- ¿Por qué sonríes papá?

La curiosa pregunta de su pequeña, lo sacó de sus pensamientos. Mientras conduce, mira por un momento a su niña y sonríe.

- Solo estoy feliz, corazón.

- ¿Es porque Jimin vive con nosotros?

- Amor, Jimin no vive con nosotros, solo... solo pasa más tiempo en casa.

- Pero ya llenó tu ropero papi.

- ¿Acaso Yumi ha estado espiando el cuarto de papi?

Una risilla cómplice escapó de los labios de la pequeña, había sido descubierta.

- ¿Quieres que Jimin viva con nosotros?

- ¡Hace el mejor desayuno papi! Le pone muchas cosas y hace hermosas formas.

- ¿O sea que ya no quieres comer mis panqueques de unicornio? Estoy muy celoso.

- ¡Papiiiii!

Las risas no se hicieron esperar, Jungkook empezó a hacerle cosquillas a su hijita y se divirtieron hasta llegar a la escuela.

- Hoy será un gran día. Diviértete y presta mucha atención, amor.

- Lo haré papi. Te amo.

- Yo también te amo.

Los días de Jungkook se sienten como caminar en las nubes.
Ligero.
Agradable.
Feliz.

Sigue la misma rutina de todos los días con la diferencia de que recibe ahora un mensaje de buenos días, cada mañana.

Sonríe para responderle al ahora nuevo dueño de sus sonrisas y lleva a su preciosa hija a la escuela.

Jungkook se lleva una sorpresa cuando ve a Jimin esperar junto a la puerta de la entrada y se apresura a llegar.

— ¿Qué haces aquí? — pregunta con ansias y una gran sonrisa dibujada en su rostro.

— La mamá de MinJi pidió que la trajera, tiene un viaje de negocios y debo atenderla por unos días.

La preocupación en su rostro era notoria, Jungkook no quiso ahondar en el tema en ese momento, pues las niñas aún estaban presentes. En el momento en que se despiden, ambos adultos suben al auto de Jungkook y como si lo hubiera estado reteniendo por mucho tiempo, Jimin deja salir un gran suspiro.

— Estás preocupado. Y tiene que ver con la pequeña, ¿verdad?

Jimin dirigió su mirada hacia él y asintió. 

— Las cosas están complicadas en casa de MinJi. Su madre me dejó mucho dinero, las contraseñas de sus cuentas, las llaves de su casa.

— Parece que no solo es un viaje de negocios.

— Está huyendo. Le robó dinero a uno de sus jefes. Ese dinero estaba siendo lavado en otro país y ella era la contadora. No sé qué voy a hacer con la pequeña. Mi negocio está creciendo, tengo ahora mucho más trabajo y aunque ame mucho a la niña, siento que esto me supera. ¿Y si llegan a matar a la madre, qué se supone que haré?

La ansiedad y angustia de Jimin preocuparon a Jungkook. El tema es mucho más serio de lo que creyó. La vida y el futuro de una niña están en juego.

— Calma Jimin, la verdad no entiendo mucho de esas cosas, pero... ¿Tal vez la mujer te dio algún poder para ser tutor de MinJi?, ¿tendrá algún otro familiar?

— Ella viene de Tailandia. Toda la familia vive ahí. El padre se divorció de ella recientemente, le cedió la potestad completa a su madre, cuando se reunió conmigo me dejó unos papeles y dijo que los leyera y que la próxima semana alguien llegaría a recogerlos. Tengo que firmar algo pero tengo miedo, Kook.

— OK. Hay que leer con detenimiento esos documentos y buscaremos un abogado por si acaso. Tengo un buen amigo que podría ayudarnos. Pero tranquilo, yo sé que esto podría cambiarte la vida por completo pero míralo como una bendición.

— ¿Bendición?

— Sí, tendremos dos hijas preciosas.

Los ojos de Jimin se abrieron con gran sorpresa. La convicción con la que hablaba Jungkook era increíble. El hombre tomó la mano de su pareja y la besó. 

— Yo sé que estamos empezando nuestra relación y hay mucho por lo que tenemos que conocernos, mucho por aprender de nosotros pero... Yo siento que esto es como debió ser. Como si fuera una oración respondida, un sueño cumplido. Yo no tendría ninguna objeción de criar a esa niña como mía. Si esa mujer llega a cederte la tutoría de MinJi es porque confía en ti. Y porque sabe que contigo estará segura. Eres más figura paterna que su misma madre. ¿Puedes confiar en ti?

