— ¡Lo lograron! —festejé lanzándome sobre la azabache para envolverla torpemente entre mis brazos—. Esto es fantástico.

—Piper, ten cuidado de no tocar la perla —señaló el Maestro observando la actual posición de la esfera. Estaba a centímetros de mi pecho.

—O... okay. ¡Chat! Eso quiere decir que podré... digo, podremos recuperar a Nath —expresé tomándolo de los hombros, y obligándolo a enfocar sus verdes iris en los míos, me alejé de la perla.

— ¿Sí?

—Esperen... ¿qué hora es? No importa, tengo que arreglar la habitación, ordenar comida. ¡Nos vemos!

Me despedí saliendo del santuario a grito de águila, sin entender ni una sola de las palabras que el Maestro vociferaba a mis espaldas.

Aguarden... ¿acaso no sólo se permitía el ingreso y salida de personas con traje, exceptuando al Maestro?

Clic.

— ¡Lo siento! —grité en dirección al centro de masajes, una vez que me encontraba en la acera.

Alguna extraña sensación me había hecho cambiar de parecer, ¿qué tal si Nath sólo quería disculparse? ¿O si en realidad decía la verdad y no recordaba nada?

Si durante su estancia como akumatizado su conciencia estuvo sumida en la oscuridad de ese inexplicable abismo o si me estaba engañando al momento de mirarme a los ojos y prometerme que ningún recuerdo afloraba en su subconsciente, esa máscara caería en el instante que él pisara la habitación del hotel, del mismo modo en que mi dolor de cabeza desaparecería.

—Trixx recuérdame por qué este lugar está patas arriba —pregunté recogiendo los pares de zapatos que desfilaban alrededor de la cama.

¿Que qué hacían zapatos desperdigados por el cuarto? Pues, después de la captura de mamá y Hanna, no tenía el valor para regresar a esta zona de guerra, por lo que todo había quedado igual como Demoilustrador la había dejado.

Y adivinen quién tenía que reparar los platos rotos, quién más que Piper Smith.

—Porque no quisiste recoger todo esto el mismo día que pasó —respondió Trixx saliendo de entre una montaña de calcetines—. Tienes que lavar esto, o al menos doblarlos.

—Lo sé, ¿qué? Quién dobla sus calcetines, olvídalo. ¿Qué hora es?

—Las... —voló rápidamente a la sala para observar el reloj—. Tienes cinco minutos.

— ¡¿Qué?! Pero si acabamos de llegar, además mira el sol —expliqué abriendo la cortina del dormitorio.

—Claro... ¡Piper abre los ojos! ¿O esperas que la luna se estrelle en tu cara? Ah y quedan tres minutos.

—Si dejaras de decirme cuanto queda peor que árbitro, quizás apresuraría más el ritmo.

—Lo hago por tu bien, dudo que quieras que él vea todo este desorden.

—Pero la sala ya está limpia y ni que fuera a entrar al dormitorio.

—Quedan dos... —canturreó.

— ¡Trixx! Sin presión —sentencié—. Además de qué me preocupo si Nath no es tan puntual, por así decirlo —recriminé mandando a la basura los últimos restos de las cajas vacías de trixx—, si tuviera que adivinar aún me quedan unos diez mi...

Unos toques en la puerta interrumpieron mi amigable debate entre Trixx, el sol, la luna y su merced. Él había llegado.

—Yo creo que tu percepción del tiempo es distinta a la de él —rio Trixx intentando acomodar un cuadro torcido de la sala.

— ¿Piper estás ahí? —preguntaron del otro lado de la puerta.

— ¿Y ahora qué hago? —musité corriendo de un lado a otro con una manta entre mis manos, la buena noticia era que había sido acreedora de una nueva profesión, la mala que el toro se me había escapado.

Los toques continuaban.

—Tengo una idea, pero no es la mejor —ofreció Trixx siguiéndome de cerca en mi maratón.

—Muévete.

—Mete todo en el closet.

— ¿Qué?

