— Marinette ¿vas a ir por qué Piper te obligó o qué? — Tikki me miró desde la cama, yo tenía que terminar las tareas que habían mandado, ya era suficiente con que siempre llegue tarde.

— Mira Tikki, al comienzo era por Piper. Ella cumplió su parte del trato pero ahora que lo pienso... le debo a Chat noir un buen gesto por tantas veces que salvó mi vida.

— Tienes razón Marinette ¿qué le vas a llevar? — me preguntó Tikki.

— Déjame pensar... ¿una bufanda?

— Como la que le diste a Adrien.

— ¿Qué? No, Chat noir no se compara con Adrien. Mejor le doy un postre, sí se nota que le gusta el camembert.

— ¿El camembert? ¿Por qué lo dices?

— No sé si te has dado cuenta pero generalmente luego de combatir pide camembert.

— Hablas de la vez que akumatizaron al Sr. Ramier.

— Sí, ahora bajo a ver un postre de seguro le va a encantar.

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— Oye, Plagg come bien tu queso debes de estar recargado para la cita con Ladybug — le dije a mi kwami que muy gustoso se alimentaba.

— ¿Adrien no le piensas llevar nada? — me preguntó mientras seguía devorando su camembert.

— No necesito llevarle nada si todo lo que le quiero demostrar se lo puedo decir cara a cara — caminé hacia la ventana y apoyé un brazo en el marco para luego susurrar —. Te amo...

— Ahg los humanos y sus sentimientos, por eso prefiero el camembert; no habla y es delicioso — se tragó de un bocado el queso que le sobraba y yo me senté en el sillón esperando la hora acordada para transformarme.

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La noche en París se mostraba muy bella, su gran monumento se erguía en las sombras. El héroe de la ciudad llegó primero y luego de unos minutos su amada se mostraba.

Un poco cerca de la Torre Eiffel un café estaba abierto; este era al aire libre por lo que los clientes podían disfrutar del clima y de la vista. Una chica sentada en una mesa veía el gran símbolo de Francia, mientras comía unas galletas y un Cappuccino para entrar en calor.

Volviendo al acto principal, los héroes de la ciudad se miraron fijamente hasta que uno de los dos se dignara en decir una palabra.

— Hola mi lady, siempre tan puntual a la hora de las citas — dijo coqueto el gato al mismo tiempo que hacía una reverencia y tomaba la mano de su amada para depositar un tierno beso.

La heroína como nunca no se negó a aquella muestra de afecto más bien sonrió y le tendió una pequeña caja.

— Ten Chat noir esto es para ti, digamos que es un gesto de agradecimiento — ella desvió su mirada hacia las calles parisinas y al pequeño Café.

— No se hubiera molestado mi lady — él abrió la caja y se encontró con un pedazo de quiché. Olía delicioso y aún más si era de parte suya.

— No es nada y ¿para qué querías que nos viéramos? — ya se había sentado junto a él y su mirada no se reflejaba hacia ningún punto en específico.

— Tengo que decirte algo, algo que siempre he querido expresar pero... — tenía miedo, tenía tanto miedo que ese inmenso amor que le daba no fuera correspondido.

— ¿Pero...? — Ladybug volteó a verlo. Él sólo pudo pensar en sus hermosos ojos azules y ese cabello que adornaba tan perfectamente sus delicadas facciones. No, no era un buen momento para confesarle sus sentimientos.

— Pero primero ¿qué tal si nos divertimos? — opinó cambiando de tema para que ella no sospechara.

— ¿Cómo qué? — su lady preguntó con un brillo de curiosidad en sus ojos.

— Te parece: Verdad o reto, ehh... — la miró con una sonrisa y alzando sus cejas de forma divertida.

— Está bien ¿Verdad o reto?

— Ey, nunca dije que tú empezarías pero para que veas que soy bueno te dejaré comenzar — replicó Chat noir tranquilo de la respuesta de su lady.

