Una vez en el dormitorio, los guardias cerraron la puerta y quedaron allí fuera custodiando, mientras que Clara caminaba a pasos lentos y cortos, sintiéndose muy desorientada. Intentó calmarse respirando hondo, pero su cuerpo no dejaba de temblar.
Por un momento observó sus manos y vió que tenía salpicaduras de sangre en ellas.
De inmediato se dirigió al baño del cuarto y comenzó a lavarse las manos en el lavabo, las fregaba con brusquedad sin poder contener el llanto.

Ella vió una lágrima caer en su mano, notando que era de color roja, levantó la vista y se miró al espejo, viendo así sangre salpicada por todo su rostro. Entró en pánico y comenzó a lavarse la cara con rapidez sin dejar de llorar.
Cuando por fin se quitó la sangre, dió unos pasos hacia atrás y quedó sentada en un rincón, sintiéndose sumamente desamparada.
Luego de unos minutos, ya más calmada, se quitó la camiseta que llevaba puesta ya que también estaba impregnada con gotas de sangre, y fue ahí cuando vió el collar en su cuello. Lo tomó entre sus manos y se aferró a él, de alguna forma pensar en Lion le daba fuerza y calma.
Clara deseaba tanto que él viniera a rescatarla, sin embargo sabía el gran peligro que él correría, y que no dudarían en matarlo, así que con gran pesar suplicó al cielo que Dani no le permitiera a Lion salir de su distrito.

A la vez que todo eso ocurría, todos los del Sur ya habían vuelto a su distrito. La mayoría estaban siendo atendidos por heridas de gravedad, sin mencionar que también cargaban con la completa derrota de no haber podido salvar a los cinco rehenes.
Dani reunió a todos en el comedor y les informó lo ocurrido. Luego de unos segundos de silencio el comedor se llenó de llantos desgarradores de las familias de los fallecidos.
Al terminar de darles sus condolencias a las familias, Dani se dirigió nuevamente al estacionamiento con Viki a su lado.

-Se trataba de una trampa, hasta los carroñeros nos emboscaron... todo fue para nada.

-No te sientas culpable, hicieron todo lo que estuvo a su alcance -le dijo Viki deteniéndolo en el pasillo mientras tomaba sus manos-. Sabíamos de lo que Dilan era capaz, estábamos consientes de que existía muy pocas posibilidades de recuperarlos con vida. Pero aún así no te rendiste, lo intentaste y eso es lo importante.

-Yo debí protegerlos, mi deber es mantenerlos a todos a salvo. ¿Qué clase de líder soy?

-Eres nuestro líder, el mejor que haya conocido. Pones las necesidades de las personas antes que las tuyas. Te sacrificas sin dudarlo. Cada sobreviviente aquí sabe quien eres, conocen la nobleza de tu corazón, y por eso te eligieron para guiarlos. Hemos enfrentado muchas pérdidas a lo largo del tiempo, enfrentaremos esta también. Así que levanta la cabeza y continúa.

Dani se sintió mucho más tranquilo y animado gracias a las palabras de Viki. Luego de darle un gran abrazo y agradecerle su apoyo, ambos continuaron avanzando.
Al llegar al estacionamiento, Dani encontró a Lion cargando armas y otros equipos a uno de los vehículos.

-¿Qué haces? -le preguntó Dani a Lion.

-¿No es obvio? Voy a rescatar a Clara -contestó él.

-¿Estás bromeando? ¿No? Es una locura lo que estás haciendo.

-Tal vez, pero de todos modos voy a hacerlo.

-No, no lo harás -dijo Dani sujetándolo del brazo-. Te lo prohíbo.

-No estoy pidiendo tu maldito permiso -contestó Lion liberándose de un sacudón.

-Se fué, Lion. A esta hora ya debe estar en manos de Dilan. Sería un suicidio intentar sacarla de ese distrito. Ni siquiera sabes lo que ella quiere. ¿Qué crees que sentirá al ver a su novio vivo y saber todo lo que hizo por ella? Solo será cuestión de tiempo para que ambos vuelvan a estar juntos. Tienen un pasado, algo que los une. Te llevarás una decepción, así que no te arriesgues.

-Sí, tal vez tengas razón. Tal vez ella lo vea y lo sienta como alguien muy familiar. Incluso tal vez decida quedarse con él. Pero sabes qué, me importa un comino lo parecido que se él sea a su novio muerto, y me importa muy poco lo que ella elija. Es mía, así que iré a buscarla y la traeré conmigo. Y si me sobra tiempo, mataré a ese imbécil por tocar lo que no es suyo.

Lion abrió la puerta del vehículo para subir a él, en ese instante dos hombres de Dani llegaron al lugar.

-Por favor, no me obligues a encerrarte -advirtió Dani.

-No vas a detenerme -contestó Lion.

-Entonces no me dejas opción.

Dani llamó a esos dos hombres que estaban allí y les ordenó que pusieran en aislamiento a su hermano.
Cuando ellos dos se pararon frente a Lion para aprenderlo, Viki desenfundó dos pistolas, una en cada mano y se paró detrás de ambos guardias, apuntándoles a la cabeza.

-No lo toquen -ordenó ella.

-Viki ¿Qué crees que haces? -preguntó Dani.

-Lo correcto. Así que te pediré que no te muevas cariño, o tendré que dispararte.

Ella volteó a ver a Lion, diciéndole.

-Vé por ella, házlo.

-Gracias -contestó Lion, subiendo al vehículo.

Él encendió los motores y se fue a toda velocidad del lugar. Viki bajó las armas y miró a Dani.

-Si quieres encerrarme y juzgarme por traición, házlo.

-No, no voy a hacer eso. Solo respóndeme una cosa. ¿Porqué hacen todo esto por ella? Es una del distrito Norte, ni siquiera pertenece a este mundo.

-¡Ya olvidaste que yo soy del distrito Norte!... Salvaste mi vida cuando iba a ser ejecutada, me ofreciste un hogar y protección. Me defendías cuando nadie me quería aquí. Incluso cuando no aceptaban que tuvieras una novia del Norte, los ignoraste. ¿Recuerdas lo que me dijiste el día en que decidí alejarme de ti?

-Viki...

-Respóndeme. ¿Recuerdas lo que me dijiste?

-Lo recuerdo perfectamente, te dije que te amaba, y que no me importaba que fueras del distrito enemigo. Incluso te dije que si eras una infiltrada enviada para matarme, lo hicieras y me asesinaras, porque prefería morir por tu mano, que pasar otro días sin tu compañía.

-Exacto, y entonces me quedé, porque decidiste amarme... Y ahora también tu hermano decidió, decidió amarla, sin importar quien fuera -dijo Viki tomando el rostro de Dani entre sus manos-. Debemos apoyarlo, de la misma forma que él nos apoyó a nosotros en el pasado.

Dani asintió con la cabeza.

-Está bien, lo haré... Solo porque tú me lo pides.

-Así se habla, buen chico -contestó Viki acariciando la cabeza de Dani como a un perrito.