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Capítulo 60

Sí, había socorrido a Lila luego del golpe fulminante en bandeja de plata que Chat noir le entregó. Sí, la había llevado por la entrada de la antigua guarida directo a la nueva locación de ésta. Y sí, a la primera oportunidad que tuvo, se fue sin agradecer; abandonándome, dejándome a la deriva, solo. No tuve oportunidad ni siquiera para reclamarle puesto que, unos segundos después, mi vista se nubló y caí desplomado como muñeco de trapo en el suelo.

Pero eso no era más que un recuerdo, añorando, mi supuesta, libertad; en estos instantes no había más novedad que mi cuerpo atrapado, nuevamente, contra la pared por akumas y con Hawk Moth frente a mí. Tan casual.

—Entonces... ¿no sabe todavía quién es Chat noir? —pregunté para matar el tiempo, ya se hacía un poco monótono el desmayarme, quedar atrapado y terminar la rutina imaginando y viendo al vacío.

—No, pero tengo mis sospechas.

— ¿Sospechas? ¿Cómo quién?

Aquellas palabras lo dejaron pensando y tuvieron que pasar unos segundos para que su voz se hiciera presente en lo recóndito de esta cúpula.

—Sabes...

—Nathaniel.

—Sabes, Nathaniel, en estos momentos eres una pieza clave para finiquitar todo.

— ¿En serio? Pues no lo siento, si ser importante es no recibir aunque sea un "gracias" por parte de quien le salvaste la vida, entonces tengo un concepto muy deformado.

—Ja, ¿recuerdas eso? Ya veo... Lila es muy impredecible, siempre queriendo tomar sus propias decisiones, pero esta vez fui yo quien le asignó un... trabajo.

— ¿Recordar? No entiendo, ¿qué tipo de trabajo?

—Una nueva pieza para debilitarla, o como ella los llama, una nueva flor.

— ¿Lila llama a los trabajos, flores? Es un poco impropio de ella ¿no cree?

—Es porque Lila no los llama así y tampoco me refiero a los trabajos, es tu amiga, Piper, quien llama así a los arrebatos —rio—, aunque sería más propio referirse a ella como tu no-amiga, ya que al decidir socorrer a Lila rompiste todo lazo de amistad que tenías con tu querida no-amiga.

— ¿Qué... que fue lo que le dije? No recuerdo.

—Interesante, fue simple, intentaste acercarte a ella con el valor que Demoilustrador tiene, pero, no contaste con que te saliera el tiro por la culata, sin contar que... —ahogó una nueva risa—. Sin contar que, luego ella realizó un espectáculo gigante en la Torre Eiffel, únicamente para darte tu merecido. Salió en las noticias, deberías verlo, llegué hasta sentir su odio.

— ¿Su odio?

—Piper nunca se libró de mí, aún me encuentro en su cabeza, ¿la ventaja? Ella no lo sabe, no me he hecho presente.

—No entiendo, ella nunca habló de... eso.

—Pensé que se contaban todo, lástima, pero hablando en serio, deberías ver el noticiero.

—Qué simpático, en primer lugar, me tiene como rehén; en segundo lugar, sólo le pregunté si sabía quién era Chat noir, tampoco era para que me cuente toda mi desgracia; y en tercer lugar, estoy seguro que me merecía esa paliza.

—Sí, sí tengo sospechas son respecto a la identidad del gato negro —respondió, emprendiendo una caminata alrededor de la guarida—, puede ser cualquiera...

— ¿Incluso su hijo?

—Repito, puede ser cualquiera.

Con aquella pequeña plática me había llenado de valor para realizar la verdadera petición que venía pensando desde hace unos días, así que solté la red.

—Cambiando de tema... le tengo una petición, una pequeña, se trata de que, je, sonará gracioso y no necesariamente tiene que aceptar, pero...

—Ve directo al grano.

— ¿Podré ir al baile el sábado?

Tal vez con tantas akumatizaciones había adquirido un nuevo poder o tal vez era lo tonta de mi propuesta lo que hizo que Hawk Moth se retorciera en el suelo, llegando a llorar de tanta risa, yo no le veía lo gracioso, no le quería fallar a Piper. Tuvieron que pasar unos cinco minutos para que el enmascarado volviera a su nivel común de cordura y que entre sollozos me respondiera.

