Llevaba semanas que no disfrutaba de un buen sueño. Por esta razón, la siesta que había tomado, me había caído como anillo al dedo. Al instante de haber cerrado mis ojos, caí en un profundo estado, en el no existía nadie más que yo. Hasta que la voz de Luka me arrastró de vuelta a París.

Me tomé mi tiempo abriendo los ojos y una vez que la luz penetró mis pupilas, reconocí la mirada de Luka sobre la mía. Pasé mis dedos por mi cabello y ahogué un bostezo. Con lentitud cada uno de mis sentidos regresaban a la normalidad, siendo presionados por los insistentes toquecitos su índice contra mi brazo.

—Hey... Hey... levántate. Volps. Volps.

—Ya. Ya. Estoy... estoy despierta —respondí pasándome la palma de la mano por todo mi rostro—. ¿Qué pasa?

—Míralo por ti misma —dijo levantándose y dejando a la vista el espacio vació en el sillón.

Pronto supe de qué se trataba todo.

— ¡Ese hijo de...! —maldije eliminando todo rastro de sueño al instante.

Con las emociones a flor de piel —y no estoy hablando de las buenas y amables—, me levanté de golpe para revisar si por alguna mínima y bizarra razón Nathaniel estaba encogido debajo de las sábanas que habían quedado esparcidas en el mueble.

No fue el caso.

Luka al ver mi acción, no dudó en hablar, amenazando su propia vida—: No está.

—¡Ya lo sé! —levanté la manta y la arrojé sobre su cabeza.

Sin esperar una respuesta de él, comencé a revisar por todo el cuarto en busca de Nathaniel.

—Tampoco está ahí —mencionó Luka al verme entrar al baño.

—Ahora ya lo sé —sentencié lanzándole una mirada que si no acabó con él en ese momento fue porque los lanzallamas que imaginé no eran corpóreos.

Luka pareció entender el mensaje otorgándome segundos de silencio en los que intenté organizar el colapso que se había forado en mi cabeza. Caminé con angustia alrededor del sofá y llevé por reflejo mi brazo a mi pecho por el hincón que sentí ascender por éste.

—Volps, cálmate. Le harás un agujero al suelo si continúas dando vueltas —señaló con la cabeza, al mismo tiempo que caminaba a una gran caja negra que antes no estaba sobre la mesa del comedor.

— ¿Qué es eso? —pregunté con curiosidad, cruzándome de brazos.

—Iba a preguntar lo mismo. Un mayordomo lo trajo hace una hora, dijo que la Srta. Bourgeois —leyó la etiqueta que salía de la caja— lo enviaba. ¿Por qué Chloe Bourgeois te enviaría algo?

—Porque es el vestido para el baile —recordé golpeando mi puño contra mi cabeza.

—Wow... —silbó levantando la tapa, dejando a la vista un hermoso vestido negro con pedrería y una máscara del mismo color con pequeñas piedras a la altura de las sienes— ¿Segura que no quieres venir conmigo?

— ¿Y arriesgarme a que Lila se me lance encima? No, no gracias. Creo que no iré, mi cita está desaparecida y no tengo mi miraculous. No tengo el derecho de mostrarme en el baile.

—Hey... no te pongas triste —dijo volviendo a colocar la tapa en su lugar y se acercó para tomar mis hombros entre sus manos—. Vamos mírame.

Obedecí y reconocí luego de haber visto múltiples veces sus ojos azules a lo largo de la anterior noche, que habían permanecido azules durante todo este tiempo.

—Te los quitaste.

—Te di mi palabra. Y si Nathaniel no valora lo que tiene, entonces no te merece. Escúchame —dijo al verme bajar la mirada—, irás a ese estúpido baile y te divertirás como nunca. Lo que después suceda lo resolveremos, juntos —prometió extendiendo su meñique.

— ¿Pinky promise, en serio?

—Por más cliché que parezca, sí. Pinky promise —estalló en una carcajada cuando enlacé nuestros dedos y me abalancé sobre él para rodearlo con mis brazos, a pesar del persistente dolor que se esparcía por el derecho.

—Gracias.

— ¿Entonces, Chloe Bourgeois pagó por el vestido? —cuestionó observando la caja con incredulidad.

—Así parece. ¿Y tú? ¿Vas a usar un traje?

—Conseguí algo. No tan deslumbrante como el tuyo pero...

Antes de que pudiera continuar unos golpes en la puerta lo interrumpieron. Intercambiamos miradas en silencio y decidimos que sería él quien la abriría.

Caminó con cautela, realizando justo lo que habíamos acordado, a los pocos segundos una voz familiar recorrió la habitación.

— ¿Luka?

— ¿Adrien? ¿Qué haces aquí?

