CAPITULO 29
CAPÍTULO 29
Ingreso a la fiesta con Amy a mi lado, es un ambiente cómodo, por suerte mi amiga logro convencer a mi abuelita de ir, así como que esta noche iba a dormir en su casa, es un gran alivio que mi abuelita me haya permitido ir, pero Amy tiene un gran poder en la oratoria que convence a las personas rápidamente.
Efecto de abogada.
— ¡Me pidió ser su novia! — grito emocionado — Dijo, "me permitirías ser tu novio" y yo me quede sorprendida no podía evitar disimular que estaba muy emocionada.
— Mi linda niña — apreta mis mejillas Amy — ya era hora de que te diga eso, adema ya lo veía venir — dice.
— Taemin ha sufrido mucho y merece ser feliz — digo en susurro.
— Bueno pues, como ya eres oficialmente su novia, iras vestida a la fiesta hermosa y te enseñare unas cositas para que lo vuelvas loco — dice guiñándome un ojo.
Caminamos, hasta unos muebles.
— ¿Nerviosa? — escucho su voz. — Mas o menos Amy, pero me alegro de que tu este aquí conmigo.
Amy no es nueva en el amor, ella me ha contado sus experiencias que vivió, por lo que me obligo a tomar apuntes de sus consejos para tener loco a mi novio.
— Allí viene, yo me retiro y ya sabes — me dice para levantarse del asiento.
Por lo que me aseguro de estar sentada correctamente y pedir unos vasos de whisky, fue la única bebida alcohólica que me gusto el sabor cuando Amy me dio de tomar.
— Cariño — y ahí está ese hombre que me gusta — si llegaste — me saluda con un beso corto para sentarse.
Sentía su mirada profunda en mis ojos, por lo que acomodé mi cabello a un lado.
— Te ves hermosa — me dice.
Sus palabras fueron tan sinceras, que solo me dedico a sonreírle, mirar lo apuesto que es, me alegra que no esté con esa chica que parece su sombra y solo estemos los dos, mi mirada cae en un grupo de chicas que miran lujuriosamente a mi novio, por lo que me invaden unos celos hasta que escucho la voz del chico que nos trae unos vasos que pedí
— Aquí esta lo que ordeno, señorita — me dice sonriendo, pero su mirada cae en mi escote que me incomoda.
— Gracias — dice Taemin para levantarse y sentarse a mi lado, girándome rápidamente con delicadeza para verlo — Amor — me dice antes de besarme y perderme locamente en sus labios tan suaves.
Luego de unos minutos, tomo el vaso de whisky y siento como arde al pasar por totalidad.
— ¿Sabes Taemin? — digo terminando de un solo trago.
— Bebe más despacio cariño, puede hacerte daño — me mira preocupado.
— Cuando nos cruzamos por el pasallo, cuando tu... — lo señalo — te caíste encima mío y el dolor de mi trasero fue horrible — hago un puchero
— Perdón amor, estaba tan apurado, me había perdido la primera clase.
Mientras está hablando, decido tomar otro vaso, pero aún estoy consciente de lo que digo y hablo.
— ¿Sabes que me costaba caminar?
— Amor bebe con cuidado, por favor — me dice tomando mis manos y depositando un cálido beso.
— Pues tú me cuidaras, ¿verdad? — digo.
— Yo cuidare de ti — me susurra en mi oído.
El alcohol está en mi organismo y hace efecto, pierdo todo nerviosísimo así que salgo a la pista de baile después de beber una copa más, me dejo llevar por la música, muevo lento mis brazos y mi cadera, no me importa que los demás chicos me estén viendo, yo no quiero sorprenderlos a ellos, al único que quiero sorprender es a ese chico que está al frente mío como un poste parado mientras se toca la nariz.
Llega un punto donde la música cambia a una muy coqueta, por lo que me acerco a él con una mirada y sonrisa pícara, pongo mis manos en su cuello y le animo a bailar.
— Vamos Taemin, no seas aburrido — por como sale mi voz son indicios de que estoy ebria.
Muevo mis caderas con tal sensualidad aprovechando que está cerca mío, bajo una de mis manos hasta su pecho tan cálido sonriendo, me acerco peligrosamente a sus labios y el a los míos, que rápido los evito quedándose sorprendido por lo último.
— Es suficiente — me dice para tomar mi mano e irnos a sentar.
— Privacidad, tienes que buscar privacidad, tienen que estar solo ustedes dos — recuerdo lo que me dijo Amy.
Al sentarme veo como el segundo piso está lleno de enamorados besándose con pasión, por lo que allí no habría privacidad.
— Taemin — lo miro — ¿podemos subir al último piso? Quiero salir un momento para despejar mi mente y tomar aire— le digo y el solo asiente.
— Ven aquí mi corazón— se levanta y carga en sus brazos — no quiero que te canses al subir las escaleras — me dice y camina hasta llevarme al último piso.
Siento el frio recorrer mi cuerpo al llegar donde no hay absolutamente nadie, camina unos cuantos pasos más para dejarme en el piso, veo la linda vista que nos rodea, las pequeñas estrellas que veo desde lejos, la luna llena, y el chico que está a mi lado, sin duda alguna esta vista es perfecta.
Me acerco a Taemin que él se deja llevar hasta sentarse en una silla que está ahí, lo hago sentarse cómodamente para luego hacerlo yo encima de él, lo miro a los ojos y me acerco a él para besarlo, nuevamente siento sus labios en los míos, abro más mi boca para que su lengua recorra todo en mi interior que me hace delirar.
— Te amo Hannah — me susurra.
Deslizo una de mis manos recorriendo lentamente su pecho y llegar hasta su cintura, siento debajo mío algo duro y el placer sube y recorre todo mi cuerpo, que por inercia muevo mis caderas escuchando un gemido de Taemin.
— Ah ~
Beso nuevamente sus labios hasta que ...
— Hannah espera — me dice apartándose de mí y lo veo con confusión — te amo mucho, pero estás ebria, no estas en tus cinco sentidos amor.
— Pero Tae-Taemin — digo dando pequeños saltos.
— Ah ~ — Hannah amor — dice casi rogando y acariciando mi mejilla — si no te detienes no sé qué es lo que podría llegar a hacer, y tú eres una persona muy especial para mí, no quiero que sea algo de una noche, quiero que dure para siempre.
Al escucharlo miro sus ojos, él es tan lindo y por eso lo amo.
— Ven —me carga en sus brazos — ves esas estrellas — señala con sus dedos— parecen un niño jugando con un perrito.
Taemin es bueno distrayendo
Por lo que sigo con la corriente, la continuación de la noche la pasamos riéndonos.
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