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Capítulo 94

Vida y muerte, dos esquinas de la cuerda.

Alfa y Omega, la suerte tiembla.

Inicio y final, dos caras y una moneda.

Una decisión, la elección es la que cuenta.

Antes de que Hawk Moth procesara la respuesta de Piper, ella deslizó el anillo de Chat noir en su dedo anular, y se quitó los pendientes que llevaba para el baile, uno a uno cayó a sus pies, y los reemplazó por unos oscuros, que junto al anillo, tenían el poder de cambiar sus recientes acciones.

Sus latidos no tardaron en golpear sus oídos, en un ritmo constante, en el que su corazón y mente se debatían entre las opciones a seguir. Sus manos sudaban, sus ojos se cerraban, su respiración se aceleraba, pero el tiempo continuaba. Tenía que decidir.

El silencio había gobernado la batalla, los gritos de los ciudadanos habían cesado y una extraña tranquilidad momentánea se había extendido por París. La típica calma antes de la tormenta. Aunque esta podía acabar. Únicamente había un precio que pagar. Uno alto.

Día o noche, las dos lumbreras responden.

Blanco o negro, ¿y si no es sólo un juego?

Morir o matar, avanzar o retroceder.

Pende de un hilo, entre la espada y la pared.

Y en la oscuridad una figura se alzará, ya sea para el bien o para el mal. Pasado, presente y futuro, reclamará el poder absoluto —Piper recitó el hechizo que memorizó la última vez que el libro de los miraculous había estado en sus manos.

Un peso se levantó de sus hombros, mientras que otro se colocaba sobre estos. Sus problemas aún no habían terminado.

— ¡No! —Hawk Moth gritó extendiendo su mano hacia adelante, con la esperanza en sus ojos de que ese movimiento detuviera lo que Volpina había iniciado.

Al contrario del villano, los demás héroes y akumatizados se mantuvieron estáticos ya sea por la sorpresa o porque conocían el plan de antemano. Piper sabía lo que hacía y ellos a lo que se enfrentaba.

Respiraciones entrecortadas se mezclaron con los fuertes vientos que aún continuaban azotando la ciudad. La presión sobre los corazones de los héroes no se había retirado desde que la batalla había tomado forma y mucho menos el miedo que subía por sus espaldas. A pesar de estar dispuestos para entregar sus vidas por su ciudad, ningún entrenamiento los había podido preparar para este momento, definitivamente no estaban listos para perder a su amiga.

Los héroes cruzaron miradas y conversaciones silenciosas entre ellos, esperando que Piper tuviera conciencia de lo que estaba por hacer y arriesgar. Sin embargo, para su suerte o no, ella estaba en la misma página.

—Plagg. Tikki. Claws on —susurró

Entonces, la calma se extendió y detuvo los latidos de cada uno de los habitantes de París. "No fue tan complicado" Piper pensó, soltando un suspiro de alivio, pero la sensación de paz no duró demasiado.

Casi al instante, una poderosa y extraña fuerza salió de la nada y arrasó con todo lo que se conocía, con todo lo que veía y con todo en lo que creía. El único recuerdo que quedó en la mente de Piper fue el del baile.

La fuerza entró en su cabeza y pensamientos, de la misma forma en que Hawk Moth logró manipularla en varias ocasiones. Una tormenta de recuerdos la atacó sin compasión, obligándola a soportar el dolor que causaban, exigiendo que observara sus errores pasados.

Tal vez era una forma de advertirle lo que podía ocurrir.

O quizá era una tortura, una vez que selló su sentencia.

No parecía haber una tercera opción o diferencia.

Merecía sufrir.

¿Deseaba que esta fuera la única solución? No. Pero en su cabeza no existía otra alternativa.

"—Les tengo una buena noticia.

¿A París?

—Está en el baño.

— ¡No. Puede. Ser!

—Ojos verdes, pelo dorado..."

Parecían fotogramas de otra vida, una que ni siquiera le pertenecía. ¿Tanto había cambiado en sólo unos meses? Cada uno pasaba frente a sus ojos a la velocidad del rayo, dándole el tiempo suficiente para recordar y olvidar, dejando un vacío en su pecho que nunca más podría llenarse.