— ¿Entonces? ¿Verdad o reto? — él no quería hacer ningún reto y conociendo a Ladybug seguro que le daría uno con él cual se pudiera librar de la cita, aunque ella no se la estaba pasando nada mal.

— Verdad y ahora te toca preguntar...

— Sí lo sé, a ver... — ella miró hacia abajo pensando en una buena verdad que sacarle a Chat noir, chasqueó los dedos una vez que tuvo una idea — ¿Por qué no abriste la puerta cuando tuviste la oportunidad de descubrir mi identidad?

Él recordaba ese día como si hubiese sido ayer. Habían vencido a Lady wifi y Ladybug estaba a punto de des-transformarse así que entró en un armario dejándole la potestad a Chat noir de elegir entre descubrir o no su identidad.

Obviamente no abrió la puerta para no romper esa relación de confianza que se tenían.

— Ladybug no abrí la puerta porque pensé que era lo correcto y sí fue lo mejor. Sé que tenemos esa relación llena de compa... compañerismo y por saber tú identidad no la iba a desechar. Para ganar la confianza de alguien debe de pasar mucho tiempo pero en un segundo por un error se puede perder — aquellas palabras habían dejado anonadada a la chica que no podía formular ni una frase coherente, casi como le pasaba cuando quería hablar con Adrien.

Adrien... ese chico que se había ganado su corazón sólo con un pequeño gesto, un paraguas. Ahora era el turno de Chat para preguntar y así lo hizo.

— Bueno mi lady luego de tanto sentimentalismo me toca a mí ¿Verdad o reto? — ella no quería decir ninguna verdad ya que técnicamente sólo tenía dos ¿quién le gustaba? O ¿cuál era su identidad? Y apostaba que el felino se aprovecharía de la oportunidad para preguntarle algo, así que no tenía nada que perder y se fue por la otra opción.

— Elijo... reto.

— Uhh, toda peligrosa — se burló Chat noir por lo que recordó que igual si escogía verdad lastimaría al minino y luego de ese hermoso repertorio era lo que menos deseaba.

— ¿Entonces?

— A ver... te reto a... — él la miró con una sonrisa de lado en su rostro llena de picardía, ella ya sabía por dónde iba. No lo dejó terminar y se aproximó hasta su cara y unió sus labios en un beso, un beso que esta vez el chico si recordaría y guardaría en su memoria para siempre.

Chat noir sorprendido de lo ocurrido se lo correspondió, no podía dejar pasar esta oportunidad, era una forma indirecta de demostrarle cuanto la amaba y luego de unos segundos que parecieron eternos se separaron en busca de oxígeno.

— Mi lady... ese no era el reto, pero estuvo mucho mejor — dijo Chat con una sonrisa de oreja a oreja.

— Ehh... bueno, quiero decir... ah — la chica no sabía ni como había pasado sólo sintió que era necesario. Trataba de hablar pero cada vez que lo intentaba sólo lograba sonrojarse aún más —. Ehh... Chat nos vemos mañana.

Así se despidió, tomó su yo-yo y se fue balanceando entre los edificios, mientras el gato se quedaba pensando en lo sucedido.

Abajo en el Café, la chica se aguantaba las ganas de gritar como loca, lo había visto todo pero ya era hora de irse por lo que pagó la cuenta y se fue al Hotel en donde ahora vivía.

Cada un tomó caminos separados, cada uno con diferentes emociones y cada uno pensando en qué les deparará el futuro.

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Bien! aquí está el suculento capítulo... creo que ya lo dije todo en la anterior publicación así que sólo pondré las preguntas... ¿Creen que la chica del Café era Piper? ¿Cómo les pareció la dinámica del beso? Al fin una escena Ladynoir... es mi ship favorito ¿Adrien y Marinette tendrán un momento parecido? jajaja vamos a hacer el mundo arder!!!

Un abrazo, 

Chao, The Writer ;)

P.D.: si quieren una dedicatoria de capítulo deben de comentar, votar o al menos decírmelo por inbox sólo así podré saber su usuario :D