Capítulo 26
— ¡Adrien ya estoy aquí! ¿Viejo te encuentras bien? — la voz de Nino resonaba por toda la habitación. Peor que marido en apuros.
— ¿Qué le dijiste para que venga así de alterado? — miré a Adrien con suspicacia. Nino había llegado más rápido de lo normal y mi cerebro estaba muy confundido.
— No lo entenderías — respondió canturreando. A la Diva Agreste nadie la detenía.
— Tranquilo Nino, lo que sea que ese engendro te haya dicho es falso — abrí la puerta para calmarlo. No deseaba un cadáver en esta casa.
— ¡Tus noticias me van a dar un infarto! Y si no era por eso ¡¿Para qué me hiciste venir?!
— No lo sé. Pregúntale a Piper — dijo y me miró entrecerrando los ojos. Si Adrien seguía así me iba a vengar y su reacción superaría mil veces a la del moreno.
— Nino, Nino, Nino — repetí mientras caminaba alrededor de la habitación —, nuestro querido Adrien ¡Está enamorado!
— ¡Dónde sea Alya! Viejo yo te mato — Nino se había levantado de golpe, moviendo su puño en señal de amenaza.
— N... — el rubio trató de hablar pero enseguida mi mano le tapó la boca.
— Deja que los adultos hablen — susurré en su oído.
— Bien... — gruñó.
— Entonces Nino. No, no es Alya.
— ¿Marinette?
— Bueno... no técnicamente. Su corazón le pertenece a la heroína con motas, que salva París con un gato súper apuesto — solté a Adrien y alcé mis brazos dramatizando mis anteriores palabras.
— ¿Estás enamorado de Ladybug? — miró fijamente a su amigo, registrando cada movimiento del mismo o alguna señal que revelara su veredicto.
— ¿Un poquito?
— ¡Di la verdad, rubio! — inquirí demostrándole que no tenía salida hasta el momento de su única y verdadera respuesta.
— ¡Está bien! Sí, mucho, demasiado. Ella es tan... ¡ah! Hermosa, valiente e inteligente. No se deja vencer por nada ni nadie. Y yo sólo soy un chico art... — antes de que le revelara el secreto a Nino, lo volví a fulminar con la mirada. Este ya se estaba excediendo.
— ¿Por qué pensaste que era Marinette? — cuestioné.
— Por el beso y todo eso — rimó con astucia.
— ¡Nino, el rapero 2017, you you! — bromeé para volver a enfocarme en el baile.
— Bien Piper, ya está Nino ¿Me podrías decir lo que viniste a hacer?
— Okay, como ordene Sr. Motas — reí y continué con la explicación —. Va haber un baile de máscaras en el colegio y pensé que podrías descubrir la identidad de tu amada enmascarada.
— ¿Ladybug estudia en el Instituto? — preguntó Nino y era aceptable ya que él no sabía dicha información. Me tocaba explicarle.
— ¿Un baile de...?
— Chist — callé a Adrien y miré a Nino —. Algo así, digamos, sólo digamos, que conozco la identidad de la heroína y... de alguien más — amenacé con la mirada a Adrien, quien se disponía a hablar otra vez.
— ¿Pero... si Ladybug no ama a Adrien? — examinó Nino con detenimiento.
— Tranquilo eso está cubierto.
— ¿Cómo que cubierto? — esa duda se me hacía familiar... como si antes ya la había escuchado, aunque de otro ángulo. ¿Déjà vu? Quién sabe.
— Ladybug tiene un crush en Adrien — dije al mismo tiempo en que fangirleaba en mi interior.
— ¡¿Qué?! — exclamaron ambos sorprendidos.
— Exactamente como lo oyen. El Ladrien es real.
— ¿Ships? — comentó Adrien observando a su amigo.
— Correcto — respondió Nino.
— Se preguntarán ¿Oh Piper quién dará el baile? Bueno pues en un inicio era yo, pero por la expulsión tuve que pedir ayuda. Eso sí, les aseguro que será inolvidable.
— ¿Y ahora quién es la anfitriona? — dijo Nino con los ojos brillando de ilusión. No dudaba que su imaginación iba a mil por hora, creando el baile perfecto entre él y Alya.
— Lo sabrán el día del evento.
— ¿Cómo sabré a quién invitar? — Adrien se llevó una mano al mentón, reflexionando en las posibilidades.
— Estoy segura que elegirás a la correcta — expliqué positivamente —. Me he dado cuenta de que preguntan mucho, aun así, no olvides que ella tiene los ojos azules y el cabello oscuro. Pobre de ti donde escojas a una rubia.
— Viejo espero que no estés ciego — farfulló Nino dándole unas ligeras palmadas en la espalda.
— Bien es hora de retirarme. Tengo que hacer un encargo. Ustedes deberían de seguir hablando. Y Nino anda preparando la música, necesitaremos un DJ.
Salí de la habitación y cuando estaba por llegar a la puerta del living mi cerebro reaccionó. Haciendo un click.
