Capítulo 63
Nuevamente, el timbre se tomó en serio el papel de libertador e irrumpió en la estructura de la institución, dando paso a la salida y así mismo como se extinguió, mi compañero pelirrojo desapareció de la escena del crimen. Lo había visto correr hacia la puerta.
— ¿Y ahora a dónde irá? —musité, guardando mis cosas mientras lograba observar que Adrien y Marinette se me acercaban.
— ¿Piper vienes con nosotros? —preguntó el rubio, alertando a Alya que se encontraba hablando con Nino.
—Eso no se pregunta, además tienen que apresurarse obteniendo la perla —sentencié mirando fijamente sus ojos verdes.
—Eso es lo que más queremos, pero tienes que entender... sólo han pasado unos días —explicó la azabache, haciéndome sentir culpable por el anterior tono empleado.
—No te disculpes —rectifiqué—, estoy muy tensa y no quería ser ruda. Todo toma su tiempo y entiendo que necesiten concentración.
— ¿Tensa por? —cuestionó Adrien devolviéndome la mirada.
—Por tu...
— ¡Hey, bro! —intervino Nino, salvándome de explicar al rubio que su padre era quien había intentado matarnos unas cuantas miles de veces—. Marinette, Piper; ¿de qué tanto hablan a nuestras espaldas?
"¿Nuestras?" pensé, para luego ser respondida por la presencia de Alya abalanzándose sobre su mejor amiga.
— ¡Amiga! Nino y yo vamos al cine ¿qué te parece si nos acompañas?
—Eh...
—Disculpa, Alya, pero Marinette no puede ir —la exculpó el rubio tomando su mano.
—Si quieres también puedes venir, bro...
—Adrien me perdonarás por lo que voy a decir pero ¿quién eres tú para decidir qué Marinette hace o deja de hacer? —contraatacó Alya desafiando al chico únicamente con el filo de su mirada.
—Es su nov...
—Eso no tiene nada que ver, Nino.
—Nena, tranquila. Adrien debe tener una muy buena explicación ¿no es así, bro? —insistió el moreno condenándose por salvarle el pellejo a su amigo.
—Por supuesto, bro —dijo nervioso y como si sus ideas no conectaran con su cerebro, completó—: Marinette y yo iremos al cine.
Del mismo modo en que sus palabras salieron, una tras otra, y siendo un reflejo inmediato, mi mano voló hacia mi rostro y un lindo facepalm coronó la escena.
—Eres un caso perdido —susurré, riendo por lo bajo.
—Chaton, hay que decirles la verdad.
— ¿La... la verdad, mi lady?
—Chicos —advertí— mejor se confiesan afuera... el director Damocles se está impacientando— dije observando, sobre el hombro de Alya, al susodicho en la puerta.
—De acuerdo —aceptaron todos.
Bajamos las escaleras, caminamos por el patio, y en todo ese trayecto hasta llegar a la puerta, la única expresión que reflejaba el rostro del rubio era una especie de "desesperapreocupación".
Una vez afuera, la que menos tardó en reaccionar fue Alya, volviendo al interrogatorio casi al instante.
— ¿Cuál es esa verdad? —espetó la morena.
—Es que... —bufó—. Marinette y yo vamos...
—Vamos a estar ocupados porque Adrien me va a presentar oficialmente como su novia a su padre —interrumpió la azabache salvando a Adrien de ser ahorcado por un anciano furioso.
—Eso mismo —afirmó el rubio— y nos vamos ahora. Oh, miren, ahí está Gorila con el auto. ¡Nos vemos!
El chico había raptado a Marinette sin detenerse a pensar ni un segundo, subiéndola al coche y cerrando la puerta del mismo sin dar ninguna explicación a su guardaespaldas. Todo pasó en cuestión de segundos que sin percatarnos el único rastro que quedaba del automóvil era el humo que había dejado y a la distancia su placa que se dejaba divisar.
—Eso fue... extraño —expresó, Nino—. ¿Y bien Piper, nos acompañas?
— ¡Lo siento! ¡También iré al cine! —grité perdiéndolos de vista al correr en dirección al consultorio del Maestro Fu.
Mientras mis pies rebotaban contra el suelo, con miedo y ansiedad por lo que le diría al Gran Guardián, saqué el celular de inmediato y le mandé un mensaje a Adrien.
—"Lo siento, no ha sido mi idea, pero Marinette tiene razón, es hora. Tengo que dejarle las cosas en claro a mi padre. Estaremos ahí en unas horas" —citaba su respuesta.
Dejé de correr al terminar de leerla.
¿Gabriel no sabía que su futura nuera era Ladybug, no?
De esa pregunta pendía la estrategia, el sábado se definiría todo. Tenía que llegar a donde el Maestro Fu, continué corriendo.
.
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— ¿Te comportaste bien? ¿No levantaste sospechas, no? —preguntaba el enmascarado frente a mí.
