CAPITULO 11
CAPÍTULO 11
FLASHBACK
El estruendo de la puerta cerrándose con fuerza retumbó por toda la casa, resonando como un eco de desesperación y rabia. Un hombre entró con una furia tan palpable que el aire parecía temblar a su alrededor. Sus puños estaban tan apretados que sus uñas se clavaban en la piel, dejándole heridas que se mezclaban con su furia. No podía creer lo que acababa de escuchar. Su mente estaba en un torbellino de enojo y traición, y lo único que deseaba era que su esposa le dijera en la cara que todo era mentira. Pero, incluso si lo hiciera, no creería ni una palabra.
—¡Kristen! ¡¿Dónde estás, Kristen?! —su voz sonaba irreconocible, rota por la ira.
—¿Amor? ¿Pasó algo? —la voz de Kristen temblaba desde la cocina, llena de miedo y confusión, a pesar de que su cuerpo temblaba, su mente se negaba a aceptar la realidad de la situación.
Cuan equivocada estaba.
En cuanto vio a Kristen, el hombre se abalanzó hacia ella, agarrándola del brazo con una fuerza brutal. Ella gritó de dolor, sus lágrimas comenzaban a mezclarse con su sudor.
—¡Amor, me duele! —su voz se quebraba entre sollozos, mientras su dolor se convertía en lágrimas de desesperación.
—¿Te duele? ¡Eres una hipócrita! ¡¿Quién demonios te crees?! —la empujó al suelo con una violencia que la hizo caer de bruces. Kristen no podía comprender lo que estaba sucediendo; el hombre frente a ella no era su esposo, era una sombra de rabia y desesperación. La peste a alcohol en su aliento era abrumadora.
—Deberías descansar —murmuró Kristen, levantándose con dificultad, sus ojos buscando la comprensión en el rostro de su esposo.
—¡Me engañaste, Kristen! ¡Me engañaste! Te acostaste con otro hombre —las lágrimas de ira comenzaron a caer por sus mejillas, mezcladas con la furia que sentía— ¡¿Por qué lo hiciste, Kristen?! ¡¿Por qué?!
Las palabras fueron como cuchillos, cortando a Kristen más profundamente de lo que podría imaginar. En todos los años de su matrimonio, nunca pensó que su esposo podría ser capaz de dudar de ella de esta manera. ¿No sabía que ella daría su vida por él? ¿No conocía su amor incondicional? Ella amaba a su esposo con cada fibra de su ser, y ahora él la estaba acusando de algo inimaginable.
—¡Eres un estúpido! Crees absolutamente todo lo que dicen los demás y no me crees a mí. ¿Acaso no entiendes que solo te amo a ti y que sería incapaz de hacer algo así? ¡Tengo dignidad! ¿Lo entiendes? ¡Tengo dignidad! —su voz estalló con una furia contenida, y le abofeteó con la fuerza de una mujer herida pero decidida. Sus palabras estaban llenas de dolor y desesperación, y su corazón se rompía con cada grito.
En ese momento, Kristen vio a su hijo, Taemin, en las escaleras, sus ojos rojos e hinchados por el llanto. El pequeño estaba aterrorizado, tratando de entender por qué su padre estaba haciendo esto. Kristen quería ir a él, abrazarlo, consolarlo, pero su cuerpo se quedó paralizado por el dolor que sentía. De repente, un tirón brutal en su cabello la sacó de su intento de acercarse a Taemin.
—¡Te odio! ¡No te creo nada! ¡¿Lo vas a negar?! ¡Tengo fotos, Kristen! — la furia en los ojos del hombre se mezclaba con el alcohol y la traición. La abofeteaba una y otra vez, sus golpes eran un castigo cruel e injusto.
—¡Yo te amo, Dereck! ¡Te amo! —gritaba con cada golpe, su voz ahogada en dolor y desesperación. Sus palabras eran un grito de súplica en medio del caos.
Taemin, con el corazón roto y un llanto desesperado, se acercó a su padre.
—¡Papá! ¡Déjala! ¡No le hagas daño a mamá! ¡Papá!
Viendo la escena, Taemin se prometió a sí mismo que nunca más permitiría que el amor le causara semejante dolor. Si ese era el significado del amor, él no quería parte de él. El amor, en sus ojos infantiles, solo traía sufrimiento y lágrimas.
FIN DEL FLASHBACK
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