—Eso yo debería preguntarte —respondió intentando entender la presencia de Luka en el hotel. Su mirada pasó de él a mí y viceversa repetidas veces—. ¿Qué haces con Piper? ¿Solos? ¿En su habitación de hotel?

—La estaba ayudando a...

— ¿A? —preguntó Adrien al darse cuenta de que la sílaba alargada de Luka no llevaría a ningún lado.

—A cuidar a Nathaniel —intervine diciendo por primera vez en mucho tiempo la simple verdad.

Terminé de amarrar mis zapatos y me disculpé con ellos para ir al baño. Después del ritual entero regresé a la sala a continuar la conversación como si nunca me hubiera ido.

—Pero él ya no está. ¿Entonces qué haces aquí? —dije secando mi cabello con una toalla.

—Estás en graves problemas. El Maestro Fu quiere verte —señaló Adrien intentando no sonar tan rudo como la noticia lo era, al instante volteé a ver a Luka que tenía la misma preocupación que yo impregnada en sus ojos.

—Lo sé —respondí saliendo de la habitación con Luka a mis espaldas.

— ¿Él va a venir? —Adrien cuestionó al observar como Luka entraba y presiona el botón de planta baja del ascensor.

— ¿Algún problema? —levanté una de mis cejas.

—Muchos de hecho.

—Volps no tienes que romper tus reglas por mí, estoy seguro que puedo vivir sin saber que rayos haces cuando eres Volpina.

—Esa es la cuestión, tengo miedo de que no puedas vivir sin saber a lo que te enfrentas. Por ese motivo —expliqué mirando fijamente los orbes verdes de Adrien— irás con nosotros.

Al salir del hotel, Luka se ofreció a llevarnos en la camioneta que aún permanecía estacionada desde la noche de ayer. Adrien tomó el asiento delantero para guiar a Luka hasta la casa del Maestro Fu, mientras yo me quedé en el trasero que sólo hace unas horas había servido para transportar a Nathaniel

Luego de unas cuantas calles que rodeaban el Río Sena, llegamos al lugar en donde hace unas semanas la calle se encontraba abarrotada de periodistas que buscaban la explicación por la que una adolescente era en realidad la persona debajo de la identidad de Volpina. Ojalá supieran lo que después pasó y como me entraba ahora con dos chicos en una camioneta directo a mi inminente ejecución.

—Bien, puedes bajar —dijo Luka sacándome de mis pensamientos.

Él abrió la puerta de la camioneta y extendió su mano frente a mí.

— ¿Crees que será tan malo como me lo imagino? —susurré.

— ¿Y me lo preguntas a mí? Ni siquiera conozco al sujeto.

—Parece un rollo de canela pero puede darte una paliza —completé tomando su mano para bajar del auto.

—Y no es sólo eso, te la dará —intervino Adrien y tomando la delantera tocó la puerta.

Pero antes de eso me dedicó una mirada llena de preocupación y hasta pena, aunque parecía que había algo más escondido detrás de sus verdes ventanas. ¿Culpa? ¿Arrepentimiento? Giré y vi a Luka en busca de una respuesta, lo que no fue de mucha ayuda, ya que él se encontraba igual o más asustado que yo.

Le brindé una sonrisa de lado tratando de tranquilizarlo y con confianza apreté el agarre de su mano que no había soltado desde que había bajado del auto. Resoplé dándole la señal a Adrien para que procediera a soltar a la furia que estaba detrás de esa puerta.

Él entró dejándonos unos momentos solos.

—No es como si me fueras a presentar a tus padres.

— ¿Qué? —reí—. Mi madre y mi hermana están secuestradas por el loco que durmió ayer en el sillón. ¿Es lo mejor que tienes que decir?

—Ehh... ¿disculpa?

— ¿Piper? —llamó Adrien asomando su rubia melena por la rendija de la puerta—. Parece que alguien más tiene asuntos pendientes contigo.

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Pensaron que se habían librado de mí? No, jajaja. Por algo y me demoré en escribir, estaba preparando capítulos para actualizar y me disculpo por la corta extensión de este. cambié de cuaderno y aún no calculo bien la duración mínima de los capítulos. ¿Quién más tiene asuntos pendientes con Piper? ¿Luka se enterará que Adrien es Chat o ni se lo dirán? ¿Piper irá al baile?

Si aún no han hecho su pregunta para el especial 8k, este es un buen momento, sólo coméntenlo aquí o por interno y especifiquen a quién va dirigida. Ah y hablando de spoilers hasta ahora nadie ha adivinado donde pasé el capítulo ayer.

Que tengan buenas noches, me despido.

Los amo un montón y ya se acerca el final!!! Es sábado en la mañana, ahhhh.

Nos leemos en el 85,

Un abrazo enorme, chao,

The Writer ;D