Su voz rebotaba por todas direcciones, voz que le pertenecía a la extraña figura que se alzaba ante mis ojos, ya no parecía Hawk Moth, ya no era Gabriel Agreste.
—Piper sospecha —dije soltando las palabras de la red en donde las tenía atrapadas sin pensar en las consecuencias.
— ¿Sospecha? ¿De qué?
No podía mirarlo, provocaba asco, pavor, miedo, emociones de las cuales se alimentaba ese monstruo para controlar a sus akumatizados. Era un cínico, ¿acaso no recordaba ser el líder de toda esta farsa?
—De mí, sospecha de los que hice.
—Bien dicho, "de ti" —silbó igual que una serpiente—. Esa niña sabe mucho, no puedes permitir que suelte la lengua.
—Hoy... hoy me reuniré con ella, en el Hotel Le Grand Paris, tenemos que hacer un trabajo y...
—Sí, sí, ahórrate el cuento de tu vida. Te parece terminar el trabajo que tu compañera no pudo —gruñó marcando su postura cual león en sabana.
— ¡No! ¡Está demente!
—Creo que no me entendiste bien, no fue una pregunta —sentenció acercándose a mi rostro y arrinconándome contra una de las paredes de la guarida, igual a un halcón cayendo en picada para cazar a su presa.
— ¿No se ha puesto a pensar en que tengo todas las armas para acabar con... usted? También sé demasiado —contraataqué sosteniéndole la mirada.
—Niño listo ¿eso crees, no? —hizo una mueca lo más parecido a una sonrisa—. Lila es momento que conozca a nuestros invitados.
— ¿Invitados? —fue lo único que recordé haber pronunciado antes de que todo se tornara oscuro.
Lo siguiente que logré captar fue una amplia habitación al final de un largo túnel, sus paredes eran blancas y en lugar de una cuarta pared en donde se debería encontrar la puerta, un amplio ventanal era el que tomaba su lugar, dejando al descubierto a las personas que se encontraban prisioneras en su interior, sus rostros no demostraban ninguna emoción, parecía que su alma había sido arrebatada de un instante a otro, dejando una mirada esperanzada y al mismo tiempo al borde del quiebre.
El miedo fue el vino embriagante que se depositó en mi sistema.
— ¿Mamá? ¡Mamá! —grité corriendo al final del túnel, golpeando con el gran odio que hervía en mi estómago, pero ellos se veían tan absortos en la nada que ni siquiera notaban mi presencia, ni mis golpes— ¡Papá! ¡Papá!
Lágrimas de furia comenzaron a mojar mis mejillas.
— ¿Contento? Ellos son nuestros invitados.
Intenté mirarlo directo a lo que le quedaba de rostro, marcas de raíces violetas se extendían por la mayor de la superficie, sus ojos habían tomado una mirada psicótica y sus brazos eran cubiertos por los restos de akumas que habían ingresado dentro de él, estaban intentando escapar, ellos, al igual que yo, no querían esto, sabían que este no era su propósito ni el de su portador.
La ira se iba guardando nuevamente en su contenedor al ver al hombre acabado que miraba con un dudoso orgullo, su maquiavélica creación. Había caído en lo más bajo.
Entonces cada pieza comenzó a juntarse una con otra para completar parte del rompecabezas del que era partícipe: mis padres me habían enviado una carta, en la que decían que estarían fuera del país por unos meses, fui engañado con la mayor crueldad. Ellos no estaban de viaje, no... Hawk Moth los tenía secuestrados.
La chispa volvió a avivar el fuego.
Volví a inspeccionar el lugar... ¿esa era la madre de Piper?
— ¡¿Qué es lo que gana con todo esto?! ¡Ellos... ellos no tienen la culpa de sus malos actos!
—A veces, justos pagan por pecadores —se excusó bajando su rostro, poco a poco la figura de Hawk Moth volvía a modelarse en aquel monstruo, reconstruyendo su ser hasta volver a ser el común villano enmascarado.
¿Quién era yo para juzgar si en el fondo Demoilustrador también era parte de mí?
—Si es así... libérelos —pedí temeroso de que el monstruo volviera a tomar su lugar.
—Tú no entiendes, no puedo. Esto... es más fuerte que yo.
— ¿Qué cosa?
—Yaoguai, pero prefieren que lo llamen Caos.
— ¿Pero qué es?
—Ja, la consecuencia de las múltiples auto-akumatizaciones.
.
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—Él no puede saber que son ilusiones.
—Entendido.
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Y aquí estaba yo, corriendo por las calles de París, claramente, dirigiéndome al cine mientras mis pies rebotaban contra la acera en dirección opuesta al supuesto "cine", en busca del anciano de 186 años más cotizado de toda la ciudad. Rayos, eso sonó extraño.
— ¡Maestro! —llamé tocando la puerta con fuerza.
—Un momento —dijo del otro lado de la puerta.
