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Capítulo 20

Desperté en una calle de París, aún era de noche. Estaba lista para descubrir la guarida de Hawk Moth. En la anterior ubicación no había nada o eso era lo que recordaba. Había entrado y por la misma salido. Esta era la última ventana que quedaba por inspeccionar. Si aquí no había nada, me rendiría y le diría al Maestro Fu que la búsqueda no rindió frutos.

Caminé unos pocos pasos y casi me caigo. Sentía un dolor inmenso en el lado derecho de mi cuerpo y por lo visto ya me faltaba poco para des-transformarme. ¿Qué había hecho para gastar tanta energía? Quizás los disfraces cansaban más a Trixx de lo normal. Luego le preguntaría.

Avancé lentamente y con cuidado de no lastimarme. Abrí la puerta del lugar y sólo era una bodega. Cajas de diferente tamaño adornaban el lugar, el aroma era a guardado y el polvo se hacía presente.

Antes de entrar totalmente estornudé un par de veces y seguido iluminé el lugar con una pequeña esfera de luz en la punta de la flauta. Al parecer también podía tocar diferentes melodías y utilizarlas para diferentes cosas. Bien un nuevo poder para aprender a manejar.

Inspeccioné con cautela el lugar. No había nada raro para ser una bodega. De la igual forma en que entré volví a salir pero esta vez decepcionada por no encontrar la guarida.

— Bueno, hora de regresar — me transporté al hotel por los tejados de París en la penumbra. Deberían ser las dos de la mañana.

Entré silenciosamente a la habitación, caminando paso a paso y evaluando mi alrededor para no causar alboroto. Divisé la cama en medio de las sombras y caí como muerta directo a dormir. No sin antes sacar una porción de trixx del velador para Trixx. Lista para un nuevo día.

Las clases habían empezado y la costumbre de Marinette para llegar tarde se me había contagiado.

— No, no, no. Creo que ya no alcanzo la primera hora — vi el despertador y faltaban unos diez minutos para que esta termine.

Flash me quedó corto, volé como un rayo al vestirme, desayuné y tomé un taxi para llegar al colegio.

— Ya casi... ¿Puede acelerar un poco? — le pregunté al conductor.

— Señorita estamos en zona escolar. Esto es lo máximo — me dijo tranquilo el hombre.

— Pero... vamos. Sólo un poco — traté de levantarme del asiento e incité al chofer de ir más rápido.

— Está bien. Aunque la tarifa será más alta — dijo y aceleró. En unos minutos ya estábamos fuera del colegio, pero antes de estacionar el auto una patrulla nos detuvo. Era el Oficial Roger.

— Debo de otorgarle una multa por exceso de velocidad. Tome para la próxima tenga más cuidado. No ve que transporta a una menor de edad — exclamó el policía enojado por la actitud del hombre.

— Pero. Oficial... si ella — y cuando el conductor volteó a verme ya había bajado del vehículo y corrido hasta el colegio. Igual le dejé la paga en el asiento. Le serviría para costear la multa.

Mi pecho subía y bajaba por el cansancio, que no era por tener que subir las escaleras. Aunque no sea normal el extraño malestar en mi lado derecho aún perduraba y todavía no hablaba con Trixx sobre lo ocurrido anoche.

— ¡Presente! — el timbre había tocado y entré justo para la segunda hora. Lo bueno es que era viernes y también que cuando dije "presente" ya iban por mi nombre. Algo similar me ocurrió en una fiesta.

— Llegas a tiempo para mi clase, Piper — comentó la Srta. Bustier cuando entré al aula sin previo aviso.

— Siempre estoy a tiempo — alegremente fui hasta mi asiento y busqué el deber que habían dejado hace unos días. Asumía que hoy era la revisión —. Bueno la mayoría de veces. Eh... Hola Nath.

— Hola Piper... ¿Cómo así tarde? — luego de unos días de ingresar al colegio me había hecho amiga de Nathaniel. ¿Quién hubiera dicho que era agradable?

— Ahh... tú sabes el sueño a veces gana.

— No puedo negarme a eso. Aunque creo que necesitarás esto — me tendió sus apuntes de la primera hora. Sí que habían trabajado.

— ¡Vas a ser tan amable de prestármelos! No me lo creo — dije y solté una risita. Él no dejaba que toquen su cuaderno de dibujo. Eso no parecía importarle con los demás.

— Claro... ¿por qué no? Pero algo a cambio no me vendría mal — bromeó y apartó sus apuntes de mis manos.

— Sabía que no harías nada gratis. Habla ¿qué quieres?

— Bajen la voz. La maestra los va a escuchar — nos advirtió Kim y... tenía razón.

Era raro que el curso estuviera tan callado y cuando alcé la mirada vi a la Srta. Bustier parada en frente del pizarrón con los brazos cruzados sobre el pecho.

— ¿Piper me podría decir sobre qué estábamos hablando? — preguntó alzando un poco el tono de voz.

— Em... — sinceramente no le escuché ni pío. No sabía de qué rayos era la clase. Ni siquiera había revisado el horario para enterarme si estábamos en Lenguaje o Historia.

Me levanté de mi asiento y busqué socorro. Al parecer ahora los cuadernos eran interesantes ya que todos leían lo anotado. A excepción de Alya que trataba de decirme algo y por desgracia no le entendía. Intenté leer sus labios pero las únicas palabras que le entendía eran "bigote" y "ancho", pensé en qué contexto podían intervenir y observé con detenimiento los libros para al menos tener un indicio de lo que la Srta. Bustier me estaba preguntando.