—Sí, Piper. Closet, armario, puerta a Narnia o cómo le quieras decir, haz que esa cosa se trague todo —me había detenido en seco—. ¡Pero para hoy!

—Espera. ¿Ya comiste, no?

—Sí ¿por?

—Trixx paws out.

La resistencia del traje ayudó un poco por varios segundos, permitiéndome llevar todo el desorden de esquina a esquina, además que era el momento perfecto para intentar un nuevo movimiento que el Maestro me había enseñado, mientras los toques de Nath aumentaban en intensidad y ritmo, yo entonaba una melodía similar transportando los objetos del suelo a su nueva ubicación, Narni... digo, el armario.

— ¿Piper? Sabes que puedo escucharte.

— ¡Un momento! —grité apreciando cada uno de los rincones limpios, sin rastro del desorden—. Trixx des-transfórmame.

La sonido de mis palabras el traje desapareció y un kwami en el sofá fue el que lo reemplazó.

—Ya era hora —dijo Trixx, admirando la limpieza del lugar y preguntándose en silencio dónde había escondido el Trixx.

—Hay trixx en el clo... en la refrigeradora. Ni se te ocurra abrir el closet —advertí.

—Fui yo quien te dio la idea, no soy tonta. Y yo que tú le abro la puerta, el pobre chico seguramente ya está armando un campamento mientras espera, parece que tuvieras una cita y no una tarea —rio volando hasta el artefacto que guardaba su ambrosía.

—Chist —más golpes—. Bien...

A regañadientes, caminé hacia la puerta, tomé el pomo entre mi mano izquierda y le abrí a Nath "desesperado" Kurtzberg. El chico traía unas carpetas sobre su pecho, un bolso colgado desde su hombro y una mirada que si pudiera matara. ¿Cuánto tiempo estuvo golpeando?

—Disculpa, Nath. Puedes pasar —dije retorciendo el pomo que asfixiaba con mis dedos.

—Llevo diez minutos golpeando la puerta. ¡Hasta me encontré con Jagged Stone! Al menos si me dices "puedes pasar", no lo sé, me das el espacio —respondió con una lengua afilada, mostrándome el costado de su puño rojo como un tomate.

—Disculpa ¿sí? Tampoco es para que me hables así, punto uno. Punto dos, soy yo la que debería estar enojada contigo y punto tres, al menos si somos pareja para el trabajo deberías decirme de qué es —le recriminé soltando el pomo, para luego retirarme al interior del apartamento.

—Mitología griega.

— ¿Hablar de todo? ¿Investigar de los dioses? Hay galletas en la mesa. Especifica —mencioné encendiendo mi laptop y sentándome en el sofá para tres lo miré acercándose a la mesa.

—Hay que buscar información de las parejas mitológicas, algo así como: Zeus y Hera, Heracles y Hebe... —explicó cogiendo una galleta del plato y mordiéndola se sentó a mi lado.

— ¿Cuál nos tocó a nosotros?

—Ares y Afrodita —susurró cambiando su tono de voz.

Sé que imagino cosas y alucino un poco, llegando hasta a veces confundir los hechos, pero esta vez no era así, algo le ocurría al pelirrojo de mi lado, ya que no era algo normal pasar de un Grinch que odia la vida a una versión de mercado del coqueto Chat noir, definitivamente había gato encerrado.

— ¿No se supone que Afrodita debería estar con Hefesto? Por algo son esposos ¿no? —evadí el coqueteo de Nath y me deslicé un poco más a la izquierda del sofá. Él imitó mi acción.

—Se ve que conoces la mitología —dijo con el mismo tono de hace unos instantes, logrando estremecer mi cuerpo, haciendo erizar cada uno de mis pelos como si una tormenta eléctrica había pasado sobre mi cabeza.

—Sí, sí sé mucho —respondí levantándome, y tomando una de las carpetas que el pelirrojo había traído, le entregué la laptop y me arrimé a la mesa—. ¿Pero por qué Ares y Afrodita?

—Pregúntaselo a la Srta. Bustier.

