Capítulo 36: «Amor entre mejores amigos»🦋
Maddox Harrison.
Había pasado otra semana en la que traté de arreglar las cosas con mis tentaciones, teníamos problemas en la comunicación y eso también lo estabamos trabajando, yo sabía que sería difícil, pero para mi nada es imposible, salí adelante con mi hermana, sola... aunque yo no fui quién le dió todo desde que nació, estuve en sus etapas más importantes desde el principio.
Su primer cumpleaños, sus primeros pasos, su primera palabra, en esas pequenas cosas que podrían parecer las cosas mas mínimas, pero para mi lo eran todo; cuando ella creció pareció haber sido poseída por una demonio rebelde, pero aunque me gritaba, me trataba como mierda junto con mi madre, era mi hermana, mi pequeña, todo para mi, porque por ella fue que me mantuve en casa, no me atreví a irme y dejarla con nuestra madre, que más que madre parecia ser el diablo.
Ella y yo habíamos superado cosas juntas y se que ella se sentia orgullosa de eso tanto como lo he estado yo cada vez que la miro a ella y me miro al espejo.
La relacion que ella tenía con los primos de los Ayers, me molestaba, sí, pero para ella estaba bien, así que, para mi debia estarlo, a veces me cuestionaba si ella podia con ellos, no en lo sexual, sino en la parte emocional, supongo que ella es la que podría tener la parte delicada de los tres, pero... ¿y ellos?
—Hey —dijo una voz a mi lado, me espanté al instante ante la repentina interrupción a mis pensamientos, pero no mostré molestia sino que simplemente me limité a sonreir, después de todo estaba en horario de trabajo y el buen servicio al cliente era muy importante, aunque el buen servicio al empleado es una mierda.
—Si, ¿en que puedo ayudarle?
La chica, la cual me habia hablado quería saber acerca de unas sudaderas que habian llegado, trataban de una colaboracion con un grupo de k-pop, nunca habia oido musica de ese tipo, pero una prima de Leroy y Lucien era fan, fue de visita a su departamento y puso en los altavoces del departamento a un grupo femenino, su musica era buena, pero no era mi estilo.
Mi telefono sonó en mi bolsillo trasero y me moví de inmediato pasando delante de una de las cajeras que era mi lugar feliz en mi horario de trabajo, le sonreí haciéndole un guiño y caminé mucho más rápido, ser jefe tiene muchas ventajas y actualmente disfrutaba poder tener cada una de ellas.
—Hola gaga, ¿sucede algo? —nada había cambiado para mí, él seguía siendo el mismo, mi mejor amigo.
Yo no queria convertirme en la relidad de que los mejores amigos no existen y que la amistad entre hombre y mujer es algo imposible... sí, debo admitirlo, él me gustaba y era divertido algunas veces, justo por eso, porque para él tambien lo era, pero las cosas se salieron de mi control, de mis manos.
Me alegraba que había encontrado amistad y familia junto a mis parejas, pero no quería imaginarme estando con Gabriel como lo estoy con ellos, algunas veces pienso que él accedió y fue diligente porque pensó que podía tener oportunidad y un acercamiento sentimental hacía mi. Por un momento pensé en permitirlo, pero sería falso y se alejaría de lo genuino.
—Con los chicos pensamos en ir a almorzar, pasaremos por ti a la hora del almuerzo.
—Está bien...
—Te quiero, Maddi.
—Sí... —cerré los ojos con fuerza ante aquello, pero ya lo había dicho y no lo intentaría arreglar, supongo que él ya debe saber que las cosas no serán tan faciles.
Debía de cuidar sus sentimientos y aunque la manera en la que lo estaba haciendo no era la correcta podría arreglarlo mas adelante, Gabriel y yo aún no teniamos esa conversacion, pero yo ya estaba por forzarla, yo sabia que en cualquier momento crearía un momento de tensión entre ambos donde se decidirá lo que pasara con los dos, o más bien, yo le haré saber como me siento. Yo lo queria con toda mi alma, pero mi corazón amaba con locura a otras personas, el tipo de amor que sentía hacía él, era ese genuino, que te haría consquitar el mundo solo por esa persona, pero el oscuro y fuerte que yo sentía hacía los Ayers era aquel que te hace aniquilar mundos, y nadie podría contra ello, nisiquiera una amistad que creció en sequía.
Cuando ellos llegaron a mi vida de forma repentina y abrupta me hicieron perder casi toda mi estabilidad, yo era aburrida y dura, pero aunque no habían cambiado muchas cosas, los tenía a ellos y estaba mejor que antes. Había perdido amigas, había perdido vínculos, mi madre se había ido, había perdido mi virginidad... cosa de lo cual nunca voy arrepentirme.
Me alejé completamente de lo que me hacía mal, maduré un poco más, pasó el tiempo, ahora estudio y puedo ayudar a mi hermana, respiro y ella conmigo, todo marcha bien.
Ellos llegaron y cambiaron todo, él estando tanto tiempo no, supongo que ese era su proposito, llegar y ser mi mejor amistad, hay personas que llegan a tu vida a darte solo eso, nada más.
—Lo siento, nos vemos en un rato.
—No te disculpes, tú sabes qu...
Colgué. Parecía la peor persona del mundo, pero ya no lo soportaba.
El tiempo pasó pesado y lento después de esa llamada, pero eso no evitó que llegara. Tenia una hora para el almuerzo, supongo que eso da tiempo de sobra para formar cualquier conversacion repentina que surja por accidente...
Para empeorar las cosas, según las palabras de Gabriel, Leroy y Lucien tuvieron que querdarse porque era necesaria una reunión de emergencia con sus socios, ¡y una puta mierda! Ellos hacían lo que les diera la gana, y yo sabía que mentía.
—Entiendo, quisiera saber porqué ellos no me avisaron primero.
—¿Tanto te molesta pasar tiempo a solas conmigo? —su tono agrío hizo que se me formara un nudo en la garganta, pero a pesar de ello no bajé la guardia.
—Hace mucho tiempo los momentos privados contigo me causan incomodidad, tengo una relación y el saber de tus sentimientos hacía mí me preocupan y me hacen sentir una traidora —solté sin más y con seriedad. Noté como sonrió.
—Hablas como si yo no conociera a las personas con las que estás y como si no me conocieras... además, yo seré parte de ella también, sé que sientes p... —levanté la mano en señal de que no dijera nada más.
—No, no sabes lo que siento ni como me siento, así que te pido que no saques conclusiones apresuradas de sentimientos y cosas que no conoces.
—¿Por que te estas comportando así conmigo? soy yo, tu Gabriel.
—No, no eres mi Gabriel, eres solo Gabriel, mi mejor amigo, mi hermano, no mi hombre como piensas que lo serás.
—Tú dijiste...
—No. Tú pensaste.
No teniendo más nada que decir volteé la mirada, no estaba lista para mirarlo a los ojos después de eso, pero... aquellas palabras serían suficientes, no lo sé, pero esperaba que mi actitud directa le diera una idea de lo que estaba pasando, aunque si me limitaba a solo las ideas...
—Te conocí cuando parecía que todas las tormentas de dolor iban a caer sobre mi, cuando estaba al borde de arrancarme la vida y mis esperanzas iban a abandonar todo de mi, fuiste un faro, un amigo, mi estabilidad, mi dependencia... nuestro vínculo era tan grande hasta que mi corazón empezó a sentir lo que no debía y empezamos hacer lo que estaba prohibido, a pesar de eso me quedé y mis sentimientos también. Te veía salir con otras chicas, estabas con mis propias amigas, pero a pesar de ello cuando tus labios besaban los mios solo eramos los dos, pero seguiamos siendo mejores amigos, yo me prometí nunca verte como un novio, no despues de saber tantas cosas, no despues de que conocieras todas mis sombras...
—Yo no le temo a las sombras Maddox...
—Me viste, todo el tiempo, pero a apesar de todas esas cosas que te dije y sentí, nunca pude enamorarme de ti, eres mi mejor amigo, nada más... y quiero que seas eso y ya, no puedo sentir las cosas que tú, porque los amo a ellos. Sé que me amas y que eres mío, yo también te amo Gabriel, pero nunca seré tuya.
Mis palabras fueron dura, pero más daño le haría vivir en una ilusión que aunque yo alimenté, fue una mentira.
—Te pido perdón por pensar que sentías lo mismo, pero no pediré perdón por mis sentimientos, haría lo que sea por ti Maddox, no podré alejarme, pero mis ojos ya no verán a los tuyos como su mundo, ese será mi acto de amor, porque si no lo hago, veré si un dia lloras por ellos y los mataria.
Su mirada era la misma que yo tenia cada que los veia a ellos, le creía, lo había declarado, Gabriel y yo hariamos lo que sea en nombre del amor.
Sonreí y me acerqué a él, lo abracé y mojé su hombro con mis lágrimas, pude sentir su dolor a través de la fuerza de su abrazo, ya nada sería igual y lo sabíamos, nos estábamos despidiendo, todo había acabado entre nosotros; porque aunque sigamos siendo unidos nada seria igual.
:(
Gracias por leer!❤️
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