— ¿Mi hijo ya tiene acompañante?

— ¿Qué?

—Nathaniel, es una simple pregunta ¿irá con alguien? ¿Así o te explico con peras y manzanas?

—A ver... déjeme pensar... ¡Será que no lo sé porque me ha mantenido aquí encerrado! Hasta siento que necesito tomar sol.

—Calma, no queremos que los vecinos nos escuchen.

— ¿Sabe? Hasta podría decir que tiene novia. Ella es muy linda y Agreste puede caer con facilidad ante ella, lo digo por experiencia.

— ¿Insinúas que lo puede controlar?

—No, diría que puede hasta arriesgar su vida por la de ella, el amor llega a ser enfermizo, también lo sé por experiencia.

— ¿Y con quién pensabas ir al baile? En el caso hipotético de liberarte.

Dudé en decírselo, ¿aún podía considerarla mi cita?

—Con Piper, Piper...

—Piper Smith —pausó, deteniéndose dramáticamente—. Interesante compañía para la noche.

— ¿Entonces...?

—Lila irá, fue por eso que también la envié a realizar esa tarea —caminó en mi dirección.

— ¿También ella irá? —la distancia se acortaba—. Eso quiere decir que...

—Nunca dije que serías tú el que iría.

.

.

Lunes por la mañana, lunes despejado, lunes decidido, lunes aceptado. El día de hoy me había restablecido casi por completo con lo ocurrido el domingo, ya que, luego de salir del hospital decidí instalarme en el parque cercano al instituto, un tanto para reflexionar y otro poco para decidir. Por lo que al fin había escogido un camino para continuar este nuevo trayecto —que sin saberlo duraría poco—, enterrando todas las decepciones tres metros bajo tierra.

Una vez levantada, desayuné y me alisté para el mejor día, bajé con cautela por el ascensor del hotel, recordando lo bien que había dormido, luego de mucho tiempo, ya que, inmediatamente después de mi sesión reflexiva, la cama se convirtió en mi compañera de por vida, deberían ser las seis y media o siete cuando Hipnos me envolvió en sus brazos.

En el trayecto hasta llegar a la planta baja, Trixx habló:

— ¿Y... tienes una respuesta?

—Sí y por primera vez en mi vida siento que es la correcta.

—Pero... ni siquiera lo preguntó, ¿estás segura de que lo harás?

—Claro, además, no me sorprende que no haya preguntado, después de todo ya lo había hecho.

—Ajá... ¿y pensaste en Nath? Tal vez... él vaya y tú...

—Por supuesto que irá —atacó mi sarcasmo—, pero eso no quiere decir que me quedaré sentada tomando ponche mientas lo veo en su gran noche con Lila, no seré su violinista.

—Pero violinista es cuando te invita una pareja y tú... bah, olvídalo.

—Es lo mejor que has hecho —afirmé, haciéndola esconder una vez que el ascensor había anunciado su parada.

Caminamos un trayecto considerable y justo en la esquina de la panadería Dupain-Cheng, la voz de Trixx invadió mis oídos.

— ¿Estás consiente de que no estará allí, no?

—Sí, por eso, luego de las clases lo visitaré al hospital —farfullé evitando las miradas curiosas de los transeúntes—. Ahora, calladita que después te descubren, ellos saben que soy Volpina más no de tu existencia.

Y dicho esto, la voz de Trixx no volvió a presentarse durante el resto del camino. Crucé la calle, subí las escaleras y me encontré con Alya y Nino, saludándolos con una sonrisa.

— ¡Piper! ¿Y esa sonrisa? —preguntó Nino, extrañado.

—El día está hermoso, ¿no se merece una sonrisa? —sonreí.

—Marinette me dijo que estabas... ¿deprimida? —acotó Alya.

—No, para nada, eso fue ayer por la mañana, unas horas de sueño y ¡boom! Ya estoy bien —reí continuando con los escalones y dejando al Alyno a mis espaldas, posiblemente con una cara de confusión única.

Este es el momento en que agradecería tener una cámara, ya sea para sacar una foto de sus reacciones o para inmortalizar mi buen sentido de humor. Me encontraba lista. No, estaba más que lista, estaba preparada, tanto así que con cada paso que daba, adentrándome al instituto, escuchaba en mis oídos la aclamada "Eye of the tiger".

— ¡Juleka! —saludé— ¿Ayer llegó Rose?

—Emm... sí, estuvo un rato con nosotros y luego se tuvo que ir, el Príncipe Alí fue a recogerla.

—Hablando del Príncipe Alí, ¿ya tienes acompañante para el sábado?

—No, nadie me lo ha pedido ¿por?

—Simple curiosidad. Y otra cosa, ¿sabes cuándo le darán el alta a Luka?

—Sí, entre mañana y el miércoles, el doctor dijo que el mayor riesgo ya había pasado.

—Un alivio, gracias. Y si te interesa, hoy iré a visitarlo ¿no hay ningún problema, no?

—El único problema serías tu misma, si lo piensas —dijo mi conciencia, posicionándose sobre las palabras de Juleka.

— ¿Qué cosa?

—Que el único problema vendrían a ser los médicos, si lo piensas.

En medio de sus palabras, un movimiento extraño se desató en el patio producto de la entrada de alguien, unos cuantos estudiantes corrieron a la entrada, la mayoría confundidos.

— ¿Qué ocurre? —pregunté al viento.

Pregunta que no se quedaría sin respuesta, porque ésta fue resuelta con su presencia; rápidamente caminé a la entrada, haciéndome espacio entre el alumnado, para que al final sólo fuéramos él y yo.

—Luka —musité.

— ¿Ya no me llamas Romeo? —bromeó.

Su repentina llegada comenzó a taladrar mi cerebro, rogué por lo bajo que se escondieran al menos un minuto, para poder apreciar sus brillantes ojos que acompañaban esa fastidiosa pero irresistible sonrisa. Su rostro estaba limpio, aquellos hematomas se habían esfumado, parecía que sólo hubieran pasado una toalla húmeda, y listo.

—Te quería responder algo, lo de la otra vez —solté, posicionando mis manos detrás de mí, tronando mis dedos uno a uno.

—Dime.

—Sí, acepto ir al baile contigo.

Sentí que había halado un interruptor, presionado un botón o activado un mecanismo, debido que sus ojos menguaron, su sonrisa se apagó, la esfera en que nos encontrábamos se rompió y su mirada cambió. Parecía tenerme asco.

— ¿Ahora sí, no? Como ya no tienes al pelirrojo vienes en busca del segundo plato. No soy sobra de nadie. Además, ya tengo acompañante, mejor suerte para la próxima —en lugar de romperme, me hizo más fuerte, en lugar de enojarme, sonreí y contraataqué.

— ¿Y se podría saber quién es?

— ¿Me podrías decir el color de tu traje, Romeo? El asistente de mi padre lo desea saber para conseguir el vestido.

El tiro me había salido por la culata y tenía su firma.

Lila Rossi.

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Vengo de Twitter y creo que voy a morir, en resumen a Jesús Barreda se le "cayó" una foto y esa anda rondando, revisen en twitter o instagram (lo publicó en ambos lados) y para quienes no tienen ninguna de las dos redes sociales pues es el mentón y un poco de la melena de quien parece ser ¡Luka Couffaine!

Ahora sí, dejando el hype de lado, este... ¿Andrea publicando temprano? ¿Esto es real? Pues sí, queridos lectores, las vacaciones al fin tienen su resultado. Muchas gracias por leer, por votar o comentar, me he reído un buen con este capítulo y espero que les haya gustado . Saquen sus especulaciones ¿Cómo es que Luka está vivito y coleando? ¿Qué y por qué hizo eso Lila? ¿Cómo es eso que Nath recuerda pero no?

Los dejo con la intriga de por medio, y me despido.

Nos vemos el viernes en el 61,

Un abrazo enorme,

Los amo un montón,

Gracias por todo, chao,

The Writer ;D

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