
Cap. 6 LA PRIMERA CHISPA
Mientras tanto, Lion buscó algo de comer en el lugar, solo había un calentador de agua y sobres de sopa instantánea, así que le preparó una a Clara.
Él se acercó hacia ella y le extendió la taza mientras decía.
—No hay mucho que pueda ofrecerte, en estos puestos muy rara vez hay personas así que es todo lo que hay. Bebe, entrarás en calor.
—Muchas gracias —contestó Clara tomando la taza con ambas manos.
En ese momento Lion vió una herida en la mano derecha de Clara. De inmediato tomó un maletín de primeros auxilios y se acercó a ella.
—Dame tu mano, hay que curar esa herida.
—Es solo un raspón, no es nada grave.
—Aquí toda herida debe ser desinfectada y vendada. La más pequeña cortada o rasguño podría infectarse con sangre de deambulante, y automáticamente te convertirías en uno de ellos.
—Wow... Yo, no lo pensé así.
—En el futuro, cada vez que te lastimes, por más mínima que sea quiero que me lo digas. Y no está a discusión.
Clara no podía desviar la vista de los profundos ojos verdes de Lion. De repente su corazón se aceleró de una forma que no creyó volver a experimentar de nuevo.
De esa misma forma palpitaba el endurecido corazón de Lion. Miraba los ojos de Clara y solo encontraba inocencia y fragilidad. Sentía en su pecho una extraña obligación de protegerla.
Él se puso de pie y fué al sótano por unas cosas, mientras tanto Clara terminaba de beber su sopa.
Al subir, Lion pasó los siguientes minutos preparando un lugar para que Clara durmiera.
No había mucho con lo cual trabajar, pero logró hacer una cama improvisada bastante cómoda.
Cuando volvió a dónde Clara estaba, la encontró dormida con la cabeza recostada sobre un escritorio.
—Clara, Clara despierta —dijo tocándole el hombro con suavidad.
Él estaba a punto de acariciar su rostro justo cuando ella abrió los ojos, así que no pudo hacerlo.
—¿Sí? ¿Qué pasó? ¿Está todo bien? —preguntó Clara algo desorientada.
—Tranquila, todo está bien. Te desperté porque allí al fondo hay un lugar donde podrás dormir más cómoda. Ven te mostraré.
—Okey, gracias.
De esa forma Lion la guió hasta allí. Mientras ella se recostaba le preguntó.
—¿Y tú? ¿Tienes donde dormir?
—Sí, no te preocupes, ya me armé un lugar. Tú duerme —contestó él, retirándose.
—Espera, yo, no sé tú nombre.
—Soy Lion.
—Lion —susurró luego de cerrar los ojos.
Él caminó hasta estar cerca de la puerta de salida, luego se sentó en el suelo, recostó su espalda en la pared, y momentos después ambos quedaron profundamente dormidos.
Con el paso de las horas la tormenta se intensificó, resonando con fuerza los truenos y relámpagos. En ese momento el generador dejó de funcionar, y las luces se apagaron, dejando todo el interior de la base en una obscuridad absoluta, apenas unas luces tenues de seguridad iluminaban el lugar. Al mismo tiempo Clara comenzó a tener una pesadilla.
En el sueño volvió a revivir la escena dónde el zombie la atacaba, pero ella se encontraba sola. Corría pero no tenía escapatoria, y el zombie se le abalanzaba encima hiriéndola.
En ese instante ella despertó sobresaltada, dando un grito del susto. Miró a su alrededor sin poder ver nada, de los nervios comenzó a avanzar en la oscuridad chocando todo a su paso.
—¡Lion! ¡Lion! ¿Dónde estás? —gritó asustada.
Él la escuchó, y fué de inmediato hacia ella. Cuando la encontró estaba sumamente nerviosa.
—¡Estoy aquí! ¡Tranquila! —dijo él, sujetando con delicadeza sus hombros.
—¡Lion! ¡El zombie! El zombie estaba... Él logró alcanzarme.
—Tuviste una pesadilla, solo eso. Respira, estás segura aquí, no te van a lastimar. —agregó él intentando tranquilizarla.
—Me atacó y no pude hacer nada. Después abrí los ojos y todo estaba oscuro. Me asusté muchísimo.
—El generador ya debió apagarse. Estaremos a oscuras el resto de la noche.