Uno a uno, se desvanecían como un sueño, algo que alguna vez pasó pero que no era parte de su historia, algo muy lejano que, por más que lo intentara, no alcanzaría jamás. Era como si nadara en círculos, como si con cada brazada era halada más al fondo, como si sus esfuerzos no valían la pena, como si no estaba destinada a avanzar. Sus piernas se sentían pesadas, al igual que sus brazos, con los que intentaba sostener las escenas y enterrarlas nuevamente donde nadie las pudiera encontrar.

"—Soy Piper.

— ¡A la casa Agreste!

— ¿Cómo sabemos que no fuiste tú?

—Marinette era Ladybug. Marinette era... Ladybug.

—Eres Volpina ¿o me equivoco?

—Hasta que... alteré la serie"

Cayó de rodillas, golpeando el suelo en el acto, y sostuvo su cabeza entre sus manos, enredando su cabello en sus dedos para aplacar el dolor y la culpa que reptaban a ella. Su pecho subía y bajaba, lleno de angustia y desprecio, por sus acciones, por sus deseos egoístas, por el caos.

¿A esto se resumía su decisión? ¿Era lo mejor que podía lograr? Sin importar las preguntas que se formulaban, estaba segura en una sola cosa y era que se merecía esto. ¿Le gustaba? No. Pero era el precio a pagar si quería una solución.

"—Demo... Demoilustrador volvió a atacar.

Un poco más a la izquierda y hubieras acertado.

¿El hechizo para obtener las perlas es tan peligroso como el Maestro Fu lo dice?

Era Dusuu.

¡Al menos él estuvo para mí cuando tú nos traicionaste!

¿A dónde me llevas?

Eres un gran amigo.

Es para un baile.

El viernes.

Nath...

Trixx...

Corre.

¿Qué le inyectó? ¡Dime!

¡Luka!

Entendido.

¿Volps?

Necesitaba sacarlo de mi sistema.

Porque ellos no saben combatir akumas.

¡Ese hijo de...!

¿Él va a venir?

¿Las espadas sa...?

¡Sujeto no identificado! ¡Sujeto no identificado!

Estás fabulosa.

Y aunque creas que lo tienes controlado, nada queda en el pasado. Un..."

Piper estiró sus brazos y clavó sus uñas en el suelo, arrastrándose en este con la necesidad de salir, de escapar de la prisión de recuerdos que se había construido a su alrededor. Sin embargo, cada vez que parecía encontrar una salida, solo era de vuelta al ojo de la tormenta, donde más imágenes la esperaban para atormentarla.

Gotas de sudor rodaban de su frente y le nublaban la vista. Levantó la mirada y detrás de la bruma y confusión, una luz iluminó un camino lleno de memorias, parecía arriesgado pero si esa era su última oportunidad para salir, no le quedaba nada más que perder.

Fue entonces que decidió seguirla.

"—Diez minutos.

Ustedes son tan tiernos.

¿Qué decía la nota?

—Bienvenidos héroes y Piper.

—Espera ¿por qué no bloqueaste el ataque?

—¿Rena Rouge?

—Los tengo cubiertos.

— ¿La usamos contra Demoilustrador?

—No lo creo.

—Lo siento".

Pero la suerte dura poco, por lo que la luz desapareció justo en el momento en que era lo suficientemente potente, como para iluminar un campo de fútbol entero. No tardó demasiado para que la oscuridad bañara cada centímetro de la nada en donde Piper se hallaba.

Inhaló y exhaló profundamente, intentando mantener lo único que aún poseía, su cordura. Aunque con las voces que comenzó a escuchar, ya no estaba muy segura de no estar loca, no después del torbellino de recuerdos que la había atacado. No después de ver la vida normal que vivía y compararla con lo que hoy llamaba vida. No después de observar a su familia y saber que todavía estaba en alguna parte secuestrada.

¿Hay alguien ahí? —preguntó con un hilo de voz, pasó sus dedos por su cabello que de un instante a otro estaba pegajoso por el sudor. No lo admitiría en voz alta pero, en realidad, tenía más miedo que alivio de que alguien contestara su pregunta.

