo de allí - Dejaste esto - me acercó el maletín -
- Gracias ¿eso es todo?- pregunté seco a lo que ella no contestó - bien, si es así, nos vemos mañana en el trabajo - comencé a caminar sobre las piedrillas blancas que cubrían el camino.
- ¿Por qué tienes que ser tan obstinado e idiota?- gritó sonando los tubos del portón - Abre ésta maldita mierda o juro que la tiraré.
Me devolvi algo irritado , en tanto abría para que dejara de gritar.. - ¿Qué mierda quieres? - insisti cerca de su rostro.
- Solo venía a decirte que lo siento - gruñó sin siquiera intimidarse por mi rostro
- Creés que es solo de disculparse. Milo piensas que no sé que eran mentiras que ibas a salir con él - ella me miró sin decir una palabra - sé bien que lo hiciste por molestarme y como te lo dije, en verdad lo lograste.. -
- Deja que hable, no hagas de esto un lío - yo reí sentándome en el capó de su auto. - Sí, es cierto, lo hice intencional ¿bien? , pero no entiendo como pretendes tener algo conmigo si no soportas a Aioria ... O como soy con él -
- No es que no me lo soporte, porque al final, desde que lo conozco y trabajamos juntos nuestra relación ha sido así, no me molesta su existencia, vivo con ello y él también - señalé de forma directa - lo que me pudre es que tú te prestes para tonterías - abrió la boca como para decir algo - déjame terminar.- sabías que quería estar contigo fuera de unas malditas sábanas y lo llevaste a él.
- ¿Son celos? Estás celoso de mi amigo - en vez de preguntar era más una afirmación.
Reí a burla - ¿Celoso yo? - me toqué el pecho - estás loca, jamás me pondría celoso de ese orangután, como se ve que no sabes quien soy. Además viéndolo bien tu eres su viva imagen - Vi como ella abría los ojos. Y antes de que pudiera continuar el auto de mi padre se asomó -
- Camus - yo lo miré con los ojos algo encandilado por las luces - Hola Milo - ella le sonrió débilmente - Hijo entra ya, tengo mucha hambre como para esperarte - asentí y el avanzó entrando a la propiedad.
- Camus.. - musitó la pelirroja tomando la manga de mi sudadera. - Oye yo solo me siento confundida, sabes , me vuelves loca y eso en verdad no se como controlarlo, no puedo evitar portarme como u...-
- No digas nada más, déjalo así, no volveré a molestarte - me liberé de su agarre y la miré con dureza - dejemos esto como un encuentro casual en un club - su rostro se opacó, pero no me importó y me alejé de allí.
Volvía a ser el Camus de siempre, pero no sabía como sentirme al respecto.
¿Veremos hasta donde llegas Milo?
[..Pv Dégel..]
Dejé mis cosas en la mesa de la sala de estar y me dirigi al comedor aflojando mi corbata.
- Hola cielo - le dí un pequeño beso a Seraphine.
- Hola Amor - ella sonrió quitándome el saco - ¿Viste a tu hijo?
- Sí, creo que acaba de subir a ducharse - me senté a la cabeza de la mesa - ¡Ahh! estoy muerto, por favor cariño pide que sirvan la comida de una vez.
Seraphine asintió y caminó hacía la cocina volviendo enseguida.
Nos sentamos y comenzamos a comer. Mi esposa hablando de sus típicas reuniones de beneficiencia y preguntando , cómo iba el proyecto de la escuela para los niños de bajos recursos.
- Tranquila, todo va en camino - contesté llevándome una cucharada de crema a la boca - mira, ahí viene Camus. - Seraphine lo miró de inmediato.
- Provecho - expresó sentándose en una de las tantas sillas. - Perdón la tardanza padre -
- No te preocupes - espete - ¿Regresaste temprano de la constructora?- él levantó el rostro hacía mí asintiendo -¿Dime que hacías afuera? .
- Me ocupaba de un asunto personal - contestó tajante como de costumbre si de mujeres se trataba. Sonreí socarrón antes de beber de mi copa.
- ¿Ah sí? ¿Y cómo se llama ese pelirrojo asunto personal? - preguntó mi esposa desde el otro extremo de la mesa.
