Corriendo por las calles de la hermosa ciudad de París se encontraba un joven con una chica en brazos inconsciente, corría desesperado, no podía dejar que le pasara algo malo a ella, primero porque él quería ser el que lograra derrotarla a futuro y que si no sobrevivía tendría que olvidarse por completo la oprtunidad de poder volver. 

Llegando a la ciudad, lo primero que logró divisar fue una pequeña panadería, que sin pensarlo dos veces entró lo más apresuradamente posible.

La panadería Dupain-Cheng, conocido por el talento de los cosineros y postres sabrozos que lograban hacer babear a cualquiera, hoy como cualquier día la tienda abrió y desde lejos se persibía el olor de las masa de pan horneándose. Pero el día de hoy no era muy normal que digamos. De pronto lacampanilla de la puerta sonó junto con el sonido de la puerta al abrirse con brusquedad.

—¡Ayuda! Por favor —los señores notaron a un joven entrando con una chica en brazos, este se notaba nervioso y preocupado.

Los dueños de la panadería no dudaron en ayudar, la mujer fué por el botiquín de primeros auxilios. Mientras el hombre corplento guiaba al joven hasta una habitación en el segundo piso, la mujer llegó y empezó a curar y labar la herida de la joven todavía desmayada.

Talon miraba con notoria preocupación, procurando no alejarse de la chica sujetó su mano suavemente.

—vamos Penny, solo resiste un poco más

30 minutos después...

Penny despiertó de su ensoñación, y sentándose en la cama se percató de que este no era su cuarto, se alteró levemente yse levantó raído, pero por el accionar repentino sintió un dolor en su abdomen, se levantó un poco el polo para ver que era lo que tenía: todo su torso estaba vendado, volvió a mirar alrededor suyo con desconcierto, no podía entender muy bien lo  que pasaba.

—¿Qué hago aquí?, ¿qué me pasó? —en eso alguien entró a la habitación con una bandeja y comida en mano, llamando la atención de la joven.

—Que bueno que ya despertaste, tu novio estaba muy preocupado —decía la chica de coletas, igual que ella, mientras dejaba en la mesa la bandeja y se sentaba al borde de la cama.

—¿Quién eres? —lo decía mientras agarraba una galleta de la mesita de al lado, había obviado el comentario de la chica acerca de que tenía novio debido a la insertidumbre. Al final le dió un mordisco a la galleta.

—lo siento, que modales los mios, me presento, soy Marinette Dupain-Cheng. Mucho gusto —ella levantó la mano con la intención de estrechar las manos, Penny respondió de la misma manera.

—Penny, Penny Gadget —Marinette sonrió.

—Mejor llamo a tu novio, estará feliz de que hallas despertado —dijo levantándose con dirección a la  salida.

—¡Espera! —alzó la voz Penny captando la atención de la chica— ¿Dijiste, novio? —esta vez si lo escuhó, pero aún no lo captaba ¿quien era el sujeto que se decía llamar su novio?

—Ah, lo siento mucho, e-es que cuando lo vinos entrar contigo en brazos, p-parecía que era tu novio, a-además de que hablaba como si ya te conociera —Marinette se puso nerviosa tratando de excusar su error anterior.

—Ya me imagino —en realidad no podía si quiera pensarlo, su enemigo haciendo lo posible por salvarle la vida era algo inimaginable, pero viendo donde estaba actualmente y el hecho de que no había nadie más a parte de ellos dos la hizo replantearse las cosas.

—Marinette —la chica azabache fijó su atención en ella— ¿Puedes hacerme un favor y llamarlo?, tengo que hablar con el.

Lo siento por no publicar,es que ni tengo tanto tiempo como antes lo tenia