—¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluuuuya! —grité bailando alrededor de ellos. Posiblemente parecía una loca eufórica. Aplaudí hasta que mis manos dolieron.

—Calma, creo que esa sonrisa se irá de tu rostro una vez que nos expliques, a los dos, lo que quiso decir Lila —sentenció Chat, señalando a su lady.

—Tiene razón, debes de confiar en nosotros ¿acaso no somos un equipo? —mencionó Ladybug.

—Sí lo son pero...

—Pero nada, debes dejar de creer que puedes con todo. Para eso estamos nosotros. Empieza.

—Chat... no me creerían —dije volteándome, no tenía la fuerza para mirarlos a los ojos. Era débil, si Thomas y Jeremy supieran de esto definitivamente estaría frita.

—Enfrenta tus errores y sabrás que ganaste. ¿Estás consciente de nuestras reacciones? —explicó la azabache. Escuché unos pasos acercándose por detrás.

—Es obvio que no serán buenas, ya te lo dije una vez...

—¿Ya te lo dijo? —preguntó Chat.

—Que yo recuerde, no.

—Mejor que no recuerdes —susurré volviendo a verlos.

—¿Por qué? ¿Qué tiene de malo?

—Todo... todo.

—Dilo, por favor. Así al menos seremos más de ayuda. No tiene sentido enfrentarse a algo que sólo tú conoces.

—Thomas... —pronuncié para luego arrepentirme—. No puedo, lo lamento chicos.

Tomé la flauta y la llevé a mis labios, encerrándolos en una especie de caja cristalina.

—Esto los detendrá por unos minutos. Discúlpenme.

—¡Piper!

Lo sentía demasiado, pero revelarles que todo era una serie complicaría las cosas más de lo que ya estaban. Eso sólo los volvería aún más vulnerables ante Lila, Demoilustrador y Hawk Moth.

Conforme corría, entre los tejados hacia el hotel, pequeñas lágrimas impregnaban mis mejillas. Me sentía mal con ellos y conmigo misma. Deberían de olvidar esta noche, deberían de olvidar este día.

—¿Por qué? —reí— ¿Por qué? ¡Porque eso sólo los heriría más! ¡Ya pasó con Nath! No... no quiero perderlos.

—¿Triste? ¿Apesadumbrada? ¿Incapaz de defender a los que amas? Mi querida, Piper... Ya me conoces, así que para qué presentarme. Aun así, soy Hawk Moth, tu salida de esta situación. Vamos, te doy la oportunidad de borrar todos estos "errores" y volver a la normalidad, te ofrezco mi ayuda como amigo. Por esa pelea que nunca recordarás. Únete a mí y seremos invencibles, te convertiré en mi musa. ¿Requieres una salvación? Yo te la otorgo, aunque todo tiene su precio ¿no? Tráeme sus miraculous, sé que es lo que más deseas. Obedéceme y no sufrirán las consecuencias o ¿crees que estás sobre ellas? Me repugna eso. Dime ¿aceptas?

—Sí.

Una ola de frío se expandió desde mi mano pasando por todo mi cuerpo, vi una luz al final de toda esta penumbra. Una salida fácil a todos mis problemas. Lo podía controlar. Lo apuñalaría por la espalda. Sería su escarmiento, sufriría... Lo... lo... acabaría... co... con... m... mis... propias... ma... manos...

De repente abrí los ojos, una sábana calentaba mi cuerpo, un olor a café inundó mi8s fosas nasales y una habitación se dibujó frente a mí. Tenía la frente perlada de sudor. ¿Todo lo había soñado? Hawk Moth... su propuesta... ¿fue toda una pesadilla?

—¿Mamá? ¿Hanna? —pregunté, mi garganta dolía.

"Gritaste toda la noche, genio" pensé.

—Aquí cariño, demoraste en despertar. Apúrate tienes que ir al colegio.

—¿Qué día estamos?

—¿Qué día? ¿Hanna es jueves, no?

—Sí, vamos, voy a llegar tarde —la voz chillona de mi hermana se hizo presente. Todo continuaba normal.

—Te dejo el desayuno en la mesa, no te tardes mucho. Espera...

—¿Ahh?

—Tengo una idea, ¿tienes una amiga llamada Chloe, cierto?

—¿Qué? Ah sí, claro —respondí levantándome y tallando mis ojos. La batalla de ayer me había dejado cansada.

—Ella vino muy temprano preguntando por ti. A lo que salgo le diré que si te puede llevar. La he visto varias veces en una limusina, parece ser hija del alcalde.

