CAPITULO 19
CAPÍTULO 19
Después de mucho tiempo, estoy tan feliz. Hoy veremos el estreno de mi película favorita con Manfrid, es una pena que Amy no pueda acompañarnos, ya que su familia lejana ha venido a visitarla y ella debe estar presente. Nos dijo que podríamos ir los dos y que este fin de semana podríamos ir los tres juntos.
Estoy esperando a Manfrid, que fue a comprar los boletos para poder entrar. Lo veo acercarse con una sonrisa de oreja a oreja, sosteniendo palomitas de maíz y una gaseosa.
— Espera, Hannah, ¿qué tienes ahí? — señala a alguna parte de mi mejilla. Me toco en el lugar que él indica. — Mira, justo aquí — dice de nuevo, con un brillo travieso en sus ojos.
Estoy un poco confundida, pero su sonrisa es reconfortante. Saca rápidamente una rosa hermosa que tenía escondida en algún lugar del brazo y me la entrega con un gesto suave.
— Una flor para otra flor — dice riendo, y yo no puedo evitar sonreír ampliamente.
— Está linda, ¿la tejiste tú? — le pregunto, admirando el detalle.
— Sí, solo como hobby. Mi madre me enseñó a tejer, cada punto con especial cuidado. Lo hice para ti, siempre me ha gustado el diseño, pero mi pasión está en las leyes.
— Entiendo. Muchas gracias, Manfrid. Hiciste un excelente trabajo — le digo con una sonrisa genuina.
Después de unos minutos, nos encontramos en la sala del cine. Estoy comiendo palomitas cómodamente y mirando atentamente la escena.
— No mires eso — me tapa los ojos Manfrid. — Se están besando — susurra en mi oído.
— Ya, Manfrid, déjame ver, quiero ver — digo apartando sus manos con un toque juguetón.
— Qué pervertida eres, niña — dice en broma, arrugando su nariz, me ruborizo, un poco avergonzada pero divertidamente sorprendida.
— Tú también lo viste, no mientas — respondo, tratando de defenderme.
— Shhh — nos susurran desde la fila de atrás. Nos quedamos en silencio, sin poder evitar sonreír en complicidad.
La curiosidad me invade. Me giro disimuladamente para ver quién ha hecho el ruido. Mi corazón da un vuelco al ver a Taemin sentado allí. ¿Qué hace él aquí? No se supone que debía alejarme, pero cada vez que lo intento, él siempre está cerca, y odio lo que esa presencia hace conmigo. Mi corazón empieza a latir con fuerza, como si un rayo de electricidad recorriera todo mi cuerpo.
Pero las palabras de Taemin resuenan en mi mente: "Aléjate de mí, por favor". Me doy media vuelta rápidamente, ignorando la escena, y vuelvo a enfocarme en Manfrid. La conversación con él me saca una sonrisa y me hace sentir un poco mejor.
Después de la película, decidimos ir a comer pollo frito. Salimos del cine con los ojos llorosos, porque el final fue agridulce: los protagonistas no se quedaron juntos y cada uno quedó infeliz.
— Hannah — escucho unas voces detrás de mí. Me doy la vuelta para ver a Tom y sus amigos.
— Hola, Tom — digo saludándolo.
— ¿A dónde vas? ¿Quieres venir a comer pollo frito con nosotros? Así podemos hablar de las actividades del club — me dice sonriendo.
— ¿Qué tal si vamos todos juntos? — dice un tercer chico, que siempre he visto al lado de Taemin.
— Liam, solo iremos el acompañante de Hannah, ella y yo. Ustedes pueden retirarse — dice Tom riendo
— Me agrada la idea de ir juntos — añade Taemin, mirándome.
— Lo siento, será otro día. Estoy con Manfrid, es un día para divertirnos — intento decir con firmeza.
— No te preocupes, Hannah. Podemos ir juntos — dice Manfrid, interrumpiéndome y causando que los demás celebren con entusiasmo.
No, Manfrid, se supone que debías decir que no. Me tenías que apoyar. ¿Y ahora qué sucederá?
Después de caminar unas cuadras, llegamos al restaurante y ocupamos nuestros asientos. Me alegra que Manfrid esté sentado a mi lado, porque me siento un poco nerviosa compartiendo el mismo espacio con Taemin, que ahora está justo en frente mío. Rápidamente ordenamos alitas de pollo y comenzamos a charlar con Tom.
— Deberíamos usar el equipo de sonido y radio para animar la universidad — propone Tom, y yo asiento con la cabeza.
— Sí, me gusta la idea — digo en voz baja.
— ¿Y cómo te va a ti en la universidad? ¿Todo bien? — pregunta Tom a Manfrid.
— Por ahora me siento cómodo en la universidad. Me llamo Manfrid — responde con una sonrisa.
— Manfrid — susurra Taemin, mirándome con una intensidad inesperada.
¿Qué le pasa?
— Disculpen su orden — dice la mesera, rompiendo el momento tenso.
Ahora, con la comida frente a nosotros, no tengo mucho apetito. Miro la hora y veo que ya es tarde por lo que decido quedarme solo unos minutos más antes de retirarme.
Diez minutos pasan y los chicos ya han pedido copas de alcohol y más alitas.
— ¿Ya podemos irnos? — susurro a Manfrid, y él asiente sonriendo.
— Bueno, amigos, fue un gusto. Nos tenemos que retirar — dice despidiéndose
— ¿No te quedarás a compartir unos vasos? — pregunta Liam, con un tono insistente.
— No bebo bebidas alcohólicas — pronunció Manfrid para luego tomar mi mano para salir del restaurante.
Es un alivio salir de allí. Caminamos unas cuadras disfrutando de la fresca brisa en nuestros rostros, me siento aliviada y sonrío sin razón aparente.
— Sonríes — dice Manfrid, deteniéndose frente a mí. Con una sonrisa cálida, acomoda un mechón rebelde de mi cara. — Tomaremos un taxi.
— Esta vez quiero ir caminando. Mi casa no está muy lejos — respondo con decisión.
— ¿Estás segura? — pregunta Manfrid, y yo asiento con la cabeza.
Caminar parece ser una mala idea. Después de solo tres cuadras, mis pies empiezan a doler. Me obligo a dar un paso tras otro, sabiendo que mañana amaneceré con ampollas. Estoy inmersa en mis pensamientos cuando Manfrid se detiene y me mira, su sonrisa nunca desaparece. Se saca los tenis y me los entrega.
— ¿Por qué no me dijiste que estabas sufriendo al caminar? — dice, y yo me quedo perpleja.
— Pero tú, ¿cómo vas a caminar descalzo? — pregunto, sorprendida por su gesto.
— Eso es lo menos importante, Hannah. No quiero que sufras más — responde con ternura.
Se arrodilla para sacarme lentamente los tacos y ponerme sus tenis. Siento un alivio inmediato y una calidez en el corazón. Manfrid toma mi mano y solo necesitamos caminar una esquina más para encontrar un taxi. A medida que caminamos juntos, siento que el peso del día se disuelve. La frescura de la noche y la gentileza de Manfrid hacen que me olvide del malestar en mis pies. Sin embargo, en el fondo de mi mente, Taemin sigue presente, un eco persistente de sentimientos no resueltos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro