Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 52

Aún no entendía la razón por la que lo había llamado así, ni siquiera sabía porque esas palabras habían salido de mi boca, como si se tratase de una ola, ellas llegaron a la orilla con tanta fuerza que me arrastraron mar adentro, eso sólo había sido un impulso. Deseaba sentirme libre de decir lo que pensaba sin estar atada a una roca de opresión y cuestionamientos, quería ser Volpina sin que las personas supieran que yo era Piper Smith.

— ¿Fue muy duro dejar a tu purr-ncesa en manos de otro príncipe? —reí.

La tensión y el estrés no eran buenos compañeros en momentos agobiantes, esos dos no pensaban, para nada, en el bienestar de su prisionero y te torturaban poco a poco, hasta que finalmente te mataban; por algo decían que el humor era un gran mecanismo de defensa y yo me estaba adueñando de él.

—Que graciosa —respondió Adrien quien se escondía detrás de una chimenea y aprovechaba el momento para darle su preciado camembert a Plagg.

Ambos observábamos las calles parisinas en donde dos azabaches caminaban juntos hacia la salida momentánea del sufrimiento, una experiencia que sería recordada, por Marinette, el resto de su vida. Luka cojeaba cada dos o tres pasos, había podido ver el dolor en sus ojos y con seguridad sus fuerzas no resistirían hasta llegar a la panadería, pero Adrien había depositado su confianza en él. Ese ya era su problema.

—Si no fuera por ti y tus recuerdos, yo podría estar llevando a mi lady a su hogar —recriminó el rubio.

—Si no fueran por tus celos ya estaríamos en camino a la guarida. ¡¿Qué pensabas?! —contraataqué. El rubio me había contado todo mientras esperábamos, su egoísmo fue tan grande que hasta se le había cruzado la idea por la cabeza de eliminar a Luka con su cataclismo, nunca pensé que caería tan bajo—. "Mírenme, soy Chat noir, el héroe de París, honorable y justo, pero aniquilo a los que se acercan a mi Buginette con mi poder que destruye todo; para nada es peligroso". Eres un estúpido.

—La chica tiene razón —respondió Plagg mientras continuaba en su ardua tarea de comer su camembert—, al final ni lo tocaste y malgastaste el cataclismo destruyendo una botella. Una botella.

—Tenía ese presentimiento de que algo malo pasaría, sólo... no pude controlarme.

—"¡¿No pudiste controlarte?!" Ya sé por qué el Maestro Fu pierde su tiempo enseñándonos sobre emociones y sentimientos, todo por un impulsivo que "no sabe controlarse".

—Mira quién habla, al menos yo sé a quién amo y no ando debatiéndome entre dos chicos: "Nath es mi amigo y Luka es tan caliente". ¡Lo acabas de conocer!

—Nada bueno saldrá de esto —susurró Plagg atragantándose con más queso.

—No uses mis errores en mi contra, además si tanto te quejas ¡ve y búscala! ¡Sirve de una vez para algo! No soy yo el que siempre queda controlado por un akumatizado y termina luchando contra Ladybug.

— ¡Bien eso haré! ¡Plagg claws out! Y tú tampoco utilices los míos en mi contra, mi deber es protegerla. Creo que se te olvida la vez en que la misteriosa voz te hablaba y hasta llegaste a ser controlada de cuerpo completo, llevo más tiempo en el negocio, déjales esto a los profesionales.

Y en medio de la euforia y de una pelea que quién sabe quién detonó, nos separamos cada uno por su camino. Él en busca de algo que nunca perdió y yo contra algo que nunca luché, sin poder decir que ambos habíamos visto una sombra por los tejados. Aquel error nos costaría caro.

—Estúpido Adrien, estúpida Lila, estúpido Luka —musitaba entre dientes, tele-transportándome entre edificios. Pensando en lo que había dicho Adrien, dejarles esto a los profesionales.

—Piper cálmate, no olvides que Hawk Moth sólo necesita una emoción negativa para afectarte —aconsejó Trixx.

—Ya cállate, no le costaría nada hacerlo en este instante. Tengo tantos problemas que uno más no haría la diferencia.

Trastabillando, la frase había sido expulsada con todo el veneno e indiferencia que se ocultaba dentro de mi ser y mientras más me acercaba a mi objetivo, repetía una y otra vez la daga que le había clavado a un inocente kwami. El enojo se disipaba a cada segundo y las anteriores palabras, ahora, resonaban en mi cerebro, esa no era la forma de hablarle a Trixx, ¿tanto rencor tenía en mi interior?

Agité mi cabeza intentando alejar todo pensamiento absurdo, como si ellos fueran moscas que pudieran ser eliminadas con un simple repelente, luego me disculparía con Trixx.

Había llegado al callejón en donde hace unos meses el camuflaje de una anciana en apuros me había servido de disfraz para infiltrarme en la guarida, recordé cada golpe y caída que se produjeron en ese lugar, las escenas se reproducían en mis memorias, sirviendo de proyector para todo mi sistema nervioso, la artimaña final en la que me había desenvuelto, el encubrimiento de alguien importante para escapar, todo menos sus rostros. La carpeta en la que estaba guardado su rostro había desaparecido.