Levanté la mirada mientras movía mis mandíbulas - No es de importancia. - contestó luego de unos segundos pensando sin quitar la mirada de sus alimentos.
- ¿No es de importancia entonces? - preguntó irónica provocándome un suspiro porque ya sabía lo que pasaría.
- Cariño - pedí arrugando la cara pero a ella le valió, como siempre.
- No te importa, pero te busca en casa y créeme que aún no olvido que te vino a buscar como una loca hace un tiempo.
- Seraphine si dije que no importaba es porque así es - argumentó con tono pesado.
- No me hables así Camus soy tu madre -
_ Entonces no intentes formar conmigo esa Codependencia que te cargabas con Mystoria - agregó irritado levantándose de la mesa - si eres mi madre deberías saber que no soy como él.
- Dégel dile algo - chilló al verlo irse del comedor. -
Suspiré de nuevo dejando caer los brazos sobre la mesa - ¿Qué quieres que le diga? No creés que es ridículo tratar a Camus como si fuera un jovencito, ¿Por qué intentas controlar su vida amorosa o no, su vida a estas alturas?.
- Porque me importa su bienestar y el de mi familia - indicó sentada frente a mí - pero, claro a tí parece que no, jamás le has puesto orden, siempre fuiste un alcahuete con ese niño y ve lo que hace ahora - su rostro se tornaba tenso e irritado - pero que puedo pedir de un hombre que jamás está en casa desde que nos casamos.
Me levanté de la mesa tirando la servilleta en ella - Un hombre ausente, pero bien que hasta en tus estúpidos calzones usas ropa fina, bien que disfrutas vivir en esta casa con lujos, te sientes galardonada al ser la esposa y madre de dos de los hombres más influyentes del país.
Seraphine negó con la cabeza baja - eso no lo justifica -
- Claro, el hecho de que me haya partido la espalda para darle lo mejor a mis hijos no es suficiente para justificar la ausencia de ambas partes - caminé hacía ella - porque no es solo mi culpa. - expresé apoyando mis manos en la mesa,justamente frente a ella - la diferencia entre tú y yo esque, a pesar de mi falta en su vida, cuándo ellos necesitaban de mí yo estaba allí , cuándo Camus ocupaba de alguien acudía a mí, porque siempre estuve y estaré a pesar de mi falta de tiempo y él lo sabe. Pero ¿cuál es tu problema? ¿Qué Camus no te da el chance de opinión en su vida? Sabes porqué, porque debiste darlas desde que era un muchacho ¿Que Camus te falta el respeto como madre? No tienes derecho a quejarte, porque si no querias que esto pasara debiste darte tú lugar como mamá pero más importante aún, darle el lugar a él como tú hijo - Seraphine se llevó las manos al rostro y yo de inmediato me alejé de allí tragando grueso por verla así. Pues sabía que había sido muy duro con ella.
- ¿Entonces que sugieres que haga? - preguntó con voz quebrada, pero en casi un grito.
- Solo intenta mantenerte al margen de sus decisiones y confía en él - la mire y ella hizo lo mismo con ojos inundados - no hay más apoyo que ese. -
[..Pv Camus..]
Cerré mis ojos para liberarme de todo lo que había pasado.
Rememorando le dije a la mujer que me gustaba que ya no seguiría tratandola y eso en verdad me frustraba, como siempre en momentos de ira no pienso lo que digo.
- Ahh!! - bufé golpeando la cama y abriendo los ojos .
Me estire para tomar el móvil y escribirle un mensaje.
Pero ella se adelantó.
De:Milo
Para : Jefe acosador
Cam en serio lo lamento.
Pero como te lo he dicho tú me asustas, todo esto me asusta.
No espero que me contestes porque si te conozco no lo harás. Sólo no puedo dejar que me digas no más, a estas alturas y quedarme sentada.
Piensa en lo que dijiste y lo que harás , en el momento en que te decidas camina cien metros sobre el pasillo y entra en mi oficina.
Buenas noches.
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Nota :
Holi (^∇^)
Quizá el cap no es uno de los mejores, pero en verdad necesitaba plasmarlo de ésta forma !!!.
🌟No se olvidan de dejar sus estrellas 🌟... Pues grato para mi persona ver su apoyo. ☺
Gracias por leer <3
Se les quiere mil (*^ω^*)
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