— ¡Adrien nada de secretos! — grité volviendo a su recámara corriendo y un guiño acompañó a esas palabras.
Le di las gracias a Nathalie por permitirme pasar y ella muy amablemente se ofreció a llevarme al Hotel; por supuesto me negué. Primero debía hablar con Marinette.
— Hola querida ¿Qué deseas? — la Sra. Cheng me atendió igual de bien que la otra vez.
— ¿Podría pasar a hablar con Marinette? Soy Piper, la conozco del colegio.
— Claro, pero estoy un poco ocupada — dijo mirando la larga fila que se extendía detrás de mí — ¿No creo que te moleste entrar sola, no?
— Oh, por supuesto y muchas gracias.
Subí las escaleras y toqué la compuerta que llevaba a la habitación de Marinette. Se llevaría un gran gusto con la noticia que le diría.
— ¿Quién es?
— Soy yo, Piper. Tengo que decirte algo.
— Está bien, pasa.
Su cuarto era igual como lo mostraban en la serie y pensándolo esta era la primera vez que invadía los aposentos de la azabache.
— Primero deberías llamar a Alya.
— ¿Por?
— Créeme, será necesario — y no lo duden, así lo fue.
— ¡Marinette, no vas a creer cuántas visitas tiene el Lady...! Ah, hola Piper ¡El Ladyblog! — gritó emocionada mientras subía los escalones que la conducían hacia un asunto significante.
— Hola Alya. Bueno ahora que todos nos encontramos reunidos aquí, podemos empezar — expliqué y crucé mis piernas sobre el sofá, una posición sin duda mucho más cómoda.
— No lo digas así, pareciera que fuera una institución secreta — murmuró Marinette.
— ¿Y qué amiga? Todos nuestros asuntos son así — dijo Alya quitándole importancia al acontecimiento.
— Ya, ya. La razón por la que están aquí, es simple. Un baile y no cualquiera, uno de máscaras.
— ¡¿Qué?! Wow — Alya abrió los ojos como platos y Marinette adoptó una postura entre nerviosa y ansiosa.
— Sí y va a ser en el colegio, por lo que vayan pensando a quién invitar — reí ante aquel comentario.
— Es tú oportunidad para decirle a Adrien lo que sientes — de un momento a otro Marinette fue sacudida por unos golpecitos de su amiga. Eso sí que era amor.
— Pero... no podré. Saben que me pongo nerviosa cuando le hablo.
— No después del beso, así que ya no tienes excusa — dijimos al unísono —. Jajaja.
— ¡Ehh! — si las miradas mataran dos cadáveres ya estarían en esta habitación y no necesariamente serían insectos.
— ¿Y cómo así un baile en el colegio? — preguntó la futura portadora de un miraculous.
— Bueno... — y aquí venía otra vez. Me tocaba explicar lo anterior igual que como lo hice con los chicos.
— Oh, cierto. Luego de la expulsión dudo que te dieran ese "privilegio" — entendió Marinette.
— Exacto, pero no se sorprendan por la nueva anfitriona.
— ¿Por qué? ¿Quién es? — ¿acaso no creían en mi gran elección? A eso se le llamaba el don de poder matar a dos pájaros de un tiro.
— Cuando estén allí, seguro la reconocerán. Lo necesario ahora es practicar.
— ¿Para?
— Cómo que "para", sabemos que eres muy torpe y además, ese será tu momento de brillar — dijo Alya tomando de los hombros a su mejor amiga sacudiéndola una vez más.
— Imagina que yo soy Adrien. Ataca con todo lo que tengas — señalé incentivándola a hablarme, obvio como si fuera Adrien.
— Ehh... Ho... hola Adrien. Como ya has de saber. Claro, porque si no supieras para qué te lo preguntaría. Y... ¿Quisieras invitar conmigo baile? — tartamudeó con mucho nerviosismo nuestra aprendiz.
— No, Marinette. Oye, te quiero pero... eso fue terrible. Tienes que intentar ser más segura de ti misma, más confiada. Como... Ladybug — la animó Alya y una risita se escuchó.
— "Tikki deberías de contenerte un poco" — pensé.
— Dale otra vez cosita, no muerdo — expresé con la voz grave y sobreactuada, lista para el round 2.
— Okey, Marinette, tú sí puedes — se repetía a sí misma la heroína en su forma civil.
— Empieza — susurré y ella respiró profundo.
— Adrien... ¿Quisieras ir al baile conmigo?
— ¡Claro! Sería genial tenerte como acompañante.
— ¡Corte! — gritó Alya simulando una escena de película —. ¡Eso estuvo mucho mejor! Con un poco más de práctica el chico caerá rendido a tus pies.
— ¿Tú crees? — cuestionó Marinette.
— Sí — dijimos en coro.
El día de mañana se veía prometedor.
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Parte 1 de dos de cuatro? o algo así, este capítulo marca un inicio y un final de una etapa, no tengo mucho que decir excepto que es uno de mis capítulos favoritos. A continuación el capítulo 27. Los quiero y sigan disfrutando, se lo merecen.
The Writer, ;D
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