¿Hola? —dijeron, en respuesta, dos coros de voces que venían de donde antes estaba la luz.

A pesar de la distancia Piper las logró reconocer.

¿Hawk Moth? ¿Demoilustrador? —dedujo temblando por el escalofrío que recorrió su espalda.

En medio de la batalla, ella había tenido el valor necesario para levantarse y desafiar al villano sin pelos en la lengua, pero ahora, en medio de la nada, aquello requería el uso de toda su demencia, la cual estaba fuera de servicio.

¿Piper Smith? ¿Eres tú? —al saber que la voz la reconoció, el miedo volvió a correr por sus venas, por lo que, sin dar ninguna respuesta, se enderezó y corrió en dirección opuesta a los gritos que la llamaban por su nombre— ¡Hey! ¡Piper! ¡Piper! ¡Somos...!

Sus piernas se movieron a un ritmo acelerado, el mismo que sus latidos, recuperó la fortaleza que había dejado de lado con cada paso que daba para alejarse de sus enemigos. Corrió, corrió y corrió, hasta que su cuerpo se estrelló contra una estructura que le impedía el paso.

Había sido suficiente.

Había tenido suficiente.

Ya era suficiente de lo mismo.

¡Diablos! —maldijo chocando su puño contra la superficie opaca— ¡No arriesgué todo para esto! ¡No llegué hasta aquí para que un bloque de mier...! ¡Auch! —se quejó. Su muñeca no soportó la fuerza del golpe que le había dado a la barrera, su mano se había doblado de una manera que consideraba anatómicamente imposible, al instante, una punzada de dolor comenzó a subir. Estaba harta — ¡Estoy cansada! ¡Demonios! ¡ESTOY CANSADA! ¡¿Me oyes cosmos?! ¡ESTOY! ¡CANSADA! ¡Lamento decepcionarte pero no estoy hecha para esto! ¡No lo elegí! ¡No fue mi elección!

¿Segura? —una voz femenina se abrió paso entre los gritos y quejas de Piper, llegando hasta sus oídos.

Piper se detuvo, de inmediato, había más autoridad en esa palabra, que la de las miles que le gritó a la nada. Lentamente, giró sobre sus talones e ignoró el hecho de que hace unos segundos la nada estaba en la nada y esa nada había respondido. Respiró profundo y levantó la mirada, encontrándose con una imagen que nunca antes imaginó ver.

Frente a ella, una dama de cabellos claros como la arena y una corona de ramas doradas sobre su cabeza, la observó detenidamente con sus ojos azules que parecían ver y atravesar el alma de quien se cruzara en su camino. Estaba segura que si ella quisiera, Piper estaría muerta en ese momento. Vestía un largo vestido lavanda que la cubría desde los hombros hasta los tobillos. Fue ahí que Piper se dio cuenta porque continuaba viva. Al final del vestido, sobre sus tobillos, había dos grilletes que la mantenían encadenada al gran reloj de arena en el que estaba recostada.

¿Qué... quién eres? —cuestionó avanzando de forma magnética e incontrolable hacia la dama.

Había algo en ella que te obligaba a acercarte y perderte en su mirada. Algo indescriptible y mágico. Algo...

—Soy Tempus —respondió regresando a Piper a la nada.

—Quiero el...

—Pensé que si algún día esto ocurría, sería una Ladybug quien vendría a verme. Tal vez un Chat noir. Hawk Moth, en el último de los casos. Nunca una Volpina —interrumpió obviamente hablando con alguien sobre el hombro de Piper. Aun así, la chica no entendía con quién podría ser además de la nada a sus espaldas—. Esto es nuevo.

—Nuevo y fascinante, querida —una nueva voz viajó desde detrás de Piper, provocándola saltar por tercera o cuarta vez consecutiva.

Piper casi tropezó al voltearse con tanta rapidez, para descubrir quién era el portador de esa voz, su rostro se llenó de confusión al notar que no se había más que oscuridad y el sonido de la arena cayendo dentro del gran envase. Confundida y con curiosidad, miró de regreso a Tempus, quien ajena a las emociones de Piper, revisaba sus uñas con suma atención.

— ¿Qué fue eso? — preguntó Piper girando su índice en un círculo, señalando todo lo que la rodeaba.

— ¿Sí?

— ¿Me estás prestando atención? —sus manos se ciñeron a su cintura y levantó una ceja, demostrando la irritación frente al ser que no mostraba ni el mínimo interés en ella o en su situación. Reprimiendo las ganas de pararse frente a Tempus y gritarle, volvió a preguntar, respirando sus palabras—: ¿Qué fue eso?

— ¿Por "eso" te refieres a mí? —la voz, llena de la autoridad que le faltaba a Tempus, despejó la duda de Piper, irónicamente, confundiéndola más de lo que ya estaba al extenderse por todos los rincones de su actual ubicación: la nada—. Soy Spatium.

—Hola —Piper saludó con cortesía.

— ¿Entonces qué haces aquí? —Tempus se acomodó de la mejor manera que alguien encadenado a un reloj de arena podía, y con una sonrisa en su rostro espero a que Piper respondiera.

—Los miraculous —dijo apresuradamente—, estoy aquí por su culpa... —se detuvo unos segundos y añadió al notar el silencio incómodo que se empezaba a formar—. Y me llevaron a ustedes.

— ¿Y?

—Parece que el poder absoluto es una trampa sumamente calculada, porque ahora estoy atrapada en una dimensión completamente desconocida sin la mínima idea de cómo controlar el pandemónium de ahí afuera —Piper extendió sus manos, alejándolas de su cuerpo y cerró sus puños, resoplando en señal de derrota al no escuchar ninguna respuesta de los seres frente a ella.

Quizá esta no fue la mejor idea.

—Uno no puede resolver cada error que se comete. Y me refiero a los dos —Piper levantó la vista, en el momento exacto, para ver la sonrisa de Tempus al decir esas palabras.

Los ojos azules de la dama brillaron de una forma extraña, con una pasión y anhelo oculto que obligó a Piper retroceder unos cuantos pasos.

—Pero... —intervino la voz retumbante de Spatium— uno los puede controlar e inclinar la balanza a su favor.

— ¿Estás diciendo que puedo manipular el escenario? ¿No es lo mismo que mentir? —la confusión cubrió el rostro de Piper, siendo reemplazado por la culpa que subía por su garganta al recordar que eso era lo que había hecho con sus amigos, los había manipulado dejándolos sin otras alternativas que no fueran las que ella tenía preseleccionadas. La hizo sentir una hipócrita.

—No es mentir si los miraculous están de tu lado —dijo Tempus.

—Y si tienes un deseo, claro —completó Spatium.

—Sí lo tengo —finalmente estaban en la misma página que Piper—. Aunque primero sería bueno un poco de contexto.

Ninguno de los dos respondió, por lo que ella continuó con su monólogo caminando sobre sus propios pasos de ida y vuelta con las manos detrás de su espalda, girando uno de sus anillos, mientras se preparaba para explicar por primera vez la historia más loca e increíble de su vida.

—Llegué a París hace unos meses con un único objetivo...

—Unir a Adrien y Marinette —intervinieron ambos seres coreando la obvia respuesta ante los ojos mortales.

—Sí —afirmó Piper, señalando con su índice al aire—. Luego las cosas se complicaron entre...

—Luka, Nathaniel y tú. Lo sabemos.

—Exacto y después...

—Lila le dio tu miraculous a Alya para apuñalar a Yaoguai por la espalda.

—Eso mismo —Piper se detuvo unos segundos para procesar lo que habían dicho, una vez que el significado llegó a su cerebro, sus ojos se abrieron como si no pudiera creer lo que estaba escuchando y con suma delicadeza, para evitar ser pulverizada en su puesto, separó sus labios y preguntó—: ¿Qué?

—Piper conocemos toda la historia, todos los finales, cada uno de los diferentes escenarios que pudieron desarrollarse, e incluso sabemos cuál es tu actual deseo, y lamentablemente, no, no funcionará —explicó Spatium, haciendo dudar a Piper.