—No puede ser. Lo lamento, lamento haber hecho un escándalo. Yo... Volveré a acostarme —al voltear vió todo el lugar negro y aterrador—. Ah, ¿Podrías acompañarme y quedarte un rato conmigo? Solo hasta que me duerma, por favor.
—No es problema. Tampoco quiero estar solo, vamos, te acompaño.
De esa forma Clara volvió a su cama, y Lion se sentó en el suelo junto a ella.
—Lion, cuéntame algo.
—¿Algo como qué?
—No lo sé. ¿Dónde estabas cuando los zombies invadieron la ciudad?
—El día que sucedió... Ese día estaba con Thomi en casa, en ese entonces yo tenía un trabajo de medio tiempo. Recuerdo haber llegado temprano, era viernes, esperábamos a que Dani volviera del trabajo. Por suerte estábamos lejos de la zona donde comenzaron los ataques, eso nos dió un poco de ventaja para prepararnos.
—¿Y dónde estaban sus padres?
—Ellos ya habían fallecido hace mucho, en un accidente de auto.
—Mis papás también fallecieron de esa forma, en un choque.
—Lamento tu perdida, se lo difícil que es enfrentar algo así.
—Gracias.
—Clara ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Por supuesto.
—Antes me dijiste que sabías lo que se sentía perder a un ser amado a manos de otra persona. ¿A quien te referías?
—Al Dilan de mi dimensión. Él fue asesinado por un ladrón que quería su auto. Fue muy difícil para mí su muerte, él era lo único que me quedaba y me lo arrebataron. Recuerdo que la última vez que visité su tumba yo le pedí que me ayudara a comenzar de nuevo. Lo gracioso es que horas después terminé aquí, en un mundo totalmente diferente.
—Sí, un mundo en ruinas, repleto de deambulantes, y con grandes posibilidades de morir.
—Así es, pero no todo a sido tan malo, te conocí, conocí a tu hermano y a su novia, y muchas otras personas que han sido amables conmigo. No sé que sucederá mañana, pero preferiría morir aquí, que vivir sola pasando el resto de mis días visitando la tumba de alguien que no volverá. No tengo a nadie del otro lado, nadie que me extrañe. Eso sí es triste —dijo Clara cerrando los ojos por el sueño.
—Quien sabe... Tal vez ésta sea la oportunidad de un nuevo comienzo —contestó Lion luego de ver que ella se había quedado dormida.
Él se acomodó un poco y se durmió sentado en el suelo. Al pasar unas horas, Clara volvió a despertarse, miró a un lado y vió a Lion recostado junto a la cama. Notando el frío que hacía, tomó una de las mantas de la cama improvisada y cubrió a Lion con ella. Luego de eso volvió a dormirse.
Cuando era de mañana y la tormenta pasó, Lion se despertó antes que Clara, y lo primero que percibió fue la manta que lo cubría. Observó a Clara y la vió tal delicadamente dormida, como si estuviera contemplando el descanso de un ángel.
Su emoción era tan intensa, que por más que se esforzara no podía desviar la vista, sentía una enorme atracción hacia ella.
Comprendiendo al instante lo que estaba pasando con sigo mismo, no pudo evitar decirse a si mismo en voz alta.
—Estás loco, Lion. Completamente loco.
Él se puso de pie y salió afuera de la base, luego de verificar que el área estubiera segura se dirigió a su auto a prepararlo para regresar.
Mientras él quitaba los restos de basura que cubrieron el auto durante la tormenta, Clara se despertó.
Ella caminó hacia la salida, sintió mucha inseguridad al ver la puerta abierta, pero su temor se disipó luego de ver a Lion.
Clara caminó hasta donde él estaba.
—Buenos días —dijo Lion—. ¿Cómo te sientes?
—Bien, estoy bien, gracias.
—Desde ayer que no comes nada, seguro debes estar hambrienta.
—No es así, no tengo hambre, estoy... Excelente —contestó Clara intentando ser modesta y ocultar el intenso hambre que sentía.
—Wow, acabo de aprender otra cosa sobre ti.
—¿Qué cosa?
—Que no sabes mentir... Ven, sube, te llevaré a desayunar.
De esa forma ambos subieron al vehículo, y Lion condujo hacia el distrito Sur.
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