CAPÍTULO 20

No puedo más con estos sentimientos. La angustia me consume cada vez que veo a Hannah tomada de la mano con alguien más. El dolor de mi error y mi incapacidad para retenerla se intensifican con cada momento que paso observándolos. El pasado no deja de atormentarme, y verlos juntos es un recordatorio cruel de lo que perdí. 

 Ya han pasado semanas, donde solo me que quedado observando que es lo que hacen en el receso a través del cristal de cafetín, me alegro de que sonría como no lo hizo conmigo, estoy feliz de que se sienta cómoda con el nuevo chico que al parecer la cuida mucho.

—¿No harás nada? — dice Liam a mi costado. 

— Ella está feliz con él — me dedico a apartar mi mirada y dar un sorbo a mi café. 

— Amigo, pero tú no estás bien — me indica — mira esos ojos hinchados, además no estas comiendo ¿verdad? 

— Ya no lo digas Liam, me tengo que ir — digo parándome — hoy saldré temprano de la universidad, iré a casa de mi padre — veo que el solo asiente con la cabeza y salgo de ahí.

Al estar afuera me dedico por última vez a mirarte, aun siento como mi corazón tiene una leve punzada por verte con él, pero así mismo me siento feliz por verte sonreír, yo lo único que te cause fue dolor, espero que algún día me perdones, es muy cruel de mi parte decirte que quiero que estes a mi lado, pero simplemente no puedo evitar lo que siento, me di cuenta muy tarde de lo que sentía, de lo que me haces sentir tu presencia, tus ojos, tu sonrisa, pero...

Crea tu propia versión del amor   

—Taemin — me doy como una silueta conocida se acerca a mi. 

 Emma. 

—¿Iras a la casa de tu padre?, ¿podemos ir juntos? — me toma del brazo sonriendo, pero me siento incomodo cuando hace eso por lo que aparto sus manos y asiento con la cabeza. 

 Al llegar a la gran casa de mi padre, voy a mi habitación para dejar mis cosas, pero necesito algo más, al percatarme que los demás estén abajo preparando el almuerzo y que mi padre aun no llega a casa, necesito comprobar algo.

Las fotos fueron editas y tu padre sabia, pero se negaba a creer eso.

Al estar parado frente a la puerta de la oficina que tiene mi padre en casa, quiero ingresar, pero tengo mala suerte al intentar, esta con llave, por lo que pienso rápidamente en algo, regreso a mi habitación para encontrar algo útil que me ayude a abrir la puerta y solo encuentro una tarjeta, estoy seguro que esto servirá.

Al estar nuevamente en esa puerta introduzco por un espacio en la puerta y percatándome que este a nivel de la cerradura, poco a poco introduzco la tarjeta, solo hace falta unos segundos para que se abra, ¡bingo! 

Sin hacer ningún ruido, guardo la tarjeta en mi bolsillo, cierro la puerta con cuidado y estoy ahí adentro, nada casual y todo normal, miro atentamente en donde mi padre guardaría esas fotos, reviso cada cajón detalladamente, pero nada.

Veo los libros, pero hay uno en especial, el último de la fila, observo y bingo, el material es de madera, es un cajón, pero necesito de una llave para abrirlo.

Las llaves, ¿dónde guardaría mi padre las llaves? 

Me había percato en los primeros cajones que busque, había una llaves, espero que sean esas, me acerco para tomarlas rápidamente y abrir aquella caja en forma de libro. 

— Ya llegué — escucho la voz de mi padre en el primer piso.

Por lo que agilizo lo que estaba haciendo, y ahí están las fotos, observo una silueta parecida a la de mi madre con un hombre, pero al darme cuenta detalladamente los bordes de las fotos, confirmo lo dicho por mi tía, son editadas, además, los bordes de la cara del señor están borrosas, que mal trabajo hizo la persona que edito estas fotos. 

— ¡Taemin, hijo! — escucho su voz en el primer piso  

Así que dejo las fotos que encontré, puedo ver que guardaba papeles doblados, desdoblo rápidamente y son pruebas de exámenes, veo el nombre y está registrado a nombre de mi madre, ¿mi madre estaba enferma?, veo el diagnóstico: Cáncer 

Me quedo asombrado, ¿cómo es que mi madre estuvo enferma y mi padre nunca me lo dijo?

— Taemin — escucho la voz de mi padre subiendo las escaleras. 

Dejo todo en orden, coloco las cosas en su lugar y salgo de la oficina con cautela, sorprendido por lo que acaba de ocurrir. 

— ¿Qué haces ahí? — dice la voz de mi padre a unos metros de distancia.

— Ah, nada papá, solo estaba por ir al primer piso — respondo con una risa nerviosa. 

Se acerca a mi lado e intenta abrir la puerta de su oficina, pero está cerrada. Él solo sonríe y me acaricia la cabeza. 

— Bien, vamos.

Bajamos al primer piso y nos sentamos a la mesa. Solo puedo ver la sonrisa de aquella mujer. Sé que tú tienes algo que ver con la muerte de mi mamá. Le tuviste envidia a mi madre. engañaste a mi padre con tus mentiras y causaste una muerte. ¿Cómo puedes estar riendo así?

La miro fijamente con el cubierto en la mano, sintiendo la ira por tenerla frente a mí. Rodearme de este tipo de personas me hace querer vomitar.

— Taemin, por favor, come — dice con una sonrisa amable. 

La pregunta que me atormenta se vuelve más clara con cada momento que pasa: ¿Qué clase de persona eres realmente, Fátima?, la tensión y la ira que siento hacia ella son casi insoportables.