—Está bien ¿de qué hay que investigar?

—Abre la carpeta que tienes, ahí hay un listado —señaló enfocando su atención en la pantalla de la laptop.

Leí el listado en voz baja.

— ¿Es en serio? ¿De dónde quiere que saque "matrimonio" si son amantes? —expresé depositando la lista en la mano de mi compañero.

—Piper, sé que mi letra no es de las mejores pero al menos lee lo que está a un lado —habló devolviéndome el listado—. Algunas de las mejores relaciones son prohibidas.

—Oh, primer encuentro. Bien, pues... sala del trono frente a todos los dioses, le buscaban esposo y la obligaron a casarse con Hefesto, luego cada vez que él se iba de viaje...

—Ella lo engañaba con Ares —completó leyendo la pantalla de la laptop—. Aquí dice que fueron encontrados por Hefesto en uno de sus encuentros.

— ¿Algún día los descubrirían, no? Cayeron en su propia trampa, por su culpa.

—En la red de oro —musitamos en coro.

—Terminaré el trabajo mañana —sentenció levantándose como resorte, quedando frente a mí.

—No, es un trabajo en grupo.

—Ya dije que lo terminaré mañana, el miércoles lo tendrás en tus manos y lo entregaremos —explicó tomando mi mano, no parecía que me hablaba a mí.

—Estás raro.

—Soy raro.

—Más de lo usual.

—No puedo, voy a ahogarme.

—Y si pides un salvavidas.

—Lo estoy haciendo, no sabes lo horrible que es nadar a la deriva, sin probabilidad de continuar respirando.

—Claro que lo sé, he nadado tantas veces contra la corriente.

—No es lo mismo, parece que te hala al fondo del mar e ingresa a tu cabeza como agua en el oído, es un parásito que continúa ahí y lo escucha todo —explicó entrelazando nuestros dedos.

— ¿A qué te refieres?

—A lo que dije.

—No te entiendo.

—Yo sé que sí, una pequeña parte de ti aún recuerda y lo hace.

El espacio entre nosotros se acortaba, nuestros ojos se cruzaban y nuestras voces era lo único que se escuchaba, podían estar atacando la ciudad y ni siquiera lo notaría. Estaba perdida y yo misma había amarrado la soga de mi condena.

—Eres un tonto, estás desvariando entre tus emociones.

—Tonto, tal vez. Desvariando, no lo creo. Sé muy bien lo que quiero.

— ¿Y qué es lo que quieres?

—Cometiste el error de preguntar —me besó.    

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Hola, chicos!!! Me declaro inocente de todos los cargos en mi contra, qué les pareció ese final 7u7, jajaja ¿A quién creen que Nath le estaba hablando? ¿Algún día Piper se decidirá entre Nath o Luka? ¿Para quién piensan que será la salvación de la perla? ¿Hay plan de emergencia? Esta semana me terminé de ver la serie de Dragones con mi hermana y me declaro #TeamHiccstrid es que son tan... tan lindos juntos, ah! los amo.

¿Alguna vez pensaron que tanta cosa evolucionaría en esto? Yo no, veía esta historia como una simple idea y ahora hasta está esto, en un inicio iba a dejar a Piper soltera (y eso que esa opción aún está en la lista) los personajes han evolucionado como ellos mismo que ni yo sé como continuará (es broma, el final lo tengo muy claro) pero quería agradecerles por todo, en serio chicos son geniales. Una pregunta fuera del tema ¿ya se vieron The Greatest Showman? Amo las canciones, me las pasé cantando mientras pasaba el capítulo (otra de las causas por demorarme tanto), creo que ya no tengo nada más que decir...

Ah, sí, ¿qué les gustaría como un especial en un futuro? Ya saben el anterior fue un final alternativo, pero me gustaría saber y conocer sus opiniones, sin nada más que añadir, me despido.

Los quiero un montón,

Gracias por todo y perdón por tan poco,

Un abrazo enorme,

Nos vemos en el 67,

Chao, The Writer  ;D