Tuvieron que pasar unos cuantos segundos hasta que la pieza de madera fuera abierta, la ansiedad se estaba adueñando de mí, provocando que mi pie chocara contra el suelo hasta que el Maestro me recibiera, creando un ritmo que de ninguna forma volvería a recordar.
—Mire, Maestro, esto es de vida o muerte. Él vino y me amenazó, además que el morado no es su color; lo que quiero decir es que el otro también actúa medio raro —expliqué ingresando directamente al centro de masajes y sirviéndome té en el acto me senté en uno de los cojines que acompañaban a la mesita del medio.
—Piper, respira. Habla despacio.
—Sé quién es Hawk Moth.
.
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—Bienvenida oficialmente a mi casa —le anuncié a Marinette mientras la ayudaba a bajar del automóvil.
—Adrien —rio, golpeándome suavemente en el brazo— ya había venido aquí.
—Ese no es un problema —reí, acercándome a su rostro y robándole un beso, mientras rodeaba su cintura y ella lo correspondía tomando mis mejillas—. Vamos, conocerás a mi padre.
Aquella felicidad sólo duraría unos patéticos fotogramas ya que el pequeño detalle que había olvidado se hacía presente, recordándome todo lo que tenía que hacer.
—Adrien, no olvide que hoy tiene práctica de piano y en la noche su padre le ha agendado una sesión de fotos, ya ha cancelado muchas actividades la semana pasada por su causa —dijo Nathalie saliendo a recibirnos y rompiendo con su aguja de responsabilidades mi invisible burbuja que eran mis pulmones.
—Buenas tardes —saludó Marinette.
—Buenas tardes, señorita...
—Marinette —completé sosteniendo su mano con aún más firmeza.
Si estaba nerviosa pues no lo demostraba.
—Ya veo, adelante, tomen asiento. El Sr. Agreste los recibirá en un momento —explicó, subiendo las escaleras con un plato de comida y entrando al despacho.
— ¿Siempre es así de seria?
—Nathalie es como una segunda madre para mí, no sé qué pudo haber ocurrido para que esté así, pero eso no es lo más raro —recordé acompañando a mi lady a la pequeña sala de estar que se encontraba a un lado de las escaleras—, mi padre nunca está en casa.
.
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¡Hoy era lunes! ¡Hoy era lunes! Y aún no tenía el vestido, ni el peinado, ni los zapatos, ni nada. ¡Ni siquiera sabía si Piper le había avisado a Nino lo de la música! Actualmente se la pasaba escapando de todo, a penas y la veía en el colegio y al regresar al hotel, ¿qué le ocurría a esa chica?
Cuanto no daría por ser una súper heroína reconocida en todo París, definitivamente algo andaba mal.
— ¡Sabrina! ¿Ya llamaste a las modistas?
—Sí, Chloe pero hay un problema.
— ¿Ahora qué? ¿No encuentran la cinta métrica? —pregunté levantándome de mi cómoda silla.
—Dicen que no podrán venir hasta el miércoles, están ocupadas en un desfile en Toronto.
— ¡Bien! Qué más se puede hacer... Espero que nuestros vestidos queden di-vi-nos.
— ¿Nuestros?
—Claro, ¿pensabas que te dejaría ir con ese remiendo que me mostraste el otro día?
— ¡Gracias! —chilló abalanzándose sobre mí. Esto de ser apreciada se sentía fabuloso—. Espera, ¿eso también incluye a Piper?
—Por qué no, además es una buena idea, después de todo, ella inició con lo del baile.
—Eres muy amable.
—Lo sé, Sabrina, lo sé.
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Hola, chicos!!! ¿A que es el capítulo con más cambios de perspectiva jamás visto, eh? ¿Cómo les va? A mí... bien, hoy me enteré que tengo que dar el discurso de fin de curso y pues ahí va. Les dejo de rodeos y me disculpo por publicar taann tarde, pero es que de mañana hubo una reunión en el colegio y luego me dio pereza, después mi mamá tuvo que usar la computadora y ahora me tienen aquí reportándoles lo ocurrido a las 1:14 A.M. ¿genial, no?
¿Caos controla a Gabriel o a Hawk moth? ¿De quién y para quién es ese diálogo sin personajes? ¡¿Por qué rayos Nathalie levó un plato de comida al despacho de Gabriel?! ¿Les gustó la nueva perspectiva? No olviden: dos puntos (cambio de perspectiva) y un punto (cambio de tiempo).
Una vez más les agradezco, hace unas semanas festejaba por los 4k y ahora ya mismo llegamos a los 5k, fue en un abrir y cerrar de ojos, gracias y mil gracias.
Me despido, aunque ahora que duermo más ya no estoy delirando por el sueño jajaja.
Los amo un montón,
Nos vemos en el 64,
Un abrazo estrujador,
Chao, The Writer ;D
P.D.: si hiciera alguna vez un directo en instagram ¿lo verían?
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