Cap. 13 EL INTERCAMBIO
Por su parte, el grupo de Dani estaba conformado por seis vehículos, todos armados y preparados para lo que fuera a suceder.
Como decía el plan, el vehículo donde iba Clara permanecía atrás de la caravana.
Lion conducía por el extremo izquierdo del grupo, a cada momento miraba por el espejo retrovisor al vehículo de Clara.
De esa forma condujeron hasta la cerca, donde abrieron uno de sus accesos y cruzaron al otro lado. A partir de ahí todos sabían que corrían riesgo de no volver, ya que se alejaban de la zona segura, internándose en un área repleta de deambulantes y enemigos del distrito Norte. Sin mencionar a los carroñeros, un grupo de personas que no pertenecen a ningún distrito, cuyo objetivo es deambular por todas las zonas sin ser vistos, y robar los recursos de ambos distritos.
Una vez que llegaron al lugar acordado, todos detuvieron la marcha y apagaron sus motores, ya que justo frente a ellos se encontraba el grupo de Dilan.
El lugar en el que estaban era lo que fue alguna vez un parque de diversiones. Ahora cada juego incluso la gran rueda de la fortuna estaban en ruinas.
El viento soplaba y se podía oír el rechinar de los metales oxidados de cada máquina deteriorada.
Dilan sugirió ese lugar para el encuentro, ya que la cerca del parque aún estaba intacta, y también se había tomado la molestia de limpiar esa área de deambulantes, para así tener un intercambio exitoso.
Dani y sus guardaespaldas descendieron de sus vehículos, y al mismo tiempo del otro lado Dilan también hizo aparición.
Ambos grupos estaban a una distancia aproximada de cincuenta metros entre si.
Al verse cara a cara los líderes se hizo un silencio absoluto. El semblante de Dani solo expresaba seriedad e intranquilidad, mientras que en el de Dilan se dibujaba una narcisista sonrisa.
Estando detrás de todos los vehículos, Clara no sabía lo que estaba sucediendo ya que no podía ver nada.
—¡¿Dónde están mis hombres, Dilan?! —exclamó Dani al frente de su grupo.
—¡Clara primero, Dani!. Ya lo sabes. —contestó Dilan a la distancia.
En ese momento Dani volteó hacia atrás, levantando la mano izquierda y de entre sus vehículos los muchachos vinieron con Clara. La traían con la cabeza cubierta por una tela negra y las manos atadas.
La dejaron parada a lado de Dani.
—¡Deja que se aproxime! —ordenó Dilan.
—¡Primero quiero ver a mis hombres! —exclamó Dani.
—¡Te los devolveré cuando tenga a Clara! —Dani dudó—. ¡No puedes negarte! ¡Tienes más que perder que yo!.
Y de esa manera y viéndose sin opciones, Dani dejó que ella, sin descubrirle la cara ni liberar las manos comenzara a avanzar hacia Dilan y su gente.
A pasos lentos y todo el ambiente tenso, ella llegó junto a Dilan. Él, todo ansioso y feliz, sacó un cuchillo y comenzó a cortar la soga de sus muñecas.
—¡Mis hombres! ¡Dilan! —exclamó Dani.
—Ah, eso. Sí, ¡Muchachos! devuelvanle sus cosas —dijo Dilan a su gente con total calma.
En ese momento un joven arriba de una camioneta dejó caer una caja de madera al suelo, cuando ésta se abrió, Dani y todo su grupo que observaba quedaron en shock.
Las cabezas de los cinco rehenes salieron rodando de la caja, ensangrentado la tierra.
—¡No! —gritó Dani enfurecido.
En ese segundo Dilan liberó las manos de su amada y le quitó la bolsa de tela que cubría su cabeza. Él se llevó una gran sorpresa al ver su rostro, y darse cuenta que se trataba de otra mujer.
La joven de inmediato sacó un cuchillo que llevaba escondido y se abalanzó sobre Dilan, intentando apuñalarlo. Pero él logró defenderse, y una vez que logró quitársela de encima, desenfundó su pistola y le disparó, asesinándola al instante.
De inmediato ambos grupos tomaron sus armas y comenzaron un tiroteo.
Clara seguía en el auto al final de todo. Cuando escuchó que comenzaron a dispararse, inmediatamente recordó lo que Lion le había dicho.
—¡Quédate aquí! ¡Iré a dar apoyo! —dijo Adam, el conductor sentado junto a ella.
Una vez que él salió y se alejó del vehículo, Clara lentamente abrió la puerta y bajó del auto. Sus piernas temblaban al igual que sus manos.
Sentía mucho miedo al estar presenciando tal guerra.
Cubriéndose con los autos comenzó a dirigirse hacia donde Lion estaba.
Pero nadie se imaginaba lo que sucedería después. De la nada y de todas direcciones comenzaron a aparecer motociclistas armados, los cuales mientras conducían las motos, se acercaron rodeando al grupo de Dani y empezando a dispararles.
El conductor que estaba a cargo de Clara de inmediato corrió a protegerla.
Al mismo tiempo Lion se encontraba lidiando con ambos grupos, el de Dilan y el de los motociclistas. Cuando por fin pudo liberarse de los atacantes, corrió desesperado a buscar a Clara.
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