Capítulo 33
Piper me debía una grande por hacer esto. No podía creer que yo, Nathaniel, tenía que ir a ayudar al rubio con sus problemas de amor. Aunque... pensándolo bien era esto o continuar trabajando con Lila.
- ¿Seguimos con el plan? - un mensaje había llegado a mi celular en el transcurso hasta llegar a casa de Agreste.
- Ya te dije que no participaré más en tus engaños - envié pulsando con fuerza cada letra.
- Ja, no puedo creerlo ¿Nath se encariñó con Piper? - recibí luego de unos segundos -. No olvides que ese no era el plan.
- Nunca quedamos en eso. Piper es mi amiga y no pienso traicionarla. Esa no es una opción. Suficiente con tus falsedades.
- ¿Oh hablas por lo de Adrien y Marinette? Tú también estás involucrado en eso.
- Y desearía que no. Eso fue caer muy bajo, además todavía no me dices cómo lo hiciste. Ver a Adrien distraído durante la conversación con Marinette fue un poco divertido - sonreí recordando la escena.
- El Maestro me confirió un poder a cambio de tener a Adrien y... no, nada. Fácil y sencillo, ahora ¿sigues en mi equipo?
- Piper es mi amiga - respondí enojado, ignorando lo que sea que quería decir en el mensaje.
- Mentira, sólo era una pieza de todo, un peón sin valor, un bache en mi camino.
- No la traicionaré, ella ahora confía en mí. Eso sería apuñalarla por la espalda.
- ¿Y ya no lo hiciste? Estuviste presente y no interviniste. Lo sabías todo y no me delataste. Nath aunque no lo creas, eres un cobarde y sigues de mi lado. Puedo hundirte.
- Marinette no se merecía ese sufrimiento. Yo la entiendo.
- ¿Me vas a dar clases de sentimentalismo? Lárgate a "ayudar". Pero recuerda: nunca te liberarás de mis redes.
- Ni pienses que volveré a caer - musité frente a la Mansión Agreste -. Buenas tardes ¿se encuentra Adrien?
- ¿Razón de la visita? - preguntó una voz femenina que salía de una cámara extrañamente redonda.
- Vengo en nombre de Piper, Piper Smith.
- Un momento, ¿cuál es su nombre?
- Nathaniel Kurtzberg.
- Está bien pase.
Sólo había estado en esta casa una vez, pero aun así seguía asombrándome. La secretaria (presumiblemente) mi guio hasta la habitación de Agreste. Una verdadera fatiga.
- Adrien... Nathaniel Kurtzberg vino a visitarte - anunció ella tocando la puerta.
- Gracias Nathalie, déjalo pasar.
La puerta de su recámara fue abierta y entré sentándome directamente en la primera silla que encontré. Nathalie (como asumía que se llamaba) nos dejó a solas y ahí empezó la verdadera conversación.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó el rubio con un tono amenazante.
- Wow, pensé que tu amabilidad duraría más - manifesté recostándome en la silla.
- Sólo voy directo al grano. ¿Quién te envió? ¿Piper?
- ¡Bienvenidos a los Premios Obvios 2017! Claro ¿crees que te visitaría amistosamente, luego de lo que le hiciste a Marinette? - respondí con sinceridad.
- Está bien y dime, mensajero de Piper, ¿Cuál es tú recado?
- En primera, no soy su mensajero y segundo, dijo algo sobre que Hawk Moth se estaba... - chasqueé los dedos recordando la palabra que mi amiga había utilizado - ¿...akumatizando? O algo por el estilo.
- ¡¿Qué él hizo que?! Eso... no es posible.
- Eso me dijo Piper, aunque... veo que ese no es el verdadero problema - dije levantándome y observando los montones de hojas en la alfombra de Agreste.
- Oh... je je em... le mentí a Piper - confesó evitando mi ojos.
- Si bien me acuerdo, según tú ya habías terminado "la sorpresa" - expliqué revisando unos cuantos escritos del montón -. Por más que sepa quién eres en realidad... ¿eso no cambiará mis sentimientos hacia ti jamás?
- ¡Suelta eso! - exclamó tomando con fuerza la hoja que había levantado del suelo -. No te compete.
- Wow, eso sí que es cursi - siseé entre risas revisando las hojas restantes.
- Sólo tengo una parte. Es más difícil de lo que pensé, pero no quería preocupar a Piper. Por eso no le dije que no había avanzado casi nada.
- Ella tiene las esperanzas muy altas puestas en ti. Yo que tú, no la decepcionaría. Vi cómo te arrastro el día del "incidente", no fue lindo - reprimí una sonrisa -. Y creo que ella es capaz de mucho más, sólo que no quiere lastimar a los demás.
- Entonces, Poeta Nathaniel ilústreme en cómo escribir para mi lady - manifestó alzando sus brazos y dejando caer las hojas que hace un momento me había arrebatado.
- Si tanto la amas debería ser fácil.
- Pero no lo es.
- No la amas con tanta intensidad, apuesto que ella ya habría tenido un repertorio sólo para ti - bromeé intentando hacerlo enfadar.
- Yo también lo creo - dijo rindiéndose. Al parecer mi insinuación no causó mayor efecto en él.
- Está bien... puedes empezar confesando tus sentimientos y luego... eh... explicándole el por qué, como un dibujo: comienzas con el boceto y al final estilizas el trazo.
- Voy a intentarlo - caminó hacia su escritorio y sentándose en el acto tomó un bolígrafo para plasmar sus ideas -. Quiero confesarte tantas cosas de mí...
- ¿Es en serio? Te digo confiésate y eso escribes, deseo ver cómo termina esto - en eso vibró mi celular, alertando el ingreso de un mensaje nuevo.
