Capítulo 34
- ¿Nath? - cuestioné al escuchar la voz de mi amigo afuera de la habitación.
- Hija un compañero tuyo vino a buscarte - anunció mi mamá.
- ¡Déjalo pasar! - grité levantándome con sobresalto.
- ¿Piper?
- ¿Nath?
Su semblante, por alguna extraña razón, había cambiado. Ese absurdo carisma que tenía se desvanecía lentamente.
- Vamos a caminar un rato.
Salimos directo al Puente de las artes, caminando en silencio durante todo el trayecto y cuando habíamos llegado a nuestro destino admiramos un momento el paisaje. Como las copas de los árboles se mecían en sinfonía con el viento y el río permitía dibujar ondas en su superficie. Finalmente hablé rompiendo el incómodo silencio.
- ¿Ocurre algo? El Nath que conozco no estaría tan callado.
- ¿Ah? - dijo desubicado. Al parecer su cabeza rondaba en cualquier otro lugar menos en París.
- ¿Le contaste a Chloe lo de la otra vez?
- Sí...
- ¿No me estás prestando atención, no?
- Por supuesto que no - confesó con sinceridad. No se lo veía concentrado, al contrario su mirada se mantenía perdida en quién sabe dónde.
- ¿Confías en mí? - me aventuré a preguntar - Sabes que puedes contar conmigo siempre - expresé calmada mientras tocaba su hombro. Estaba agitado.
- No hables, Piper - ordenó alejándose de mi contacto.
- ¿Qué?
- ¡Ya no me hables! ¡No me busques! ¡No soy tu amigo! ¡Nunca lo fui! - aquellas palabras, esos gritos sordos me habían tomado desprevenida. No sabía cómo actuar, era muy raro.
Pero ¿Conocen esa sensación que se tiene cuando todo va hacia otro rumbo y tu amigo, simplemente ya no lo es? Pues eso no era lo que sentía. Decepción, nueve letras que significaban mis emociones en ese instante.
Aquel en quien creía ciegamente, nunca fue el que pensé que era. Un actor, un titiritero y yo su simple marioneta.
- Me estás mintiendo, tú no eres así - expresé aferrándome al recuerdo de mi antiguo confidente.
- ¡Créelo, Piper! ¡Siempre fuiste un juego! ¡¿Piensas que tomaría en serio a una loca shippeadora en serie?!
- ¿Sabes qué? ¡Me largo! ¡Descansa en paz, Nathaniel!
"Respira, Piper no dejes que un disgusto como este te vuelva a llevar al borde" repetí por millonésima vez.
- Ahora estoy sola - confesé caminando rápidamente a algún lugar.
Un lugar en donde nadie me conociera. Un lugar lejos de traidores en donde pudiera escapar de esta realidad.
- ¿Te olvidas de mí? - bufó Trixx ofendida.
- No... sólo que ¿Te acuerdas de la misión que habló el Maestro Fu?
- ¿La que según él no tenía que saber?
- Ajá... me estoy quedando sin apoyo. Primero Adrien por culpa de la arroz y ahora Nath que no sé qué bicho le picó.
- Siento que es algo sospechoso.
- ¿Por qué crees que no me fui insultándolo y estoy tan calmada?
- Sus ojos decían otra cosa - soltamos en coro.
- Exacto - continué -, me preocupa su situación. Lo mejor será seguirle el juego hasta que dé otra señal.
- Al fin te inyectan coherencia, Piper. Pero ¿no te olvidas de algo?
- ¿Algo como qué?
- Cuando fuiste a la Mansión Agreste, en el transcurso el Maestro te dijo algo.
- Algo... - repetí intentando recordar ese día - ¡Cierto Marinette!
¿Tenía que avisarle o esperar que se calmen los humos? Mejor sería aguardar.
- ¿Trixx?
- ¿Sí Piper?
- Nath se veía confundido... - expliqué volviendo con mi anterior preocupación.
- ...Y apresurado - añadió.
- ¿A dónde iría?
- Sólo sabrás la respuesta si sigues sus pasos.
- Trixx paws out.
- ¡No me refería a esto! ¡Usa tu olfato! - advirtió Trixx antes de mi transformación.
- ¿Mi olfato? - bueno Trixx no estaba del todo loca, según recordaba había leído por ahí que los zorros se caracterizaban por su sentido del olfato muy desarrollado, aunque nunca lo había intentado -. Nunca es tarde para probar cosas nuevas.
Salí silenciosamente del callejón en que me encontraba y volví al lugar de los hechos. Caminé repasando los pasos de Nathaniel y respiré profundo.
- ¿Nathaniel? - seguí el olor particular que percibía.
No sabría cómo explicarlo, únicamente me dejé llevar por el instinto y ¡oh sorpresa! Lo encontré luego de unos minutos en un callejón hablando con ¿Lila?
- ¿Entonces Nath? - preguntó la descarada.
- Tú ganas, Lila. Te ayudaré en tus propósitos.
¿E... esto era real? Creí que estaba actuando, no...
- Bien porque el maestro me había asignado una tarea hace un tiempo, la que casi revelo en los mensajes ¿Qué por qué no la he ejecutado? Por el mismo motivo de ese día, la necesidad de un... socio - reveló mientras caminaba alrededor de Nathaniel, un lobo en piel de cordero.
