En un lugar remoto de París, un individuo no identificado llegaba a su guarida.

— Nooroo, mi pequeño kwami ¿Y? — preguntó la sospechosa silueta.

— Amo... ya le dije que no puedo brindarle esa información — titubeó con miedo la pequeña criatura.

En la habitación sólo había un rayo tenue de luz entrando por la rendija, esta iluminaba un poco y mostraba a contraluz las facciones del individuo aún no identificado.

— Pero Nooroo ¿no olvidas algo? — dijo aparentando calma, su kwami ya mostraba signos de miedo y se estaba acercando a una esquina por inercia.

— ¿De qué habla señor? — habló con un hilo de voz. Parecería que sabía que en cualquier momento podía escapar, pero no lo hacía. Tendría que tener alguna razón.

— Nooroo tratamos de cambiar el mundo, vamos a hacer el bien — insinuó el hombre que cada vez se distinguía un poco más.

Pero se han de preguntar ¿cómo rayos llegué aquí? Pues... luego de dirigirme al hotel revisé toda la habitación y no había ningún alma familiar. Por lo que dejé una nota y fui a visitar a nuestro anciano favorito "El Maestro Fu".

— Trixx ¿segura que es aquí? — le pregunté a mi kwami.

— ¿Y para que me lo preguntas? Si fuiste tú quien asumió que era aquí — respondió burlándose de mis esfuerzos por tratar de ubicar la casa del Gran Guardián.

— Ya... pero para confirmar ¿es aquí? — repetí con un poquito de sarcasmo.

— Sí, Piper es aquí. Sólo espera y un unicornio vendrá — la puerta se abrió y una melena con canas se asomó.

— Hola Volpina pasa — dijo el Maestro Fu y nos invitó a entrar.

— Wou, wou, wou, calmado unicor... digo Maestro — moví las manos hacia abajo y lo miré fijamente.

— ¿Qué pasa Volpina? — volvió a preguntar en tela de duda.

Antes de responderle le pedí que entremos a su "despacho" y él muy amablemente nos hizo pasar.

— Bueno Maestro, en primer lugar me puede decir Piper ¿no, Trixx? — ya sentada volteé mi mirada para ver a Trixx que asentía con desdén.

— Sí... se llama Piper y escapa en las noches. Usted sabe maestro lo habitual — no sé lo que le ocurría a Trixx pero parecía muy confianzuda con el Gran Guardián y lo más raro era que parecía que el Maestro Fu ya conocía esa parte de Trixx.

— Okay... siguiendo con el tema, en segundo lugar no soy la Volpina original — me reí al percatarme que en esa última parte me había dicho copia barata y al ver la cara del Maestro traté de arreglar el comentario — no estoy diciendo que su decisión fue una copia China... digo sin ofender. ¡Ahh! Digo que yo no debería ser Volpina.

— Lo sé — dijo calmado y se paró de su asiento/cojín para traer una tetera y unas tazas. Después se volvió a sentar y comenzó a servir lo que parecía ser té. Mientras yo seguía perpleja por su respuesta.

— ¿Có-cómo que lo sabe? — pregunté y tomé la taza que me ofreció —. Entonces... ¿para qué rayos me dio el miraculous?

— Todo tiene su motivo Piper — aclaró Trixx —. Pero si no me equivoco ¿te estás arrepintiendo de ser mi magnífica portadora?

A veces me preguntaba si Trixx ya era así o tanto tiempo conmigo la ponía media extraña.

— Una buena respuesta Trixx. Has aprendido muchas cosas de tu antiguo portador — me quedé mirándolos de la forma más seria en la que se podía observar a un kwami de unos 10 cm hablando con un anciano de 186 años —. Piper sé que tienes una misión importante, por eso pensé que con un miraculous en tu poder aquella tarea resultaría menos... complicada — dijo el Gran Guardián haciendo énfasis en mi nombre.

— O sea que usted sabe lo de los shi...

— No, no, no, yo no conozco el motivo de tu misión, pero debe de ser algo muy importante para que Wayzz haya notado tu presencia.

— ¿Qué? — mi "presencia" okey... eso no tenía mucho sentido ¿quería decir que desempeñaba un rol aún más importante? Seguí sorbiendo el té con lentitud para no quemarme otra vez y escuchaba la larga explicación del Maestro.

— Y por eso decidí que el miraculous del zorro era el indicado — terminó de aclarar y le tendió un poco de trixx a Trixx.

— ¿Aunque sabía que era otra persona la elegida para vestir el manto de Volpina?

— Aunque sabía que era otra — afirmó el Maestro Fu — antes de que la elegida tenga el miraculous. Trixx debe de cambiar su actitud.

— ¡Hey! — se quejó mi eventual kwami.

— A eso me refiero. No puede comportarse así antes de una transformación. Podría hacer perder el tiempo a su portador y el tiempo en batalla es valioso — acotó el Gran Guardián, no sin antes darle una mirada de desaprobación a Trixx.

— Trixx — me aclaré la garganta para después preguntar —: ¿Tú sabías de esto?

— Emm... ¿sí? — me sentía un poco mal al saber que mi kwami me ocultaba cosas.

— Piper no te enfades con ella. Sólo cumplía mis órdenes — intervino una criatura pequeña de color verde.