El silencio se apoderó del pequeño auto, Jimin miraba directo a los ojos a Jungkook que le hablaba con una paz indescriptible. Hay muchos sentimientos revueltos en su interior.

Una relación.
Una posible paternidad.
Vivir una vida con alguien.

Tantas cosas pasan por su mente y no sabe si estar triste o emocionado, feliz o preocupado. Pero de lo que sí está seguro, es que que el hombre que lo mira con intensidad es más de lo que pudo haber deseado. Está seguro. Con Jungkook a su lado, todos los obstáculos serán derribados.

— Jimin, un día a la vez. Solo no te cargues por lo que no puedas controlar. Tu trabajas va a seguir creciendo y tendrás tú propia pastelería. Solo ten confianza en ti mismo. Así como también serás un excelente papá.

— ¿Cómo tú?

— Incluso mejor que yo. Yumi ya no quiere mis panqueques de unicornio, ahora solo habla de lo delicioso que cocinas. ¿Debo ponerme celoso?

Una pequeña risa se escuchó, ambos sonrieron cómplices y las palabras estaban de más. Jimin se sintió aún más convencido.

Este era el lugar para él.

Mientras las niñas jugaban en el jardín, los adultos conversaban.

El hombre de anteojos leía con detenimiento los papeles que la madre de la pequeña MinJi había dejado mientras que los más jóvenes esperaban una respuesta con ansias.

— Aquí dice que la mujer desea que seas el tutor legal de la niña. Van a tener que ir a juicio.

El semblante de Jimin cambió de ansioso a preocupado. La situación era más seria de lo que imaginaba.

— ¿A qué te refieres con ir a juicio? — interrogó Jungkook, pues había leído algo sobre aquello pero no tenía claro todo.

— Es solo una formalidad, van ante un juez y notario que sirva de testigo que la niña quedará bajo la custodia temporal de Jimin. Lo que sí debes tener en cuenta — dijo mirando al implicado — es que la madre de la niña ha dejado por escrito y firmado que si le llegase a pasar algo, serías su tutor legal definitivo. Es decir, la niña legalmente será tuya. Pero por lo pronto, aunque se que es una noticia bastante difícil de digerir, no tengas miedo. Servicios Sociales no va a quitártela o algo por el estilo. Estás totalmente capacitado para su cuidado. La mujer se adelantó en entregar todo tu perfil. ¿Alguna vez te pidió algún examen psicológico o algo?

Jimin se quedó pensando por un momento y no logró recordar. 

— No pasa nada. Por ahora debes estar tranquilo. Te va a llegar al correo una notificación de la fecha y hora de la audiencia. Usualmente no dura más de 30 minutos. Mientras tanto, aconsejo hasta que la niña se adapte a los cambios, que seas tú quien viva en la casa de la niña.

El chico asintió y Jungkook acariciaba su mano brindándole apoyo.

Los adultos se despidieron del mayor y se quedaron un tanto pensativos. De un momento a otro, la vida de Jimin cambiaría. Pero ver al hombre junto a él, le hacía mantener la paz.

MinJi escuchaba aquel relato con mucha concentración, mientras que Jimin daba todo de sí para hacerla imaginar mientra leía. Cuando terminaron el cuento, la niña aún parecía no querer dormir y el chico aprovechó para hablar con ella.

— MinJi, quiero comentarte algo.
— Yo también quiero decirte algo.
— Empieza tú, las damitas primero. 
— Mimi, mamá me dijo que vivirías conmigo por mucho tiempo. Que ella hizo algo que no estuvo bien y por eso ya no puede estar más conmigo. Sabes Tío, no me siento mal porque desde que te conozco has estado siempre conmigo y me alegra mucho que sea así. Mi mamá te quería mucho, a veces le daba pena dejarme sola pero se quedaba tranquila cuando tú estabas. Eres como un papá para mí.
— Mi vida...
— He decidido que te voy a adoptar como mi papá cuando sea grande y pueda usar tacones.

Jimin reía y a la vez una lágrima rodó por su mejilla. La inocencia de esta pequeña la enternecía, pero más le sorprendía el amor que le tenía. 

— Yo estoy más que gustoso de cuidarte. 
— ¿Y tú pastelería?
— Pues... no me vendría mal unas vacaciones, ¿verdad?
— Te quiero mucho Tío Jimin. 
— Yo te quiero más mi princesa.