Capítulo 38
—Wow —fue lo único que pude decir en un susurro. La escena era tan hermosa que no merecía interrupción.
Se le había declarado y no sólo declarado. Su identidad... la mandó por la borda. Dejó al descubierto a quien odiaba. Adrien Agreste.
—Tú... eres —tartamudeó Ladybug.
Todos sus músculos estaban tensados, su cara denotaba preocupación, sorpresa, miedo, confusión... un sinfín de emociones, y sus ojos, nunca había visto esa expresión.
—Yo. Soy. Chat noir —expuso respirando cada palabras. El chico había sido muy valiente al arrodillarse.
—Tú... —repitió. El fenómeno indeseable de la negación tomaba su lugar.
—"Vamos reacciona..." —pensé intentando llevar mi mensaje a la azabache.
—Mi lady...
—Levántate —ordenó—. ¿Era sólo un juego?
—¿Qué? —advertí.
—Y... tú —me miró señalándome—. Tú me engañaste. ¿Pensaste que sería fácil de manipular? ¡Era una marioneta en su estúpido juego de azar!
—No es lo que parece —musitó Adrien aún más confundido.
—Un... —sus ojos se cristalizaron, unas cuantas lágrimas mojaron sus mejillas—. Pensé... Estaba lista... para darte una... —inspiró con dificultad.
—Mi lady, te amo —expresó con suma sinceridad tomando entre sus brazos a Ladybug, quien continuaba llorando en silencio.
—¡¿Fui... fui una broma?!
—Nunca lo has sido y nunca lo serás. Todas y cada una de las palabras que canté son ciertas.
—¿Cómo voy... voy a saber que no mentías... si... si...?
—Mi lady.
—¡No me llames así! ¡No te reconozco! ¡No sé quién eres! —gritó apartándose de él.
—¿Quién soy? Buena pregunta, porque ni yo mismo sé quién en realidad soy.
—Adrien...
—Yo te amo, eres... maravillosa, valiente, eres Marinette.
—¿Qué?
—Lo siento, mi lady. No puedo seguir ocultándolo... luego de que te declararas a este intento de persona... —respiró hondo—. Piper me dijo que tú eras Ladybug.
—¿Lo siento? —susurré intentándome disculpar.
—¡Tú! —vociferó acercándose hacia mí con rabia. Podía sentir como sus pasos resonaban en el techo.
—¡Ladybug! —advirtió Adrien.
—¡Soy muy joven para morir!
Entonces y sin ser esperado, una pared de vidrio separó los golpes de la azabache de mí.
—¿Qué rayos?
Unos lentos aplausos se escucharon y una luz apareció en medio del techo, sobrevolándolo.
—Tienes que calmarte —pidió Adrien tomando de la cintura a Ladybug.
—¡Tú eres la persona menos indicada para pedirme eso!
—Ayuda —musité.
—¡Piper! —gritaron al unísono, interrumpiendo su discusión, provocando que me volteara. Lista para recibir un regalo no tan deseado.
—¿Demo...?
—¡Cuidado!
No me pregunten cómo esquivé esa sierra giratoria, porque ni yo misma lo sé. Sentí que volé por los aires y caí de rodillas. Un click sonó.
—Bueno, bueno. Mucho sentimentalismo por hoy. Quién diría que Adrien Agreste es Chat noir y la mosquita muerta de Marinette es Ladybug. No me lo creo —en ese instante la portadora de los aplausos apareció de entre las sombras con su flauta en mano y un libro en la otra.
—Lila —expresé asqueada fulminándola con la mirada.
—Ah. Hola, Piper. Veo que tu plan no ha funcionado del todo.
—¿Cuál plan? —preguntó el rubio. El peso que tenía sobre los hombros iba en aumento capaz de aplastarme como la cucaracha que era.
—Yo...
—Vamos, Piper. Si te es muy difícil decir que los manipulaste a tu conveniencia, tranquila. Yo me encargo.
—No, más te vale cerrar la boca. Esa es una conversación entre ellos y yo.
—Ellos te odian, sólo mira sus caras —y Lila tenía razón, en sus rostros podía observar su decepción. Como sus ojos se volvían dagas capaces de clavarse lentamente en mi espalda.
—¡Se los puedo explicar! —corrí al cristal golpeándolo con fuerza.
—No te van a escuchar. Vamos, Piper, grita. ¡Ayuda! ¡Auxilio! —dijo aprovechándose de mi situación.
—¡Cállate! —volteé unos segundos y continué golpeando el cristal.
—Bueno... entonces creo que no te importará conocer a mi compañero.
—¿Qué? No sirves para nada más que decir mentiras y crear malentendidos. ¡Eres una falsa!
—Ya me cansé de ti. Demoilustrador ven a divertirte con tu nuevo juguete —entonces lo que había visto no era mi imaginación—. Yo me encargo de las otras ratas.
—Hola, Piper —saludó con una sonrisa cruel.
—¿Quién eres tú y qué le has hecho a mi amigo?
—Únicamente descubrí el bando ganador. Seamos sinceros, no tienes ninguna posibilidad contra nosotros.
—En eso te equivocas, mi querido Nath. Los números no mienten y te demostraré que a pesar de todo el amor siempre, escúchame, siempre prevalece —dije llevándome la flauta a los labios.
—Veamos si tu teoría es verdad —amenazó y dibujó algo en su tableta—. Tengo entendido que tu historia con los shurikens no es muy buena. Feliz cumpleaños.
Unos shurikens voladores fueron lanzados hacia mí, lo que él no tenía calculado en su ecuación era mi capacidad de tele-transportarme. Evadí todos y cada uno de los shurikens con gracia, evitando el contacto con ellos y quedando clavados contra el cristal.
—¡El anillo! —pidió Adrien quien corría de un lado a otro evitando los ataques de Lila.
¿Ladybug ayudaba? Sí, pero no era suficiente. Su yo-yo volaba en todas las direcciones posibles, intentando arrancar, de su mano, la flauta de la impostora.
—¡Basta de juegos! —ordenó tomando el libro.
—Sí, mi señora —respondió Demoilustrador.
—Así me gusta —caminó hacia él, pasando la flauta bajo su mentón—, bien domado.
—Se preguntarán: ¿y este libro? Bueno, fue uno de los tantos regalos dados por el maestro.
Todos intercambiamos miradas esperando lo peor.
—Pero... —intervine.
—Silencio —dijo apuntándome con su flauta—. Nath has los honores.
—Por supuesto, mi lady —expresó y antes de que pudiera reclamar dibujó algo en su tableta, provocando que una cinta se impregnara en mi boca.
—¿Um?
—Gracias, Nath. Por lo visto "mi lady" se le puede decir a cualquiera ¿o no Adrien?
—No sé de qué hablas.
—¿Recuerdas a la chica misteriosa? Eso responde a tu pregunta—continuó ignorándome olímpicamente y dejando a Adrien en el limbo.
—"El anillo" —pensé. Muy bien, Piper.
Busqué con la mirada rápidamente y en seguida entendí la razón por la que el oxigenado no había encontrado su miraculous.
—"Bingo" —lancé el anillo hacia su lado cayendo en la cabeza del rubio. Un perfecto aterrizaje.
—Adrien... —dijo Ladybug advirtiendo mi lanzamiento.
—¿Estás provocándome? —preguntó Adrien a Lila.
—Adrien... —repitió Ladybug.
—¿Eres estúpido? Espero que eso nuevamente te haya respondido —contraatacó la farsante.
—Adrien... tu cabello —susurró.
—Es hermoso, ya lo sabía —mencionó sin sentido.
Miré a Ladybug, los ojos se me salían de la órbita y la desesperación era mutua. "¡Adrien muévete!" quería gritar.
—Pequeña Lady, entiende —acotó Demoilustrador—, no te toma en serio. No te ama.
—¡Adrien Agreste! —gritó cogiendo el anillo de su cabeza, volteándolo y quedando frente a frente—. Siempre fuiste un gato tonto —y dicho esto lo besó—. Dilo —musitó cerca de sus labios, colocando su miraculous en su respectivo lugar sin que Lila lo percibiera.
—¿Ah? —anonadados era la palabra que más representaba nuestra situación, así habíamos quedado—Cierto. Plagg claws out.
—Ya era hora —dijo Plagg.
—¿Distracción? —dudó el da Vinci en drogas.
—Es la única respuesta —indicó Volpina apretando los dientes—. Bien hecho ¿aprovecharte de una situación crucial? Y yo creía que había caído bajo.
—No... —las mejillas de Ladybug estaban en llamas al darse cuenta de lo que hizo. ¡Llamen a los bomberos!
Volpina abrió el libro volviendo a ignorar, pero esta vez, las explicaciones de la azabache. Parecía buscar una página en concreto. Era "el libro de los miraculous", la farsa que el Maestro Fu le había entregado.
—El amor no vale, la ilusión prevalece—comenzó a pronunciar y una aura oscura la rodeó junto a Demoilustrador—. El poder de las sombras es el que crece, inconstantemente y sin dudar. ¡¿Borra a estos enclenques de este lugar?! —gritó apuntándonos con su flauta en cuya punta acumulaba una esfera negra como la noche.
Miles de escenas y posibilidades pasaron por mi cabeza, múltiples finales alternativos para nuestra situación-
—¿Piper qué está pasando? —la voz de Ladybug temblaba con cada palabra.
—No lo sé—intenté decir, aunque lo único que se entendió fue: "Um um un".
—Felices vacaciones —Demoilustrador se despidió.
Lila lanzó la esfera y... regresó hacia ella cual búmeran, impactando en su falsa cara y llevándose consigo a Demoilustrador, quien eliminó el cristal y la cinta en el último instante, quedando liberados.
Me esperaba una larga conversación.
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En mi defensa hoy lo subí temprano, soy libre de toda culpa. Listo, mucho mejor... ¿Ah? Hola chicos, jejeje. ¿Qué tal? Estoy súper estresada con el colegio y todo eso... al menos ganamos en mejor pancarta, al fin! Y en unas semanas entro a exámenes así que ya creo que saben como se ponen las cosas por aquí durante ese tiempo, yo les avisaré y no se preocupen sólo será una semana (igual que mis vacaciones, claro que durante estas no dejaré de publicar) me hago entender, no? Aún así, qué les pareció? no entienden lo de Nath? Piper debería de contarles la verdad a los chicos? Ayer apenas terminé el capítulo 41 en dos horas, claro que con música. Estoy tan ocupada que durante la semana no escribo casi nada, espero que esta sea diferente. Una pregunta para ustedes ¿Qué música escuchan? Por lo que yo sé creo que escucho pop y algo más... lo que sé es que escucho a Michael Jackson (desde hace un mes y algo que me volví a contagiar con la fiebre moonwalker, jaja) Los quiero mucho y sin más que decir me despido.
Nos vemos el próximo viernes,
los amo, un abrazo virtual.
Chao, The Writer ;D
P.D.: ¿Han escuchado algunas de las canciones de Michael? Perdón por la "preguntadera" pero ya les dije que tengo fiebre moonwalker. Me despido, chao ;D Thriller!!!!
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