Su deseo había cambiado en el último minuto, ya no estaba segura de querer hacer lo que tenía que hacer. ¿Pero debía?

—Pero...

—Sólo hay una solución, querida —dijo Tempus, parada detrás de ella.

Piper se sorprendió al notar que los grilletes ya no estaban en sus tobillos.

—Nunca tuve la intención de llegar tan lejos —confesó como último recurso, quizá si lograba convencerlos de su inocencia, podría lograr que funcionara—, el primer akuma era mi única opción.

—Cada acción conlleva a una reacción. Todo precio en el universo debe ser saldado. Si no fuera así ¿te imaginas donde estaríamos? —un hombre alto de cabello oscuro y mirada misteriosa se materializó frente a ella.

Él se relamió los labios y chasqueó sus dedos, de inmediato, la oscuridad tomó color y forma. La última batalla se reproducía frente a sus ojos.

¿Ella quería el primer akuma purificado? Lo tenía. Sin embargo, el último había sido liberado. Tanto poder en una pequeña mariposa, que batía sus alas sin cuidado del daño que podía llegar a causar. Buscaba una nueva víctima, deseaba un nuevo portador, alguien en quien depositar el poder con el que había sido cargada.

Tenía varias opciones.

Rena Rouge había regresado de la muerte para continuar blandiendo su flauta contra la de Volpina. Marinette y Adrien estaban paralizados en medio de la batalla entre Demoilustrador y Le Paon.

Le Paon. El akuma había tomado una decisión.

No bastó de más para que Piper decidiera apartar la mirada, sabiendo lo que ocurriría a continuación, no estaba lista para ver como su Plan B fallaba incluso antes de probar el A.

Todos los alrededores se volvieron a colorear de negro, y ambas figuras, Spatium y Tempus, a parecieron de nuevo junto a Piper.

— ¿Entonces? —preguntaron al unísono al ver la mirada perdida de la chica.

— ¿Creo que sé la respuesta, no es así? —dijo con una sonrisa forzada, levantando las cejas y los hombros, rindiéndose por primera vez en mucho tiempo.

—Desde que el avión aterrizó. Siempre la supiste. Piper es hora de cerrar el telón, la función terminó —Tempus susurró dedicándole una pequeña sonrisa de aliento, que Piper esperaba que significara que todo mejoraría.

Entonces dije las palabras.

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¿Lo siento, sí? Puedo leer insultos pero aún no puedo escribirlos, así que sí... digamos que censuré el miércoles por la tarde. Hola, estoy viva aún. Son las 3:30 am, me va bien en el CEN, estoy mejor con la gripe (en serio no sé qué tengo que cada mes me da gripe al menos una vez) y el 28 salen las lista para ver si estoy preseleccionada para entrar a la Universidad de las Artes, ¿estoy nerviosa? ¿Sé nota mucho? Dejando el tema de lado (porque si continúo no termino esto y mi mamá luego me manda a dormir a gritos jajaja), ¿cómo les va a ustedes? ¿están disfrutando sus días? ¿les está gustando la historia? Tengo que hacer dos tags en los que voy atrasada pero aún no encuentro el tiempo (a parte del que tengo para leer mucho Klaine fanfiction).

Aún no creo como me pueden seguir leyendo con esos primeros capítulos de miedo, jajajaja. Ahora sí las preguntas que muchos de ustedes han extrañado ¿Cuál fue el deseo de Piper? ¿Quiénes eran las voces del inicio (las que asustaron a Piper)? ¿Le Paon sirve de algo? ¿Cuál fue su mejor recuerdo de la historia hasta ahora?

Para mi cuando Piper cantó en la Torre Eiffel o cuando fue al hospital a visitar a Luka y todo mundo decía que era su novia, me divierte mucho leer a Piper enojada jajajaja. O la primera pelea con Hawk Moth, esa estuvo buena.

Bien, ahora me despido y espero que esto sea una sorpresa cuando se levanten y vean que actualicé.

Los quiero, 

Nos leemos en el 95,

Un abrazo enorme,

Chao, The Writer ;D

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