—Observadora, como siempre.

—Te quiero, cuídate —dijo mi madre despidiéndose y llevándose a Hanna con ella.

Me quedé sola en la habitación. Respiré hondo preparándome para lo que hoy me esperaba.

Luego de una ducha y de un delicioso desayuno ya estaba lista para ir con Chloe... ¿a quién engañaba? No estaba ni un centímetro cerca de estar lista... estaba asustada, muy asustada.

Ese sueño no entraba en mi rango de locura normal y fríamente calculada. Y tras eso había aceptado, qué estaba mal conmigo. Tenía que ir al psicólogo, a un manicomio o lo más accesible que tenía en esta ciudad: hablar con el Maestro Fu.

—¿Señorita Smith? —preguntó una voz al otro lado de la puerta. Asumía que era el mayordomo de Chloe— ¿Está lista?

—Sí, ya voy —tomé mi mochila—. Vamos, Trixx, este día no pasará rápido.

—Sabes que te quiero, pero a veces eres muy testaruda. ¿No sería mejor decirles?

—Ya se hace tarde, vamos.

Chloe me esperaba dentro de su auto, que no le envidiaba nada al de Adrien. ¿Tenía comida? Sí ¿Televisión? Claro. Pero... ¿estaba el rubio? No y nunca lo estaría.

—¡Piper! No se me ocurrió nada mejor que ofrecerte mi ayuda. ¿Eso hacen las buenas personas, no?

—Sí, Chloe. Vas progresando. ¿Y... cómo va lo del baile?

—¿Y tú me lo preguntas? Pero si fuiste tú la que me dijo que lo cancelara.

—Cambio de planes, ten todo listo para el próximo sábado.

—¿El sábado? Si dejo que Sabrina, Max y Kim me ayuden... y si convenzo a Marinette... No, cierto. Tenemos el permiso del Director Damocles —balbuceó rápidamente y luego asintió—. El sábado está perfecto.

—Avísale a todos y que no se olviden de su pareja. Será inolvidable.

—¿Le podrías decir a Alya que nos ayude con las decoraciones?

—¿Y a Nino con la música? —completé— Claro.

—Gracias, esto será increíble.

—Señorita, llegamos.

—Vamos, no querrás llegar tarde.

Chloe se encargó que la noticia del baile se expandiera por todo el colegio, en cuestión de minutos de eso era lo único de lo que se hablaba.

—¿Con quién irás? —preguntaba Juleka a Rose.

—Le había mencionado lo del baile al Príncipe Alí, espero que aún quiera venir.

—Seguro que sí.

—¿Y tú Juleka?

—Piper... tenemos que hablar —esa voz. Esa bendita vos que derretía a todas las chicas, esa voz había interrumpido mi espionaje en la conversación de Rose y Juleka.

—Oh, no. ¡Adrien! Compadre... ¿qué tal? —intenté comportarme lo más normal posible.

—"La gente normal no le dice compadre a su amigo" —regaño mi conciencia.

—Piper... no te hagas la desentendida. Sé que te falta un tornillo, pero también sé que esa cabeza aún tiene los suficientes para funcionar bien.

—Adrien "el filósofo" ¿y Marinette?

—No lograrás desviarme del tema.

—¿Ya son novios?

—Piper...

—¿Ya se lo dijiste a Nino?

—Piper... ¿en serio? Fue ayer, en la noche y te lo recuerdo por si lo habías olvidado —se acercó a mi oído y susurró— nos dejaste en una caja.

—Al menos era cómoda.

—No era para nada cómoda.

—Entonces... ¿qué pasara si lo gritara?

—No lo harías.

—Pruébame —lo miré y enarqué una ceja. Ese rubio sí que me subestimaba.

—No.

—¡Nino! ¡Adrien tiene novia! —grité y por la puerta ingresaba una Lila que cambió su expresión al escuchar mi noticia.

Nath venía con ella.

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Hey chicos!!! ¿Cómo les va? A mí bien, el lunes ya entro a clases otra vez y debería de estar haciendo un proyecto (bueno el marco teórico). En total... ¿qué les pareció el final de este capítulo? ¿Chloe dando gracias? ¿Piper hace bien no contándoles la verdad?

Gracias por todos los comentarios en el tag y el anterior capítulo, en serio, gracias. En una hora quizás suba el especial, eso sí no me molestaría que aquellos que no han preguntado, lo hagan y gracias a los que dejaron su pregunta. 

Los quiero,

Nos vemos el próximo viernes,

Chao, un abrazo,

The Writer ;D