Adrian Agrest caminó por toda la ciudad, guiado por su kwamy, Plagg quien se tubo que esconder en la camisa del chico para no ser visto por las personas, A medida que avanzaban hacia su destino Adrian juraba no haber conocido o visto esta parte de la ciudad de París, o si lo logró ver no le tomó verdadera importancia que merecía.

Paró frente a una construcción que parecía de la era antigua lo que lo diferenciaba de las demás construcciones más modernas a su alrededor.

— ¿Es este el lugar?— plagg asintió con la cabeza desde el bolsillo de su camisa, Adrian miró alrededor antes de entrar a la casa.

Estando dentro primero que vió era un largo pasillo con cuadros que databan de hace años, en el fondo había una puerta movediza, desde el otro lado podía captar un leve olor a incienso. El lugar simulaba ser pacífico.

Con la mano derecha hizo a un lado la puerta corrediza y se topó con un hombre bajo de avanzada edad, tenía puesto una camisa roja con flores blancas estampadas y un pantalon beige oscuro.

— Bienvenido Chat Noir, te estaba esperando—  Adrian lo miró sorprendido,¿Cómo podía ser que este hombre supiera de su identidad secreta?.

— Maestro Fu— Plagg salió de su escondite volando al frente del hombre—. Tenemos un problema— el hombre se sobó el mentón, probablemente estaba pensando, se sentó e hizo un ademan con las manos para que el modelo hiciera lo mismo.

Adrian obedeció algo atónito y más que nada confundido. Plagg estaba de lo más tranquilo.

De atrás de aquel hombre salió una criaturita de color verde, en su espalda tenía un caparazón del mismo color, Plagg al verlo cruzó sus patas, había olvidado por completo de que él estaba aquí también.

— Porfavor cuéntame lo que pasó...—Adrian le dió una mirada rápida a Plagg este se burló de su comportamiento haciendo que el rubio quedará más que molesto. Pero aún así decidió contarle todo a ese hombre extraño que apenas había conocido.

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Mientras Adrian le contaba todo a Fu, Plagg se dirigió a la mesa donde habían toda clase de comida, el Kwamy de la destrucción miró los quesos y su boca se le hizo agua. Tenía que recargar energías después de una pelea tan larga y agotadora y que mejor que con su tan adorado queso Camenbert.

— ya entiendo...— dijo Fu mientras se sobaba la barba pensando, parece que Ladybug cayó en una especie de trance, uno que la hace ver sus peores pezadillas.

— ¿Hay algun remedio? ¿podemos quitarle aquello?— Adrian parecía desesperado con saber si se podía arreglar aquello, el hombre negó con su cabeza, aquello desanimó a Adrian, preocupado por lo que estaría pasando Marinette en estos momentos.

— Al parecer Howk Moth se ha vuelto más fuerte— Fu se paró de su sitio— Parece que necesitarás ayuda— sentenció Fu, Adrian imitó a Fu y lo siguió hasta un mueble de roble, donde reposaba un tocadiscos antigüo . Su padre también tenía uno, ahora estaba en el almacén junto con las demás cosas que él guardaba, ¿acazo quería oír musica el hombre?.

Fu se acercó y empezó por presionar unos pequeños botones en esta, Adrian notó cierto patrón en ellos.

Casi de inmediato la caja se abrió y Adrian abrió los ojos de la sorpresa, se dió cuanta de que no era lo que parecía ser, era una caja que contenía uno, no, varios Miraculous todos de diferentes tamaños y diseños, Adrian miró cada uno con algo de incredulidad.

— Vas a necesitar ayuda— el hombre de baja estatura se hizo a un lado dandole accesibilidad a Adrian a ver mejor todos y cada uno de los Miraculus, de entre todos, los que le llamaron la atención fueron una pequeña diadema con forma de abeja y un coyar con cola de zorro que le recordaba involuntariamente a Volpina y sus iluciones.

Espero que les haya gustado el capitulo,me he atrazado mucho,losiento

¿Ustedes a quien eligirian si estubieran en su sitio? ¿El collar del zorro o la diadema de la abeja?

¿Quieren a Rena Rouge o a Queen Bee?,ustedes deciden estavez el curzo de la historia