- ¿Sigues ahí?
- ¿Cómo sabes que estoy aquí? ¿Dónde estás?
- Justo en frente de la Mansión Agreste.
- Eres una odiosa, ya te dije que no participaría más en tus farsas y aun así tienes el valor para seguir mandando mensajes - era una descarada.
- Si fuera tan "odiosa" nunca hubieras aceptado unirte a mí, en primer lugar.
- Fui un estúpido por caer en tu juego, pero ya no. Nunca más Lila.
- No olvides que tengo esos videos y Piper no tiene permitido ayudar a Adrien de ninguna forma, y tú mi querido Nathaniel estás ahí.
- No te atreverías.
- Mi padre es diplomático, claro que puedo cuando y donde se me antoje. Bye Nath.
- ¡Ahh! - grité quejándome. Lila estaba abusando de mi paciencia, un día de estos iba a explotar. Era frustrante.
- ¿Qué pasó? - cuestionó el rubio concentrado en sus escritos.
- Nada importante, sólo mi padre diciendo que llegue temprano a casa - mentí.
- No parecía ser eso - dudó Adrien.
- Pues era eso y no quiero dar explicaciones.
- No te creo, ¿sabes? Pienso que nunca se te pasó por la cabeza ayudar a Piper, que nunca fuiste en realidad un amigo para ella. Jamás seguiste su plan, tú tenías tu propio camino.
- Te... equivocas - mis manos sudaban.
- Ese nerviosismo, Nathaniel. No es normal o ¿acaso ocultas algo?
- N... no.
- Sé percibir muy bien a un mentiroso. Dime ¿qué planeas?
- No sé de qué hablas, Adrien. El amor te ha vuelto loco.
- Puede que sí o puede que no. Pero... yo nunca, nunca me equivoco. Ahora si es de tú incumbencia, por favor, retírate.
- ¿Qué?
- Sí, te puedes ir.
- ¿Me estas echando? - pregunté confundido.
- Yo no diría eso, pero va como lo tomes. Ahh y casi lo olvido...
- ¿Seguir atormentándome? - interrumpí mientras me dirigía a la puerta.
- Cuida ese micrófono que llevas en la chaqueta, seguro te costó una fortuna - dijo y se volteó a seguir escribiendo, fingiendo que nada había pasado.
Abrí la puerta que me llevaría nuevamente a mis problemas.
- ¿Micrófono? - repetí cuidadosamente ya fuera de la Mansión Agreste -. Piper... Piper...
Busqué entre mis contactos a mi amiga castaña, necesitaba... no, debía confesarle lo que Lila planeaba.
- Tú no la delatarías - advirtió mi subconsciente.
- Claro que sí, sus planes están yendo demasiado lejos - bufé con disgusto.
- Sí... pero tú sabes que no sería conveniente.
- Ajá, ya vuelve de donde saliste. No necesito consejos de mí mismo.
¿Me estaba volviendo loco o Piper me había contagiado? Ya no sabía que pensar.
- No... es - callé repentinamente al recordar el micrófono -. Ni creas que me manipularás tan fácil.
Palpé por toda mi chaqueta, era como tratar de encontrar una aguja en un pajal. Luego de unos segundos un bulto se asomó.
- Muere víbora - dije lanzando el dispositivo a la calle y finiquitando su vida con una pisada.
- Primer round - recibí justo cuando había encontrado entre mis contactos a Piper -. ¿Satisfecho Nath?
- Ya basta, Lila - respondí y apagué mi celular para ya no recibir más mensajes, especialmente los no deseados.
Lo más seguro era ir a hablar personalmente con Piper, aunque algo me decía que yo era más productivo dentro del plan maquiavélico de Lila, que fuera. Así podría informarle mejor.
- No, no te voy a delatar. Por hoy estás a salvo.
Aun así debía contactarme con Piper, el celular ya no era seguro y si... Marinette, ella era la respuesta. Por medio de Marinette podría informarle a Piper de todos los movimientos de Lila, además ya tenía una cuartada. Todos aún creían en mi enamoramiento loco y ahora que Marinette odiaba a Adrien, sería mucho más sencillo.
El plan tenía que seguir su curso, nadie podía sospechar y principalmente Piper no debía saber que yo estuve dentro. Desde este momento me encontraba de encubierto, cualquiera de los dos lados me podía hundir y si eso sucedía, nada terminaría bien.
En mi impulso por no traicionar a Piper fui al Hotel Le Grand Paris, que era donde se hospedaba.
"Al menos eso recordaba" pensé.
- ¿Se encuentra Piper? - pregunté tocando la puerta suavemente.
Había cambiado de opinión.
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Y bien chicos qué tal el capítulo? Jajaja, algo fuera de lo común, no? Bueno, bueno espero que hayan quedado sorprendidos al igual que yo cuando acabé de escribirlo. Estoy muy feliz, las lecciones acabaron, recuperé mi promedio, me compraron al fin la primera parte de ¿Quién mató a Alex? amo ese libro y fue el primero que leí cuando instalé Wattpad, así que lo amo aún más. En el siguiente capítulo se van a quedar como ¿qué? jejeje, los amo un montón y además de eso... ya esta semana voy a escribir el capítulo de la sorpresa! Aleluya!!! Una vez más gracias por todo su apoyo y estoy confiada en que les gustará la sorpresa, me costó prepararla por casi tres meses para que quedara perfecta o casi para la situación. Bueno, sin decir nada más que la pasen genial. Este lunes no tengo clases ya que es feriado así que seguramente me la pase por Wattpad.
Los amo demasiado,
Nos vemos o leemos en el 35,
Un abrazo,
Chao, The Writer ;D
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