—Bien, es ahora o nunca —me llené de todo el valor que se encontraba extraviado en las calles esta noche y mandé la puerta abajo.

Un solo movimiento y esta cayó, haciendo eco por todo el lugar. Caminé sigilosamente por la guarida, mis pies se acoplaban a la superficie por donde mis talones vagaban, siendo unos fieles compañeros de mis pasos sincronizados al bombeo y respiración algo agitada. La flauta reposaba firme en mis manos.

Silencio era lo único que se percibía, la luz de la luna irrumpía por una rendija, mis ojos intentando identificar algún movimiento y un chirrido que había salido de la nada.

La puerta se cerró con tanta fuerza que me hizo interrumpir mi lento caminar... Espera ¿la puerta se había cerrado? Estaba segura que se encontraba descansando sobre el frío suelo, agité nuevamente mi cabeza y continué avanzando. El lugar se mantenía igual que la última vez: lleno de cajas.

Con una bodega se le podía comparar, de aquella sádica guarida sólo quedaba el lamentable recuerdo, eso me hizo decidir, de una vez por todas, a abandonar la escalofriante estructura, pero las cosas nunca salen como las planeamos.

— ¿Parece que no has encontrado lo que buscabas?

Era imposible no reconocer esa burla tan peculiar y detrás de ese timbre, Lila bajo el manto de Volpina me recibía con una sonrisa.

—Lila... —susurré.

—Mi querida, Piper. ¿Acaso estás un poco perdida o te está fallando la memoria?

—Pero estaba segura que aquí era... —interrumpí.

—Idear un plan con la cabeza caliente nunca es buena opción —dijo recostada, sobre una de las tantas cajas que adornaban el establecimiento, mientras deslizaba, a modo de juego, la flauta entre sus dedos.

—Fuiste tú.

—Ay, cariño, no me des todo el crédito. Demoilustrador tuvo la idea.

— ¿Nath? No. ¡Él no actuaría sin pensar!

—Y es por eso que lo hizo, analizó cada uno de tus pasos. ¿Quién crees que mandó a esos maleantes en contra del bicho? Tuvo suerte que, ese tal, Luka la estuviera siguiendo —explicó ahogando una risa con su mano sobre sus labios.

—¡Eres una víbora! ¡Sólo te empeñas en buscar el mal para otras personas! ¡¿No tienes corazón?!

—Lo tuve, en su momento, pero ese no es asunto tuyo. Deberías seguir tu consejo: "pensar antes de actuar", puede que sea demasiado tarde.

— ¿Qué intentas decirme?

—Observa con atención —expuso llevándose la flauta a los labios.

Instintivamente, tomé la mía con fuerza y preparándome para cualquier situación, la levanté en lo alto.

—Oh no, tranquila, si hubiera querido acabar contigo ni siquiera estaría perdiendo mi tiempo aquí, dejemos eso para luego —dicho esto entonó una melodía y como resultado de esta, un pequeño dispositivo apareció en su mano.

— ¿Qué es eso?

—Sólo un pequeño instrumento para dar inicio al espectáculo —explicó y oprimió el botón que emergía de éste.

Mi imaginación voló por los aires, esperándome como reacción de ese movimiento una bomba o quizás una de sus tantas trampas, pero lo que surgió de éste me dejó más confundida que en un inicio. La habitación se iluminó, de repente, con una especie de proyección de un metro y medio, aproximadamente, de alto; tuvieron que pasar unos segundos para lograr entender la imagen que mostraba.

— ¿Por qué me muestras todo esto? —inquirí desconfiando más de lo que ya hacía.

— ¿No te he dicho que adoro los juegos? Son una forma tan práctica de manipular a las personas, tú deberías entender de eso. Tu partida comienza, Piper, no malgastes tus turnos ¿o eres tan impulsiva que no sabes controlarte? —rio, alargando una sonrisa en su rostro, recordándome las tonterías que le había gritado a Adrien.

Claro, dos podían jugar este juego.

—Acepto. Dime las reglas.

— ¿Ves el holograma?

—Sí, ¿qué tiene de especial?

De forma inesperada, la imagen tomó una nueva perspectiva, mostrándonos a Demoilustrador dándonos la espalda y observando a un punto específico del fondo, sonriendo con malicia. Eran Marinette y Luka caminando hacia la panadería.

—No, Nath no haría eso... él... él estaba enamorado de Marinette. ¡Él no la lastimaría!

—Bien dicho: "estaba", aprende de una vez a diferenciar los tiempos verbales —dijo, comenzando a caminar por el lugar, agitando, despreocupadamente, el arma en la palma de su mano—, quién sabe si tanto poder ya lo corrompió, qué lástima, era un alma tan... pura.

— ¿Qué le han hecho? ¿Cuántos?

—Oh, esta vez ha soportado más de la cuenta, sinceramente, pensé que se desmayaría durante todo el día, luego de la batalla contigo. Al fin está aceptando su nueva forma.

— ¿Qué... qué quieres que haga?