— ¿Wayzz? — el Maestro Fu estaba igual de confundido que yo y para entender su extraña decisión ambos hablaron en una frecuencia casi inaudible. Lo único que les entendí era algo sobre que era necesario o que debían de mandar a hacer un sudario. Ambas respuestas me parecieron correctas ya que con lo que les iba a pedir, quizás necesite un sudario para mi entierro.

— ¿Entonces? — pregunté un poco cansada del desvío de la conversación ya que aún no le había comentado la verdadera razón de mi visita.

— Oh sí. Piper disculpa a Wayzz, a veces llega a ser un poco petulante y no me informa de algunas decisiones. Igual por lo que me dijo, todo fue necesario y nunca más volvería a manipular cosas a mis espaldas ¿No es cierto Wayzz? — miró a su kwami con los ojos entrecerrados esperando un "sí" por respuesta.

— Claro Maestro.

— Okay, ahora luego de este sinceramiento. Tengo que decirle el motivo por el que vine a buscarlo — troné mis dedos a cada palabra que decía, ya que era una de las formas con las que demostraba mi nerviosismo —. Quiero proponerle una búsqueda para encontrar la guarida de Hawk Moth.

Parece que esa fue la gota que derramó el vaso. El Maestro Fu abrió los ojos como platos y mi respiración se aceleró. Temía que aquello era muy peligroso, pero luego de varias explicaciones dadas por mí y muchas precauciones conferidas cordialmente por el Gran Guardián, este aceptó que investigara.

Al menos tenía a alguien que sabría mi "paradero" si algo me ocurría.

Ya habían pasado días desde mi encuentro con el Maestro "sobreprotector" y la búsqueda no rendía frutos.

— ¿Piper te encuentras bien?

— ¿Ehh? Ah sí, por supuesto Marinette — era hora de salida y durante toda la jornada había luchado por mantenerme despierta, pero eso no eliminaba el cansancio que mi cuerpo demostraba.

— No pareces bien. Hasta tienes ojeras — notó mi compañera y las señaló.

— ¿En serio? Puff... han de ser por quedarme hasta tarde... estudiando — mentí. El plan era primero encontrar la guarida y luego decirles a mis compañeros. Si les contaba la misión ahora seguramente me acompañarían y a veces dos son manada.

— Marinette tiene razón. No te ves nada bien, deberías de tomarte un descanso — intervino Alya, quien también nos acompañaba en la salida.

— Un descanso, si claro como si fuera tan sencillo — murmuré con sarcasmo. Entre más rápido encuentre la guarida más rápido sería derrotarlo.

— ¿Qué dijiste? — preguntaron en coro.

— Ehh... que será un descanso bien merecido — les sonreí y me di la vuelta para regresar al hotel. Presentía que esta noche era la indicada y no me equivocaba.

La luna ya se había asomado y era casi media noche. París y sus sombras aguardaban mi aventura. Salí del hotel y me transformé en un callejón, luego volví a la búsqueda habitual. Recordaba la perspectiva que había desde la guarida a la Torre Eiffel, así que me dirigí hacia ese margen. Era mucho más "normal" que Volpina diera rondas, a que una chica que había hecho un espectáculo en la Torre Eiffel saliera a hurtadillas en la noche.

Irónicamente lo que Trixx le había dicho sobre mí al Maestro Fu se había cumplido. Quien pensaría que Piper Smith alguna vez escaparía de su casa a media noche.

Esta vez había catalogado los posibles lugares de la zona en donde debería de estar escondido Hawk Moth. Unos días antes sólo usaba la táctica de irrumpir y entrar o entrar e irrumpir, como sea que se diga, pero finalmente no había llegado a nada.

Logré encontrar un barrio alejado del gran monumento icónico de la ciudad y busqué una ventana algo parecida a la gran ventana que se abría cada vez que Hawk Moth tenía una nueva víctima. Encontré una cerca, ya que al parecer en París eran algo comunes y por precaución con una tonada creé un camuflaje. Por lo que en vez de ver a Volpina verías a una vagabunda-anciana-pordiosera común y corriente deambulando por el barrio.

Caminé hasta llegar a una puerta que daba detrás del ventanal. Cerrada, como todas... ya que la flauta estaba camuflada como un bastón se me ocurrió una idea. Toqué una melodía y el candado se abrió, deshice mi disfraz y ahí estaba.

Era el lugar correcto.

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Y con ese final lleno de suspenso termina el ansiado capítulo. No saben las ganas que tenía de subirlo, pero todo toma su tiempo. Pueden creer que ya era el 3er día de clase y ya tenía dos deberes para el viernes, unas pruebas de diagnóstico para la próxima semana y el miedo de que al final del curso no apruebe el examen para graduarme e ir a la Universidad. Pero basta de mis problemas, saben hubiera subido esto más temprano lamentablemente el expreso se olvidó de mí y llegué tarde a la casa, jajaja. Ahora sí les quiero decir que falta un voto para los 100 y le agradecería demasiado a esa persona que vote, por lo que puede ser que me ponga en contacto con ella y veré lo que deseé. Además de dedicarle un capítulo. Y hablando de capítulo, el próximo estará... ufff picante! es poco. ¿Qué creen que encontrará Piper en la guarida? ¿El Maestro Fu ama el té? ¿Piper hizo un disfraz de ancianita en apuros? jajajaja, una vez más mil disculpas por actualizar a esta hora, prometo que el próximo viernes actualizaré más temprano.

Los quiero!

Un enorme abrazo,

Chao, The Writer ;)

P.D.: sí, ahora actualizaré los viernes, por culpa del bendito colegio y esas cosas. :)