Entonces la pregunta volvía a aflorar en mi cabeza. ¿Nathaniel, en realidad, nunca estuvo en mi equipo o era un muy buen actor?
- ¿Por qué Nathaniel? - repetí detrás de una columna.
- ¿Y cuál es esa misión?
- El maestro está furioso, perdió algo muy valioso para él y necesita de mi ayuda para recuperarlo - señaló tomando en sus manos un collar parecido al mío -. Claro que con tu apoyo mi querido Nath sería mucho más fácil.
- ¿En qué me beneficiaría esto?
- Simple ¿no dices que Piper es tu amiga? Bien por lo tanto dejaré de... ¿cómo se dice? Sí, de chantajearla y eliminaré esa evidencia de la faz de la Tierra.
- ¿Qué exactamente hay en esos videos?
- Todo a su debido tiempo, Nath - manifestó recostándose suavemente a la pared. Parecía que flotaba.
- Está... bi...
- No, ¿sabes qué? Primero te diré que quiero, así para cambiar un poco lo habitual.
- ¿Qué deseas?
- Un libro.
- ¿Sabes leer? - rio a más no poder. Ese era el Nathaniel que conocía.
- No es para mí - expresó para luego añadir - y sí, sé leer.
- Adivino para "el maestro" - dijo imitando vulgarmente a Lila.
- Para nuestro maestro, uno de estos días te levaré a que lo conozcas.
¿A que lo conozca? Okay, Okay. Recapitulemos: Nath dejó de estar en mi equipo para unírsele a la arroz, Lila tenía una misión, alguien más la controlaba y necesitaba un libro.
Si en todos los puntos que había unido no estaba equivocada...
No, Hawk Moth no sería tan despiadado para atrapar en sus redes a adolescentes. ¿Tan desesperado estaba? Un libro... ¡El libro de los miraculous! Esa era la razón por la que Gabriel Agreste no se había ni inmutado ante mi presencia o la mención de su alter ego.
Él ya tenía un plan en marcha, eso o ni siquiera estaba enterado del tema o ligado al malvado. Esto se estaba tornando muy confuso, aun así continué escuchando.
- Requiero que indagues en donde puede estar el libro de los miraculous.
- ¿El libro de los miraculous?
- Si lo encuentras...
- ¿Para qué quieres el libro? - interrumpió el pelirrojo.
- El maestro lo desea, nada más.
- ¡El libro seguro que no le pertenece!
- No es para tanto, Nath.
- ¿No es para tanto? Nunca hablamos de robar o allanamiento de morada.
- Tienes razón nunca lo hablamos. Que buenas ideas tienes, utiliza todos los recursos posibles y tráeme ese libro.
- ¿Y Piper?
- ¿Y Piper? Me tienes cansada con ese tema. Piper esto, Piper lo otro, Piper aquello. Si tanto la quieres ve y quédate con ella.
- No puedo.
- ¿Qué no puedes qué? Claro que puedes y debes.
- No - rio lentamente, como si le doliera hacerlo -. Hace unos minutos en el Puente de las Artes le dije que nunca estuve de su lado, que era un juego.
- ¿Me... me delataste? - cuestionó sorprendida.
- Para nada, sólo la alejé de mí. Hice lo mejor para ella.
- Nath, Nath, Nath. Que idiota eres, te ha salido el tiro por la culata ¿no ves que desde hace mucho esta conversación dejó de ser privada?
- ¿Qué?
- Bienvenida Piper. ¿Te gustó lo que oíste o quieres más? - me quedé petrificada tratando de procesar la información.
Lila me había descubierto y sólo con hacer un movimiento me dejó a la vista de Nath. El pilar desapareció.
- ¿Cómo hiciste eso?
- La que hace las preguntas aquí soy yo.
- ¿Volpina? - dijo Nath intentando parecer confundido.
- No actúes más, Nath. Sé muy bien que ella te confesó su identidad. Fue el viernes exactamente ¿o me equivoco?
- Tú no me odias - inquirí avanzando hacia ambos.
- Piper... - advirtió Nath.
- Eres más frágil de lo que creía - enfoqué mi vista en Lila.
- Piper...
- Y nunca estuviste aquí.
Mi brazo ágilmente pasó a través de Lila, borrándola del callejón, era una ilusión.
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Hola chicos!!! cómo les va? a mí más o menos, feliz por un lado porque mañana es mi cumpleaños, aliviada porque no tengo que dar la cara en un lugar en donde hice el ridículo y triste porque mi abuelo paterno murió, hoy viajaré a Esmeraldas así que casi no pude subir este capítulo, pero lo bueno es que aquí está. ¿Cómo quedaron con ese final? ¿Qué hará Piper?¿Malentendió todo? Las cosas se están volviendo un poco complicadas, y la sorpresa... me estoy arrepintiendo un poco, tengo que practicar y uff armarme de valor... cuando llegue el momento lo entenderán y sí, ya terminé el capítulo de la mismísma sorpresa, quedó ulalá y en su parte final está narrado en omnisciente para que se entendiera mejor, es el 37 así que dentro de unas semanas lo verán o escucharán, que se yo.
Sin más que decir los quiero mucho chicos, gracias por todo
Nos vemos en el 35,
Un abrazo,
Chao, The Writer ;D
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