Todo el palacio está deseoso de que ya fuera la coronación, guardias, damas de compañía y demás se alistaron para preparar un evento inolvidable, así hasta que sonaron las campanas anunciando que las horas se estaban pasando volando y que solo faltaban dos horas para empezar la coronación, los líderes de las regiones fueron a ponerse sus mejores prendas pues querían lucir elegantes ante la presencia de la nueva reina.

-vamos link, se te ve bien no tienes por qué tratar de quitarlo- trato de mantener sus manos quietas pues el hylian no dejaba de acomodar su vestimenta la cual se le era algo incómodo pues no le parecía agradable tener una túnica más larga casi llegando a sus rodillas, se tranquilizó pues no quería hacer enojar al zora.

-es muy largo, un poco más y hacen que use vestido- aparto las manos del zora dejando sostenidas estás.

-en lo personal, no me importa llevarte con vestido a la coronación, de todos modos todo te sienta bien- cargo al hylian mirándole a los ojos, el menor se acercó más a su rostro entre cerrando sus ojos.

-deja de mirarme con esos ojos que me pones nervioso- susurro esto último pues quería mantenerse firme ante el.

-¿Por qué debería?, Me gusta mirarte, me gusta cada cosa que venga de ti- lo tomo de su mentón para poder darle un beso no tan casto, siendo correspondido en seguida por el de cabellera rubia.

Siguieron con aquel beso profundizando cada vez más este, de un momento a otro esos besos pasaron al cuello del hylian, provocando que este se pusiera cuál tomate.

-Sidon, eso duele- soltó leves quejidos pues el ojiambar le iba dando pequeñas mordidas entre los besos, dejando marcas por casi todo su cuello.

-perdon, trato de contenerme pero me estás volviendo loco, ¿Que rayos me hiciste, link?- regreso su mirada al rostro de su pareja quien estaba siendo  recargado en una de las paredes de la habitación de ambos.

-no lo sé, pensé que mis feromonas no funcionarían ante ti pero ya vi que me equivoqué, ¿Realmente te vuelvo loco?- su tono se torno coqueto pues quería seguir más allá de solo besos, Sidon llevo al hylian a la cama que habían puesto a petición de Zelda (ella sabía que link se podría ahogar tratando de dormir en la alberca), recostando a link en esta, colocándose casi encima suya mirándole imponente.

-si, tanto que me encantaría hacerte mío ahora mismo pero ese paso ya no está en mi decidirlo- jugo con algunos mechones que sobre salían de aquel no tan perfecto peinado que se había echo el hylian.

-bueno, a decir verdad si me gustaría entregarme a ti pero me da miedo, siento que dolerá...por aquello- señaló hacia la parte baja del zora provocando en si mismo risas algo nerviosas. -en verdad me gusta mucho caminar Sidon, adoro caminar tanto que arriesgaría el poder mover mis piernas solo por estar contigo- tomo las mejillas de su mayor apretando estás.

-lastimarte nunca será una opción link, quiero decir, si dolerá por la diferencia de tamaños pero pensemos en positivo y digamos que no sentirás ningún dolor- trato de sonreír pero se le fue imposible, aquel hylian estaba apretando tanto sus mejillas que empezaban a dolerle.

Hablaron un poco más sobre aquel tema llegando a un acuerdo algo curioso, solo lo harían si link entraba en celo, así evitarían que saliera lastimado.

Terminaron de arreglarse para aquella coronación pues el grandote había arruinado el esfuerzo que había puesto link en su peinado, al final solo se recogió el cabello haciendo una pequeña coleta alta, ambos salieron de la habitación con las manos entrelazadas, estaban listos para presenciar la tan esperada coronación de su querida princesa Zelda.