— ¿No lo sabe?

— Oh claro que sí. Por supuesto. Mire, usted nos explicaba con detalle sobre algo muy importante que ocurrió hace mucho tiempo... — en ese tramo mientras probaba ganar tiempo pude divisar unas palabras en el pizarrón que decían "La Princesa Dulcinea".

Una idea vino a mí. Si no me equivocaba Alya quería decirme el título del libro que se estaba explicando y como soy muy mala para leer labios, le entendí puras tonterías.

— Continúe.

— Usted estaba explicando sobre Don Quijote de la Mancha. Las alucinaciones que tenía y de su amigo Sancho Panza ¿o me equivoco? — la última parte dudé en decirla pero era un poco obvio que la clase tratara de ese tema.

Me senté satisfecha de mi respuesta y al instante en que ocupé mi asiento, una voz me hizo levantar.

— No, Piper no explicaba eso ¿Qué nadie nunca me presta atención? Del Quijote por supuesto que hablaba. Pero estaba mandando a leer el libro y en el pizarrón presentando brevemente a los personajes.

— Ehh... claro lo que usted diga.

— Piper no te lo tomes tan fresco. Ahora por eso tendrán también que leer la segunda parte del libro para el próximo viernes. Que oh sorpresa también tendrá una lección sobre ambos tomos — ¿Qué? Yo conocía esos libros eran... eran gigantes y tras eso una prueba. Bueno a prepararme para la hoguera por mis compañeros.

— ¡Eso es una injusticia! No puede ser tan cruel con sus alumnos — expuse en su cara. Esto sobrepasaba mis límites.

— No te atrevas a hablarme así. Soy su maestra y merezco respeto.

— Y para tener respeto debe darlo — cogí mi mochila para salir del salón.

— ¿A dónde crees que vas?

— Voy a la oficina del Sr. Damocles. Este abuso de autoridad desde mi punto de vista no es aceptable — tomé el pomo de la puerta para salir. Lo anterior no era verdad, tengo razón en que no era justa semejante tarea pero no iba a llevar demasiado lejos mis reclamos.

— ¡Claro que irás aunque el motivo será la de expulsión! No vuelvas a mi clase hasta no haber hablado con el director — se dio media vuelta como si no hubiera ocurrido nada y siguió dando la clase.

Salí del aula y camine hacia la oficina del Sr. Damocles. Este día no iba nada bien. Toqué la puerta al recordar su disgusto por entrar sin avisar.

— Pase — escuché del otro lado.

— Buenos días Sr. Damocles — le dije para luego dejar mi mochila en el suelo y sentarme frente a él.

— ¿Qué te trae por aquí? Asumo que nada bueno.

— Pues asume bien.

— Cuéntame lo ocurrido — hablaba tranquilo y calmado.

Luego de unos segundos noté algo distinto en su rostro. Una mueca de enfado. Le conté lo ocurrido en el salón y no se inmutó en ningún momento para darme la razón.

— Y eso fue lo que pasó — terminé de decir.

— Tiene todo el derecho de haberte enviado aquí.

— ¿Ah? Pero no se da cuenta de que eso es injusticia — espeté defendiendo mi punto.

— Lo es, aunque también merece respeto. No fue nada amable la forma en que le hablaste. Una disculpa estaría bien.

— U... una disculpa. Ni hablar.

— Deja de decir las cosas sin pensar.

— Pero. Es que, ah... — volví a tomar la mochila para salir del despacho.

— Ni se te ocurra salir.

— Pues se me ocurre — abrí la puerta y la aventé provocando un fuerte estruendo. ¿Qué me pasaba? Nunca había tratado a un superior de esa forma.

— Muy bien hecho, ahora sólo espera — esa voz... ya la había escuchado hace unos minutos. Era hueca y frívola, sin sentimientos...

— ¿Qué? ¿Quién eres? — pregunté pero no sirvió de nada. No volvió a hablar.

— Piper... fuiste muy dura con el Sr. Damocles — Trixx salió de mi abrigo, tenía rato que no la escuchaba.

— Sí, fue muy duro. Actué sin pensar en las consecuencias.

— ¿Y ahora a dónde vamos?

— Bueno según este papel, creo que regresamos el lunes — dije mientras mostraba el documento que el Sr. Damocles me había dado en su oficina. Por hoy estaba libre.

— ¿Te parece bien si vamos al parque?

— Okay, igual no hay nada que perder.

Antes de salir del Instituto, vi al cielo y las nubes se estaban arremolinando parecía que iba a llover. Y el clima a veces predice cosas.

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Y lo prometido es deuda!!! here is el capítulo more temprano que never (mira ese spanglish papuh) jajaja. Ahora sí en serio... ¿cómo les va? a mí digamos que bien (tengo que hacer deberes acumulados) Si les gustó el capítulo no duden en votar y comentar que les pareció o si desean una mejora que otra. Estoy abierta a sugerencias. Una vez dicho esto nos vemos en dos meses.

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Nah, es broma no voy a ser como Germán que sube cada 85 años video en el canal principal (broma en honor a @PercyPotterBlack) ¿Qué les pareció el capítulo? ¿De quién sospechan que sea la voz misteriosa? ¿MEMORIA?. Si la amiga de Sofi está leyendo esto le mando saludos y eso es lo único por el momento ya que no sé como estás en Wattpad. No olviden que el próximo viene el viernes y que los quiero mucho. 

Nos vemos pronto (o leemos)

Un abrazo,

The Writer, ;)

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