—Analizando todo tu progreso y cada uno de tus pasos, nos dimos cuenta que eras la única capaz de manipular, a diestra y siniestra, a esos tórtolos, ¿después de todo fuiste tú la que unió el cuadro amoroso, no? —señaló con satisfacción cada una de las palabras, envolviéndome a cada segundo, girando alrededor mío.

— ¿Cómo sabes del cuadro?

— ¿No era obvio? Dos superhéroes que no conocen sus identidades, el uno ama a su otro yo y ella lo ama cuando aparenta, seré "mentirosa" pero no soy ciega. Pagaría por ver cómo termina esto, un clásico de culebrones —chasqueó la lengua y prosiguió—. Vas a traernos sus miraculous, eres lo suficientemente cercana como para tomarlos y aparentar que no ha ocurrido nada.

— ¿Quieres que mienta? ¿Qué... traicione su confianza?

— ¿Y eso no fue lo que hizo Nath? —susurró en mi oído y continuó caminando.

—No.

— ¿No? ¿Acaso escuché mal? Que poca palabra tienes, en un inicio aceptaste, ¿no lo recuerdas?

—Acepté escuchar las reglas —respondí diciendo lo primero que se cruzó por mi mente.

—Mal movimiento, Piper. Ya no hay marcha atrás —canturreó.

—No sabes con quién te has metido.

—Claro que lo sé: Piper Smith, 15 años, hija ejemplar, padres divorciados, buena alumna, ganadora del concurso de química en tres ocasiones consecutivas, amante de las series y con una hermana que va por el mismo camino.

— ¿Cómo...?

—Que como lo sé, se llama estudiar a la competencia, cariño. Un poco de eso te haría bien —explicó, terminando su paseo y así mismo, recostándose sobre de las cajas.

— ¿Qué pasó con la guarida? ¿Por qué no está aquí?

—Simple, luego de tu fallido intento de sorprender al maestro, él decidió trasladarla a un lugar más seguro.

—Ahí está Nath —susurré.

—Buena deducción, ¿sabes? A veces me sorprendes, al principio dudé sobre lo de "buena alumna", ignoras lo obvio y no prestas atención a los detalles, pero me temo que tu tiempo se ha terminado. Entonces... ¿Lista para tu nueva misión?

—Lila, hay algo, un pequeño fallo en tu ecuación, algo que no cuadra.

— ¿De qué hablas? Tenemos a tu familia, estarías apretando el gatillo si te niegas.

—Nunca calculaste mis decisiones, únicamente asumías lo que ocurriría. Además de ser impulsiva, terca y las miles de cosas que aprendiste de mí, soy impredecible. Cualquiera que sabe jugar ajedrez, piensa primero en la estrategia y se deja llevar por el rumbo que tome la partida, después de todo uno conoce las reglas, y no es jaque mate hasta que tengas al rey entre la espada y la pared —caminé con paso firme hacia ella, marcando mi territorio con cada pisada, acorralándola entre mi cuerpo y la caja—. Prefiero arriesgar todas mis piezas a retirarme de la partida.

—Entendido.

Un solo sonido viajó por la habitación, un único chasquido de dedos causado por ella, quien le había dado la señal a Demoilustrador para actuar, pero yo aún contaba con mi as.

En la proyección se podía observar cada uno de los movimientos del pelirrojo, su respiración iba calmada, sus ojos no perdían de vista al objetivo y toda la ansiedad que mantenía dentro de sí, era expulsada en el tic de golpear con suavidad el lápiz sobre su brazo, después de unos segundos, paró y tomó su lápiz acercándolo a la tableta, lástima que ningún dibujo se plasmó sobre esa superficie.

Un cinturón negro fue lo último que se vio en el holograma antes de desaparecer por completo.

______________________________________________________________________________

Hola, chicos!!! Aquí reportándose su escritora en una nueva entrega de: ¿Por qué siempre gritas, Piper? Ahora, sí... luego de una semana de feria en el colegio, al fin puedo respirar, ¿saben? en un inicio no iba a subir capítulo, porque no he escrito casi nada en esta semana, el capítulo 56 está casi entero, el miércoles me había decidido a subir un anexo, pero ayer me arrepentí y quise subir este capítulo, porque simplemente me encanta. ¿Nath está sucumbiendo al poder de un akuma o todo es parte de un plan? ¿Quién inició la pelea, Piper o Adrien? ¿Lila habló de más? ¿Con quién creen que irá Lila al baile? Me gustan esas preguntas, son interesante. Otra cosa, el spoiler del anterior capítulo ya fue dado (el pequeño) aún nadie adivina cuantas veces se repite la expresión ¡¿Qué?! lástima, bien los dejo con este suculento capítulo y cualquier duda no duden en preguntarme (¿entienden? duda no duden, ok no, llevo una semana sin dormir bien y me está afectando) Espero que les haya gustado, igual que con los diseños del baile (las modistas están agradecidas). 

Sin más que decir o escribir me retiro, que tengan un gran fin de semana.

Los quiero,

Un abrazo gigante,

Nos vemos en el 53,

Chao, The Writer ;D

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro