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Capítulo 59

Técnicamente no había mentido ni dicho la verdad, ya que al auto-bautizarme como "la novia" nunca había afirmado de quién, únicamente utilicé la situación a mi favor.

— ¿La novia? —cuestionó el padre de Luka.

—Ni se le ocurra ir asimilando la idea, sólo fue para que me permitieran entrar —expliqué caminando a un lado del Sr. Couffaine, dejándome guiar, todo el trayecto, por sus competentes pasos.

—Yo creo que serías una buena nuera —soltó con una sonrisa de por medio.

—Si usted fuera el padre del quien amo y odio... estaría saltando en una pierna.

— ¿Saltando en una pierna?

—Cierto, —él era francés— estaría tan feliz como cuando Juleka sonríe.

—Entiendo, entonces... ¿al que amas y odias? —levantó sus cejas sumergiéndolas en el vaivén de las olas.

Ese tono de voz divertido, mezclado con sus tupidas cejas danzando sobre su frente, sólo me pudieron recordar a una persona y ese era Luka, pero el Luka alegre y divertido que conocí el día en que chocamos en medio de la lluvia, el que había estirado su mano para recogerme del suelo.

Ahora era mi turno de levantarlo.

Llegamos a la habitación.

— ¿Lista?

—Para nada.

Y abrió la puerta, dejando al descubierto un Luka en pleno apagón, postrado en una camilla y una máscara de oxígeno sobre su boca y nariz, cubierto del pecho hasta los pies por unas sábanas blancas que ocultaban los cables conectados a unas máquinas cercanas a su morada, su cabello negro estaba más revuelto de lo normal y sus ojos se encontraban cerrados, dejando apreciar sus largas pestañas, parecía que una paz infinita residía en su interior.

La habitación, en contraste con él, estaba bañada en pintura blanca que recorría por sobre las cuatro paredes y a un lado de su camilla había una amplia ventana en la que se podía apreciar el paisaje de París a media tarde. En cambio, y en la misma dirección que la asombrosa ventana, se encontraba una pequeña mesa, al alcance del paciente, con un sinnúmero de medicamentos que debían ser administrados.

Nos acercamos a Luka con cautela y me perdí en su rostro.

—Parece dormido —expresó su padre colocando su mano derecha sobre la cabeza de su hijo.

—Está sedado.

— ¿Así eres siempre?

— ¿Cómo que "así"?

—Tan... rompe ilusiones.

—Se podría decir que sí.

—Bien —suspiró—. ¿Te podrías quedar con Luka unos minutos? Voy a avisarle a Jul y a Soleil que ya salió —señaló saliendo rápidamente de habitación.

—Pero, seguro y ya les dijeron... Y tal vez ya esté muy lejos para escucharme —dije resignándome a abandonar a Luka.

Volví a mirar su rostro, no sabía hace cuanto había salido o si los doctores lo habían mantenido un tiempo aislado para prever cualquier complicación, aun así, se podía respirar la calma.

Me aparté de él y me dirigí hacia los medicamentos para analizarlos, levanté uno a uno a la altura de mi rostro y leí con detenimiento los nombres.

—Parece que sólo son para controlar el dolor —musité, volviéndome a colocar a un lado de su camilla.

En ese momento me percaté que un pequeño tubo ingresaba por la parte superior de su mano, y por curiosidad, comencé a seguirlo con la mirada hasta llegar a una pinta de sangre, sangre que le era transferida al azabache.

— ¿Todo esto por ser aceptado? —susurré, colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja— ¿Tanto esfuerzo para terminar fallando? Hablo de fallarte a ti, de perder tu identidad, creo que nunca conoceré al verdadero Luka Couffaine —dije, buscando su mano de entre la sábana, formando pequeños círculos imaginarios, en la parte superior de esta, con mi pulgar.

"Hechos el uno para el otro, el mal y el bien se complementan. Danzan entre sus quejas, se aman a pesar del dilema".

Me había perdido en un recuerdo, un amor y en un olvido, ¿cuál era el motivo? No me resistí más, sabía que estaba cayendo, pero era momento de arriesgar; mi mano libre fue en busca de su rostro, levantándole con delicadeza la mascarilla que protegía sus labios de mi contacto y lentamente me acerqué a ellos, todo se podía venir abajo y no importaba.

Aquellos labios rojos.

Rojos.

Rojos.

Un pelirrojo y su memoria, haló mi cerebro y desvió la locura, besando únicamente la comisura de la tentación.

—Un poco más a la izquierda y hubieras acertado —dijo en mi oído, arrastrando las palabras y poniéndome alerta, y en acto reflejo, bajé la mascarilla y me alejé al instante de él.

— ¿A... acabas de hablar? —pregunté asustada, esperando una respuesta, obteniéndola de unos aplausos a mis espaldas.

— ¡Woah! Piper, te dejo cinco minutos y los aprovechas al máximo. Tú no pierdes el tiempo, serás una buena nuera —expresó el Sr. Couffaine, mientras ingresaba a la habitación, otorgándome el tiempo necesario para observar nuevamente el rostro de Luka que estaba equipado con una nueva sonrisa insoportable.

—No pasó nada.

—Claro... si besar a mi hijo es tan sin importancia, entonces no pasó nada.

—Es que ni siquiera lo besé, no en la boca —musité.

—Pero quisiste —dijo apuntándome con su índice.

—Fue un momento de "lapsus brutus", además ¿usted no debería estar preocupado?

—Soy médico y magnate, ya estoy acostumbrado a la presión. Y parece que tu presencia le está haciendo bien.

Con esas palabras volteé a ver, una vez más, al azabache que por "gracia del destino" abría sus párpados, uno a uno, permitiéndonos apreciar sus bellos ojos, dejándome más confundida que antes, haciéndome prestar atención a nuestras manos que continuaban unidas, por lo que separé la mía al instante.

—Piper... soy yo, no muerdo —dijo.

—Sí, sé que eres tú y por eso me das miedo. También... tu padre está aquí.

—Compórtate, hijo, y consideraremos nuestra decisión —sentenció el Sr. Couffaine, al mismo tiempo en que unas pisadas resonaban por el pasillo, anunciando la entrada de alguien a la habitación.

— ¡Luka!

—Jul...

En ese instante la admiración que sentía por Juleka se disparó por los aires, igual que la rapidez con la que ella se abalanzó sobre su hermano, rapidez que únicamente podía ser captada por la cámara con más avances en el mercado, esa chica sí que sorprendía cuando de su familia se trataba y esta no era la excepción.

Su madre, por otra parte, mostraba emoción en sus brillantes ojos pero, en su caso, mejor controlada que la de su hija; ella, sin esperar que Juleka se despegara de Luka, caminó a pasos lentos hacia la camilla y una sonrisa se depositó en sus labios al verlo abrazar a su hermana.

Me sentía una intrusa.

—Luka, no sabes cuánto nos preocupaste —dijo Juleka con los brazos sobre su hermano.

—Claro que lo sé, ¿no es así, Piper? —preguntó sonriendo de extremo a extremo y dedicándome una mirada cómplice.

Desvié mi mirada al instante, por alguna extraña razón me sentía con fiebre, tenía las mejillas rojas y estaba empezando a sudar, no se podía poner mejor hasta que una risa nerviosa escapó de mis labios y, como si fuera posible ocultarla, tapé mi boca con mi mano.

—Creo... creo que ya es hora de irme, eh... debería dejarlos a solas, ya saben son una familia, tienen mucho que hablar y...

—No, Piper. No tienes fiebre, estás sonrojada —rio Luka, impidiéndome realizar mi táctica de retirada, tomando mi brazo.

—Parece que el sedante ha... ha alterado un poco tu realidad —respondí soltándome de su agarre, con mi otra mano aún sobre mi rostro—. Disculpen, Sr. y Sra. Couffaine, me tengo que ir. Adiós, Juleka, cuida a tu hermano y... controlen bien las dosis de medicación, no queremos a un Luka delirante suelto por ahí.

—Está bien, Piper, gracias por tu apoyo —expresó la Sra. Couffaine.

—De nada y... ¿nos vemos mañana, no? Hablo del colegio —cuestioné caminando de espaldas hacia la puerta.

—Piper, estoy en una camilla, quizás por el miércoles o viernes me darán de alta, y con suerte, el sábado iré al baile —respondió riendo.

—No te lo preguntaba a ti, era para Juleka y... ¿cómo es que irás al baile? —continué, retrocediendo cada vez más.

—No, no tengo pareja todavía, a menos que...

— ¡Bien! Me voy, adiós, nos vemos, au revoir, see you later, chiao, bye, aloha —con ese repertorio de despedidas, abrí la puerta, retirándome sin decir nada más.

—Esa chica es... diferente —escuché, una vez afuera, era la Sra. Couffaine.

—Anda acostumbrándote —risas—, serás su suegra.

Esa fue la señal para que mis pies arrancaran y dieran marcha hacia el exterior del hospital, caminé rápidamente a través de los pasillos, con mi mano aún sobre mi boca, a pasos agigantados; la reacción a todo esto aún no la entendía, quería gritar y reírme hasta quedarme sin voz, pero al mismo tiempo tenía ganas de callar a Luka de una vez por todas.

Continué caminando y esquivando a enfermeros, doctores y al personal de limpieza, entre más rápido saliera de este lugar, mejor sería para mi salud mental, pero antes de llegar a mi escapatoria, un hombro chocó contra el mío.

—Disculpe, no... no era mi intención, estoy distraída y... —me detuve en seco al identificar al portador del golpe o mejor dicho, a la portadora—. ¿Qué haces aquí?

—Vengo a visitar a un amigo que está mal y no te preocupes, sé que eres distraída —sonrió Lila, adentrándose al hospital.

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Bajad las armas! Ahora, sí. Hola, chicos! ¿Cómo les va? ¿Han tomado toda la sopa? Okay... no me maten please, amo vivir y... si lo hacen nunca sabrán como termina muajajajaja. Este es el segundo capítulo de esta semana por *redoble de tambores* 4K!!! En serio, chicos, los amo un montón, no sé si tal vez, después haré un especial "oficial" con títulito bien ricolino, pero por mientras esto es lo que se tiene, además... hoy terminé de escribir el capítulo 63, ay está que arde, ya que hay una nueva perspectiva, yep un nuevo punto de vista. Ahora que lo pienso, es el capítulo con más cambios de perspectiva que he escrito hasta ahora... um. Está bien, basta de rodeos y vamos con las preguntas: ¿Con quién irá Luka al baile? (Y lo pregunto en serio, sin motosierras de por medio) ¡¿Por qué miércoles hizo eso Piper?! ¿Quién era ese tal amigo del que Lila hablaba? Ah y otra cosa, ¡no saben cuanto necesito esa escena de Piper retrocediendo! Jaja es que me la imagino y me muero de risa con todas esas despedidas.

Ahora, sí, los dejo y me retiro sin nada más que decir,

Los quiero demasiado,

Un abrazo gigante desde Ecuador,

Nos vemos el viernes,

Chao, The Writer ;D

P.D.: ya me puse al día con la lista, yei.

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